Narra Alex:
Mi boca no se atrevía a expresar una sola palabra, solo me dejaba mirarla y arrepentirme de todo lo que sentía por dentro. Tenia ganas de decirlo lo preciosa que se veía aquella noche con ese vestido o tomarla de la mano y sonreírme. Pero solo me mantenía seria sin decir nada, cuando se alejo apreté con fuerza el objeto que tenia en mi mano y mordí mis labios a punto de hacerme daño.
-Eres tan idiota-Pense maldiciendo lo débil que me sentía y como mi mente me atormentaba. No sabia que hacer, que decir o sentir ante eso. Solo tenia ganas de escapar como aquella chica y olvidar todo. -Sabes que volverás a verla y que ella no se merece esto.-Pense con una triste sonrisa mientras me bebía un poco de mi cerveza y la dejaba en un lado para dirigirme al servicio. Tenia que refrescar mi rostro y tranquilizarme un poco.
Moje un poco mi cara intentando no borrar el poco maquillaje que llevaba puesto y peine mi cabello hacia atrás, intentando tranquilizarme. Suspire un par de veces y cuando estaba a punto de irme note como un chico entraba frenético al cuarto baño femenino, iba a llamarle la atención cuando note que llamaba a alguien preocupado "¿Sarah?"
Mis ojos se abrieron de par en par al darme cuenta que pronunciaba su nombre y que era el acompañante de ella. Mordí de nuevo mis labios al surgir en mi mente la idea de que podría ser su novio o tal vez su hermano; pero si era así me parecía poco probable que lo dejara de lado para venir a por mi. -¡Sarah!-Grite también, mirándome el chico.
-¿Tu también estas buscándola?-Me pregunto nervioso.
-Sí, no te preocupes. Yo me encargare de ella-Sonreí intentando buscar detrás de que puerta se escondía.
-No hace falta. Yo vine acompañándola así que es mi obligación ver como esta.-Murmuro, en aquel momento le desvié una mirada de duda levantando la ceja y se me escapo una pequeña risa.
-Me das un poco de pena y no creo que le importes demasiado.-Admití demostrando una vez mas mis aires de prepotencia. El chico se quedo serio mirándome seriamente como preguntando que hacer. -Y a ti que te importa, lesbiana.-Gruño insultándome. En mi rostro solo se mostraba una sonrisa de satisfacción al escuchar sus palabras, al saber que solo era un pequeño cachorro acorralado que solo sabia ladrar con insultos; aunque no me dio tiempo a responderle cuando una puerta se abrió ante nosotros.
Narra Sarah:
Apoyada contra la pared del baño mis lagrimas no dejaban de gotear, mi pecho se sentía pesado incapaz de soportar toda aquella ansiedad que se acumulaba. Mis oídos en cambio escuchaban como detrás de aquella puerta dos personas discutían mas que charlar y se peleaban por ver quien se quedaba a consolarme. Alex y aquel chico parecían un par de críos por determinar cual se quedaba el premio y eso me molestaba a la vez que me ponía nerviosa.
¡Iros!-Pense un par de veces gritar, aunque mi voz no salia. Dude un par de veces mas si calmarlos o directamente gritarles; hasta que escuche aquella palabra "lesbiana". No era una palabra demasiado aceptable para el resto del mundo y era tabú en su propia casa; pero para ella misma solo significaba otro tipo sentimiento mucho mas secreto e intimo.
Abriendo la puerta; me asome con cuidado y casi con la voz rota murmure- ¿Porque le dices eso?- Al asomarme ambos me miraron, Hector parecía bastante sorprendido a la vez que nervioso arrepintiéndose de lo que había dicho. En cambio, Alex sonreía con picardia, dándome la bienvenida y mirándome con aquellos ojos verdes que sin darte cuenta podrían envolverme por completo. - No puedes...usar como insulto la sexualidad de una persona...-Mire a Alex-Y mucho menos si es verdad o no.
