¿Me gustas?
Cap | 4
Después de un largo día en la escuela platicando con los chicos y haciendo anotaciones de trabajos por hacer, ya me encontraba de camino a casa.
Sentía mi corazón acelerado debido a que en el descanso a Kook se le ocurrió mencionar que he estado viviendo en casa de Jimin, y los chicos no paraban de bombardear preguntas y hacer una que otra mirada sugestiva.
Por otro lado Jimin se había apartado de nosotros y no lo vimos en casi todo el día.
Al llegar por fin a casa entré dando pequeños pasos y dejando mis zapatos a un lado de la puerta. Había sólo silencio, no miré señales de nadie. Solo estaba yo.
Me adentre a la sala y me acosté en el sillón. Encendí el televisor y comencé a cambiar canales con un clic continuo.
- Ya estás en casa - Su voz había sido más bien un susurro afirmativo.
Había dado un respingo en mi lugar, me había asustado poniendo mis nervios a flor de piel.
- ¡Dios casi me matas de un susto! -dije sin voltear a verlo.
Se sentó a un lado mío prestando atención a los canales que saltaba.
- Tae y Yoon gi me mandaron mensajes preguntando por ti. ¿Les contaste que has estado viviendo con nosotros?
- No.
- ¿Cómo se enteraron?
- Kook lo menciono.
Guardó silencio y yo seguí oprimiendo el botón un par de veces más antes de detenerme en un noticiero.
- Sabes, creo que... me pase un poco en la mañana. - No dije nada y seguí con mi mirada al frente. - No te veo como una cualquiera, no te pavoneas o coqueteas con chicos yo solo...
- ¿Intentas disculparte? - Y ahora sí mi rostro y el suyo estaban de frente.
- Yo también me siento extraño, no me agradas pero me siento ya sabes - rodó sus ojos. - Ya lo habíamos hablado.
- ¿hablado? -negué con la cabeza - no lo hablamos, solo ambos mencionamos que nos sentíamos extraños.
- Me sacas de quicio. -se mordió el labio inferior y vi como relajaba su cuerpo dejándose caer por completo en el sofá. - A kook le gustas, y a mí también.
Me quedé de piedra, ¿Lo había dicho? ¿Había escuchado bien?
No podía quitar mis ojos de los suyos, ambos en silencio con aquel noticiero de fondo.
Después de unos segundos que parecieron horas, aclare mi garganta y lo fulmine con la mirada.
- Eso no quita que te comportes como un Idiota.
- Lo sé, no es como que quiera que me gustes. Intento evitarte.
- ¿Y tú método es insultarme?
- Parece que el tuyo es el mismo - se levantó de manera en que volvía estar sentado con una postura firme casi relajada y acercó su rostro al mío - Me molesta verte hablar con otros chicos, me molesta que Kook se haya fijado en ti y tú me exasperas. Tu cara de niña boba, tu faceta de víctima... eres un saco de cosas que me disgustan.
- Idio-
Sus labios me obligaron a callarme y a regañadientes mi cuerpo disfrutó del momento.
Era increíble la facilidad que tenía este chico para hacerme ver débil.
" ¡No! "
Sentí como lamió mi labio inferior, así que sin más espera abrí mi boca dándo le paso a su lengua. Entró sin prisa alguna y yo solo me estremecí ante aquel beso lento.
Sentí sus dientes en mi labio y solté inconscientemente un pequeño quejido.
El tacto de su mano sobre mi mejilla era suave, casi podría asegurar que ambos teníamos una lucha interna entre querer alejarnos o seguir con aquel beso.
Pero fui yo la que se obligó a alejarse y darle la peor mirada que mis ojos podían tener.
- No te soporto. - me puse de pie. - Deja de jugar conmigo. ¡Me haces sentir asqueada!
- Lo siento. - No me miró, en su lugar se giró para prestar atención al televisor haciendo una mueca. - Es tu culpa.
- No, todo aquí es tu culpa. - me aleje de ahí y subí hasta mi habitación.
Me sentía acalorada, con bochorno y avergonzada.
