Mala influencia®

By teensspirit

45.4M 3.1M 3.5M

YA EN FÍSICO. La irresistible tentación está ahí: para los dos. En medio de todo el desastre, tuvimos que enc... More

Prólogo
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capitulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Epílogo
Fin
YA EN FÍSICO

Capítulo 18.

783K 55.6K 51.3K
By teensspirit

#MiércolesDeMalaInfluencia.
EROS.

Al oír un golpe en seco y un estruendo ya es suficiente para que me levante de la cama sobresaltado y grite su nombre. Es lo primero que me viene a la cabeza. Le ha pasado algo.

Pero no contesta, y eso, me preocupa aún más.

Me apresuro en salir al pasillo y camino a toda velocidad hacia su cuarto. La cama está deshecha y hay algunos trastos por en medio, pero ella no está.

-¡Russell! -vuelvo a gritar.

-¿Eros? -pregunta extrañado Bruce desde la planta de abajo.

Pero no le puedo contestar. Estoy demasiado ocupado procesando la imagen que tengo delante. Reese tirada en el suelo, y la moqueta, manchada de sangre. Al rededor suyo hay dos maletas y la escalera del desván está desplegada. La imagen de mi familia sin vida y en la misma posición viene a mi cabeza y me recorre un escalofrío. No puedo dejar que pase lo mismo.

-¿Eros pasa algo? -vuelve a preguntar Bruce. Pero no tengo capacidad para contestarle.

Me tiro a su lado y le levanto la cabeza con cuidado, inspeccionando su rostro. Ella abre los ojos un milímetro y vuelve a cerrarlos.

-Eh, eh Russell, mírame, vamos. -insisto intentando incorporarla.- Abre los ojos Reese, estoy aquí.

Ella vuelve a hacerlo, pero está ida, dudo que ni si quiera sepa lo que le estoy diciendo.

-Reese por favor despierta. -digo sacudiéndola un poco.

-Ellos, Justin... -murmura en apenas un susurro.

-¡Bruce! -grito sin saber qué hacer. Dios, como le pase algo, yo...

-¿Qué pasa? -dice su padre apareciendo por el pasillo. Su cara cambia radicalmente al ver a su hija. Parece que haya visto un fantasma. Traga saliva y se queda estático.

-Bruce. No se despierta.

Él pestañea, pero sigue sin moverse.

-¡Joder, Bruce! -insisto mientras sujeto los hombros de Reese.- ¿Que coño hago?

-Voy a llamar... a una ambulancia. -dice con la voz temblorosa. Rápidamente desaparece y me deja solo. Me levanto agarrando a Reese en brazos y observo su cara relajada, con la boca entreabierta. Respira, pero eso no hace que me sienta más tranquilo. Tiene un lado de la cara apoyado en mi pecho y una de sus manos cuelga a un lado.

-Ha sido ella... Ariadna. -vuelve a murmurar. No sé que cojones está diciendo pero me está poniendo nervioso. No sé qué ha pasado. Mierda, tendría que haber estado aquí con ella y no en mi puta habitación.

Camino por el pasillo cargándola en brazos y bajo a la planta de abajo. Bruce camina de un lado a otro con nerviosismo.

-No la acerques por favor. -dice apartando la mirada. -No puedo verla así, me recuerda mucho a... -deja la frase en el aire y suspira.

-Hay que llevarla a un hospital. Había sangre cuando he subido. -digo volviendo a observar su rostro.- Se que te duele verla así, pero joder, es Reese, tenemos que hacer algo.

-No me hables así. -dice girándose cabreado.- Ya sé que tenemos que hacer algo, pero la ambulancia viene de camino, yo no sé qué hay que hacer en estos casos.

-¿Se la llevaran al hospital?

Niega con la cabeza.

-Ella... no puede ir al hospital. Si la llevamos allí... no sé que puede pasar... ella... . -no puede ni hablar, se pasa las manos por la cara y hecha la cabeza hacia atrás.- Esto es culpa tuya. -dice entre dientes, cabreado.

-¿Estás de coña? ¡Si no me hubiera dado cuenta Reese aún seguiría tirada ahí arriba!

-¡Te pago para que no le pase nada! Y le ha pasado algo. -dice acercándose más. Tiene razón, pero joder, yo no quería que le pasara nada, jamás lo querría. Reese mueve la cabeza y Bruce desvía la mirada hacia su hija, haciendo que se le relajen los músculos de la cara.- Lo-lo siento. -dice esta vez.- Estoy muy alterado, debía de haberte avisado de que Reese iba a subir al desván, tu... tú no lo sabías. Ha sido culpa mía.

Suspiro. Sus cambios repentinos de opinión me están poniendo de mala hostia, pero si no soy paciente lo único que voy a hacer es cagar más la situación.

-No ha sido culpa de nadie, Bruce. Estará bien. Esto... seguro que no es nada, mañana estará bien. Solo nos está asustando. -digo con esperanza.