Hector trago saliva y se acerco a mi, alargando su mano- Pero ella estaba molestándonos, quería que te dejara sola... Y ¿Si te hace algo?-Gruño, aquello me molesto aun mas. Notaba como trataba de manera despectiva a Alex como si fuera un depredador o algo similar y estaba dispuesta a negarselo. - Que sepas que...-No me dio tiempo a terminar mi frase cuando sentí como alguien tiraba de mi brazo y me arrimaba a su pecho el que se notaba mullido, aquella sensación me recordó al momento de la piscina. -Alex-Pense sonrojandome.
Narra Alex:
¡Que divertido es ver lo mucho que te preocupas!-Murmuré apretando a Sarah contra mi, no era mucho más baja que yo pero su rostro encajaba perfectamente entre mi cuello y el inicio de mi pecho. - Aunque no creo que necesite tu atención.-Sonrei acariciando el rostro de Sarah y girándolo con suavidad para que mirara hacia el. -Ella sabe protegerse sola y sabe de quien tiene que alejarse.-Mi mirada mostraba malicia, superioridad y a la vez pena por aquel chico que nos miraba sin saber que responder. Su rostro a la vez mostraba odio y duda, capaz de arrebatarme a aquella chica de las manos pero sabia que no se atrevería ya que al lado suya; yo siempre parecería mucho mas intimidante.
-Hector, tranquilo. Puedes irte.-Exclamo Sarah intentando alejarse un poco de mi sobreprotección; no me había fijado hasta ese momento en sus ojos los que estaban rojos e inundados por el rimen corrido. -¡Que mona!-Pense aun viéndola así.
-No quiero dejarte sola-Siguió insistiendo, podía notar como apretaba con fuerza su puños de impotencias y sus labios sellados se corrompían a la vez que su orgullo se estaba quebrando más y más en cada momento. La verdad es que había tenido bastante mala suerte aquel chico esa noche y me daba un poco de pena, aunque la chica ya había elegido.
Sarah estuvo a punto de hablar de nuevo cuando la pare con un leve gesto y me acerque al chico. -Yo la cuidare, no te preocupes- Y me coloque un cigarrillo en la boca, luego le mostré el paquete para que cogiera otro y entre malas miradas se lo coloco también en la boca. -Fumatelo por nosotras- Sonreí, apartando el cigarro de mi boca y agarrando a Sarah de la mano para marcharme con ella del baño. (Autora: El cigarro de la amistad x3)
Narra Sarah:
Su mano se sentía cálida y fuerte; no había entendió que había pasado hacia un momento. Tenia miedo de Alex y Hector acabaran peleados por mi culpa y no sabia como pararlo o que decir; solo temía que alguno de los dos acabara sangrando. Aunque con suerte todo había acabado con un leve gesto como era el de compartir un cigarro; me sorprendía que Alex fumara y que nunca oliera a tabaco. La verdad es que normalmente no la olía, pero sabia que tenia un dulce olor a Jazmin que me hipnotizaba.
¿Estas bien?-Pregunto Alex, regresandome al mundo real. Asentí avergonzada al notar que aun seguía agarrándome fuerte de la mano y como algunas personas nos miraban al intentar pasar entre los pocos huecos libres que había. No sabia a donde me llevaba o que pretendía; pero acabamos llegando hasta unas delgadas escaleras blancas.
-¡Espero que te guste! Aqui podremos hablar mas tranquilas.-Sonrió soltando mi mano y apartándome algunos mechones de mi cabello que escondían mis ojos detrás de ellos. -¡Aaah!-Grito mi cabeza por dentro, mirándola fijamente. No era capaz de apartar mi mirada de ella, mi corazón latía con fuerza capaz de escaparse en cualquier momento pero sabia que aun no había terminado aquella noche.
Narra Alex:
Hacia bastantes meses que no subía de nuevo a aquella azotea, era nuestro lugar secreto.Normalmente los dueños del bar no dejaban que nadie ascendiera allí; pero a veces yo era la excepción. Al estar arriba del todo apoye mis manos en la barandilla de la azotea respirando el aire limpio y suspirando de felicidad por las vistas; luego desvié la mirada a mi espalda y espere a que subiera.
