Finalmente, el grupo decidió disculparse con Ren. Lo que hizo en si estuvo muy mal, más que mal, pero convenía en aquella situación ser 6 en vez de 5. Los que más apoyaban la idea eran el pelirrojo y el pelirrubio-dorado que de algún modo lograban verle el lado positivo a la disculpa.
Tal vez la posibilidad de entablar más conversación y de seguir adelante con el grupo Starish, la posibilidad de reponerse a la muerte de su otro compañero y encontrar a Haruka.
Pero para algunos el destino es un carrusel de desgracias... Que absurdamente gira y gira sin descanso.
Por lo que pedir disculpas fue absolutamente inútil al momento de ver el cuerpo de Ren en el suelo con una daga enterrada en el pecho, mientras que frente al cuerpo se encontraba Kurosaki Ranmaru, el ex Senpai de aquel pétalo bañado en sangre.
En la cabeza del peliplateado solo pasaba el deseo de irse a la mierda en ese mismo instante, porque sabía, que luego de eso no vendría nada bueno. Y tal vez, tuvo razón.
De un momento a otro estaba siendo acorralado en la pared de la misma manera en la que segundos atrás él había acorralado al pelinaranjo, solo que esta vez era Tokiya quien lo miraba con desprecio junto a Syo que sin previo aviso le dio una patada en el abdomen al peliplateado. El peliazul oscuro agarró del cuello a Ranmaru para luego propiciarle un golpe en la mejilla izquierda y otro en la comisura de la boca.
-¡¿Pero que demonios te pasa?! -exclamó el que estaba siendo golpeado- ¡Aquí el único que cometió el error fue él! ¡Si tan solo hubiera dejado su jodida boca cerrada seguiría vivo!
- ¡Chi-chicos! Por favor no hagan esto, no es necesario usar la violencia -Cecil trató de calmar un poco el ambiente, inútil, porque los golpes no tenían la intención de detenerse.
El de cabello plateado lo único que podía hacer en ese momento para defenderse era cubrirse el rostro con sus brazos. Intentó contraatacar, sin embargo, al ser 2 los que le estaban golpeando no pudo hacer mucho. Para agregar, a medida que pasaban los minutos, los puñetazos iban subiendo su tono y eso lo notó Otoya, que por un momento... Pudo ver como el suelo se manchaba con unas pequeñas gotas rojas. Tal vez Ranmaru había sido el causante de la muerte de Ren pero, si nadie los detenía, habría una tercera muerte en ese lugar.
-Tokiya, para porfavor
-Y dejar que este idiot-...
-Tokiya -el pelirrojo abrazó al otro por la espalda mientras trataba de guardarse las lágrimas y el dolor que le causaba ver como las cosas no parecían tener un final feliz- Nadie merece esto, así que por favor, detente... Solo ... No quiero ver ... Otra muerte... Hazlo por nosotros
-...
Ranmaru cayó al suelo luego de que Tokiya lo soltase, tenía la mayoría de su rostro ensangrentado y a simple vista se podía apreciar que no poseía la fuerza suficiente para levantarse del suelo.
-Lo siento Otoya...
-¿Lo siento? -rió el rubio de baja estatura- ¡¿LO SIENTO?! ¡Este estúpido se ha cargado a uno de NUESTRO equipo!... Venía con la intención de disculparme con Ren por como le traté y este idiota tenía que cometer un asesinato. . . ¡¡¡NO PIENSO PERDONARLE!!!
-¡Syo-chan! -exclamó el rubio alto- ¡Ya es suficiente violencia, detente!
-¡Cállate! -respondió sin hacerle caso a lo que le dijo-
Empujó a Tokiya para poder ganarse encima de Kurosaki. Luego, el rubio apretó su puño con fuerza y le dio un golpe en la cabeza, un golpe que no le bastó puesto que a él le siguieron unos pocos más.
-¡Porfavor detente! ¡Le estas dejando muy débil! -al ver que el más bajo no le estaba escuchando intentó acercarse para hacerle parar-
-¡Natsuki! Que ni se te ocurra frenarle -comentó el azabache para luego ponerse enfrente del pelirubio-dorado- Está fuera de sí... Es muy peligroso que te le acerques
Sin embargo a pesar de las suplicas de su mejor amigo, no se detuvo hasta que notó su mano cubierta unas pequeñas manchas de color. . . Rojo carmesí. Solo allí pudo escuchar como Otoya lloraba y algunos le decían cosas incomprensibles en el momento, levantó su vista y vió la pared manchada de sangre al igual que su mano, parte del suelo y el cabello plateado de Ranmaru... El error de no contener su ira le costaría caro.
