Capítulo dedicado a: Lessloveslarry
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Harry se encontraba buscando la patineta que buscaba, ya habían pasado más de dos horas y no había podido encontrarla, no recordaba en dónde la había visto. Estaba apunto de rendirse cuando la vio, al fin la encontró. Entró a la tienda, el vendedor le hizo algunos ajustes y la compró. Lo peor es que tuvo que caminar hasta su casa, pues se había quedado sin dinero para pagar un taxi o al menos el autobús.
- Tardaste mucho, Harry. - Habló la hermana menor de Harry, Gemma.
- Sí, lo siento, tardé mucho en encontrar lo que quería. Pero obtuve buenos resultados. - Contestó mostrándole la patineta.
- Estoy segura de que te gastaste tu mesada en esto. - Señaló Gemma.
- Sí, pero es para Louis, así que ha valido la pena.
- ¿Ya le dijiste que te gusta?
Harry se atragantó con su propia saliva.
- ¿Qué? No, es mi amigo nada más.
- Vaya, creí que te gustaba. En fin, mamá dijo que llegará temprano, así que no quiere que hagas planes por hoy porque cenaremos juntos, papá llegará un poco más tarde.
- De acuerdo, iré a envolver esto. - Subió a su cuarto y tomó el papel y la cinta adhesiva.
...
Dios, había quedado terrible. Parecía una piñata hecha por un niño pequeño. EL rizado no era nada bueno envolviendo cosas y en eso se parecía a Louis.
- Harry ya baja a- Gemma se carcajeó y Harry notó que estaba viendo hacia el envoltorio fallido. - ¡Eso es terrible! ¿Así piensas darle eso a Louis?
- Oye, soy mayor que tú, debes respetarme.
-¿Y tú crees que si esa patineta tuviera sentimientos no creería que le has faltado al respeto? - Siguió riéndose.
- Cállate.
- Vine a decirte que mamá llegó, baja a comer.
- Iré en seguida.
Escuchó a Gemma bajar las escaleras aún riendo. Pero sabía que tenía razón, pero eso jamás le había importado a Louis, tampoco a él. Podían envolverlos hasta con periódico y no les importaría.
Harry bajó, se lavó las manos y saludó a su madre:
- Hola, mamá. Louis te mandó saludos, Niall también. - Este último nombre lo dijo mientras rodaba los ojos.
- ¿Cómo te fue hoy? Y gracias, saludalos de mi parte también.
- Bien, estuve más de dos horas buscando el regalo de Louis.
- ¿Y lo encontraste?
- Sí, de hecho ya lo envolví.
- ¡¿A eso le llamas envolver?! - Gritó Gemma desde la cocina.
- ¡Cállate! - Le gritó Harry de vuelta.
Anne lo miró con una ceja alzada y lo miró mal.
- Lo siento. Es sólo que lo envolví, bueno, hice el intento y Gemma se burla.
- Sé cómo envuelves, hijo. Yo también me burlaría si no fuera tu madre.
- ¡Oye!
- Es la verdad, ahora ayuda a Gemma a traer los platos, ve, corre.
Harry rodó los ojos pero obedeció. Comieron en silencio, aunque Gemma se reía de vez en cuando.
Cuando terminó subió a su cuarto a escuchar música mientras estudiaba un poco las capitales. Estaba tan concentrado cuando de repente recordó que al día siguiente tenía una cita con Lizza. Diablos, estaba planeando decirle a Louis que lo ayudara a estudiar, pero tendría que ir a la cita con la castaña. Se acordó que le dijo a Louis que lo llamaría. Contestó a los tres pitidos.
- Hola, Lou. ¿estás ocupado? - Preguntó Harry en cuanto Louis contestó.
- No, acabo de bañarme. ¿Qué ocurre?
- Ya tengo tu regalo, es genial.
- Y yo el tuyo, nada de lo que me des podrá superar lo que te daré a ti, rizado.
- Entonces dime qué es.
