Sentí que una lágrima que corría por mi mejilla, la cual me la sequé de inmediato.
¿Por qué me pasa esto ahora? digo, nunca lloraba por nadie, ¿Qué me está pasando?
Un golpe en la puerta me sobresaltó.
—Hija, con tu padre vamos a ir a comprar los pasajes. Si necesitas algo, solo llámanos —Me avisó mi madre detrás de la puerta
— Está bien—. Respondí desanimada
Escuché como se alejaba. Me recosté de nuevo en mi cama y cerré los ojos
*Flash back*
—____, no sé qué hacer, de verdad me gusta, y Ryan no se da cuenta — Abracé a Caitlin
—Tal vez a él también le gustas, pero no lo quiere demostrar—. Le sequé las lagrimas que corrían por sus mejillas
— Cada vez que lo veo con otra chica, me pongo súper celosa, aunque no seamos nada y eso me da mucha rabia... lo quiero olvidar, pero una parte de mi me dice que tengo que intentarlo—. Volvió a llorar en mi hombro.
—Cait... si no lo intentas, nunca sabrás lo bueno que puede pasar
—Pero si le digo lo que siento por él, nuestra amistad no será la misma, y Ryan no siente lo mismo que yo —. Se alejó y apoyó sus brazos en sus piernas
—¿Cómo lo sabes?
—No lo sé, pero es verdad.
— ¿Le has preguntado?
— Mh... no.
— Entonces, ¿qué esperas, amiga?
—Eres la mejor amiga del mundo—. Nos abrazamos
*Fin de Flash back*
¿Qué pasa con Cait?, ¿Qué pasa si ya no somos las mejores amigas?, ¿Y si ya me habrá cambiado?
Solo esas preguntas me formaban un nudo en la garganta.
¿Qué pasa con los demás?, ¿Chris?, ¿Ryan?, ¿Seguirán siendo mis idiotas?
Con tan solo pensar en eso me daba una angustia terrible.
—¡Ya llegamos! – Gritó mi madre desde la planta baja
Bajé las escaleras hasta llegar donde mis padres.
— Mañana saldremos a las 7:30 AM de casa. Nuestro vuelo sale a las 8:00 AM, no podemos retrasarnos o si no perderemos el vuelo. Eso va para ti, ____—Me apuntó—, siempre eres la que se atrasa, para mañana te quiero ver levantada antes que nosotros—. me advirtió mi padre
—Está bien.
—Hija, debes de estar feliz, volverás a ver a tus amigos.
—¿Y si han cambiado?, no quiero estar todo un verano sola... siendo un estorbo—. Apoyé mis codos en la mesa.
— Eso no va a pasar, amor—. Me animó mi padre.
— Ojalá—. Fue lo último que dije antes de ir a mi habitación.
Me di una ducha, me puse mi pijama y me acosté en mi cama.
—Por favor, que todo sea igual que antes—. Murmuré antes de quedarme dormida.
Narra Justin
—Hijo, invité a unas personas mañana, se quedarán todo el verano aquí—. Me avisó mi madre.
—¿Puedo saber quiénes son?
—No, es una sorpresa—. Me sonrió antes de levantarse de mi cama.
—Por lo menos dime si los conozco.
—Ya apaga esta cosa y duérmete.
— "Ésta cosa"—Lo apunté—. Se llama Xbox.
—Apágalo.
—Si. Cuando pase esta misión—. Empecé a jugar de nuevo
— ¿A qué juegas?— Me preguntó
— GTA V
—Oh... sería una lástima que lo desconectara—. Me miró divertida.
— No, no, no—Ya era muy tarde—, ¡PERO, MAMÁ!
—Ya, duérmete—. Cerró la puerta