-Yo... Yo... -el más bajo comenzó a tartamudear- ¿Q-Qué acabo de hacer...? ¿Porqué nadie me detuvo? Ha...Haa... AAAAARGH! -pegó un grito para luego cubrirse el rostro con sus manos, las cuales no paraban de temblar-
Al escuchar el gritó que soltó Syo hizo que a todos se les pusieran los pelos de punta, excepto a Natsuki, eso logró preocuparle más de lo que ya estaba, ver a su mejor amigo en ese estado de pánico acompañado de miedo hacía que un pequeño instinto de protección saliera de él. En el fondo sabía que detrás de esa "hombría" había un frágil corazón.
-Syo-chan... Tranquilo... -decía mientras se acercaba sin hacer mucho ruido- No mediste tu fuerza, pero yo sé... Que tu solo querías defendernos y darle una lección a Kurosaki-san...
-Callate... Natsuki... C-callate
-No tienes porqué tener miedo -siguió con su dialogo mientras se agachaba para quedar lo más cerca posible- Somos tus amigos y estamos aquí para apoyarte en las buenas y en las malas... ¿Verdad chicos?
Sin embargo... Ninguno de los 3 que estaban allí respondió a la pregunta, sospechaban que el estado psicológico del más bajo comenzara a jugarle en su contra... O bueno, solo el azabache junto al de pelo azul oscuro pensaban eso ya que el pelirrojo se había aferrado al brazo de Tokiya para sentirse protegido de alguna manera. De cualquier forma, esto no evitó que el más alto siguiera intentando calmar al más bajo.
-Por eso Syo-chan... Como tú mismo me dijiste... -acariciaba la espalda del que estaba a su lado para hacer que dejara de temblar, cosa que no funcionó- Vamos a salir de esta juntos y ya verás como todo volverá a ser como antes... Tú me defendiste cuando más mal la pasé... Ahora te devuelvo el favor
El de cabello rubio-dorado se esperaba que su amigo dejará de cubrirse los ojos con sus manos para que le diera un gran y fuerte abrazo donde quizás hubieran brotado alguna que otra lagrima mientras que el más alto le calmaba con caricias y palabras de apoyo... Pero no fue así.
-Cállate... CALLATE!... ¡SOLO CALLATE! -efectivamente dejó de cubrirse los ojos, pero solo fue para pegarle un empujón al otro, el cual al estar agachado haciendo presión en sus piernas hizo que perdiera el equilibrio y cayera golpeándose levemente-
-¿Syo-chan...? -le miraba sorprendido- ¿A que vino...Eso?... Yo... ¿Dije algo malo?... Argh...
El más alto solo se cubrió la cabeza con sus manos, le había empezado a doler fuertemente luego de aquel empujón. Estaba teniendo una pelea interna en su cabeza debido a la reacción del menor.
-¡Shinomiya! -exclamó Tokiya- ¿Te encuentras bien?
-Yo... Natsuki... Lo siento... -fue lo último que dijo Syo para luego irse corriendo, se le notaba bastante nervioso al ver la leve queja de dolor que soltó Natsuki.
Los otros 2 que no dijeron nada solo observaban la escena que había ocurrido. Temían que las cosas se pusieran peor de lo que a estaban.
-Ugh... -soltó un quejido el rubio que quedaba- No pasa nada Tokiya-kun... Estoy bien -sonrió levemente para demostrarlo- Solo fue un pequeño dolor de cabeza, mucha presión en muy poco tiempo. Ahora... Iré a buscar a Syo-chan... Yo sé que él me necesita.
-¿Estás seguro? Porque ese empujón que te dio demostró lo contrario -dijo el pelinegro que llevaba bastante tiempo en silencio-
-Estoy seguro... reaccionó así porque fue mucha adrenalina para su pequeño cuerpo... Ahora si me permiten... -se levantó del suelo y sacudió su ropa- Ya vuelvo.
"Dale una oportunidad más..." -dijo para si mismo Shinomiya, como si estuviera dialogando con alguien antes de salir persiguiendo a su amigo, tenía que evitar que Syo estuviera solo o eso empeoraría su cordura.
-Fueron dos pájaros de un tiro... -susurró el azabache el cual seguía sin procesar correctamente lo que había ocurrido-
-Esto... ¿Podemos irnos de aquí? -sugirió el pelirrojo sin dejar de aferrarse con fuerza al brazo de su amigo- No es agradable seguir viendo los cuerpos de ellos tirados...
-Si, está bien... -respondió Tokiya luego de sacudir el cabello de Otoya, lo que hizo que el otro se sonrojara levemente- Yo luego me encargo de limpiar todo este desastre...
Fue la última oración que se escuchó para que luego los 3 restantes se fueran juntos a cualquier otra parte para poder olvidar las escenas fuertes que ocurrieron en ese pasillo, el cuál le habían apodado como el pasillo "maldito" por las 2 muertes y la situación que pasaron al mismo tiempo.
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-Es una pena Ranmaru... No creía que te perderíamos tan pronto -dijo el de cabello cían mientras tocaba el brazo del ya fallecido- Aunque, de cualquier manera... Tu muerte se encontraba en mi base de datos.
Aquel hermoso trébol, hoy, ha perdido uno de sus verdes corazones....