Había un enorme caos debido a lo ocurrido con Ren y Masato, lo único que se podía escuchar en la habitación eran gritos y la mayoría de ellos eran dirigidos hacia el pelinaranja el cual seguía aprisionado en la pared.
-¡¿Porqué no nos preguntaste que hacer?! ¡¿Que parte de "somos un equipo" olvidaste?! -preguntaba el más bajo de los que estaban allí-
-Solo actué sin pensar y ya, nada más. -respondió tan calmado que hacía parecer que no se sentía culpa alguna- y ¿Me pueden soltar? No es para nada cómodo estar con mitad de cuerpo aplastado...
-Cecil, suéltalo. -el nombrado asintió e hizo caso a la orden que dio el peliazul oscuro- Pero, de todas formas, no le quites los ojos de encima.
-Pfff ¿Tanto desconfían de mi ahora? Ya entendí, me equivoqué, pero ¿Qué importa ahora? ya está muerto, no puedo traerle devuelta a la vida.
-"Que importa ahora" ¡¿ENSERIO PREGUNTAS ESO?! -el rubio pequeño le agarró del cuello de la camisa que llevaba y empujó con fuerza hacia la pared donde hace unos minutos estaba apegado, Ren solo hizo una mueca de dolor y dejó que Syo siguiera con su escándalo- Te excusas con lo que el director dijo que hiciéramos, pero si hubiera dicho que te suicides ¡¿le hubieras hecho caso?!
-¡Obviamente que no! -ya estaba comenzando a enojarse, que todo el grupo estuviera en su contra le molestaba a pesar de saber el "Por qué" de ello- Yo valoro lo suficiente mi vida como para hacer una cosa de ese estilo.
-Entonces si tanto valoras tu vida... ¿Porqué no valoraste la de él?
Se formó un gran silencio en la habitación por la respuesta que dio Tokiya, todos estaban de acuerdo con lo dicho, hasta él mismo se sorprendió por lo que dijo.
-Bueno... quizás tienes razón en eso, pero ¿qué se le puede hacer? aunque me disculpe no pasará nada... él ya no puede escucharnos ni vernos ni respondernos
-Oye Tokiya... Creo que lo mejor que podemos hacer es... Separarnos de él -dijo el pelinegro al cual se le estaba haciendo incomoda la situación- Ya vimos lo que paso con Masato...
-¿Perdón? -exclamó el pelinaranja completamente ofendido- por favor , un error lo comete cualquiera, ya, está bien, me equivoqué y lo admito pero vamos... no pueden excluirme
-Este no es cualquier "Error" ¡le quitaste la vida a una persona! -soltó syo con odio-
-Chicos... -interrumpió Otoya, el cual había dejado de llorar hace no mucho- No es necesario llegar hasta ese extremo... Ya perdimos a uno pero ahora hay que seguir juntos así como estam-...
-No. Cecil tiene razón... Por lo tanto, Ren... Estás fuera de Starish. Ya no perteneces a nuestro grupo.
-Tokiya... - el pelirrojo estaba desesperado... No, así no deben ser las cosas... "¿s-somos un grupo, no?"
-Hah... Con que así serán las cosas... Bien. ¿Quién los necesita? Se nota que la "confianza" de aquí es falsa.
-E-espera...Re... -Otoya no pudo terminar su oración ya que él otro se fue de la habitación sin decir alguna palabra más, la amistad con el pelinaranja había sido destruida... ¿Quedará algo que se pueda rescatar de este desastre?-
El azabache y el peliazul oscuro suspiraron, habían ocurrido muchas cosas en muy poco tiempo, era complicado de digerir, pero ya no había de otra, lo único que podían hacer por ahora era apoyarse unos con otros.
-Creen... ¿Qué estará bien?
-Otoya... Eso ya no es asunto nuestro... -respondió Cecil-
-Esto... Iré a ver como se encuentra Natsuki -no esperó a que le dieran respuesta y salió a verle-
No fue muy difícil encontrarle ya que se había quedado en el mismo lugar, sin moverse de posición, la estaba pasando muy mal...
