Cuando Hanna levanto la mirada, observo a Ehan caminar hacia adentro; su cuerpo estaba tenso y sus puños apretados. Cerró los ojos y se abrazó más al cuerpo de su hijo, le dolía como un simple gesto había destrozado a Ehan.
Scarlett tenía sus ojos cristalizados al ver a su hijo sufrir de esa manera; no se podía imaginar lo que su pobre Ehan estaba sintiendo en ese momento.
Dony estaba llorando ahora abrazado a su madre y Sebas se había puesto en pie para caminar hacia la casa.
—Mamá ¿Que le paso a Dony? — preguntó Matt con toda la inocencia, el no observo cuando su hermano se accidento.
—Se lastimo, cariño. Pero estará bien— Hanna se colocó en pie y le dijo a Scarlett— necesito alcohol y unas curitas. ¿Tendrán algún botiquín?
—Si... yo... en un momento te lo traigo.
Hanna sentó a Dony en la mesa y le examino la herida; era pequeña pero debía de limpiarla.
Matt estaba pendiente de su hermano y no se alejaba de él.
Scarlett le entrego el botiquín a Hanna y esta procedió a curar a Dony; a pesar de estar concentrada en la tarea; su mente estaba preocupada en Ehan y Sebas.
Ella estaba segura que Sebas fue detrás de Ehan por lo que dijo Dony pero no sabía que podía salir de ese encuentro. Ehan estaba alterado y en ese momento no sabía cómo se encontraba Sebas.
—Tienes buenas habilidades como madre— dijo Scarlett con orgullo en su voz al ver como tranquilizaba y curaba a su nieto.
Ella le agradeció con una sonrisa mientras bajaba a Dony.
—Gracias Scarlett, pero creo que es hora de irnos, te agradezco por todo— le dijo Hanna con educación; pero por dentro estaba desesperada; quería salir de ahí lo antes posible.
— ¿Se tienen que ir ya? Si es por lo que Stephen dijo déjame pedirte perdón, su comentario estuvo fuera de lugar y... — pregunto Scarlett con tristeza, ella esperaba poder pasar más tiempo con los pequeños.
—No, no es por eso pero...creo que es lo mejor— suspiro— Pero puedes visitarlos siempre que puedas— ofreció.
— ¿Puedo hacerlo? —dijo con una sonrisa.
—Claro, ellos se alegrarían mucho de verte solo a ti.
Scarlett asintió y comprendió lo que Hanna le quería decir, Stephen no era bienvenido en su casa y ella entendía el motivo, no tenía palabras para pedirle perdón a Hanna por lo que su esposo había hecho y menos después de escuchar a Ehan la forma en la que los gemelos nacieron.
—Creo que ya es hora de irnos— dijo Sebas saliendo a la terraza, su rostro no expresaba nada Y no habían señales de Ehan—Gracias por todo Scarlett, todo estuvo delicioso.
—Gracias Sebastien; es muy lindo de tu parte. Gracias por aceptar la invitación espero que disculpen los inconvenientes.
— ¿Ya es hora de irnos mamá? — Pregunto Matt con tristeza.
—Si cariño...
— ¿Por qué? — Pregunto Dony a su lado— ya estoy bien mamá...
—Lo se cariño, pero ya es tarde y debemos irnos.
—Pero...
—Chicos. Obedezcan a su madre— dijo la voz de Ehan apareciendo por la puerta.
Todos lo observaron pero el solo tenía ojos para sus pequeños; su rostro no representaba ninguna emoción pero adentro era una bomba de tiempo a punto de explotar.
Su conversación con Sebas había sido perturbadora; no sabía que hacer o que pensar. Su moral estaba en juego; él no podía permitir que algo así sucediera.
Los pequeños obedecieron y se despidieron de todo; pero Stephen se mantuvo al margen en todo momento, sabía que no era bienvenido y debía alejarse.
Ehan los acompaño a la puerta y se despidió de sus hijos con un abrazo; los pequeños le dieron las gracias por todo.
Sebas los tomo y se alejaron un poco dándoles a Hanna y a Ehan algo de espacio.
—Gracias por la invitación— dijo Hanna con una sonrisa— Yo... ¿Estás bien? — pregunto sin poder esperar más.
— ¿Por qué lo preguntas? — dijo con voz neutra.
—Sé que no estás bien Ehan. Yo estaba ahí cuándo Dony corrió hacia Sebas...
—Eso no importa...
—Claro que importa. Sé que te dolió escucharlo decirle...
—No lo digas— la interrumpió— Eso ya no importa...yo... adiós Hanna— se acercó para darle un pequeño beso en la mejilla pero Ehan se lo dio en la comisura de sus labios— cuida a nuestros hijos— su voz sonaba como un ruego.