Las sirenas de ambulancia provenientes de fuera suenan antes de que Bruce pueda contestar.

Ambos salimos al exterior y los paramédicos entran al patio con una camilla de ruedas donde colocan a Reese con una mascarilla trasparente que le tapa la nariz y la boca y de la que sobresale un tubo conectado a una máquina. Me suena haberlo visto en una película.

-¿Que le ha pasado? -nos preguntan mientras le ponen un aparato al rededor del brazo que se va hinchando cada vez más. ¿Le dolerá? No quiero que le hagan daño.

Bruce y yo nos miramos.

-No lo sabemos. -contesto yo.- Creo que se ha caído de las escaleras. Tenía sangre en la cabeza.

-De acuerdo. La llevaremos al hospital.

-No. -interviene Bruce.- No podéis hacer eso, ella... tiene fobia, puede causarle problemas cardiovasculares, si va allí lo empeoraría todo.

-En ese caso no la entraremos al edificio, pero necesitamos ir allí y que la observen mejor, aquí no tenemos los herramientas suficientes para asegurarnos de que su salud está en condiciones. -Bruce asiente con la cabeza y acepta la opción.- Solo uno de ustedes puede venir en la ambulancia. -añade después.

Ninguno de los dos dice nada, pues el señor Russell es su padre y es él quien debe acompañarla. Así que después de mirarme con cara de "es obvio que iré yo" sube a la ambulancia donde ya han metido a Reese y cierran las puertas.

Detengo al paramédico que está apunto de subir al asiento del copiloto y lo agarro del brazo.

-Como le pase algo a esa chica juro que os arrepentiréis. -murmuro clamado pero con un tono de clara amenaza.

-Nosotros solo hacemos nuestro trabajo. -dice algo molesto, pero con algo de temor.

-Y yo el mío. Y ya me has escuchado. Si hace falta meterla dentro del hospital, lo hacéis. ¿Entendido?

-Si, señor. -dice entre dientes antes de subir al auto.

Esta arranca y observo cómo desaparece por la carretera hasta que la pierdo completamente de vista. Y no digo a la ambulancia.

(...)

-Señor Douglas, ¿está seguro de que no desea abandonar el vehículo y descansar?

-No. -le repito cansado a la enfermera que se ocupa de Reese en la ambulancia.

Lleva dos días inconsciente y con goteros y la tienen en la camilla de la ambulancia. Bruce ha tenido que pagar más por eso, pero dudo que le importe el dinero. Paso las manos por mi cara y me inclino hacia delante apoyándome en mis rodillas. Estoy hasta la polla de estar aquí, pero no me puedo marchar de aquí mientras Reese este tumbada en esa camilla.

Cuando se la llevaron intenté hacer algo para distraerme. Joder, estaba solo y libre por primera vez desde que llegué a la puta mansión Russell. Podía haberme ido a fumar a un parque, planear mi venganza o incluso llamar a Peyton. Pero no podía hacer ninguna de esas mierdas sin pensar en ella y culparme a mí mismo por no estar a su lado. Así que en vez de eso, cogí el coche y conduje hasta está maldita ambulancia. Y aquí sigo dos días después.

-¿De que quiere esta vez el sándwich? -me pregunta con una sonrisa la enfermera. Ni si quiera me he movido para comer, han sido las enfermeras las que me han traído la comida, cosa que agradezco. Esta tiene el pelo tintado de un color rojizo y un lunar en la mejilla, el uniforme le está un poco justo, pero tiene pinta de haberlo llevado bastantes años.

-Creo que depositare mi confianza en usted, me da la impresión de que sabrá cuál elegir. -digo con una sonrisa de medio lado.- No me falle Rosa.

-Vegetal, entonces. -murmura la enfermera de mediana edad antes de irse.

Suelto una suave risa floja antes de que otra de las enfermeras la cual se ocupa de cambiar los goteros y hacer otras mierdas de enfermera entre al vehículo. Esta es la peor de todas, lo único que ha hecho desde que Reese está aquí a parte de su irrelevante trabajo ha sido tocarme los huevos. Tendrá alrededor de treinta años y es delgada, siempre lleva el pelo castaño recogido en un moño y los párpados pintados de rosa, con una ralla azul en la línea del ojo. Es horrible.

-Veo que sigues aquí. -dice con tono de burla.

-Veo que tú también, una pena que no te hayan despedido.

Una risa seca sale de sus labios.

-Una pena que no se haya despertado.

Noto como la ira comienza a invadir mis venas. Llevo demasiado tiempo encerrado aquí y demasiado tiempo sin partirle la cara a nadie. Y eso es una mala combinación como para que me venga esta señora a vacilarme. Tengo que apretar los puños para contenerme.

-Métase en sus asuntos o le juro que la que acabará en una camilla va a ser usted.

-¿Eso es una amenaza? -dice mirándome sin apenas pestañear y dejando lo que estaba haciendo.

-Es un aviso.

-Salga inmediatamente de este vehículo o llamaré a seguridad.

