By your side. {Justin Bieber}...

By StratfordJustin

387K 10.1K 231

More

By your side. Justin Bieber. [sinopsis]
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48 - Parte 1.
Capítulo 48 - Parte 2.
Capítulo 49.
Capítulo 50 - Final.
Aviso.

Capítulo 45.

4.4K 140 8
By StratfordJustin

Me desperté con un dolor de cabeza mortal. Agradecí mentalmente que fuera sábado y que no tuviera que ir a las practicas. 

Llevaba un día entero sin ver a Justin. Las llamadas perdidas se acumulaban en mi móvil. 

Eran las doce de la mañana. 

Había pasado gran parte de la noche llorando desconsoladamente en mi cama, sola, rodeada de cuatro paredes y estrujando a los cojines. 

Me sentía decepcionada, dolida, hecha polvo. 

Para ser sinceros, jamas me hubiera imaginado ver lo que vi el jueves.

Sabía que esa tía iba detrás de mi... de Justin, pero nunca llegué a pensar que haría tal cosa. Por lo tanto la sorpresa fue mucho más grande, al igual que mi dolor. 

Mi corazón se encogía cada vez que por mi mente pasaba esa imagen. 

No tenía rabia hacia Justin... Bueno tal vez sí, pero muy poca. 

Me dolía haber confiado en él. Estaba desganada y desilusionada. 

No me apetecía nada. Solo quería estar encerrada en mi habitación y que el tiempo pasara.

También, sentía que me estaba equivocando. Por que yo vi con mis ojos como ella se tiraba a su cuello, sé que hay él no tenía la culpa. Lo que me dolía es que días anteriores no había pensado en mí. Lo tomaba como uno de mi enfados tontos y no era así. Me decía que confiará en él, y lo había hecho, pero para nada. 

Me preguntaba mil veces que hubiera pasado si no hubiese llegado. 

Justin la intentaba detener, pero no con mucho empeño. Y eso me jodía, no había necesidad de estar restregándose. Yo era su novia y eso era una falta de respeto. 

Estaba confusa y hecha un lio. 

Por una parte, una pequeña parte Justin la intentaba alejar y se negaba. Pero podría haber evitado tales acercamientos. No era necesario llegar hasta ese punto, por más borracha que estuviera la otra.

No estaba dolida por verle manosearse con ella, a ver en cierto modo sí, pero lo que más me dolía era que me sentía decepcionada con él. Justin me decía una y otra vez que confiará en él, que no pasaba nada, que solo eran amigos. 

Me sentía realmente tonta.

Estaba hecha una jodida mierda. Ya no sabía en quien confiar. 

Miré frente al espejo las grandes ojeras que tenía. Até con una goma mi pelo en un desordenado moño y me lave la cara junto a los dientes. 

Regresé a mi desordenada cama y me acosté mientras cogía el libro que estaba leyendo. 

"Y piensas, y todo se acumula. Hay miles de caminos que escoger y solo uno, el cual  te ha llevado hasta mí. Hasta nosotros, hasta ahora, hasta estar juntos. Queriéndote como en mi vida he querido a nadie. Suena raro decirlo, querida, pero... Creo que no podré vivir sin ti. No sé que voy ha hacer todo este tiempo sin ver tu hermosa sonrisa. No sé como voy a ser fuerte, a mantenerme cuerdo sin ver tus ojos alumbrar mi camino. No entiendo por que maldita razón el destino nos hace separarnos cuando desde un principio sé que estaba destinado a ti. No sé por que, nunca entenderé... Que será de mí, ahora, sin ti..."

Las lagrimas resbalaban por mis mejillas sin cesar. Últimamente estaba muy sensible y este libro estaba resultando uno de los más bonitos y románticos que había leído en mi vida. Y es que todo lo asociaba a Justin. 

Me preguntaba: ¿Que sería de mi sin él? ¿Si por alguna razón no lo pudiera tener a mi lado? ¿Si alguna vez nos separábamos...?

Creo que no podría.

Tenía que dejar de leer libros de amor tan tristes. Acababan hundiéndome mucho más. 

Quería hablar con Justin, dejar que me... explicará al menos las cosas. Más que nada por que yo había visto que era Chantel quien se tiraba hacia él, pero no sabía muy bien como enfrentarle, como hablar con él después de lo decepcionada que me sentía.

El timbre sonó. 

Me dirigí a la puerta. 

-Hm... Hola. –¿Qué hacia él aquí?-. ¿Como estas?

-Hola... –sonreí débilmente-. Bueno, bien supongo. 

-No lo parece ¿Sabes? Creo que debería salir. 

-Y tú como sabes... –me interrumpió.

-Bueno, Sara ayer... me dijo que no te encontrabas muy... bien. 

Suspiré. 

-No te preocupes Carter, estoy bien. No me apetece mucho salir. 

-Que lastima, me habían dicho que te gustaba la comida italiana y había reservado una mesa. –dijo él. 

Sonreí sin ganas. 