- No, es sorpresa.
- Te odio.
- Tú me amas. - Lo escuchó reír. - ¿Qué harás para el concurso?
- Pensaba pedirte ayuda mañana, pero tengo la cita con Lizza.
- De todas maneras iba a decirte que no. - Por supuesto que no era cierto, de hecho le habría dicho a su madre que no podía cancelar sus planes.
- ¿Saldrás mañana?
- No, haré chocolates en casa junto con mamá y Niall.
Al rizado se le revolvió el estómago al escuchar lo último.
- Oh, entiendo. - Dijo tratando de restarle importancia.
- Y dime, qué te pasó hoy. Estuviste muy extraño. No me mientas, Harry. - Sonaba serio, ya que casi nunca le decía Harry.
Meditó su respuesta.
- No lo sé, te mentiría si dijera que sí lo sé.
- Lizzy te hizo algo. - Sonó más como una afirmación.
- Es Lizza. - Corrigió riendo. - Y no, no me hizo nada.
- ¿Dijo algo sobre Niall y por eso te enojaste con él?
Qué.
- ¿Qué? ¡No!
- ¿Entonces? Estuviste haciendo cara de pocos amigos cada que Niall decía algo.
- No es verdad.
- Sí lo es. Te conozco, Harry.
- Vale, estaba enojado con todo el mundo, un profesor me quitó mis auriculares. - Inventó.
- Con razón, pero a mi no me trataste mal.
- Jamás te trataría mal, Lou.
Al cierto castaño que estaba trás de la línea se le removió algo en el estómago, seguro sería algo que comió y estaba haciendo digestión, pensó. Pero no, no era eso.
- Lo sé, ni yo a ti. Debo colgar, te veré mañana en tu casa.
- Vale, nos vemos. Te quiero.
- Te quiero también.
Ambos sonrieron sin darse cuenta y colgaron.
¿Cómo le haría el rizado para pasar esa prueba de las capitales? Ya se había aprendido la mitad, tal vez no sería tan difícil aprenderse los demás, así que siguió estudiando hasta tarde.
...
Al siguiente día, Louis se levantó un poco mareado pero tan temprano que hasta tiempo de bañarse le dio. Al salir de su casa corrió a la de Harry.
Al llegar, antes de tocar el timbre la puerta se abrió y en el umbral se encontraba Harry.
- ¿Supiste que era yo? Seguro me escuchaste pisar la hojas. - Comentó Louis bromeando.
- Oh, sí, seguro. - Contestó Harry, la verdad es que no. Sí, el olor de Louis llegó a sus fosas nasales antes de que entrara al patio de su casa. Para Harry su olor se había incrementado, tal vez era su imaginación.
- ¿Nos vamos? - Sugirió Louis.
- Claro.
Durante el trayecto hablaron de cosas superficiales como de lo que habían hecho el día anterior y así.
Se encontraron con Niall e hicieron bromas del moretón que el rubio decía que tenía en su trasero. No les tocaba a ninguno clase juntos durante todo el horario escolar los jueves, así que no se verían hasta el almuerzo y la salida.
Las primeras cuatro horas pasaron, los tres se vieron en el almuerzo y Harry se encontraba particularmente cariñoso con Louis. De hecho se había sentado con Louis de manera que el castaño quedará entre sus piernas. No era nada raro para ellos, pero para los demás sí. Y Niall se sintió un poco incómodo. Al terminar el almuerzo terminaron las últimas tres horas y se encontraron en el lugar de siempre.
- Pude aprenderme un poco más de la mitad. - Respondió Harry a Louis la pregunta de si ya se había aprendido las capitales.
- Eso es bueno. Necesitas esos puntos. - Se burló Louis.
- Lo sé. - Sonrió de lado.
- Harry. ¿A qué hora saldremos hoy? - Escucharon detrás de ellos una voz chillona e irritante.
Mierda, Harry había olvidado que su cita con Lizza era hoy.
