Proreita. Crónicas de una Tie...

De mblancol

1.1K 153 320

Sofía Yukine es una chica acosada por sus compañeros de escuela, un día un extraño vórtice la envía a un univ... Mais

Prólogo
1. La Chica Que Lloraba en el Baño
2. El Reino de Augerilá
3. Ajilayis
4. El Portal Dimensional
5. La Decisión de Sofía
6. Lya De Farender
7. Magos y Aprendices de Augerilá
8. El Paso del Tiempo
10. Misterios Inexplicables
11. Invitados Indeseables
12. Más Allá de Ser Mago
13. Bajo Ataque
14. Olbod-Peptup
15. Secretos Revelados
16. La Masacre
17. Traidor
18. Palabras De Aliento
19. La Calma Del Ojo Del Huracán
20. El Toque de los Sufridos
21. Los Secretos Oscuros de Augerilá
22. Historias del Pasado
23. El Despertar
24.La Misión de Lya
25. La Ciudad Sagrada
26. Encuentros
27. Un Nuevo Poder
28. Enemigos
29. El Festival de la Fertilidad
30. Batalla en la Ciudad Flotante
31. La Maga de la Tierra

9. La Fiesta del Rey

36 6 0
De mblancol

--Residencia Face--

Sara observaba las fotos de su hija antes de guardarlas en la caja de seguridad.

— ¿Crees que tenga novio? — le preguntó Rose mientras servía un poco de café.

— No me ha dicho nada—. dijo Sara sentándose a su lado—. Aunque, estoy segura que debe tener unos cuantos.

Ambas rieron disfrutando la tarde en calma mientras Marcus e Iván se divertían en el balcón.

— Por cierto, Sara—. dijo la rubia sonriendo de forma cómplice—. ¿Cómo te va con Josep?

Josep Gutiérrez era el actual novio de Sara, un antiguo compañero de la secundaria con quien se topó un día en el supermercado hace un año y desde entonces solían verse cada dos o tres días ya que era Capitán de la Policía militar, tenía dos hijos mayores y era viudo desde hace años.

— Pues, nada nuevo que contar—. decía Sara sonrojada.

— ¡Ay no seas así! — bufó fingiendo molestia—. Seria bueno hacer comparaciones.

— ¡Rose! — se alarmó Sara antes de que ambas rieran a carcajadas.

--Castillo Farender--

La luz del amanecer iluminaba la habitación mientras Clae ayudaba a Lya a vestirse, esta noche debía presentarse ante el Rey y la sociedad como miembro de la familia Farender.

— Esta será tu Gran noche—. le decía Clae ajustado el vestido que la chica usaba para practicar danza—. Todos sabrán que eres una maga ejemplar ¡Todos los chicos quedarán asombrados con tu belleza!

— ¡C-Clae! — se sonrojó ante las palabras de su amiga.

— ¡Jijiji! Aunque mi abuelo dijo que tuvieras cuidado con el Rey—. dijo la joven sirvienta—. Le gusta acosar a las mujeres y encima molesta a todos los relacionados con los Farender.

— Gracias Clae.

— Por cierto, curioso brazalete—. sonrió al ver las piedras brillantes que colgaban de la muñeca de Lya.

Ella miró agradecida su nuevo accesorio, era tan hermoso que no quería quitárselo, cuando les entregó a los niños un poco de la esencia que habían recolectado algunos dijeron que era muy simple, pero Vilan dijo que era muy hermoso, lo que la hizo sonreír. Las piedras tenías partes lisas y rústicas, pero era agradable al tacto y la relajaba.

Cuando estuvo lista bajó al comedor encontrando a Ilia revisando varios mapas.

— Buenos días, Ilia.

— Hola Lya—. le contestó sin levantar la vista.

— ¿Puedo ayudarte?

— Te lo agradezco, pero esta será tu primera cacería—. decía Ilia resaltado un punto del mapa—. Será difícil que puedas ayudarme. Pero descuida, sólo reviso datos de los Ajilayis, en algunas partes la población parecía ser mayor a otras, significa que en estas zonas hay nidos. Si logramos encontrar al menos uno, podríamos investigar la manera en la que se reproducen.

