Reto de los 30 días (OsoKara...

By Tia-Fran

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fui vilmente nominada para escribirles 30 mini historias diarias por lo que les llenaré de one-shots bien lem... More

Reto (Día 0)
Día 1: Cita romántica
Dia 2: Parque de diversiones
Dia 3: Celos
Dia 4: Pelea de parejas
Dia 5: Propuesta de matrimonio
Dia 6: Fantasía sexual
Dia 7: M-preg
Día 9: Diferencia de edades
Dia 10: Sugar daddy
Dia 11: Omegaverse
Dia 12: Adaptación de alguna película Disney
Día 13: Ninja 1/2
Día 13: Ninja 2/2
Día 14: Piratas
Día 15: Una situación vergonzosa
Día 16: Profesor y alumno 1/2

Dia 8: Doctor y enfermero

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By Tia-Fran

--Listo señores, hemos acabado con nuestra misión— El alivio y orgullo se reflejó en el rostro de cada uno de los integrantes del equipo médico de aquel hospital encabezado por uno de los médicos cirujanos más reconocidos, Osomatsu Matsuno, quien exhaló exhausto luego de bajarse la mascarilla y sacarse los guantes para desecharlos para salir hacia la sala de espera donde la familia aguardaba nerviosa el resultado de su trabajo, una sencilla una limpieza estomacal más cirugía plástica abdominal costó más de lo que parece, para el joven profesional que gustaba de mujeres estilizadas no encontró otra vocación más que la cirugía plástica, en otras palabras, el moldeaba a las bellezas que luego se cogía en ocasiones.

“Quiero un rostro más fino”

¡Concedido!

“Necesito verme más delgada”

¡A la orden!

“Desearía unos pechos más grandes”

¡No se diga más! ¿Cómo globos o bolas de boliche~?

“Quiero verme más joven”

¡Señora! ¡Van a separarla en carne y plástico para su funeral!

Bueno, la última vez recibió una cachetada por eso ¿Qué culpa tenía? Enterrar cosas que no sean biodegradables era incorrecto después de todo. Pero el caso de esta chica era complicado, el nivel de obstrucción estomacal era peligroso y perfectamente pudo haber entrado en coma por ello ¿Quién la manda a tragar algodón para bajar de peso? Ya era delgada y linda ¿Por qué más?

La belleza era el diablo cuando quería, muchas personas hacían lo que fuera por verse mejor y no conocía a nadie conforme consigo mismo; las cirugías solo eran una vía a cumplir sus supuestos sueños, pero al igual que una droga no le sorprendía ya ver más de 3 o 4 veces a los mismos pacientes con otras “disconformidades” y al igual que ellos tenía una, quizás se vería mejor con un cuerpo más fornido pero como era un vago de primera la pereza le ganaba cada vez que podía ir a un gimnasio. Pero aparte de eso a su parecer estaba bien tal cual era, no por nada se encontraba con hermosas mujeres dos o tres veces por semana para unos buenos revolcones.

¡Sexo, alcohol y rock ´n roll sin problemas! ¡O si!

Lo que tenía de inteligente lo tenía de idiota también, según él, lo más importante aprendido en la universidad fue las lecciones de sexo seguro, en eso era experto, era joven y pensar en una pareja estable e hijos era realmente una molestia ¡Al diablo con lo que querían sus padres!

--Buen trabajo Osomatsu, te luciste ahí dentro— Si bien todo ese ambiente profesional dentro de las paredes blancas le era aburrido había gente que sin duda le hacía más ameno estar allí, Karamatsu era uno de ellos, el enfermero había sido su compañero desde la preparatoria y desde que se conocieron eran como uña y mugre, el de ojos azules sí que sabía cómo hacerle reír con sus bromas y comentarios dolorosos, cortesía del club de teatro.

Una duda existencial que le estuvo carcomiendo la cabeza por mucho tiempo era por qué existía gente loca que tenía encuentro casual con su amigo siendo que por lo que lo ha visto siendo rechazada más de alguna vez por las señoritas debido a su comportamiento doloroso ¿La respuesta? Fue inesperada, supo el secreto de su éxito amoroso cuando escuchó hablar a un grupo de enfermeras afirmándoles a las ignorantes que el oji-azul era una verdadera bestia en la cama. Apenas aguantó contenerse la risa en aquella ocasión ¿¡El doloroso bueno en el sexo!? Debía ser una broma, por él le tiraría de segundo virgen al mando después de su amigo en común el Choropajerovski, quien trabajaba en las aerolíneas del país.