- Oh, Lizza. ¿Qué tal? - Saludó Harry sonriendo.
- Responde, Harry. - Demandó Lizza sonriendo. - Oh, hola, Luis, Neil. - Dijo al darse cuenta de la presencia de Louis y Niall.
- Es Lou- Comenzó a decir Harry, mas no terminó.
- Es Louis. - Corrigió Niall interrumpiendo a Harry, quien lo miró con el ceño fruncido, debería haber sido él quien corrigiese el error y más si tenía que ver con su mejor amigo. - Y es Niall. - Niall no se veía muy contento, odiaba que dijeran mal su nombre, y Louis no se encontraba mejor.
- Los saludé por educación, no me interesa cómo se llamen. - Contestó Lizza de mala manera.
¿Con esa saldrá Harry?, pensó Louis.
- Mira, Lazzy. Me importa un carajo lo que a ti te interesa o no, preferentemente no te vuelvas a dirigir hacia nosotros. Seguramente tanto tinte te dañó el cerebro y no te has dado cuenta de que no todo gira a tu alrededor, linda. - Louis "no me quedo callado" Tomlinson hace su aparición después de mucho tiempo.
- ¡Harry! ¿Escuchaste lo que tu amiguito me dijo? - Se quejó la rubia. Harry no quería desperdiciar la oportunidad de salir con una de las chicas más ardientes de la escuela.
- Louis, eso ha sido grosero. - Habló Harry.
Qué.
- ¡Oh, por dios! Realmente estás defendiéndola. ¿Dónde quedó el "Jamás te trataría mal, Lou"?- Dijo Louis alzando la voz y haciendo comillas con sus dedos. - ¿Sabes qué? Olvídalo. Suerte en tu cita. - Dijo y sin darle tiempo de responder se fue, sí que se encontraba furioso. Escuchó a Niall seguirlo y tratando de hablarle, pero Louis no parecía escuchar nada. Estaba realmente molesto.
- ¡Louis! Basta, escucha. - Lo detuvo Niall, haciéndolo reaccionar.
- ¿Has visto eso? ¡La defendió, Niall! Ella fue la que empezó a faltarnos al respeto.
- Lo sé, estuve ahí. Pero no vale la pena hacer coraje. El error ha sido de Harry al preferir salir con esa tipa que defender a su mejor amigo. Verás que en un rato estará pidiéndote perdón. Escucha, vamos a tu casa a ayudar a preparar esos deliciosos chocolates a tu madre. - Sonrió Niall.
- Odio a esa tipa insoportable. - Hizo una mueca de desagrado. - Neil, tú sólo piensas en comida. - Se tranquilizó Louis, haciendo burla a Niall con el nombre con el que confundían el suyo repetidas veces.
- ¡Oye, harás que me arrepienta de ir! - Se quejó Niall.
- Claro que no, hay comida de por medio.
- Eso es verdad. Bien, vamos. - Se rindió Niall.
...
Harry estaba arrepentido, muy arrepentido de haber defendido a Lizza en lugar de a Louis, dios, había sido un completo idiota.
- Harryyy. Has estado muy callado, lindo. - La voz chillona de Lizza ya lo estaba hartando.
Harry estaba lamiendo su helado y tenía una expresión seria en su rostro.
- No, es sólo que no sé qué decir.
- Seguro salir con una de las chicas más guapas de la escuela te pone nervioso, ¿no? - Dijo Lizza sonriendo. Qué modesta era esa chica.
- No, realmente. - Respondió Harry.
- ¿Eso ha sido un insu-
- ¡Lizza! - La interrumpió otra voz chillona y desagradable.
- ¡Jamie! Mira que bien se te miran esos zapatos, seguro son carísimos. Los míos me costaron una fortuna y... - Lizza se levantó a saludar a su amiga, parecía que no se habían visto en años.
Harry fijó la vista en su helado, sintió que alguien se sentó frente a él donde antes estaba sentada Lizza. Se sorprendió al ver de quién se trataba. Era nada más y nada menos que uno de los chicos populares del instituto.
