Esta Vez Ella es el Caballero...

By itsmeurahara

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Historia ganadora de los "Premios Arcoiris 2017" en primer lugar con la categoría "De Todo" (actualmente está... More

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By itsmeurahara

—Entonces, ¿alguien tiene alguna pregunta?—Preguntó dirigente Zigor con cierta familiaridad hacia los caballeros. Estos se quedaron en completo silencio, en señal de que todos habían entendido el procedimiento.

Mientras que la guardia real se preparaba, el príncipe Andrea ya se encontraba en el asiento de la mesa en la que suponían estar los jueces del evento. Era de crucial importancia que todos y cada uno observaran delicadamente a los caballeros que participaran en la elección, pues esa persona sería quien garantizaría la seguridad de el futuro rey del reino de Cyrelth.

—Solo espero que mis ojos reales no presencien tanta violencia.—Dijo Andrea mientras que reposaba el mentón en la palma de su mano. Su mirada se concentraba en apreciar el destellante sol que adornaba aquél día.

En la ancha, fina y arreglada mesa de los aparentes jueces se encontraban Su Majestad el Rey Adolfo, Su Alteza Real el príncipe Andrea, Su Majestad la Reina Zenda, y por supuesto, el dirigente de la guardia real Zigor. Entre los cientos de espectadores se encontraban invitados especiales del reino, personal del castillo que se habían escabullido para presenciar el evento, entre otras personas.

—¡Pasen, caballeros!—Ordenó el dirigente, con voz firme. Él era un tipo alto, de unos cuarenta y tres años, con cabello castaño y ojos verdes. Su contextura era robusta y como si no fuera poco tenía una cicatriz que le atravesaba el ojo derecho—. Su Majestad, me he tomado la molestia de elegir a los mejores cinco caballeros de la guardia para de esta manera hacer la elección menos tediosa.—Aclaró.

—Espléndido, así me gusta, dirigente Zigor. Siempre supera mis expectativas.—Respondió El Rey, de alguna manera felicitándolo. Sus ojos azules le dirigían una mirada de confianza.

El primer candidato a ser el caballero oficial era nada más y nada menos que Wyn Hails. Athenea y él estaban de cuello a cuello en cuanto a empeño en la guardia real se trataba, pero desafortunadamente éste hombre le ganaba con respecto a la influencia y la posición social que poseía. No había casi ningún caballero que nunca hubiese oído su nombre o presenciado su gran fuerza; Wyn era casi como un ídolo de entre los caballeros del reino. Sus ojos marrones brillaron con tenacidad y procedió a realizar el saludo tradicional a la realeza. 

A los caballeros se les pedía realizar una serie de ejercicios físicos básicos, otros ejercicios de resistencia, pruebas de habilidad y rapidez, y por último, la prueba que no podía faltar en un caballero: la habilidad con su espada.

Posteriormente, la primera prueba dio inicio. Se trataba de esquivar la mayor cantidad de flechas y obtener el menor daño posible por parte de éstas. 

Aunque era verdad que para ése evento los cinco caballeros vestían sus armaduras pesadas y de cuerpo completo, en otros momentos solían vestir un uniforme adecuado con partes de armadura únicamente estando protegiendo el abdomen. Debido a esto, si las flechas llegaban a rozarle la armadura, contaría como un punto de daño.

Aproximadamente cinco flechas eran lanzadas por cada minuto, y el período de tiempo de éste ejercicio era de unos diez minutos; lo que significaba que Wyn debía esquivar cincuenta flechas en total.

Decidido, el caballero veía las veloces flechas que se aproximaban directamente hacia él. Al principio su agilidad burló a los objetos totalmente, pero en los últimos cinco minutos recibió un par de roces por parte de las rápidas flechas: en total, había tenido cinco puntos de daño.

Ése resultado era ciertamente impresionante para todos los presentes.

En las demás pruebas excedió todas las expectativas, pero su cansancio ya se dejaba mostrar. Para su mala suerte, llegó a el último examen con fatiga de sobra.

—Ahora, Su Majestad, el oficial que tiene más autoridad en la guardia real después de mí estará llevando a cabo la prueba con la espada—Zigor anunció—, el caballero real Lynen. Me imagino que Lynen no es ningún extraño para Su Majestad, debido a que después de todo es su caballero oficial.—El dirigente dijo hacia el Rey. Todo el mundo se pasmó en cuanto vieron a la alta figura aproximarse hacia el frente.

Si bien era cierto que una figura imprescindible de la guardia real era Wyn, alguien que estaba por encima de él no sólo en habilidad física pero también en influencia era Lynen Ennior, la mano derecha del dirigente Zigor. Él era un joven de veintisiete años que contaba con su altura impresionante: 1,91 centímetros. Nadie en el castillo era más alto que Lynen. Su cabello era de un color beige claro y su piel era de una tonalidad clara. Los ojos del chico eran de color avellana, y tenía varios lunares situados en su rostro. La contextura de Lynen era no tan robusta, pero era lo suficientemente fuerte para ser designado como caballero real. Aunque no trabajaba siempre de lado en lado con los caballeros del reino, la cantidad de autoridad que sostenía sólo por el hecho de ser un caballero real era impresionante.

Wyn Hails miró fijamente al hombre que se posicionaba en frente suyo. La tensión entre ambos se empezaba a armar, y en la atmósfera reinaba una rivalidad contundente.