— Es cierto, lo que sabemos es que provienen de huevos, pero no cómo se reproducen—. recordó Lya mientras desayunaba.

Durante los últimos cuatro años, habían logrado capturar unos cuantos Ajilayis e Ilia los examinaba antes que se convirtieran en polvo. Cuando lograron diseccionar a uno, su mayor sorpresa fue descubrir que no tenía aparato reproductor, sorprendiendo a todos los investigadores de la Ciudad Sagrada y levantó una serie de preguntas ¿De dónde salían los huevos? ¿De qué manera se reproducían?

Luego de desayunar, Lya se dirigió al enorme salón de baile, donde Ailos organizaba a varios músicos que se sentaban en un rincón.

— Buenos días, Maestro.

— Bienvenida Lya—. respondió Ailos—. Hoy seguiremos con las lecciones baile.

— De acuerdo—. asintió inquieta.

— No es muy complicado—. decía Ailos—. Si lo haces bien, prometo convencer a Ilia que toque la pianola para nosotros.

Lya sonrió agradecida, le gustaba escuchar a su Maestro o a Ilia tocar sus instrumentos favoritos. Ailos se acercó a ella y avisó a los músicos, comenzaron a tocar una melodía suave y alegre, luego se inclinó y le ofreció la mano.

————

Al atardecer, Ilia guardó los mapas en su despacho y fue al salón de baile encontrando a Ailos y Lya bailando muy concentrados sin darse cuenta de su alrededor.

Ver a su hermano tan relajado era algo que Ilia agradecía, aunque fuera capaz de valerse por sí mismo ella lo seguía viendo como el niño que la seguía a todos lados. Pensar que ese pequeño creció para convertirse en un mago fuerte que tuvo que asumir todas sus responsabilidades al apoyarla a que se convirtiera en investigadora, perdiendo así su título y siendo marcada como Toaranng.

Fue muy duro al principio, pero estaba feliz sin un hombre e hijos que cuidar; por lo que podía divertirse en el pueblo sin correr el riesgo de perjudicar el nombre de su familia. Mientras su hermano demostraba que era capaz de administrar los bienes familiares sin ayuda de nadie, lo que provocó que aquellos que esperaban apoderarse del territorio Farender se rindieran; ahora Lya era la prueba de que su hermano no solo era un gran mago o un gran líder, sino un Maestro y un hombre ejemplar.

La chica había madurado mucho, al principio mostraba mucha inseguridad ante tantas normas, reglas de etiqueta, porte y modales, encima tenía que aprender magia e idioma, exterminar Ajilayis, saber montar entre otras cosas que hizo que muchas veces armara berrinches como niña pequeña, pero a Ilia le parecía divertido verla pelear con Ailos y a este olvidar su papel como adulto y responder de la misma manera. Pensar que pronto se graduaría como Maga y participaría por primera vez en la Cacería, un evento donde los mejores magos iban a explorar la montaña para investigar sobre los Ajilayis y las brujas.

Cuando la música terminó aplaudió emocionada al verlos tan relajados y tranquilos.

— ¡Excelente! — dijo—. Ahora Lya y yo tenemos que prepararnos para el evento.

Llevó a la chica al viejo cuarto donde guardaba las cosas de su madre y junto a Clae buscaron lo necesario para el baile.

— Debemos dar una buena impresión—. decía peinando el cabello de la chica—. Este cuarto tiene los mejores vestidos y joyas de mi familia—. explicó con nostalgia—. Suerte que eres bajita y la ropa de mi madre te queda perfecta. ¿Te molesta usar estos vestidos? — preguntó preocupada.

— Para nada—. sonrió la chica—. Aunque admito que a veces siento que me consientes mucho.

Ilia sonrió agradecida mientras Clae reía pensado en lo felices que eran los hermanos desde la llegada de Lya.

____

Al anochecer Ailos esperaba a las chicas en el vestíbulo principal vestido con una túnica azul rey con botas negras y pantalón blanco al levantar la vista se impresionó ver a su hermana con un vestido ámbar y el cabello suelto ondulado; sin embargo quedó boquiabierto al ver a Lya con el cabello rizado con una tiara y un vestido azul brillante que resaltaba su figura.