-No pienso moverme. Llevo aquí dos putos días. Sin comer ni dormir en condiciones y aguándola a usted, todo por estar junto a ella y cuidarla como se merece, haciéndole compañía y esperando a que despierte. Si cree que me voy a ir por su puta amenaza de mierda es que no me conoce ni un poco. -la enfermera traga saliva justo a la vez que siento una pequeña mano fría y temblorosa rodear la mía y apretarla suavemente.

Reese me observa con los ojos entreabiertos y con una floja y ladeada sonrisa en el rostro.
Ha despertado.

Y joder, me ha oído.

-Iré a llamar al médico. -pronuncia antes de marcharse. Aunque yo ni si quiera la oigo, estoy demasiado ocupado mirando a Reese.

-¿Como estás? -le pregunto cogiendo  su mano con ambas de las mías antes de frotarla. Esta congelada, así que me entreabro la boca y le tiro algo de aire caliente antes de envolverla otra vez y dejarla sobre la camilla.

-He estado mejor. -su voz es suave y algo entrecortada.

-¿Recuerdas lo que pasó?

Ella se encoge de hombros.

-Sé que me caí. Y ya no recuerdo nada más. -dice algo dubitativa. Yo asiento con la cabeza, al menos esto no ha sido obra del señor o la señora anónimo porque si no me habría puesto de demasiada mala hostia.- Todo lo que has dicho antes, ¿era verdad?

Asiento con la cabeza.

-Todo.

-¿Por qué?

Tardo unos segundos antes de contestar.

-Te prometí que te protegería. No pienso romper mi promesa. -murmuro antes de que él médico entre por la puerta.

Instantes después de que le pregunte cosas a Reese sobre su estado y le haga algunas pruebas llega Bruce, el cual casi se pone a llorar al ver a su hija despierta. Que haya estado desesperado desde que Reese esté aquí no quita que sea un emocional de mierda. Tampoco me pasa por alto cómo mira nuestras manos enlazadas, pero fue Reese la que me pidió por favor que no la soltara. Y joder, no habría hecho falta ni que me lo hubiera pedido para dejarlas así. Es como si encajaran a la perfección.

-He traído todos los regalos de tus amigas. -le dice Bruce entregándole una caja de cartón.- Te dejo que les eches un vistazo.

Reese saca una caja de bombones la cual lleva el nombre de Karol y luego hay una nota larguísima firmada por Lily la cual hace reír mucho a Reese, tanto que casi le saltan las lágrimas. Después de un par de regalos más, saca una rosa roja con una etiqueta, y palidece cuando la lee.

-Ariadna.

-¿Que pasa con ella?

-Ella... -dice sacudiendo la cabeza.- Cuando me caí tuve un flashback del día de su fiesta. Estaba manteniendo una conversación con Justin bastante sospechosa y dijeron que yo no debía enterarme. Pero los vi y me siguieron por todo el piso de arriba intentando retenerme. -parece segura de sus palabras, pero aún así me suenan algo extrañas.- Seguro que ellos están detrás de todo esto.

-¿Estas segura de que no lo soñaste?

-¿No me crees? -dice decepcionada.

-Te creo, lo que pasa es que suena algo extraño.

-Lo sé, pero es verdad.

-¿Para que querrían ellos acabar contigo? O peor, conmigo. Yo no tengo nada, a mí nadie me va a echar de menos si me muero. -digo encogiéndome de hombros. Ella frunce el ceño al oír mis palabras, y me da la impresión de que aprieta un poco más mi mano, como si le diera miedo que pudiera irme. O eso quiero pensar.

-No tengo ni idea. Pero pienso averiguarlo.

*******

¡Hola bebeeeees! ¡Es miércoles yay!

Siento si este cap ha sido un poco kk pero tenía que actualizar si o si así que supongo que tendré que editarlo más adelante cuando comience a escribir el siguiente capítulo 🤷🏼‍♀️

Gracias por leer, votar y comentar, os amo y nos vemos el próximo miércoles!! ❤️💛💚💙💜💗

Continue Reading

You'll Also Like

2.2K 247 15
«𝑽𝒆𝒏, 𝒕𝒐𝒎𝒂 𝒎𝒊 𝒎𝒂𝒏𝒐 𝒚 𝒗𝒐𝒍𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒎𝒂𝒓𝒊𝒑𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒂𝒛𝒖𝒍 𝒅𝒆𝒍 𝒄𝒊𝒆𝒍𝒐...» Gretta Grace...
Hestter By Marlene

Historical Fiction

16.1K 963 46
Soy la hija bastarda de lord voltrox, no tengo apellido ya que desde que soy pequeña me ha negado más de una vez, ha acusado a mi madre de mentirosa...
862K 52.2K 43
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
1.4K 99 5
"Todo ocurre tan rápido. Es como cuando naces, simplemente existes y no sabes lo que sucede. No esperaba verlo, así como tampoco esperaba todo lo que...