El objetivo de Wyn era poder evitar ser tocado por la espada de Lynen a toda costa, más tocarle por lo menos una vez en el pecho o en cualquier otro punto vital con el filo de su espada (claro que de una manera leve). Adicionalmente y muy evidentemente, debía demostrar gran agilidad y dominio con su arma.

—¡Empiecen!—Zigor exclamó.

Apenas el hombre dijo aquella palabra, Wyn y Lynen sostuvieron sus espadas con firmeza y empezaron a calcular en silencio la estrategia que seguirían.

Los resultados de a prueba fueron muy impresionantes y, de nuevo, sorprendió a todos los presentes (hasta al mismo Lynen): Wyn había esquivado todas las estocadas del caballero real menos unas siete que no pudo evitar. Adicionalmente, Hails había logrado darle cuatro veces en diferentes puntos bajos. Esto podría parecer poco al principio, pero considerando lo habilidoso y reconocido que Lynen era, los resultados eran ciertamente extraordinarios.

Si fuera un duelo real te hubiese cortado la cabeza hace mucho.—Lynen pensó, retirándose del frente. Él albergaba un odio particularmente profundo hacia Wyn.

Asimismo, los siguientes dos caballeros tomaron parte en el evento. Resultados promedio surgieron de estos dos individuos, por lo que la realeza no estaba realmente impresionada.

De repente el turno de Athenea había llegado, lo que la tomó por sorpresa.

—Y por último, la caballero Wildmass.—Anunció Zigor.

—Espera, espera, ¿la caballero?—Preguntó con cierto desagrado Andrea. Miró hacia la figura que ahora procedía a inclinarse en su rodilla derecha para saludar a la realeza.

—Así es. Como usted puede ver, Su Alteza Real, ésta caballero es una chica.—Aclaró el dirigente mientras que Athenea se ponía de pie.

En cuanto a la prueba de las fechas, el rendimiento de la chica había sido increíble: todas y cada una de las flechas lanzadas las había esquivado, y como si fuera poco había atrapado unas tres en el aire antes de que le dieran a ella. Con respecto a las demás pruebas, Athenea excedió en todas estas. Su agilidad tan nítida y su amplio talento se mostraron por sí solos. Sin embargo, era irrefutable el hecho de que su espada fue su mejor aliada en éste evento.

Cuando le toco competir contra Lynen, una sonrisa se dibujó en ru rostro. El caballero real notó esto.

Eres una de las pocas personas a las que genuinamente respeto en este palacio, Athenea...pero no creas que te lo dejaré fácil.—Lynen pensó mientras que le ofrecía una sonrisa retadora a ella.

El duelo de ambos duró un poco más que los otros, puesto a que Athenea ya estaba cerca del nivel de Ennior. Para cuando habían terminado, Athenea había sido capaz de esquivar once estocadas por parte de Lynen, y le había dado seis roces en diferentes puntos bajos. Éstos eran los resultados más altos de la prueba con la espada de los cuatro caballeros.

Athenea...siempre estás un paso más adelante que yo.—Wyn pensó con molestia, mirando hacia la chica.

 —Su Majestad, ¿quién a su parecer ha sido el mejor caballero?—Preguntó el dirigente Zigor una vez que Wildmass había terminado. Ésta última se retiró de enfrente y fue a juntarse con Lynen y con los demás tres caballeros.

—A mí me parece que el caballero Hails y la caballero Wildmass han sido los mejores dos...—hizo una pausa y pensó por un momento—. Sin embargo, pienso que Wildmass es la indicada para garantizar la seguridad de mi hijo.—Declaró el Rey. Su tono de voz era imponente y daba la sensación como si no aceptaría que alguien le llevara la contraria.

Al decir esto, los ojos de Athenea brillaron. Nunca se había imaginado oír tales palabras por parte del propio Rey Adolfo. Por otro lado, una honesta sonrisa se dejó ver en el rostro de Lynen al escuchar los resultados.

—Estoy de acuerdo contigo, Adolfo.—Afirmó la Reina. La mujer mostraba una sonrisa de alivio sabiendo que su hijo tendría a una persona tan fuerte a su lado, aunque no le agradara demasiado la idea de que una mujer estuviera en la guardia real.

—En mi opinión, a pesar de que la idea que haya una mujer en la guardia real no sea muy...refinada, pienso que ha sido la caballero que ha dado su mejor empeño.—Confesó el príncipe, con un tono algo vacilante.

Ahora La Reina Zenda y el príncipe habían opinado, y aquél momento se sentía sumamente surrealista para la caballero.

—No se equivocan, realeza—el dirigente habló—puedo decir con firmeza que Athenea es la caballero número uno de la guardia real. Diariamente demuestra su gran esfuerzo, simplemente es la mejor.—Confirmó Zigor, lleno de orgullo.

—Así que se llama Athenea, ¿eh?—se dijo para sí mismo el príncipe Andrea—. Es un nombre de diosa.—Sonrió pícaramente. Aunque no podía apreciar las facciones de la chica desde aquella distancia, sabía que semejante nombre pertenecería a un rostro tan lindo como sus orígenes.

—¡Entonces está decidido!—exclamó Zigor con emoción—Una vez que realicemos la ceremonia y el juramento, ¡la caballero Wildmass será el caballero oficial del príncipe!

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