-Vamos. –animó-. Te vendrá bien salir. –puso una cara convincente. 

-Hm... –al menos me despejaría-. Esta bien, voy a cambiarme. 

-Bien, te espero abajo. 

Cerré la puerta y me dirigí a mi habitación. 

Rebusqué en mi armario algo adecuado para ponerme. 

Narra Justin. 

Ryan me llamó mientras iba conduciendo.

-¿Que pasa, bro? contesté.

-Ey, nada, todo bien. se rió-. Era para preguntarte si has cogido tú las llaves de mi coche. No las encuentro por ningún lado. me reí, siempre tan despistado.

-No, que va. ¿Para qué las iba a coger yo, bro?

-Yo que sé. Es que he removido medio apartamento y ni rastro. Sara me va a matar si no llego a tiempo. 

-Pues vete en bicicleta. me mofé. 

-Muy gracioso. dijo él-. Oye, ¿Has hablado ya con Melissa?

-No, pero estoy de camino.

-Hm, suerte bro. 

-Gracias. sonreí.

-¿Sabe ya lo del tour? me tensé.

-No, no. Aún no. Y enserio bro, que no se te vaya la boca con Sara. No quiero que ella le diga nada a Melissa. advertí.

-No te preocupes. Bueno, te dejo, voy a seguir con mi búsqueda. me reí y seguidamente colgué.


Me centré de nuevo en la carretera y mis pensamientos volaron a Melissa:

Si no me cogía el teléfono, pues iría a verla. 

No me iba a dignar a perderla, ni mucho menos. 

Necesitaba explicarme, pedirle mil veces disculpas. Que me escuchara y que me entendiera. 

Aparqué justo enfrente de su apartamento y cuando estaba apunto de bajar vi a Carter salir del portal.

Apreté mis puños. Pues si que era rápido el tío, no llevamos ni dos días enfadados y ya iba su casa. 

Me baje del coche, dispuesto a que me diera explicaciones. 

Se extraño al verme. Me planté enfrente de él y le mire con superioridad. Su vista dura no se apartaba de la mía. 

-No te quiero cerca de ella. –espeté.

-¿De quien?

-Sabes a quien me refiero, no me toques las narices. 

-Melissa. –solo oír su nombre pronunciado en la boca de este imbécil me proporcionaba ganas de partirle la cara sin cesar.

-Tío listo. –ironicé. Él rio sin ganas. 

-Ya lo sabes, aléjate de mi chica.

-Lo primero es que... dudo que ella ahora mismo se considere tu chica. Y lo segundo es que me alejaré si ella así lo quiere. Mientras tanto, no. –acabó, marcando mucho la palabra. 

Fijé mi vista en él. Y controle mis ganas de verlo retorciéndose de dolor en el suelo. 

-Es la primera advertencia, la segunda no te lo explicaré con palabras. –dije. Seguidamente me di la vuelta. 

La puerta del portal sonó y me giré con curiosidad. 

Mi rubia. 

-Justin... –susurró ella, un poco sorprendida al verme allí. 

Nuestros ojos se posaron en los de el contrario. 

Ella me miraba entristecida, dolida, con sus ojos brillando.

Mi mandíbula estaba tensa y no quería formar un escándalo delante de ella. Parece que se iba con el jodido gilipollas al que no soportaba. Pero ahora yo no era quien para reprocharle nada. Ni mucho menos la quería cagar más.

Más tarde, sin dudarlo, hablaría con ella. 

-Pasarlo bien. –dije en voz baja con un poco de rencor en mi interior.

Me fijé mas profundamente en sus ojos, perdiéndome en ellos. 

Me dí la vuelta y me subí al coche. 

Antes de arrancar la miré y ella me correspondió. 

Quería ir a su lado, besarla y decirle a ese imbécil que ella era mía. 

Solamente mía.

Narra Melissa.

El sábado fue mucho mejor junto a Carter. Pasamos gran parte del día juntos y después me llevo a casa. 

No podía negar que ver a Justin me descolocó totalmente, aún más de lo que estaba. 

No quería estar mas lejos de él. 

Necesitaba explicaciones, saber y hablar con él. Y por supuesto, que esa chica saliera de su casa. 

Toqué varias veces a la puerta de su casa. Había venido a hablar con él. 

Y una de mis excusas mentales era recoger algunas prendas de ropa que me había dejado aquí. 

Unos minutos después un chico de con la piel oscura y lleno de tatuajes me abrió. Tenía la vista nublada y casi no se mantenía en pie. Su ropa desprendía olor a alcohol y cuando entré por fin a la casa lo entendí todo.

Botellas de alcohol y cerveza tiradas por todos lados. Gente durmiendo en los rincones de la casa. Chicas casi desnudas en el sofá. Todo absolutamente destrozado.

No lo podía creer. Justin había montado una fiesta. 

-Melissa... –dijeron a mi espalda. Esa voz.

Giré y lo encontré bajando las escaleras mientras recolocaba su pelo rubio. Llevaba unicamente unos pantalones puestos. 