— Todo listo—. decía Ilia con su gran sonrisa—. Los espero en el carruaje.

Ailos ignoró la risa de su hermana y observó a la chica al pie de las escaleras cuyas mejillas estaban sonrojadas.

— I—Ilia me dijo que me quedaba bien—. susurró Lya con la cabeza baja.

El hombre se acercó quedando frente a ella, cuatro años habían pasado y la joven progresaba como una excelente aprendiz, pero a veces volvía esa inseguridad que tenía cuando se conocieron.

— Levanta la mirada—. le regañó y, ella obedeció—. Ya te he dicho que nunca bajes la mirada, debes estar orgullosa de tus decisiones.

— Sí, Maestro—. respondió la chica.

Ailos notó que llevaba el viejo collar plateado de su madre, el cual se acoplaba a su nueva dueña y para su sorpresa tenía el brazalete de piedras que le había regalado.

— Quería un vestido que combinara—. dijo aún sonrojada.

— Gran elección—. dijo con orgullo—. No hay duda de que eres mi aprendiz.

Lya sonrió agradecida y tomó la mano que Ailos le ofrecía para subir al carruaje donde Ilia esperaba.

————

Mientras el carruaje avanzaba por las intrincadas calles y puentes de la Aldea Thabrynli, el sol desaparecía dejando paso al brillo de las lunas Tueim y Tas, las cuales mostraban un cuarto menguante misterioso rodeadas de millones de estrellas. Bajo su brillo, los habitantes de la Ciudad Real contemplaban el desfile de carruajes.

Lya por su parte contemplaba el enorme Palacio con sus grandes torres y altas murallas, en una de esas torres vivía el hombre más importante del Reino mientras que debajo yacían las mazmorras donde una vez despertó rodeada de guardias y encadenada. Pensar que ahora entraría al Palacio como una invitada le parecía gracioso e irónico.

El carruaje se unió a la fila de los demás esperando que los invitados descendieran y fueran nombrados ante los que se encontraban en el salón principal. Ailos bajó primero y las ayudo, de inmediato los tres siguieron las normas de la sociedad; Lya se mantuvo a la derecha de Ailos a su mismo nivel demostrando que era su aprendiz y futura cabeza de la familia, Ilia debía colocarse a la izquierda a un paso de distancia por su condición de Toaranng.

Ailos caminó con elegancia demostrando ser el mago titular y dueño de todo lo que pertenecía a los Farender, siguieron el camino a través de un enorme pasillo de piedra blanca hasta llegar a la puerta donde los esperaba un hombre de mediana edad que sostenía un pergamino.

— Bienvenidos—. les saludó—. ¿Me permiten sus nombres?

— Lord Ailos de Farender e Ilicertes—. anunció Ailos—. Mi hermana Lady Ilia Ilicertes y mi aprendiz Lady Lya de Farender.

— Por supuesto—. contestó el hombre marcando el nombre en el pergamino. Le hizo una señal al joven frente a él y este asintió.

— ¡La Familia Farender! — anunció ante los invitados, quienes levantaron la vista hacia la cima de las escaleras—. ¡El Mago, Lord Ailos! ¡Lady Ilia! ¡Y la aprendiz, Lady Lya!

Bajaron demostrando con orgullo su posición, cuando los tres descendieron fueron recibidos por Lord Siem y su aprendiz Enhla quien usaba un vestido blanco con piedras rosas alrededor de la cintura.

— Me alegra verlos amigo mío—. saludó el hombre amablemente abrazando a Ailos y besar a Ilia y a Lya en la mano—. Ya temía que no vendrían.

— No es como si tuviéramos otra opción—. dijo Ailos con fastidio antes de besar la mano de Enhla—. Se ve muy bien Lady Vottre.

— Muchas gracias mi Lord—. dijo la chica sonrojada—. Vamos Lya, los chicos quieren saludarte.

Las chicas se fueron dejando a los magos saludando a sus conocidos y a Ilia camino a la mesa de comida.

Lya contemplaba el salón sorprendida ante su belleza, los altos ventanales estaban iluminados con lámparas, el techo tenía imágenes de criaturas sobrevolando el cielo difuminado con colores oscuros, los cuales parecían ser guiados por una persona sosteniendo un báculo y un libro.