Hanna lo observo con preocupación, Ehan estaba peor de lo que creía pero no podía hacer nada, se giró para caminar hacia su familia. No estaba muy segura sobre qué había pasado pero esa despedida de Ehan no le gustó nada. Era como si...de verdad se estuviera despidiendo.
Ehan observo a su chica caminar con sus hijos lejos de él sin poder hacer nada, todas sus ideas de conseguir a su familia ahora le parecían inútiles. Los miro por última vez y decidió entrar a la casa. Camino directamente al mini bar y saco una botella de Coñac.
Necesitaba alcohol con urgencia.
La conversación con Sebas se repetía una y otra vez en su cabeza.
Cuando el cerro la puerta del estudio; esperaba cualquier cosa del padrastro de sus hijos...cualquier cosa menos...
— ¿Sabes que significa un desahucio? — le pregunto Sebas cuando estaban solos, él estaba apoyado en el escritorio de Stephen con la mirada puesta en Ehan, el cual lo observo con confusión — es la denominación que recibe el aviso de terminación de ciertos contratos, tales como el arrendamiento y el contrato de trabajo.
Sebas lo observaba de forma tranquila mientras explicaba esos tecnicismos pero Ehan notaba como su cuerpo estaba en tensión a pesar de la paz que proyectaba.
—El desahucio moral es perder toda fe y esperanza sobre un cambio en una persona. Pero... — dijo caminando por el estudio hasta detenerse en frente de la ventana— pero el desahucio en medicina es posiblemente el más difícil de aceptar y entender.
Ehan se puso alerta; no le gustaba nada hacia donde iba esa conversación.
— ¿A qué te refieres?
—Hace años sufrí de Cáncer Ehan. Exactamente sarcoma de Ewing — giro y lo encaro— fue ahí donde conocí a Hanna, ella siempre acompañaba a su madre y casi siempre coincidíamos con las quimioterapias.
Sonrió de forma triste como recordando esa época.
—Yo... yo pensé que se habían conocido en la empresa— reconoció Ehan.
—No; ya nos conocíamos desde antes pero no habíamos mantenido el contacto; ella estaba embarazada y yo no era más que un enfermo que suspiraba por ella. Pero llámalo milagro o suerte yo... yo lo logre sobreviví al cáncer. En mi familia existe un gran historial sobre esta enfermedad, mi madre, dos de mis tías y mi bisabuelo, no es algo genético pero...predecible.
Ehan estaba atento a este relato; este es el tipo de detalle que un investigador no te puede brindar.
—Logre sobrevivir pero con grandes repercusiones. La primera vez que enferme. Mi pierna fue la que mayormente se vio afectada; pero valió la pena porque el tratamiento con quimioterapias lo erradico.
Dijo. Con una sonrisa triste.
—Pero fue el tratamiento con radiación lo que aumento mis probabilidades de tener osteosarcoma. Y ahora ya no puedo hacer nada. El osteosarcoma me está matando.
Su voz se cortó; Era muy difícil hablar sobre esos temas.
—Hace poco más de un año me realice un chequeo de rutina; hasta el momento todos eran negativos pero esa vez... esa única vez... el cáncer regreso Ehan.
Esas palabras dejaron completamente congelado al empresario. "Sebastien estaba enfermo"
—Esta vez no hay forma de detenerlo, me encuentro en la tercera fase, mi especialista no sabe exactamente cuánto tiempo me queda pero estoy desahuciado.
Ehan lo observo en shock.
"Desahuciado"
Esa palabra encerraba tantos significados y ninguno era bienvenido.
—Pero... es imposible; estas bien, te vez bien...
—Ehan; el cáncer me está comiendo por adentro; con el tiempo no podre caminar bien y empezaran a fallar mis pulmones en cualquier momento o mis riñones, pero no podría ser sometido a ningún tratamiento ya que mi cuerpo no lo acepta. ...
—Pero...Hanna...
—Ella no lo sabe— sentencio— cuando me entere de la verdad estábamos a punto de casarnos Ehan; lo único que deseaba y todavía deseo es vivir con la mujer que amo los últimos días de mi vida, no importa que tanto tiempo sea.
Ehan no sabía que decirle, que hacer, que pensar... él no sabía nada.
—He tratado de confesárselo pero no tengo valor; no quiero que sufra pero eso será inevitable.
— ¿Esta es tu idea para que recupere a mi familia? — se horrorizo.
—Ellos te necesitaran; si no estuviera enfermo le estaría dando el divorcio a Hanna porque se a quien realmente ama.
Ehan aparto la mirada al escucharlo, él no se podría imaginar en la situación de él; amar a una mujer pero saber que el corazón de ella le pertenece a otro, solo de pensar que Hanna podría haberse olvidado de él y enamorarme de Sebastien...le dolía.