- ¡Hola, Harry Styles! - Saludó el chico animadamente. Era una sorpresa que supiera su nombre, a Harry no le caía muy bien. Era un verdadero engreído.
- Hola. - Respondió Harry.
- Veo que te quieres tirar a una de las chicas más sexys de la escuela, eh.
- No, sólo la invité a tomar un helado.
- Agh, que aburrido eres. Pero bueno, quisiera confesarte algo. Tal vez tú puedas ayudarme.
Tal vez sería bueno saber un secreto del pelinegro, así si alguna vez tenía un problema con él, podría contarle su secreto a todo el mundo.
- Dime. - Contestó Harry y siguió lamiendo su helado.
- Verás, hay un chico en mi clase... Me gustaría invitarlo a salir, pero nadie sabe que soy bisexual. La verdad no me interesa mucho lo que piense la gente. Así que necesito tu ayuda.
Harry alzó ambas cejas.
- ¿Qué te hace pensar que yo puedo ayudarte? Soy heterosexual. - Preguntó Harry.
- Oh, vamos. Sé que le dijiste marica a Dylan, pero le ayudaste a que Richie fuera su novio. Así que, por favor ayúdame.
Era cierto, Harry le llamó marica a Dylan una vez, pero fue por un arranque de rabia por haber reprobado geografía. Luego le pidió disculpas a Dylan, pero éste le dijo que no lo perdonaría tan fácil, entonces le dijo que tenía que investigar todo acerca de Richie y hablar bien de Dylan frente a él. Richard era un chico escocés que hablaba con un inglés impecable. Y sí, en pocas palabras, ayudó a Dylan para que se hiciera novio de el escocés.
- Está bien, dime. ¿De quién se trata? - Harry rodó los ojos, rendido.
- Es...- Fue interrumpido.
- Harry, Jamie nos invitó a una fiesta hoy. Será a las ocho.
- ¿Fiesta? ¿Hoy? Es jueves, Lizza. - Se quejó Harry.
- ¿Y?
- Cómo que '¿Y?' Irás tú, yo paso. - En verdad que Lizza lo estaba hartando.
- Harry hablamos después, nos vemos. - Habló el chico algo incómodo por la situación.
- Claro. Adiós. - Se despidió Harry.
- Adiós, guapo. - Lizza le guiñó un ojo. Harry se dio cuenta de que era una completa zorra.
- Yo me voy, iré a pagar los helados y me retiro, Lizza. - Dijo Harry levantándose de la silla.
- ¡Pero, Harry! No puedes irte así como así, ¿no quieres ir a echar un polvo rápido a mi casa? Mis padres no están.
¿Qué? Para tener quince años, sí que era una zorra.
- Gracias, pero no gracias. Ya ni siquiera sé porqué te invité a salir. No debí haberte defendido en lugar de a Louis. Me voy.
- ¡Me las pagarás, Styles! Esto ha sido una humillación.
- ¿Y qué? ¿Decirle a cualquiera que folle contigo no lo es? Pues que mal concepto de 'humillación' tienes.
Lizza abrió los ojos indignada y estuvo a punto de responder pero Harry no la dejó, dándose la vuelta para ir a pagar.
Marcó el número de Niall. Tenía que hablar con alguien. No podía hablar con Louis, seguro seguiría enojado. Niall contestó a los tres pitidos.
- ¡Niall al habla! ¿Quién es? - Contestó el rubio.
- Soy yo, Niall.
- ¿Quién es 'yo'?
- Vamos, rubia. Soy Harry.
- Oh, eres tú. - Habló el rubio con nerviosismo.
- Sí, necesito hablar con alguien. Seguro Louis sigue enojado.
- Oh, claro que lo está. Estoy con él.
Lo último resonó en su cabeza. ¿Qué?
- ¿Estás con él? - Sabía que Niall no podía ver su rostro, pero aún así frunció el ceño.