Había columnas de cristal con formas espirales que proyectaban luz desde la cima y disminuía al llegar al suelo, un balcón resaltaba en una de las paredes donde un grupo de músicos tocaban una suave melodía; el suelo tenía paneles negros y marrones formando una serie de enormes diamantes alrededor de la lujosa alfombra blanca que terminaba hasta el trono de cristal del Rey y un segundo igual de elegante de color negro, sobre estos brillaba el escudo de Su Majestad bordado con hilos plateados haciendo que el halcón de cuatro alas pareciera volar bajo el cielo nocturno.

Algunos soldados con túnicas rojo oscuro con el escudo del Rey en sus pechos vigilaban las entradas y salidas, las mesas de comida estaban esparcidas por el salón donde la gente conversaba entre ellos mientras degustaba los entremeses.

Enhla y Lya se reunieron con tres chicas y dos chicos, la más alta tenía un vestido color violeta arriba de los tobillos decorado con gemas, su cabello negro entrelazado resaltaba su piel bronceada y ojos azules, la chica que la acompañaba era un poco llenita pero sus hombros anchos y busto llamativo la hacía ver muy atractiva con el vestido color verde oscuro que combinaba con el color de sus ojos y su cabello rubio estaba decorado con una flor del mismo color.

El chico más fornido tenía una túnica gris abierta resaltando los fuertes músculos de sus brazos junto una camisa a botones negra y pantalones blancos que resaltaba su palidez al tener el cabello castaño desordenado; mientras el otro chico era alto y de piel oscura, llevaba pantalones blancos, su cabello negro estaba peinado con una coleta y un mechón en medio de sus ojos negros.

— ¡Lya, nos alegra verte! — exclamó la chica del vestido violeta.

—Hola Lanis—. saludó—. Delice—. la chica rubia la saludó con un abrazo—. Gelves, Quezes—. el chico musculoso se le acercó divertido

— Bienvenida Lya—. dijo—. ¿Lista para ser presentada en sociedad?

—No es gracioso Quezes—. decía el chico alto—. Este es un evento importante. Un error y nadie nos tomará en serio.

— Descuida Gelves—. dijo Delice sonriendo—. Solo debes inclinarte ante el Rey mientras tu Maestra te presenta, solo espero que no pregunte algo, mi hermano estaba tan nervioso la primera vez que lo tuvo al frente que se congeló sin saber qué hacer.

— Lástima que Mauvelle no pudo venir por su malestar—. decía Enhla jugando con su cabello—. Siempre nos calma cuando estamos nerviosos.

— Mi abuela dijo que el Rey tiene un aura imponente, pero no es mala persona—. decía Lanis pensativa—. Es decir, hablamos del hombre que gobierna el Reino desde los 13 años y hasta ahora ha hecho cosas buenas.

Se escuchó una serie de campanas por todo el salón. Era el momento de recibir al Rey de Augerilá.

————

Los invitados se inclinaron al ver que las puertas se abrían completamente para recibir al hombre más importante del Reino, este sonrió y bajó las escaleras con lentitud y elegancia contemplando a sus súbditos. Su traje rojo y dorado contrastaba con su piel clara y el cabello oscuro hacía que la corona dorada con forma de aro resaltara aún más, su mirada mostraba la arrogancia de alguien que siempre conseguía lo que quería, sus ojos azules brillaron ante la dicha de ser el causante que hasta los más importantes guerreros se inclinaran ante su presencia.

Detrás de él, venía un hombre joven de cabello castaño oscuro hasta los hombros y ojos ámbar rodeados de unos delgados anteojos redondos. Llevaba una elegante túnica verde esmeralda con bordes plateados, en su mano derecha había un lujoso brazalete plateado con una gema color rojo señalándole como el consejero y administrador de los bienes del Rey; en caso de no haber heredero al trono, elegiría a los candidatos para entrenarlos para elegir un nuevo Rey. Cerrando la marcha, estaba el Capitán Rosemb Shiralmes junto con dos soldados con túnicas rojas con un arma iguales a las de Ilia.