— No sé cuánto tiempo me queda, pero quiero que sepas que tarde o temprano me iré y tú tendrás el camino libre; solo... te pido que esperes, sé que los harás muy felices y sé que quedaran en buenas manos.
— ¿Por qué... por qué me cuentas esto?
—Porque ella te necesitará; y necesito que estés ahí para ella, que la entiendas y que le hagas olvidar mi muerte, a ella y a los gemelos...
—Esto no....
—No tienes opción Ehan, podría morir mañana y todo quedaría en tus manos; podría ser dentro de un par de meses o años....
— ¡No lo entiendes! El daño que les harás...
— ¡Es un daño humano! Todos moriremos en algún momento; mi madre murió de leucemia, yo moriré por la expansión del mío y ante todo eso nada podemos hacer más que aceptarlo y vivir con ello. Pero si de algo me alegro es que Hanna y los gemelos quedaran en buenas manos.
Ehan sentía su cabeza explotar; muchas veces deseo a Sebastien muerto pero... verlo hecho realidad no le agradaba; él era joven y todavía tenía mucho por vivir.
—Entonces ¿qué esperas que yo haga? ¿Me olvido de mi familia hasta que tú mueras? ¿Sabes lo bizarro que es todo esto?
— No quiero que te olvides de ellos, solo te pido que me des espacio para ser feliz con Hanna. Mientras tanto quiero que conozcas a los pequeños, que crees un vínculo con ellos. Vi cómo te afecto el que Dony me vea como su padre cuando su verdadero padre eres tú.
El apretó los dientes al escuchar eso y hasta ese momento los tenia apretados; todo esa conversación fue reveladora y al mismo tiempo difícil de comprender.
Mientras el coñac bajaba por su garganta, Ehan recordaba una y otra vez las palabras de Sebas y la voz de sus hijos llamándolo "Papá".
Un trago de la botella de coñac.
Recordar a Hanna besando a Sebas en la oficina.
Otro trago de la botella de Coñac.
Alejarse del amor de su vida por respeto al último deseo del hombre que el más odiaba.
Dos tragos de la botella de Coñac.
Y de esa forma fue que encontraron a Ehan cuando toda la familia entro al salón. Él estaba sentado en el sofá tomando de la botella como si no hubiera mañana.
— ¿Hijo? ¿Qué ocurre?— pregunto Scarlett acercándose a él.
— ¿Qué ocurre? — rio sarcásticamente— ocurre que la mujer que amo acaba de salir por esa puerta con su esposo y mis hijos.
Scarlett cerró los ojos al escuchar el dolor en la voz de Ehan; sus ojos estaban llorosos y se notaba que ya había tomado demasiado.
—Deja la botella hermano— hablo Marco.
— ¿Sabes lo horrible que es ver a tu hijo decirle padre a otro? — dijo Ehan a la nada— y lo peor es que ese otro es el tipo que se casó con el amor de tu vida. Díganme; ¡alguno de ustedes tiene la puta idea de cómo me siento!— grito.
—Tienes que calmarte...
— ¡No me quiero calmar! — Se paró furioso— ¡ustedes me arruinaron mi vida! — Les grito a todos— tu papá— camino hacia el— no te importó ni una mierda mis sentimientos.
—No hables así...
—Yo hablo como se me da la gana. Por tu culpa la madre de mis hijos casi muere en el embarazo; ella me necesito y yo no estuve ahí para ella. ¡Ella me amaba a mí! y yo de imbécil confié en ti y en Marco.
—Hice lo mejor para ti... —empezó a gritar Stephen pero fue interrumpido.
— ¿Lo mejor para mí? — rio Sarcástico y se señaló— Mírame papá; ¿Esto es lo mejor para mí?
—Ehan, tienes que calmarte—trato de mediar Marco.
—Tu no hables que me vendiste a nuestro propio padre— la expresión de dolor en el rostro de Marco hizo sentir mal a Ehan pero él ya estaba desbordado; quería gritarle la verdad a esos imbéciles de una vez por todas.
—Él es tu hermano... —recalco Giselle.
— ¿Por eso te acostaste con él al instante de terminar nuestro compromiso? — Dijo sínicamente— no seas hipócrita Giselle.
—No te desquites con ella la cólera que me tienes a mí— lo llamo Stephen.
—No me estoy desquitando; estoy diciendo una verdad. ¿O puedes negarlo?
— ¡Ya Basta Ehan! — Grito Scarlett —Dame esa botella; has tomado lo suficiente.
— ¿No entiendes mamá? Quiero ahogarme en alcohol hasta olvidar esta basura que tengo por vida...
—Hijo. No hables así— dijo con voz lastimera Scarlett.
—Es la verdad— tomo un trago más y dejo la botella sobre la mesa de centro.
Miro a todos y giró para salir de la casa dando un gran portazo.