Acababa de confesar que yo le gustaba pero seguía siendo el mismo cretino de siempre. ¿Cómo se supone que deba reaccionar? ¿Cómo es que él puede verse tranquilo ante tal situación absurda?
O será que se está burlando de mí como quizá lo suele hacer con cualquier chica que está a su alcance. Disfrutar molestarla haciéndola sentir tan frágil como a mi para después soltarla al vacío y burlarse de ella.
•••
El día llegó más rápido de lo que imaginé, sentía mi cuerpo cabizbajo y aunque quisiera negarlo, mi corazón se había vuelto pequeño, sentía un vacío que apenas nacía en mi interior.
Caminamos por un momento y nos detuvimos cerca de la cafetería.
- Ya es el último día -Me dijo mirando el suelo unos segundos de forma pensativa.
-Es su último día, yo seguiré aquí.
- He estado esperando ya varios días a qué me rechaces por fin, pero no lo haces. -me sonrió - ¿No tienes nada que decirme? Ya se que no te gustó y se que quizá me diste unas pocas esperanzas solo por "compromiso". -hizo comillas con sus dedos.
Y era en parte cierto. Se que había dado esperanza a que algo pudiese pasar entre nosotros, pero simplemente no ocurría. En mi cabeza no había sentimientos románticos para Kook a pesar de siempre haber estado tan al pendiente de mi, ser tan lindo y amable... No sabía bien por qué no podía sentir aquellas chispas cuando lo veía.
Se había vuelto mi amigo, un gran amigo, el mejor que he tenido en toda mi vida. Y me sentía la persona más cruel del mundo al evitar constantemente temas románticos con él, y me sentía malvada al seguirle un poco el rollo de que quizá pueda gustarme de la misma forma en la que yo le gustó.
Pero verlo constantemente sonriendo era lo que más me hacía sentir mal, él siempre había estado para mí y yo sentía que algo había hecho mal.
Claro, lo que hice mal es fijarme en Jimin antes que en él. Jimin siento un completo cretino había logrado crear chispas, ¿Hay algo mal conmigo?
- Gracias... - Dije por fin.
- ¿Gracias? -Parecía confundido.
- Gracias por ser mi amigo. Y lo siento, se que quizá esperabas algo más de mi. -Mis mejillas se sonrojaron y me encogí de hombros - Has sido siempre tan lindo conmigo, espero que tú también pienses lo mismo de mi.
- Bueno, yo romántice mucho nuestra amistad - Frunció el ceño y negó con la cabeza - ¿No hay algo más? Los chicos y yo nos vamos una hora después de salir de la escuela, ¿sabes eso verdad?
- Bueno, ahora lo sé. -Dije imitando el gesto de fruncir el ceño. ¿Que trataba de decirme?
Se tomó su tiempo para estudiar lo que acababa de decir y por fin dejó caer sus hombros rendido.
- Ianthe, ¿No tienes nada más que decirme? -Me volvió a preguntar - Te dije que dejaras de hacerte la boba.
Me quede en silencio tratando de entender y justo cuando recordé que había hecho insinuaciones sobre Jimin el otro día los chicos llegaron a nosotros.
- ¡Ianthe! -Dijeron detrás de mí y sentí un brazo en mi hombro obligándome a estar muy cerca de...
- Tae
- Te voy a extrañar pequeña extranjera. -Dijo entre risas.
- Yo también te voy a extrañar -Habló otra voz.
Gire mi rostro y estaban todos parados a un costado de Kook.
- También los voy a extrañar. -En mi garganta se había formado un nudo que picaba.
Verlos y asimilar que era la primera vez que tenía amigos de verdad simplemente me estaba sacando sentimientos nostálgicos.
Eran los primeros chicos que no pasaban de mi, no me insultaban, excepto Jimin, no se burlaban, o intentaban aprovecharse de mi.
Eran genuinamente la amistad con la que siempre había soñado y verlos solo me llenaba de felicidad y tristeza mezclados
- ¿Podrás ir a visitarnos? No hay necesidad de olvidar esta amistad -Yoon GI.