— ¡Su Majestad, el Rey Azaroth Vincanlue! — exclamó el presentador—. ¡Su Excelencia y Mago de la Corte, Lord Ceies de Gamairo!

El Rey recorría el pasillo hasta llegar a su trono mientras los invitados se levantaron y aplaudieron, en cuanto ambos hombres se colocaron frente a sus tronos el capitán se hizo a un lado haciendo que todos dejaran de aplaudir.

— ¡Sean bienvenidos a mi humilde morada! — anunció el Rey—. Hoy en el segundo día de sequía, celebramos en este mismo salón donde hace 17 años fui coronado; para celebrarlo he decidido conocer a los futuros magos que nos ayudarán a proteger nuestro hogar—. O exhibir a mis víctimas—. pensó divertido—. ¡Ahora conozcamos a la nueva generación de Magos de Augerilá!

Todos se inclinaron levemente y abrieron espacio frente al trono para observar las presentaciones y el Mago Silriay se acercó con un grupo de 20 aprendices, el anciano los presentó y el Rey se acercó a cada uno, aunque todos respondían al saludo, algunos temblaban de miedo y tartamudeaban ante sus preguntas.

————

— Esto es muy aburrido.

— ¿Qué esperabas? Casi todos son hijos de familias humildes, tendrán que trabajar muy duro para ser tomados en serio por la sociedad.

Azaroth estaba de acuerdo con Ceies, la mayoría de los aprendices que vivían en la Academia venían de familias de clase media o sirvientes, otros eran hijos menores de familias Nobles sin magos entre sus parientes y preferían enviarlos a que tuvieran amistades con apellidos reconocidos.

— Además, si no estás interesado...—. le preguntó Ceies molesto—. ¿Cuál es el objetivo de invitarlos?

— De hecho, son varios objetivos—. le decía Azaroth—. Primero controlarlos de cerca. Segundo, seleccionar a los que valen la pena como magos. Tercero, conocer a un aprendiz en particular. Y cuarto...buscar alguna chica con quien jugar.

No pudo evitar reírse de la cara de Ceies llena de ira mientras respiraba profundo para no responderle. Algo que disfrutaba de ser Rey era tener a cientos de chicas interesadas en acostarse con él, incluso muchos padres ofrecían a sus hijas menores como concubinas; lo mejor era que podía divertirse y luego dejar a la chica tan pronto le aburriera y la familia no podía reclamar nada. Por lo que Ceies se encargaba de darles una remuneración por el "préstamo", las mismas chicas mantenían la boca cerrada o dejaban que Ceies les borrara la memoria si eran las típicas sentimentalistas que creían que podían ser las futuras reinas.

— ¿Realmente piensas ir a la cacería? — preguntó el mago cambiando el tema.

— Quiero ver si lo que invertimos en entrenar a estos niños sirve de algo—. decía Azaroth.

— Mentiroso—. replicó el otro—. Sólo quieres molestar a cierto mago amargado.

— Cierto—. sonrió Azaroth complacido—. Quiero volver a pasar tiempo con mi viejo amigo...y primo.

————

Ilia comía cerca de la ventana, normalmente solía conversar y divertirse a su manera, sin embargo la presencia del Rey le molestaba. El hombre emanaba un aura de superioridad que aterraba a la gente, pocos eran capaces de mantenerse erguidos frente a él; incluso ella bajaba la mirada sintiendo una gran frustración.

— Lo hiciste muy bien, Enhla—. escuchó la voz de Lya.

Observó al grupo de aprendices reconociendo a los amigos de la chica, el fornido era Quezes De Lortuk y su novia Lanis De Zafon, ambos habían ganado cierto renombre exterminando Ajilayis por su cuenta por lo que muchos estaban interesados en conocerlos al estar entre los mejores.

La Academia de Magos era un santuario para los aprendices, para muchos era el inicio de una nueva vida, para otros un campo de batalla para demostrar lo que sus Maestros le enseñaban. A un año antes de graduarse, los aprendices realizaban pruebas de conocimiento, destreza y fuerza, al regresar del mes de descanso se elegían a los mejores en un grupo de siete aprendices, quienes recibían mayores beneficios para su familia, permiso para asistir a la Cacería, reconocimiento y prestigio.