¿Qué te parece?-Pregunte alargando de nuevo mi mano. Sus dedos la acariciaron con duda y finalmente la apretaron con delicadeza, para entrar junto a mi a la azotea. Al entrar dentro su mirada mostró asombro a la vez que miedo ante la oscuridad que reinaba aquel lugar; pero finalmente se decantaron por felicidad. Dedicándome una tierna sonrisa que poco podía disfrutar en la noche y un cálido abrazo a la mitad de mi cuerpo. -Me encanta-Casi grito fijándose en el cielo. -Es tan bonito,gra...gracias-Tartamudeó acompañado de un estornudo.
No pude evitar reírme de su forma de estornudar; su mano acaricio su nariz meciéndola como si fuera un conejito. -¡Que mona eres!- Sonrei abrazándola por detrás para intentar protegerla del frio. -No tengo abrigo, ni soy tan grande como para cubrirte pero bueno al menos te sirve ¿No?- Rei, colocando mi cabeza sobre la suya.
Gra..Gracias-Bufo jugando con la manga de mi camisa, intentando acurrucarse aun mas. Acaricie con mi barbilla su cabello alborotandolo un poco, aquel momento era el perfecto para decirle lo que realmente sentía y necesitaba tanto tiempo que escuchara. -Tenia miedo. Me daba miedo...romperme.-Admití.
Narra Sarah:
Mi corazón latía cada vez mas fuerte, con mas intensidad y calor que al principio. La calidad de Alex me inundaba pero a la vez me ponía nerviosa al sentirla tan cerca, notar su aliento sobre mi y poder ver el mismo paisaje juntas. Sabia que aquel momento significaba algo y que ese algo era mucho mas que un simple "amigas viendo las estrellas".
¿Estas preparada?-Pense agachando el rostro avergonzada incapaz de asimilar todo lo que estaba experimentando, no había conocido a nadie que me gustara y atrajera tanto como aquella chica. A veces sentía que aunque el tiempo continuara, yo nunca podría olvidar todo lo que había conocido de ella.
Detrás mía sentí como su estómago se contraía tal vez por los nervios y acariciaba mi cabello con lo que sentía que era su barbilla. ¿Que le pasa?-Apreté su mano.
"Tenia miedo. Me daba miedo...romperme."-Sus palabras me sorprendieron; no comprendía a que se refería con lo de romperse ni si aun tenia miedo. Me aleje de ella colocándome enfrente; la oscuridad no me dejaba disfrutar demasiado de su rostro pero si podía observar su silueta. Intente tranquilizar mis nervios como pude tomando su mano como ella hacia muchas beses y trague saliva. -Sera suave y corto, suave y corto-Me repetía en mi cabeza.
No tengas miedo, se que a ti nadie puede romperte-Sonreí agarrando aun su mano, luego me puse de puntillas para acariciar su mejilla y sentir como su mirada solo estaba fija en mi. Estaba deseando que pasara aquel momento; despertar con un beso de un príncipe como en los cuentos o en las películas. Aunque esta vez prefería que no fuera un príncipe sino una princesa.
-¡Lo siento!-Murmuro Alex, tirando de mi mano para acercarme a ella y acariciar mis labios con los suyos. Sus labios se sentían calidos y suaves, su beso fue largo y algo intenso y su otra mano libre acabo acariciando mi espalda. Estaba a punto de morirme de vergüenza al separarnos y temblaba del frió como de la emoción por aquel momento, no me atreví a expresar nada solo a intentar calmar mi corazón.
¿Te gusto?-Pregunto acariciando con su mano sus labios. Moví la cabeza confirmandolo y dude un poco mordiéndome los labios. -¿Me darías otro?-Me atreví a preguntar.Ella sonrió. -No sabia que fueras tan intensa- Y me entrego otro pequeño beso para finalmente acariciar mi barbilla y murmurar -¡Deberías guardar un poco de todo eso, para mas tarde!- En aquel momento comprendí, que tal vez Alex solo quería protegerme de ella misma.