Una parte de mi realmente anhelaba aquello pero mi lado real me decía que era mejor evitar meterlos en problemas, y evitar yo ganarme problemas con algunas próximas fans.
Aún no eran artistas o algo similar y ya tenía un grupo de chicas esperando por mi para darme mi merecido solo por ser su amiga...
- Eso sería genial -Dije bajando la mirada.
- Se fuerte, por nosotros. - Tae revolvió mi cabello haciendo que soltara un bufido. - La pequeña Ianthe.
-Yo soy fuerte.
Reímos y hablamos por un largo rato, bueno en realidad ellos eran los que hablaban y hablaban, incluso se había unido al grupo Jimin y platicaba entusiasmo... ignorando mi presencia, claro.
•••
Estaba caminando hacia entrada de la escuela con Kook a mi lado, ninguno de los dos dijo nada en el camino hasta que salimos, él me tomo de la mano y me detuvo.
- Ianthe, es suficiente -Dijo y sonrío de lado -Dilo.
- Perfecto, no estoy entendiendo, ¿qué quieres que te diga? - Alce una ceja.
- ¿Que pasa con Jimin? Se que te gusta, dejen de jugar al bobo y solo hablenlo.
- Yo... no. - Intenté reír pero me detuve al ver que el no sonreía.
- Jimin no me lo ha dicho pero es obvio. Es mi amigo, lo conozco desde hace años, no entiendo porque no se a aventurado a dar el segundo paso contigo.
- No nos llevamos bien.
- Te gusta. Lo sé y lo entiendo, también eres mi amiga. Te quiero, pero enserio tu y el solo actúan como bobos. Deberías hablarlo con él, pronto nos iremos y sabes que después será difícil.
- Pero que más da, ustedes se irán.
- ¿Enserio eres tonta, verdad?
4 años más tarde
- Papá, podrías dejar de hostigarme con lo mismo. - Hablé mientras untaba un poco de pomada en un moretón que se había formado en mi brazo izquierdo.
- ¿Tienes novio o no?, Solo es una pregunta. ¿tanto te cuesta responderla? - Dijo e hice un gesto mientras alejaba un poco el celular de mi oreja.
- Si, pero no pienso presentartelo aún.
- ¿Pero lo harás, cierto? Me gustaría conocerlo.
- Si, pronto. Ahora agradecería demasiado que respetaras mi pequeña libertad y privacidad.
- mi pequeña es una adulta, te llamo luego. Estaré esperando la invitación para conocer a ese chico. — dijo y después de una despedida corta corto la llamada.
Me acosté en la cama y miré el techo agotada.
Escuché un par de toques en la puerta y después de estirar mi cuerpo me dispuse a abrir.
Frente a mi estaba aquel chico de cabello largo alborotado, no traía puesto nada en la parte superior de su cuerpo así que tenía una vista perfecta de su torso ligeramente marcado y delgado.
Su ceño fruncido me hacía saber que lo había despertado.
- ¿Buenos días? - dije e intenté pasar mis brazos por encima de sus hombros pero me apartó con un ligero movimiento.
- ¿Tu papá de nuevo? - rodó sus ojos y giró sobre sus talones para acercarse a la cocina - Deberías apagar tu teléfono, no es la primera vez que te marca tan temprano.
- Si bueno, ya sabes, se preocupa por mi.
- Si bueno -imito mi tono mientras abría el refrigerador y sacaba la leche - Haces mucho ruido al hablar con el.
- Cerré la puerta... - dije y me acerque lo suficiente.
- Sabes, antes me molestaba un poco que no me quisieras dentro de tu habitación, pero sabiendo que tú padre marca cada dos por tres, creo que ha sido la cosa más inteligente que se te ha ocurrido.
Solté un bufido y busqué un vaso para servirme un poco de leche.
Al entrar a la universidad me había mudado a un pequeño departamento no muy lejos de la facultad. Era acogedor y para nada ostentoso, pero desde que puse un pie en este departamento mi padre se había vuelto el doble de sobreprotector. Lo agradecía, y me parecía lindo. Después de todo es mi padre. Pero habían días en los que simplemente no me apetecía tener que lidiar con tanto drama paternal.