Para Ilia había sido un momento muy especial el día que enviaron la carta de calificaciones de Lya.

1. Gelves de Ichivari

2. Lya de Farender

3. Mauvelle de Shyn

4. Enhla de Vottre

5. Delice de O'ver

6. Quezes de Lortuk

7. Lanis de Zafon

Fue una enorme sorpresa que el aprendiz de Ichivari quedara entre los siete mejores y ni qué decir de ser el mejor, sin embargo estaba feliz de que Lya quedara en segundo lugar. Ailos la felicitó y celebraron bebiendo lo mejor de la cosecha de licor melcote, aunque no pudo evitar reír ante la baja tolerancia de alcohol de Lya.

— Gracias, estaba nerviosa pero mi Maestro dijo que sería fácil si olvidaba donde estaba—. dijo Enhla.

— Seguro que Gelves lo recordará—. decía Lady Zafon.

— Eso espero—. se quejó el chico Lortuk—. Voy a comer algo ¿me acompañan?

— Por supuesto—. dijeron Lady O'ver y Lady Zafon

— Yo paso—. se disculpó la joven Enhla y los otros se retiraron a una mesa aparte—. Por cierto Lya. ¿Hay alguien aquí que te guste?

— ¿Qué? ¿Por qué me preguntas eso?

— Sólo...tenía curiosidad.

Suspiró ante la mentira de la joven, había escuchado al chico Ichivari comentar que Lya no tenía pretendientes a pesar de ser una de las más populares y le pidió a su amiga que le preguntara, pero Lya no quería comprometerse en caso de que algún día regresara a su mundo.

Por desgracia Ilia no había avanzado mucho, ya que las veces que enviaba algún roedor al portal estos terminaban aplastados o destrozados en la Tierra, por lo que debía recuperar los restos antes de propagar alguna enfermedad.

— De hecho, no hay nadie que me guste de esa manera—. escuchó a Lya.

— ¿En serio? — dijo la chica—. Bueno, supongo que es algo normal considerando que no sales mucho del castillo de tu Maestro.

— Tengo mucho trabajo—. decía Lya—. Me gusta pasar tiempo ayudando o entrenando.

— Que aburrida—. dijo la chica resignada—. Bueno, es tu turno. Buena suerte.

————

Ailos y Lya caminaron hasta quedar frente al Rey y se inclinaron levemente colocando su mano derecha en el pecho.

— Rey Azaroth—. anunció Ailos—. Presento ante usted a mi aprendiz, Lya de 22 años, quedó en segundo lugar de su promoción y es especialista en magia de ataque, además ayuda con las investigaciones de mi hermana.

— Es un honor conocerlo, Majestad—. dijo seriamente.

— Todo lo contrario jovencita—. dijo Azaroth acercándose a ella—. Es un honor conocer a alguien capaz de seguirle el ritmo a mi viejo amigo—. acercó su mano a la chica y ella la besó como símbolo de respeto—. Muchos profesores de la Academia comentan que tiene un gran potencial.

— Es un honor que Su Majestad aprecie el trabajo que mi Maestro ha dedicado en mi entrenamiento—. contestó Lya mirándolo a los ojos.

Azaroth se impresionó ante ese detalle, estaba ansioso por ver a la aprendiz de Farender asustada ante su presencia, pero ella no parecía tan tímida como esperaba. No tuvo tiempo de pensar en su reacción, ya que Ailos se colocó entre ambos.

— Con permiso, Majestad—. dijo.

— Por supuesto—. dijo el Rey antes de volver a su trono.

————

Una vez terminada la presentación Lya conversaba con sus amigos mientras Ailos e Ilia discutían con los invitados sobre la sequía de este año.

— De acuerdo a los magos de la Ciudad Sagrada, será bastante dura—. explicaba un hombre gordo y calvo—. Apenas terminamos la cosecha a tiempo, pero temo que los cristales—hielo no serán suficientes.

— Puedo enviarte un par de cajas—. decía Ailos—. Hace unas semanas tuvimos una nevada cerca de la montaña Zenreg y tenemos cristales de sobra ¿Te parece bien un cambio de agua por un poco de semillas, Hember?