--¿Qué te digo? ¡Soy el mejor! Pero allá eso ¡Vamos a celebrar a mi casa!—El otro asintió en acuerdo, ya era tarde y hoy acababa el turno del médico, contando además que al día siguiente era sábado y no era un día en el que Kara tuviese que volver, en esos días lo mejor era divertirse y más cuando el de rojo buscaba cualquier excusa para beber hasta quedar inconsciente, un habito malo para su profesión pero por suerte no los hacía tan seguido.

--Claro— Ambos caminaron por los pasillos a recoger sus cosas y partir a su destino— Por cierto… ¿Por qué la señorita dela cirugía te abofeteó antes?—

--¿Hm? Fue porque se sintió ofendida cuando le dije que fuera a mi departamento luego de que se recuperara para estrenar su nuevo cuerpo—Comentó sin vergüenza soltando risillas— Pero ahora dudo que se quiera negar cuando le eh visto hasta las entrañas~— Suspiró mirando el techo del lugar recordando algo importante— Mnnn… Kara~ ¿Podrías pagar por mi hoy? El sueldo de médico no es suficiente para satisfacerme—Rascó su nuca con una sonrisa “Inocente”, este tipo era incorregible, esta vez fue su compañero quien suspiró rendido.

--Como quieras, yo invito esta vez my friend ¡El sunshine te ha sonreído con ganas para que salvaras a esa pobre lady in danger!— Decía con una de sus poses mientras compraban las cervezas en la tienda de conveniencia cerca del departamento de Osomatsu. Este reía a carcajadas al ver la extraña expresión dolorosa de su amigo, el cajero no sabía cómo sentirse con ese par de locos.

Al llegar al departamento lo primero que hicieron fue sacar las latas junto a la comida para empezar a hablar de estupideces de cualquier tipo, ambos ya entonados después de unas rondas hicieron algunas competencias de borrachos como quien escupe más lejos o quien grita más fuerte por el balcón del departamento, Karamatsu se levantó tambaleándose hacia el closet de su amigo para inspeccionar que ocultaba.

--O-oi ¿Qué haces revisando mis cosas? ¡Mirón! ¡Ladrón! ¡Borracho!— Le gritó.

--Calm down, solo quería ver que tienes por aquí— Ignoró las quejas de su compañero para seguir rebuscando y desordenando mientras el otro seguía hablando.

--Jajaja eh oído que eres bueno haciendo gritar a las chicas en la cama—Empezó nuevamente dándole un par de sorbos a su cerveza antes de seguir—No me lo esperaba de ti Karamachu~—

--No sé dónde sacas esas cosas, las ladys y yo tenemos un buen momento y se van satisfechas. Heh~ supongo que soy bueno haciéndolas llegar al cielo— Colocó su mano en su barbilla cerrando los ojos aparentando genialidad, el otro volvió a reír. Cuando metió su mano dentro de un cajón sacó un conjunto completo de ropa interior femenina, era de color negro con encajes rojos y estaba limpio. -- ¿Qué es esto?— Lo sacó mostrando el conjunto.

--¿Eso? ¡Ah! Una de las enfermeras lo olvidó una vez, también dejó su uniforme tirado en el piso, si quieres verlo está en el armario—Dijo despreocupado señalando el mueble. — ¿Cómo era su nombre? Reika… Reiko… ¡Bah! Ya no recuerdo bien—Se rascó su cabeza irritado. – Lo único que recuerdo después de eso es que desperté solo, parece que a la chica le gusta irse a mitad de la noche como una puta—

--Hnnn~… No sabía que tenías ese tipo de fetiches, Osomatsu— Fue hacia el lugar indicado abriendo sus puertecillas y comprobando lo dicho antes, había un uniforme corto de enfermera, parecía más bien como esos trajes que se compran en las sex shop pero tenía la insignia del hospital por lo que se plateó como dejaban a la chica usar su uniforme tan corto. —Tienes cara de un pervertido cada vez que coqueteas con alguna lady— Rio.

