-Shh -Aw, mi cabeza- Vas a despertarlos -rió Edward. Mierda ¿Qué había pasado ayer?
-Agh -Harry se movió a un lado mío- cállense- Sentí sus brazos a mi alrededor ¿Por qué lo hacía?
-Iugh ¿Qué haces con mamá? -susurró Nick a Harry. No me quería mover.
-¿Pueden callarse? -preguntó Harry, abrí los ojos asustada y toqué mi cabeza. Demonios. Edward saltó a la cama y me abrazó de forma protectora.
-¿Estás bien? -me susurró. Reí, mi bebé.
-Sí ¿Por qué debería estar mal?
-Porque estás con Harry -miré a Harry que fulminaba con la mirada a Nick.
-Es hora de ir a casa -hablé fuerte para qué Harry pudiera escuchar.
-Sí, ordenen sus cosas mientras -estiró sus brazos y bajó a los dos niños.
-No le hagas nada a mamá -dijo Nick.
-Que no -gruñó Harry. Los gemelos salieron de la habitación y suspiré de alivio, sus susurros y gritos me aborrecían- Hola, guapa -susurró n mi oído.
-¡Harry!
-Ayer casi te mueres de lo borracha -rió, música para mis oídos.
-¡Me besaste! -tapé mi cara con las sábanas.
-Sí, y también te besaría otras partes pero eres muy terca y orgullosa -acarició mi mejilla.
-Basta -golpee su hombro desnudo- ¿Qué haces sin camisa?
-No tengo idea, llegamos acá y después del beso me dormí, seguramente me la quité cuando estaba durmiendo.
-Después sólo dormimos -le dije convencida.
-Sí, después del bar y el alcohol quedamos muertos -susurró en mi oído.
-Aléjate -murmuré nerviosa, sentía su respiración en mi oído.
-Oh, vamos -pegó su espalda a mi pecho.
-¡Harry! -grité sorprendida.
-¿Mmh?
-Tu... tu, está...
-Oh -se alejó de mí y comenzó a reír- Lo siento, no es nada personal. Ya sabes que todos los hombres al despertar despiertan con... Ya sabes -rió. Hice una mueca.
-¿Nick y Eddie también?
-¡No! Son muy pequeños pero en unos años más sí -sonrió de lado.
-Agh, no -gruñí.
-Es algo normal _____ -dejó su cabeza en mi cuello- Es como sí la primera eyaculación fuera la primera vez que a las chicas le llega ¿Entiendes?
-¡No! Harry no sigas -no quería escuchar.
-Pero a diferencia de las chicas, los hombres lo hacen porque quieren, ya sabes lo de la mano -levantó y movió su mano frente a mi cara.
-¡Harry!
-A los 11, a los gemelos le quedan dos años -sonrió orgulloso, lo separe de mí y lo miré asqueada.
-¿Estas bromeando? -levanté las cejas.
-Después echaran competencias de mead-
-¡Harry! ¡Ya! Es suficiente -saque la sábanas y me levanté de la cama, no estaba dispuesta a hablar sobre esto.
-Oh -suspiró y cerró los ojos. Lo miré enternecida, se veía guapo así.
¿Qué? ¿Guapo? ¿Qué esta mal conmigo? Entré al baño de la habitación, preparada psicológicamente para ver a alguien horrible en el espejo, y tenía razón, estaba horrible.
Abrí unos muebles para sacar toallas y busqué todo lo que necesitaba para una ducha.
El agua caía sobre mi cuerpo y comencé a sacar el acondicionador de mi cabello, estaba suave. Sentí el vidrio de la bañera abrirse. Me gire automáticamente quedando pegada a la pared, la persona que estaba allí tenía una clara visión de mi trasero.
-Estoy ocupada -gruñí avergonzada. Si era Anne daría lo mismo pero si eran los gemelos sería realmente vergonzoso.
-Mierda, wow... -escuché una ronca voz.
-¡Harry vete a la mierda! -grite enojada.
-Bien, lo siento. Es que Eddie y Nick están molestando mucho ¿podrías darte prisa?
-Demonios sí pero no sigas viendo -exclamé frustrada. Recién cuando sentí la puerta del baño cerrarse me di vuelta y puse las manos en mis mejillas, aún con el agua podía notar lo sonrojada que estaba.
(...)
-Gracias por todo, Anne -agradecí dándole un abrazo.
-Oh, no te preocupes, ______ -sonrió feliz- Esta bien ser abuela por algunas horas -esas palabras dolieron, ella pudo haber sido abuela hace nueve años y yo lo impedí.
Tomé en brazos a Nick ya que parecía agotado después de haber corrido por toda la casa junto a Edward. Apoyó su pequeña cabeza en mi pecho y cerró los ojos.