-Hey... ¿Como te sientes? -preguntó mientras se acercaba hacia el de cabello rubio-dorado sin embargo él ya sabía la respuesta solo con verle-
-Syo-chan... -le miró con los ojos rojos después de haber estado llorando tanto tiempo- Yo... Tengo miedo...
-Natsuki...Vamos no pienses eso... Tú eres fuerte, vamos a salir juntos de esto -sonrió para tranquilizar a su amigo-
-Me lo prometes...?
-Te lo prometo, créeme, todo va a terminar bien...
-El más alto solo le abrazó con fuerza, necesitaba eso- Gracias...
-No tienes que agradecerme -correspondió el abrazo, se dio cuenta que ese pequeño gesto había ayudado al más alto a recomponerse, entonces sonrió por lo bajo-
-Pero... ¿Qué va a pasar con Ren-kun? Solo escuché que alguien se alejó de la habitación en donde estaban y deduje que era él...
-Eso... No te preocupes de eso por ahora, luego ya hablaremos ese tema con más calma y bueno -rompe el abrazo y se pone de pie- venga, sécate esas lagrimas que te quedan y vayamos donde están los demás -extendió su mano para ayudarle a levantarse-
-Está bien Syo-chan -toma la mano de su amigo y sacude su ropa ya que se había ensuciado un poco con el polvo del suelo y la muralla-
-Joder Natsuki como pesas -comentó el más bajo luego de ayudarle-
-¿Ehhhh? Syo-chan~ no seas así conmigo -respondió quejándose, cosa que de alguna manera hizo verle tierno- Solo soy más pesado que tu porque soy más alto
-¡¿Que dijiste?!...
Las risas se empezaron a escuchar entre ellos dos, por lo menos ya se había animado un poco el ambiente negativo que se formó rato atrás, pero bueno, el más bajo junto al otro se reunieron con los demás. A Otoya le sorprendió que al llegar el rubio-dorado estuviera con una sonrisa en el rostro, se sintió feliz de que entre esos dos amigos hubiera una conexión tan fuerte.
Volviendo con el pelinaranja, se sentía devastado, el haber sido excluido de su grupo, le hacía sentir indefenso, temía que en cualquier momento alguien apareciera por su espalda y le atacara por sorpresa, tenía todos sus sentidos alertas, pero había un problema... No tenía a donde ir, eran 5 contra 1...
-Yo... No me gusta sentirme débil... -se sentó a mitad de un pasillo, (el cual tampoco sabía a donde le dirigía) para reflexionar todo lo ocurrido-
-Oye. ¿Te puedes levantar de ahí y dejar de parecer tan miserable?
-Esa voz... Es muy familiar para mí... -levantó la mirada para ver quién era y... tenía razón en lo que había pensado, su antiguo superior estaba al frente de él- Kurosaki-senpai...?
-Tsk... No es necesario que seas tan formal, llámame como siempre lo hiciste -respondió de mala gana-
-Ah, bueno... Ran-chan, ¿Qué haces aquí? Pensaba que estaba solo
-Ai me dijo que había sentido tu presencia rondando por aquí así que vine a ver si eso era cierto y efectivamente te encontré. Pero oye, se te ve un poco mal ¿Te ha ocurrido algo?
-No realmente... Solo que me aislaron de Starish por una estupidez así que me quede sin nadie como apoyo -dijo con un tono de voz bastante apagado-
-Te echaron por lo que le hiciste a Masato ¿verdad? -ese comentario puso nervioso al pelinaranja, ¿Como se había enterado?-
-¿Cómo sabes... Eso? Se supone que no había nadie alrededor...
-Eso no importa ahora, dijiste que te sentías solo e indefenso igual que un ratón rodeado de gatos ¿no? Bueno, para tu suerte yo tengo la solución para eso... ¿Te gustaría formar un contrato conmigo?