-Justin. –suspiré sarcástica-. No sé ni por que me sorprendo. 

Mordió su labio. 

-Empiezo a dudar de tus sentimientos. –una lagrima resbaló por mi mejilla-. ¿Tan poco te intereso, que dos días después de discutir, de dejarlo, de lo que se que hayamos hecho... –me evadí del tema-. Montas una fiesta? ¿Tan jodidamente poco te importo Justin? –grité con impotencia. 

-Joder Melissa –frunció el ceño-, ¿Tan poco te intereso yo, que te vas a comer con Carter? –dijo él.

-!Él es mi amigo¡ –dije frustrada.

-!Y yo no he montado esta jodida fiesta¡ –dijo en el mismo tono que yo. 

Parece que la discusión iba a seguir, pero me callé al ver a Chantel bajar las escaleras.

-¿Todavía sigue aquí? –pregunté, notando como mis ojos empezaban a pinchar.

Justin me miro entristecido y suspiro. 

Fije mi vista en ella. 

-¿Esa es mi camiseta? –dije, cuando me di cuenta de que la muy zorra llevaba puesta mi camiseta. 

-Yo, yo... no sabía que era una de tus camisetas. –Justin dijo, con preocupación en sus ojos. 

-Claro, tú que ibas a saber. Estarías más centrado en quitársela. –espeté, con rabia. 

-Melissa... –intentó decir, más Chantel habló. 

-Just, yo... si quieres me puedo poner una de las tuyas. –le dijo ella a él, con voz inocente. 

Abrí mi boca y alcé las cejas, con gestos de sorpresa irónica. Mordí mi labio inferior intentando que las lagrimas no resbalaran de mis ojos. Él ni siquiera habló a mi favor, solo se mantuvo callado, con su vista fija en la mía. 

Salí corriendo de allí. Estaba tan sumamente hasta las narices de esta jodida mierda. 

Siempre era igual. 

Camine a paso ligero por el jardín, pero sus manos agarrando mis brazos me impidieron seguir.

-!Suéltame¡ !Suéltame, Justin¡ –dije llorando. 

-Escúchame, escúchame por favor Melissa. Ni siquiera me has dejado explicarme. Lo estas malinterpretando todo. No es lo que parece. –suplicó. 

-No quiero más mentiras. –sollocé-. Y tú no paras de decepcionarme. Una y otra vez. –dije entre llanto. 

-Yo no quiero hacerte daño Melissa. –su rostro se entristeció cuando nos miramos-. Solo necesito que me escuches. 

-No quiero oír más nada. Dijiste que confiará en ti. Y hoy, encima, venía a hablar contigo por que... –dudé-. por que te echaba de menos y te quería escuchar. ¿Y me encuentro con esto?

Suspiró fuertemente, mientras yo me fijaba en el pequeño brillo que tenían sus ojos.

-Yo también te echaba de menos... Se que la he cagado. Mucho. Se que esta semana ni siquiera he ido a verte. Y encima todo lo que ha pasado con Chantel y la fiesta y... todo. –tocó su frente-. De verdad siento todo lo que ha pasado y siento muchísimo hacerte daño. Pero escúchame –cogió mis rostro-, no puedo estar sin ti Melissa. Te quiero. –nuestras frentes se juntaron-. Necesito que me perdones, por favor...

Sus palabras me dolían. Necesitaba tiempo para asimilar todo. 

Todo esto podía conmigo.

Era lo que más me dolía decir. Pero no podía más. Mi interior se destrozaba con cada palabra suya. Sus palabras decían una cosa y sus actos otra, totalmente diferente. No me sentía fuerte como para soportar tanta mierda. Ella ni siquiera se había ido, todavía seguía en su casa. ¿Como confiar en él así? ¿Como perdonarle?

Chantel seguí ahí, con él, viviendo juntos y parece que eso no iba a cambiar. Ni siquiera por mí. 

Sé que probablemente más tarde me arrepentiría de lo que iba a decir, pero ahora mismo no encontraba otra opción. 

-Creo... creo que es mejor que no... –lloré-. que no estemos juntos. 

Sé que probablemente más tarde me arrepentiría de lo que acababa de decir. 

 Ya no podía más. 

 

Continue Reading

You'll Also Like

1.4K 135 23
Silvia Navarro una mujer bella por dentro y por fuera, está separada y tiene una hija. Su mundo estaba construido pero con su separación su hija se a...
115K 5.5K 45
Cuando la familia es lo más importante y un amor prohibido surge, ¿cómo lograran apagar la llama que cada día arde más fuerte?
4.1M 167K 77
Es extraño, es imposible, es enfurecedor, es anormal para algunos, y pecado para otros. Pero a ellos no les importa lo que piensen, ellos se ar...
1.8M 79.2K 42
HERMANASTROS I Victoria Miller se consideraba a ella misma como una adolescente común y corriente, con una familia excesivamente grande, la cual, de...