Miré a Edward, estaba sentado en el gran sillón y parecía no estar dispuesto a ponerse de pie, gemí con desesperación, ya no podía cargar a ambos. Entonces, apareció Harry y cargo sin problema alguno a Edward, la cabeza de Edward quedó colgando de la espalda de Harry y sus piernas colgaban por delante.
-¡Harry así no! -grite cuando estábamos caminando de la puerta hacia el coche- Se le irá la sangre a la cabeza, idiota -me compadecí de mi pequeño. Harry pareció reaccionar y lo tomó como yo tenía a Nick. Llegamos al coche y puse a cada uno en la parte de atrás con el cinturón de seguridad.
Mire a ambos con una sonrisa en mi rostro ¿cuando habían crecido tanto? ¿En qué momento?
-Vamos ____, no tenemos todo el día.
-Deja de dar órdenes, no estás en tu trabajo Harry. Somos tu familia.
-¿Familia? -sonrió. Mierda ¿Por qué dije eso?
-Bueno, los gemelos son tus hijos así que... -Harry abrió la puerta de copiloto y entré agradecida por la acción.
-Sólo bromeaba, tranquila.
El camino a casa fue aburrido, los ronquidos de Edward se escuchaban hasta donde yo estaba sentada y Nick gruñía todo el tiempo. No quería que ellos crecieran más, así estaba bien, no más.
-Sobre lo de ayer... -Harry había detenido el auto frente a nuestra casa, los niños parecieron no darse cuenta y siguieron en lo suyo. Dormir.
-Harry, no quiero hablar sobre eso aquí.
-¿Entramos? -sonrió, fue una de esas sonrisas que era imposible decirle que no.
-Bien -tomé mi bolso y salí del auto, abrí la puerta trasera y me encargue de tomar el bolso de Edward, luego lo tomé a él y entré a casa esperando que Harry sacara a Nickolas.
Cuando ambos estuvieron en su habitación, con Harry fuimos hacia la sala.
-Deberías irte -no quería que se fuera pero tampoco quería llegar a tema del beso.
-Vamos ____, prometiste hablar -se sentó en el sillón dispuesto a no irse.
-Harry...
-¿Qué? A mi no me molesta besarte -abrí la boca sorprendida, oh mi...
-A mi tampoco es sólo...
-¿Qué esperamos, entonces? -se paró de un solo empujón y pegó su cuerpo a mío.
-Dios mío Harry -me alejé sorprendida pero su cuerpo seguía pegado al mío.
-Vamos, el beso de ayer era algo de borrachos ¿Qué tal si lo hacemos ahora que estamos conscientes?
-N-no -tartamudee, demonios no era momento para hacerlo.
-Es sólo un beso.
-No, aléjate -puse mis manos en su pecho y si no fuera porque he madurado un poco, saldría corriendo. Harry gruñó y comenzó a caminar hacia la puerta.
-Bien, me iré. Pero si cambias de opinión no me llames, no estaré esperando toda la vida por una chica, ya espere bastante por ti.
Y se fue. ¿Se fue? Oh demonios ¡No! Si quería besarlo, si quería. Reaccione cuando la puerta de salida se cerró fuertemente y corrí hasta esta, comencé a caminar rápido hasta Harry que ya estaba en la puerta de su coche.
-¡Harry, espera! -grité corriendo hacia él.
-¿Qué?
-Yo, uhm, ¿Quieres comer aquí? Puedes quedarte al almuerzo o algo así -Harry rió sin gracia alguna y sacó las llaves de su bolsillo. La puerta de su coche se abrió y corrí para quedar ente Harry y la puerta.
-Ya basta, estas jugando un mal partido -entrecerró los ojos.
-Vamos, te quedarás a comer -puse las manos en su pecho y lo empuje pero Harry ni se inmutó.
-No. Iré a ver una nueva casa, no quiero seguir viviendo con Anne y Des -trató de correrme con el brazo pero lo abrace antes de que me pudiera mover.
-Te extrañé, Harry. Ayer lo dije pero estaba borracha y no cuenta -tenía un oído pegado a su pecho y podía sentir los latidos de su corazón. Lo dejé de abrazar y junté nuestras miradas- Tal vez si quiero hacerlo -confesé y sentí mis mejillas calientes.
-Lo sabía -rió. Se alejó de mi y cerró la puerta de un golpe- Vamos dentro, bebé -tomó mi cintura y caminamos juntos.
-¿No me besarás? -pregunté mirándolo.
-No, ya sabes, sería algo incómodo -rió y entró a la casa. Yo me quedé allí de pie.
¡Que hombre!
N/A
Pregunta: ¿A cuál de los gemelos prefieren?