La universidad había sido hasta cierto punto la mejor etapa de mi vida, a diferencia de mi niñez y adolescencia, en la universidad a nadie le importaba nada más que sus calificaciones, no habían miradas de odio, no habían cuchicheos, no había tanto drama.
No les importaba si era o no era extranjera, solo les importaba ser la número 1 de toda la universidad y eso para mí había sido como quitar un peso de encima.
Por otro lado, al entrar tuve la coincidencia de encontrarme a Marcus en la misma facultad, aquel chico que me encontré en dos ocasiones cuando estudiaba preparatoria. Aquel chico que se veía alegre de ver una cara que no le hablara completamente en coreano fluido. Y después de varios meses, nos hicimos un tanto íntimos, me agradaba y era muy lindo, las cosas pasaron rápido y nos volvimos pareja, una pareja que próximamente cumplirá 9 meses de noviazgo.
Y que hasta apenas hace 2 meses suele quedarse conmigo de vez en cuando en mi departamento, con la condición de no entrar a mi habitación.
- Me iré antes, tengo que estudiar para el examen.
- Crei que pasaríamos el día juntos.
Paso a un lado de mi y busco su playera, se la puso con un movimiento rápido, y con sus manos peino su cabello alborotado.
- Lo siento, será en otra ocasión. Si tal vez tu padre no hubiera llamado, no estaría de tan mal humor. - tomó su celular y se acercó para tomarme con fuerza del brazo y acercarme a él. - Te ves muy linda con tu cabello largo, quizá deberías cortarlo... - me dió un casto beso en los labios y soltó mi brazo.
Estaba segura de que el moretón que ya tenía se marcaría más por aquel gesto.
- ¿Cortarlo?
- Si, quizá te veas más bonita así. - me dedico una sonrisa que pareció más una mueca - Te llamo luego - y salió del departamento dejándome sola.
•••
Ya eran las 6:30pm y yo me encontraba haciendo la ya rutinaria limpieza a la cocina.
Tocaron la puerta y caminé a paso rápido hacía esta. La abrí y casi al instante de ver a aquella mujer de cabello pelirrojo, me lance a darle un abrazo.
Dahee, ella y yo creamos un vínculo especial, o así lo sentía, ella me aconsejaba continuamente y cada que podía me iba a visitar. Una mujer simplemente maravillosa.
- Hola, ¿como estas? -Me dijo y me hice a un lado para que entrara.
- Bien, muy bien, y usted.
- Bien, ya sabes, viviendo la vida loca con Chansung. Ese hombre a veces hace que mi cabello pase de rojo a verde.
Caminamos a la cocina y ella comenzó a sacar algunas cosas del refrigerador.
Prácticamente era también su departamento. Sin embargo, no solía llegar sin avisar con anticipación, ella sabía de la existencia de Marcus y sabía que siempre mantenía cierta distancia para evitar momentos incómodos o bochornosos.
- Ianthe, ¿has vuelto a hablar con el ya no tan pequeño Kookie? -Esa pregunta me tomó desprevenida.
Pude incluso sentir como mi garganta se secasa y mi pulso se aceleraba.
Ella no mencionaba mucho de él o de su propio hijo, sabía que lo hacía para evitar ponerse triste y nostálgica.
- No -Respondí frunciendo el ceño. - Hace mucho que no se de él
- Se que te tome por sorpresa - Sonrió mientras picaba un poco de fruta que había sacado del refrigerador - Jimin está por cumplir años.
- ¿Enserio?
Que mencionara a Jimin ahora solo hacia que mi estómago se revolviera con nerviosismo.
Hacía cuatro años que no sabía de ellos, el tiempo suficiente para estar triste, aceptar que se fueron y seguir con mi vida de la forma habitual. Pero escuchar sus nombres, escuchar a Dahee mencionar los me hacía sentir emocionada de alguna manera.