--Y tú tienes cara de que te gusta otra cosa ¡Hic!— Respondió con una sonrisa burlesca, chocaron miradas retadoras por unos segundos antes de estallar de risa nuevamente, el alcohol hacía maravillas en ellos. Cuando volvió a inspeccionar los cajones el de rojo tomó un poco de su lata quedando clavado en el trasero de su compañero, estaba bien formado y redondito, muchas chicas podrían venir a su consulta por un trasero así, también por su pantalón azul se arcaban caderas ¿¡El idiota hacía sentadillas!? Ni él tenía tiempo para eso, era un vago después de todo.

--Oiiiii Karachu~— Le llamó en un tono meloso— ¿No has pensado en ponerte silicona en los pechos? Se te vería bien— Arrastraba las palabras por el alcohol, el mencionado volteó sonrojado ante la extraña proposición y este rio por su reacción echado en la mesita de centro. — Si quieres puedo inflártelas como un globo—

--N-no seas estúpido, eso sería raro— Trató de ocultar su rostro tras su mano pero como siempre trató de actuar normal— Hmm, Además…. ¿Por qué debería cambiar algo de my perfect body? Las Karamatsu-girls se decepcionarían al verme como una lady y ya no podré llevarlas a las estrellas—

--¡Agh! De nuevo… --Cerró sus ojos molesto descansando su cabeza en la mesita hasta que se le predio el foco, cosa que ocurría bajo los efectos del alcohol, abrió sus parpados de golpe sonriendo socarronamente levantándose de su asiento y dirigiéndose tambaleando hasta abrazar por la espalda a su amigo. — Oye ¿Qué tal si te pones eso?— Le habló al oído haciéndolo pegar un salto.

--¿De qué hablas? Claro que no ¡Aléjate! ¡Apestas a alcohol!— Puso su mano en el rostro del médico tratando de apartarle, estaba avergonzado.

--¿Por qué no Karamatsu?—Apretó su agarre—Ya que quiero venderlo necesito a alguien que se lo pruebe para saber las medidas ¿Si~?—

--¡Ya dije que no pervertido!—

[…]

--Bien sale ahora para que vea— El oji-escarlata se encontraba sentado en la orilla de su cama viendo en dirección a su baño donde Kara se cambiaba sin saber cómo le había convencido de aquella locura.

--No… no te rías cuando lo haga ¿De acuerdo?— Con su afirmación tragó saliva antes de abrir la puerta mostrándose con ese traje corto encima— U-um… esto es vergonzoso—Juntó sus manos tratando de bajar la falda— Siento mucho aire abajo—

--¡Woah~! Sí que te queda bien Karamatsu, te vez sexy—Sus ojos brillaron viendo la ajustada prenda marcar la cintura y caderas de su compañero, su comentario hizo que el rubor el sus mejillas se acrecentaran. El traje era blanco con una cruz roja cruzándole el pecho hasta el final del vestido, para ser hombre se le veía bastante bien.

--¿De verdad o solo lo dices por burlarte?—Dijo cohibido por su situación, Osomatsu sin embargo lo único que quiso hacer en ese instante fue tirarle del brazo y sentarlo en sus piernas abrazándolo por la cintura con una mano y con la otra acariciar sus muslos descubiertos— ¿¡O-oso que estas…!?— Le acalló al sentir su lengua pasando por su oreja haciéndole ahogar un gemido, se sentía…… raro.

--¿Lo has hecho con un hombre? Porque yo no – Subió su mano traviesa hasta llegar a la ropa interior femenina que también se había puesto para masajear sobre ella el miembro del oji-azul. Este comenzó a soltar pequeños jadeos involuntarios de placer mientras Osomatsu bajaba su lengua por el cuello dejándole algunos chupones, el perfume que usaba el doloroso era bastante agradable, nada fuerte como las mujeres con las que acostumbraba a enrollarse, era más sutil pero marcado

--No… ah…. Yo no…. Lo eh hecho— Hablaba entrecortado buscando la mano ajena para apartarla, ambos estaban sin mucha razón por beber tanto y les impedía pensar con claridad. Besos y lamidas se repartieron debajo su oreja causándole cosquillas placenteras, sabía que debía pararlo pero no había sido necesario, el de rojo paró en seco su acción mirándole travieso con esa mirada pilla tan característica suya. — ¿Eh…?