- Sí, estamos haciendo chocolates. Junto con Jay.
Grandioso, había olvidado que Louis le había dicho que haría chocolates con Niall. ¿Por qué no me lo pidió a mi?, pensó el rizado.
- Entiendo. Entonces hablamos después. Nos vemos mañana.
- Hiciste las cosas mal hoy, sabes. Te recomiendo que tengas una disculpa preparada porque Louis es un hueso duro de roer. Y sí, nos vemos. - Dijo por última vez y a los segundos el rubio colgó.
Niall tenía toda la razón. Realmente cometió un error. Aún era temprano, tenía tiempo de preparar su gran disculpa. No quería pasar todo el día de San Valentin enojado con Louis, y además ya tenía los boletos para la feria, más aparte el regalo del ojiazul.
- Fíjate por donde caminas, jovencito. - Le dijo la anciana con la que había chocado por estar distraído.
- Discúlpeme. - Le dedicó una sonrisa apenada y siguió caminando. También tenía que estudiar si quería esos puntos y no reprobar.
Al llegar a casa, tomó dos vasos de agua y subió a su habitación. Sacó su libro, se acostó en su cama y comenzó a estudiar. Al mirar el reloj después de unas horas se dio cuenta de que ya eran las nueve y media de la noche. Se dijo que ya era suficiente, ahora tendría que pensar en lo que le diría a Louis, pero no duró ni diez minutos despierto.
...
Para Louis había sido un día agotador. Niall había puesto sal en la mezcla en lugar de azúcar. Tuvieron que hacer todo de nuevo. Pero al final todo salió bien.
Se encontraba mirando las bolsas con chocolates y se dio cuenta que la de Harry tenía más chispas de corazones que las demás bolsas que él mismo había decorado. Se sonrojó. Estuvo pensando todo el día en lo que Harry había hecho. Se suponía que al día siguiente Harry iría por él a su casa para irse a la escuela, así que la verdad no estaba seguro de que el rizado fuese por él.
Niall se quedaría a dormir esa noche, así que no se iría sólo a la escuela en dado caso de que Harry no se presentara.
El rubio fue el primero en dormirse y Louis el primero en despertar, no por su despertador, sino que se llevó una patada en el rostro por parte de Niall, quien seguía dormido. No tenía idea de cómo había terminado con sus pies dirigidos hacia el rostro de Louis. Eran las cinco y media y no tenían que levantarse hasta las seis, pero Louis ya no pudo volver a dormirse. Así que bajó a la cocina junto con el disco para Harry, aún era probable que el rizado sí llegara. Dejó el disco a un lado de los chocolates y subió de nuevo. Decidió que era buen momento para vengarse de Niall.
Llegaron las seis de la mañana y despertó a su rubio amigo. Recibió ahora un manotazo en el rostro, se miró al espejo y se dio cuenta de que tenía ambas mejillas rojas, la derecha tenía la mano marcada. Así que decidió darle una cachetada para nada delicada a Niall, quien se levantó en seguida.
- ¡¿Qué está pasando?! - Preguntó desorientado
- Ya es hora de levantarse. Arriba.
Sin rechistar, el rubio se levantó y se vistió.
Tocaron el timbre y Louis bajó a abrir.
Era Harry. Inmediatamente le cerró la puerta en la cara, no supo que más hacer, pues el disco y los chocolates estaban en la mesa. Louis quería dárselos al finalizar el viaje a la feria. Inmediatamente buscó dónde esconderlos y no se le ocurrió otra parte más que el refrigerador. Que original.
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Lamento en verdad la tardanza, pero van a operar a mi mamá y le he estado acompañando a sus estudios por lo que a veces falto a la escuela y se me juntan las tareas y trabajos.
Gracias por leer. 💞💝
Voten y comenten, por favor.
Pista: Ahora sí se viene lo chido. xdxd
(Errores corrijo luego.)
Dedicaciones aquí. :) 💖