-¿Un...Contrato? -exclamó confuso- es decir... ¿Te tendré que pagar algo?
-No seas tonto, la cosa es fácil: Yo te iré informando sobre las cosas que pasen a tu alrededor y también te llegaré a defender si es que algo llega a ocurrir. ¿Pero que necesito a cambio? Con que no le digas a nadie mi rol y que también me ayudes en algún momento de peligro es suficiente. ¿Te parece bien? -extendió su mano esperando a que el otro la estrechara-
El de cabello naranja tenías sus dudas, por alguna extraña razón se le hacía sospechoso que su superior llegara como si nada y le ofreciera algo de ese estilo, pero... Por la situación en la que estaba prefería tomar el riesgo. . . Grave error.
-Bueno Ran-chan, acepto tu "contrato" ¿Qué puede salir mal? -estrechó la mano del peliplateado el cual sonrió levemente en el momento que lo hizo-
-Entonces... El contrato está sellado.
Eso fue lo último que dijo antes de irse sin decir algo más, cosa que le extrañó a Ren, pero de alguna forma sentía una especie de libertad. Saber que ahora por lo menos tenía alguien a su favor le entregaba confianza, ya no sentía un cargo de conciencia tan fuerte como el que sentía cuando todos le dieron la espalda.
Y así fueron pasando los días, Ranmaru iba informándole al otro sobre las cosas que iban ocurriendo en el transcurso del día y si es que alguien estaba haciendo cosas extrañas. De vez en cuando los de Starish se topaban con el de pelo naranja, pero ninguno se dirigía la palabra, la máxima interacción que había eran las caras apenadas de Otoya y Natsuki cuando pasaban al lado de él sin poder hablarse.
- ¿Ustedes creen que Ren-kun esté resentido con nosotros? -preguntó el más alto de todos los que estaban allí luego de cruzarse con el ya nombrado-
-No lo sé y tampoco importa -respondió el de cabello azul oscuro a la pregunta con un tono de voz serio- tenemos que pensar en cómo salir de esto nosotros 5.
-Pero... ¿No podemos perdonarle? si llegamos a salir de aquí ¿Qué excusa daremos...?
-Otoya. -el azabache se detuvo en seco- Por favor deja de preguntar sobre él... Y eso también va para ti Natsuki.
Ambos aceptaron con una expresión de mal gusto en sus caras, ellos en realidad querían perdonarle, seguía siendo su amigo en el fondo... Pero si la mayoría de los del grupo rechazaban esta idea Tendrían que aceptarla. Siguieron caminando junto a los demás hasta que dos sombras, que daban a notar que una era más grande que la otra, se marcaban en el suelo mostrando que se les acercaban.
-Que feo de tu parte Tokki, ¿No se te quedó en la mente todo lo que te enseñé de cómo tratar a las personas?
-Igual que a ti Aijima. Yo no te enseñé a ser tan descortés.
-Ellos... ¿Rei-chan y Camus-senpai? -exclamó el pelirrojo al ver a sus antiguos superiores-
-Quita el "senpai" -se quejó Camus, su mal carácter no se iba para nada- De todas formas, ¿que fue todo ese escándalo que ocurrió con Jinguji y Hijirikawa?
-Esto... Simplemente perdimos a Masato y el culpable fue Ren... -respondió el pelinegro a la pregunta de su superior-
-Y por método de protección le sacamos del grupo -agregó Tokiya- así que ahora solo somos 5
- ¡Muy mal, muy mal! -se acercó el de pelo café oscuro al de pelo azul oscuro y se apoyó en su hombro- Tienes que aprender a per-do-nar~. Si tú hubieras sido el culpable, ¿te gustaría que te dejaran solo?
-No pero... Algo de ese estilo no se ha-
-Pero nada Tokki. Ponte en el lugar de tu amigo. Es decir... Es mejor tener más amigos que enemigos ¿No crees?