Quería estar solo, lo necesitaba para pensar.
Subió a su auto y salió de ahí lo más rápido posible. El padrastro de sus hijos estaba muriendo y nadie más que él lo sabía.
Manejo hasta el bar que siempre frecuenta y pidió unos tragos; en ese momento su cuerpo le pedía alcohol.
Mientras tomaba recordaba todos los momentos que vivió con Hanna; el día que chocó contra ella en la universidad hasta su primer beso.
La primera vez que estuvieron juntos hasta la última; recordaba cada beso, cada caricia que habían compartido y todas las veces que estando con ella solo con hacerla su esposa.
—Ehan... —Una voz lo llamo desde su espalda, él no se giró porque al instante Alexander se sentó en el banco a su lado.
— ¿Qué haces aquí?
—Marco me hablo. Tu madre está preocupada porque al parecer saliste muy alterado de su casa.
—No tenía por qué llamarte...
—Soy tu amigo Ehan...
—Quiero estar solo Alex...
—Que lastima— dijo Nick tomando asiento al otro lado— no te dejaros solo en ese estado así que te recomiendo que lo aceptes— llamo al barman— necesitamos una botella de vodka y tres vasos.
— ¿Que planeas Nick? — pregunto Alex.
—Ehan quiere emborracharse, está bien pero lo hará de forma responsable, seremos su niñera esta noche el tendrá bandera libre para hacer lo que desee.
Alex lo miro no muy convencido pero en ese momento sería lo mejor.
—En este momento recuerdo porque son mis mejores amigos—aseguro Ehan.
—Y como tus mejores amigos nos dirás que te ocurre— dijo Alex.
—No quiero hablar; solo quiero ponerme ebrio.
—Gracias — le dijo Nick al barman y tomo la botella para rellenar los vasos — entonces te vamos a poner ebrio— le dio uno de los vasos— bébelo.
Ehan no lo dudo y bebió todo el líquido. Sentía como el alcohol bajaba por su garganta quemándola a su paso.
— ¿Mejor? — pregunto Alex.
—Mucho mejor — dijo Ehan cerrando los ojos.
Entre trago y trago los chicos se fueron relajando hablando de cualquier tema; Nick les contaba cómo iban las cosas con Olivia mientras bebía un trago.
—Les juro que a veces me vuelve loco. Entiendo que le tenga cariño al imbécil de Tyler pero ¿Por qué debían ser amigos? Hay una ley que debería de prohibir la amistad con tu ex.
—Tu eres amigo de Amanda— dijo Alex encogiéndose de hombros.
—Es diferente, Amanda está enamorada de Jason y ahora solo somos amigos.
—Tyler está enamorado de Sam y dudo que haga un movimiento sobre tu chica— le dijo Alex con una sonrisa; ver a Nick celoso era tan estúpido que le causaba risa.
—Alex tiene razón Nick. Dudo que el chico la cague haciendo un movimiento sobre Olivia.
—De todas maneras sigo sin estar de acuerdo con esa amistad— dijo tomándose su bebida.
—Yo... —Suspiro — no sé qué hacer chicos— dijo Ehan acariciando el vaso— ver a Hanna con Sebas me está comiendo vivo pero hoy... — negó con la cabeza — Hoy escuche cuando Dony le decía "papá" a Sebas.
Alexander compartió una mirada con Nick; debían de encontrar la forma de animarlo.
—Posiblemente el niño tuvo un impulso de momento Ehan; no debes de ponerte así solo por eso.
—Ustedes no lo entienden. No es solo eso.
—Entonces dinos que más es. Somos tus amigos y queremos ayudarte.
Ehan nunca supo si fue por la borrachera o por el tornado de sentimientos que lo embargaban pero esa tarde le confeso a sus amigos a todos los problemas que enfrentaba.
— ¿Vas a dejarle el camino libre con Hanna? — pregunto Nick como amigo.
—No sé qué hacer. No sé cuánto tiempo le queda a Sebastien pero me sentiría horrible si no le diera la oportunidad.
— ¿Y los Gemelos?
—Son mis hijos. No me alejare de ellos. Pero no me meteré en la relación de Hanna y Sebas; esperare hasta que llegue mi momento.
Alex y Nick observaron con preocupación a su amigo; no se podían imaginar estar en su situación.
Amar a una mujer y verla todos los días con su esposo mientras tu solo eres un observador más.
— ¡Oye! ¿Y cuándo conoceremos a los gemelos? — Pregunto Nick cambiando de tema— son como nuestros sobrinos al igual que la pequeña Mely.
Ehan rio. Imaginarse como se comportarían sus amigos con sus hijos le daba alegría; ya podía ver como los gemelos, los manipularían para que los consintieran.
—Pronto amigo...pronto los conocerán.