- Si y me gustaría pedirte un favor, se que estás ocupada con la universidad y entendería perfectamente si no puedes es solo que no me dieron el día libre y estaré atareada, Chansung también, el trabajo se ha puesto algo pesado. -me miro y formo una sonrisa con sus labios-Quería saber si podrías hacer una entrega por nosotros, ¿qué mejor que una vieja amiga le haga el envio?
En mi cerebro hubo un corto circuito. No me esperaba en lo absoluto que viniera a pedirme aquello. Después de tanto tiempo y de no mencionarlo casi nunca... esto era extraño.
- No quisiera ver a Jimin, perdone. Y no se lo tome a mal, pero creo que él no me consideraba una amiga.
- Solo quería que le llevaras un regalo que le tenemos preparado, es especial. Los otros cumpleaños lo miramos y estuvimos con él, y por esta ocasión se nos dificulta estar pero queremos darle un regalo.
- No lo sé. - Hice una mueca.
- Si quieres puedes llevar contigo a Marcus, es un pequeño favor. - mordió un cubito de un melón y me miro. - quiero que sea especial y pedir a un repartidor cualquiera le quita lo especial y magnífico al regalo.
Rodee los ojos con fastidio. Realmente no me apetecía verlo. Pero Dahee ha hecho tanto por mi y por mi padre que me era difícil negarme.
- Bien, yo le llevo el regalo. Pero no me haré responsable si hay algún problema para llegar o con el personal.
- No te preocupes, haré una llamada solo para que tengan registrado tu nombre ese día.
- Muy bien, ¿Cuando habría que hacer eso?
- Dentro de tres días, vendré a verte para entregarte el regalo por la mañana. - dió unas palmaditas feliz y después coloco sus codos sobre la pequeña mesa y puso su rostro sobre sus manos - Ahora cuéntame, ¿Cómo va todo con ese chico Marcus?
Aunque me gustaría decir que esa relación va de lo mejor, a veces sentía que no era así. Me negaba a aceptar que me había acostumbrado tanto a él que solo por eso seguíamos estando juntos.
- Genial, aunque últimamente ha estado ocupado por los exámenes - tome un poco de melón - y yo también lo estoy.
- Oh, recuerdo cuando yo estaba en la universidad, tiempos maravillosos y estresantes. Pero estoy segura que serás una abogada espectacular.
- Eso espero...
A diferencia de Dahee, Marcus opinaba todo lo contrario, solía decir que no me esforzaba lo suficiente y que los estudiantes coreanos iban a pisotearme si no estudiaba con mayor frecuencia para mis exámenes. En más de una ocasión mencionó que un pez podría ser mejor abogado de lo que yo pudiera ser.
Cada uno de esos comentarios lo hacía con una sonrisa lo cual me hacía sentir confundida de si lo decía de verdad o si solo bromeaba.
Definitivamente tenía una relación en la que no estaba segura de si había sentimientos de por medio o solo costumbre y dependencia.
Tampoco tenía muchos ánimos de averiguarlo.
- ¿Me escuchaste?
- ¿Perdón, que?
- Te preguntaba que si tú padre ya conoce a Marcus.
Negué con la cabeza y me encogía de hombros.
- Apenas se enteró de que tengo novio.
- ¡Pero si ya casi cumples un año de relación con el!
- Nueve meses. - la corregí.
- Si se entera tu padre se pondrá triste porque no se lo contaste.
- Por eso no se va a enterar. - La mire fijamente y ella negó con la cabeza derrotada.
- La pequeña Ianthe se ha vuelto una rebelde desde que tiene su departamento. - se burlo.
Y no, no era una rebelde. Pero desde que entré a la universidad y desde que me independicé había optado por el camino fácil, el camino más mundano y alejarme.
A veces era difícil, más con Marcus a mi lado repitiendo como un robot las cosas que no le gustaban de mi, pero al final del día siempre pensaba que esto era lo mejor. Tomar las riendas de mi vida por mi cuenta, aprender yo misma de mis errores y seguir adelante.
Dejar el pasado turbulento de abusos y personas pesadas, y empezar de nuevo.
Soy una adulta, y ahora intento pasar desapercibida pero disfrutando de la vida.