— ¡Excelente idea, Ailos! — dijo el hombre emocionado—. ¡Sabía que ayudarías con gusto! Eres muy bueno con tus negocios.

— Sólo busco lo mejor para mi gente.

— Su aprendiz ya conoce todas tus mañas—. dijo Siem divertido—. Además Enhla dijo que tiene varios pretendientes pero que tienen miedo de que los hechices.

— Nada de pretendientes hasta que culmine su entrenamiento—. gruño Ailos molesto—. Esas son las normas de mi familia, tu aprendiz debe prepararse para la cacería Siem, no andar de cotilla.

— Tan amargado como siempre, Ailos—. respondió entre risas—. Aunque, el Rey parece interesado en ella.

Ailos se dio la vuelta encontrando al Rey invitando a Lya a bailar, ella aceptó seguramente recordando sus advertencias de que el hombre podría acercarse para molestarla.

— Veamos cuanto le dura el interés—. dijo Ilia.

— ¡Lord Farender!

Una voz chillona hizo que su rostro se endureciera, Lady Ichivari se acercó a ellos usando un extravagante vestido dorado ajustado en el torso y suelto en la falda decorado con gemas blancas.

— Parece que el Rey está muy interesado en tu chica— dijo Ichivari—. Espero que no pretenda elegirla como otra más de su lista, Gelves se sentiría terrible si sabe que la chica que le gusta pasó por la cama del Rey.

— ¡Jo Jo! Esa jovencita se ha vuelto popular—. decía Lord Hember divertido—. Una relación entre ambos aprendices sería un gran beneficio—. miró a Ailos—. No hay que preocuparse por el Rey, conociéndola seguramente lo rechazará como todos los Farender.

Ailos no dijo nada, sólo asintió pensando en las palabras de Lord Hember, una alianza así sería beneficiosa, pero sabía que también sería un problema; Gelves de Ichivari era un mago muy inteligente y poderoso, que liberó sus poderes para defender a sus hermanos de un Ajilayi, un gesto admirable sí, pero aún era muy verde para valerse solo.

— Solo el tiempo lo dirá.

____

Lya estaba nerviosa, el Rey era más alto de lo que esperaba pero sus ojos la inquietaban. Le recordaban a un animal venenoso que presumía su inmunidad.

— Debe ser muy difícil para usted—. dijo el Rey—. Convivir con ellos todos los días—. observó a los hermanos Farender—. Ver a Ilia causando desastres trayendo basura de la Tierra y soportar las torturas de Ailos debe ser agotador.

— Lady Ilia es muy inteligente—. replicó Lya—. He aprendido mucho con ella y el Maestro Ailos es muy amable....

De pronto las luces del salón se apagaron y las ventanas se rompieron haciendo que los invitados corrieran, algo pasó volando deteniéndose en el centro de la habitación. Los magos invocaron sus armas y encendieron las luces encontrando a una mujer de cabello blanco con manos huesudas y un vestido hecho con cristales, no tenía ojos pero en su pecho había un ojo abierto y una raja en su estómago la cual sonrió mostrando unos colmillos negros afilados.

Yo también quiero bailar—. susurró la bruja—. Yo...también... quiero... ¡BAILAAAAR!

Gritó tan fuerte que los cristales restantes se rompieron, los pilares se agrietaron y el suelo tembló. 

Continue lendo

Você também vai gostar

105K 13.4K 73
˚→ ˚→ ˚→ Ann Taylor una joven mexicana de 22 años, llena de sueños viaja por primera vez a Italia, en medio de su recorrido en las ruinas antigu...
16.9K 1.4K 34
Jimin POV. - Solo les diré que hay más... Mucho más en todo: muchas más alegrías y felicidades, pero así mismo, habrán muchas más tristezas y desilus...
317K 17.3K 51
"Ella era hermosa, pero no como esas chicas de las revistas. Ella era hermosa por la forma en que pensaba. Ella era hermosa por esa chispa en sus ojo...
3.5K 166 15
Frases e historias cortas creadas en el alma de una adolescente que pueda llegar a identificar a otro adolescente.