-Yo les recomendaría que pidieran disculpas -comentó el de cabellos rubio-pálido- Si Jinguji ya pidió disculpas y se le notaba el arrepentimiento ¿Porqué no lo hacen?. Mientras más personas sean, mejor será para ustedes.
-¿Perdonarle...? ¿Será lo correcto? -se preguntaba Syo-
- Vale la pena intentarlo... ¿¡Verdad chicos?! -para Otoya el que Camus y Reiji aparecieran fue un milagro, ya que el resto al ver la cara de felicidad en Otoya y Natsuki no pudieron evitar considerar fuertemente la idea del "perdón". ¿Qué perdían por intentarlo?
En otra parte un peliplateado caminaba con una sonrisa en su rostro por los pasillos de la vieja escuela y ¿que hacía? Se dirigía hacia el pelinaranjo para contarle sobre lo que acababa de escuchar. Sin embargo, alguien a mitad de camino le interrumpió, Ai le agarró por el brazo y le miró sin expresión alguna para posteriormente meterlo a una sala.
-¿Y a tí que te sucede? -soltó Ranmaru con desgano, se le perdería la fresca información que había obtenido si no le decía ya mismo a Ren.
-Ranmaru... ¿Crees que deberíamos matarlos?
-Ehhh? ¿Qué quieres decir con eso?
-Estamos envueltos en el juego de Shining, y algo me dice que no es solo de él. Ranmaru, según mis cálculos... Tenemos la misma probabilidad de morir que la de los miembros de Starish.
Ranmaru quedó sin palabras, solo miraba hacia el suelo. Claramente sabía que podrían morir pero...
-Volveré a preguntar una vez más ¿Crees que deberíamos matarlos?
-¿Matarnos?
En el marco de la puerta estaba apoyado el cuerpo de Ren, con una expresión fría y ojos amenazadores se dio a entender que no le agradaba la idea.
-Ranmaru... El trato se cancela -soltó el pelinaranja con odio-
-¿Qué? - el peliplateado no tenía respuesta para ello, le tomó por sorpresa ese comentario-
-Dije que se cancela, voy a decirle a todos sobre tu oficio y sobre esta maldita conversación. No me importa la imagen que tengan de mí en este momento. No permitiré que los asesine.
-Pero a ti ya no te importaban ¿no? -la expresión neutral que Ai llevaba en su rostro se cambió a una enfurecida-
-¿Qué pasa Ren? ¿Por qué sales con eso ahora?, es muy malo engañar a la gente con la que haces tratos
-En el trato no decía que nos matarías -contraatacó Ren-
-Nunca dije que lo haría -le respondió el de cabello plateado-
-No pienso correr el riesgo -salió de la habitación... Bueno, le hubiera gustado salir él solo puesto que la mano de Ranmaru agarró la suya fuertemente para luego empujarlo contra la muralla, parece que a todo el mundo le gustaba hacerlo últimamente-
-Tu y yo acordamos algo, yo te protegería -Ranmaru sacó una pequeña daga desde un bolsillo de su pantalón- Y TÚ no decías nada, ¿comprendes?
- No te atreverías a asesinar a alguien en pleno pasillo...
- Me atrevo a muchas cosas imbécil.
- ..... No importa que me hagas, les diré todo nuestro trato.
-Heh... Tú lo pediste maldito necio.
Entonces Ranmaru empuñó la daga, miró con una sonrisa al pelinaranjo y dio una apuñalada precisa. Tal vez Ren tenía la habilidad de llegar al corazón de las damas con sus letras, sin embargo, Ranmaru tuvo la habilidad suficiente para llegar al corazón de Ren con el objeto punzante en su mano y la fuerza mental para ir clavándola lentamente hasta ver el cuerpo de su contrario caer al suelo.
Otro pétalo de la flor se a marchitado...
Pero... Al lado de la flor había crecido un trebol de 4 hojas... ¿Por cuánto tiempo la suerte estará de su lado?