--Pensándolo bien… es tu responsabilidad atenderme, eso hacen las enfermeras ¿No?— Recostándose en su cama y abriendo las piernas señalando el bulto en sus pantalones fue suficiente para darse a entender, Karamatsu ya necesitado de atención y excitado no vio otra salida en su nublada mente que acercarse bajando el cierre de su pantalón con sus labios exponiendo el trozo de carne palpitante tomándolo con recelo— ¿y bien? ¿Qué esperas? Ka-ra-mi~— Tragó en seco antes de pasar su legua dejando un camino desde la base de su pene hasta la punta lamiéndolo con delicadeza, Osomatsu observaba con una sonrisa ladina lo bien que se sentía llevando dos de sus dedos a su entrada preparándole, un respingo le hizo detenerse por unos segundos antes de volver con la felación cuando el de rojo le empujó con su otra mano hacia abajo— No lo descuides… aun—

Siguieron así hasta que Osomatsu se vino en su boca accidentalmente, este trató de tragarse el semen sin mucho éxito, terminó tosiendo y botando parte del líquido viscoso a la cama, cosa que a su amigo no le agradó mucho. Con decisión le tumbó a la cama excitándose con su cara hecha un tomate y su apariencia femenina; había algo que siempre le gustó y admiró del oji-azul y es que desde que se conocen Kara siempre se veía como la cosa más perfecta en el mundo, se le podría llamar narcisismo pero nunca pretendió ser mejor que el resto, el solo… estaba conforme consigo mismo, y ni en las más ardientes chicas pudo ver algo así, siempre venían a él por más y más hasta que su obsesión y culto por la belleza exterior se deterioraba a algo que ya no era humano, menos cuando hablaba con ellas pues a sus parecer lo único que salía de sus bocas era mierda podrida.

Un gruñido se le escapó al penetrar a la “enfermera” bajo suyo, los dos extasiados y segados por el alcohol y el placer disfrutaron toda la noche entre embestidas y besos húmedos hasta quedar desechos tirados uno sobre el otro, no fue hasta que el sol chocó en sus caras cuando abrieron sus ojos lentamente con una terrible resaca; se quejaron unos minutos hasta darse cuenta de lo que habían hecho.

--O-osomatsu…. Sorry… ayer me comporté como un bad boy—Inclinó su cabeza ante la sorprendida expresión de su compañero que rascó su nuca avergonzado, si alguien se enteraba estarían en serios problemas.

--No… yo fui quien inició todo, creo que yo te debo una disculpa—

--Oh, ya veo—Trató de levantarse con un claro dolor de caderas y piernas, aunque el contrario le trató de ayudar no quiso soportar más vergüenzas logrando balarse y vestirse por sí solo antes de abandonar el departamento—Heh~, al menos yo no me iré como una Bitch—Dijo orgulloso bajando sus hombros y mirándole con cierto nerviosismo en el umbral de su puerta—Oso yo… si quieres podemos pretender como si nada… ya sabes… por eso—Su rostro pensativo aun acostado como dios le mandó al mundo le hizo sobresaltarse—B-bien… nos vemos en el trabajo— Y con esto cerró la puerta tras sí.

“Ni una mierda olvidaré lo de anoche”—Pensó suspirando y volviendo a recostarse bajo las sabanas—Su cuerpo… era tan erótico… Quiero hacerlo de nuevo… --Dijo cerrando sus ojos lentamente para volver a dormir.

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Yayy por fin la completé :D Les advierto que desde ahora creo que habrá mucho lemon en adelante

¿Se los dije o no? Estos son en su mayoría one-shots lemonosos ;)

(Perdonen si el de la imagen oarece Totty u.u)

Y si hay gente de Mexico solo quería decirles que lamebto no haberlo dicho antes, pero mucha fuerza para allá, se que las cosas son complicadas pero los latinos somos percistentes ¿No? Ojala mejore su situación 💙💙

Nos vemos~ 💙

Fran~💙💙

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