Estaba esperando a que me respondiera, pero por la actitud que mostraba claramente no me iba a responder. Por lo que le cogí del brazo y lo llevé a un sitio donde pusiéramos hablar tranquilos. Supongo que se dio cuenta que no sabía dónde ir y me llevo finalmente a su motorhome. Pensé que tendríamos que echar a Àlex, pero al final no había nadie ahí.
- Me puedes explicar que diablos te pasa – le dije, empezando la conversación ya que él se había quedado delante de mi sin decir nada.
- Nada – respondió sentándose en el sofá.
- Claro y yo soy monja – dije irónicamente -. Se puede saber porque te has ido después de que os diera la noticia, me pensaba que te alegrarías por mí.
- Y me alegro – dijo.
- ¿Y entonces porque te has ido? – le volví a preguntar.
- Lo necesitaba – respondió.
- ¿Por qué? – le pregunté.
- No quería decir ni hacer nada de lo que después me arrepintiera – respondió mirándome a los ojos mientras se levantaba y acercaba a mí.
- ¿Cómo que? – le volví a preguntar.
- Estas preguntona, hoy – dijo con una de sus sonrisas -. No sé.
- Venga ya – dije indignada -. De que te hubieras podido arrepentir. De darme un abrazo y felicitarme como el resto.
- No hubiera ido así – dijo, bajando la mirada.
- ¿Y que hubiera sucedido según tú? – le pregunté.
- Esto – dijo acercándose -. Felicidades princesa – y luego me beso. Me quede impactada, no sabía cómo actuar, si apártalo o seguirle el beso. Por una parte, quería seguirle el beso, llevábamos desde que nos conocimos esperándolo. Pero por otra, me venía a la cabeza Mack y sabía que no podía hacerle esto, y más después de lo que acababa de pasar. Por un momento le seguí el beso, pero después lo aparte.
- No, Marc, no puedo – le dije a la vez que le empujaba en el pecho para romper el beso -. No puedo hacerle esto a Maverick.
- Perdona – me dijo, dándose la vuelta.
- No – dije -. He sido yo la que ha insistido en que me mostrarás que hubiera sucedido.
- Si, pero yo lo he hecho, aun sabiendo que no debía – me dijo, acercándose otra vez.
- Y yo te dado pie a que lo hicieras – concluí -. Además, yo he seguido el beso, cuando tendría que haberte parado desde el primer momento.
- Pero ambos queríamos ese beso – me dijo, a menos de un palmo de mi cara -. Y no me puedes decir que no, porque lo he notado.
- Si, pero no está bien – dije nerviosa por lo cerca que se encontraba de mí.
- ¿Y eso impide que lo podamos hacer? – dijo acercándose aún más, nuestros labios estaban casi rozándose.
- No – dije por los nervios -. Quiero decir, sí.
- ¿Estás segura? – dijo con su mirada yendo de mis labios a mis ojos.
No me dio tiempo a responder cuando poso sus labios sobre los míos, esta vez sabía que no lo iba a parar. Esos besos eran ansiados por ambos, aunque yo sabía que estaba actuando mal, muy mal, no podía separarme de él como la primera vez.
Los besos siguieron por un buen rato, me tenía aprisionada contra la pared con lo que la excitación de ambos iba en aumento. Por lo que me cogió en brazos y yo rodee su cintura con mis piernas, entonces empezó a andar en dirección a la habitación. En ese momento fue donde reaccione viendo que no estaba haciendo lo correcto. Recordé a Mack y que era su novia, por tanto, no podía hacer eso. Tenía que terminar con lo que estaba pasando, aunque no sabía cómo hacerlo porque una cosa era no deber y la otra no querer.
Mientras iba pensando todas estas cosas, continuábamos besándonos. Pero al llegar a la cama fue cuando reaccioné por completo y me separé de Marc. No podía continuar por ese camino, no quería hacer daño a Mack.
- Marc, no puedo hacer esto – le dije, una vez nuestros labios se habían separado, pero el continuaba besándome el cuello -. Por favor, para – le dije, pero no me hacía caso él continuaba. Continuó a lo suyo, pero yo me baje de su cintura para terminar ya con todo -. Marc basta – fue entonces cuando paró, supongo que mi tono fue más duro de lo que quería, pero era la única forma de que parará.
- ¿Por qué? – me preguntó muy confuso.
- No puedo hacerle esto a Mack – dije mirándole a los ojos con arrepentimiento.
- Pero lo deseas – me dijo el sin seguir comprendiéndolo.
- Si... – dije bajando la mirada.
- ¿Pero? – me dijo levantándome la mirada.
- Pero no puedo – repetí -. Esta mal, él es mi novio.
- Si, pero no es a él al que deseas – me dijo.
- Me tengo que ir, me estará buscando – dije dándome la vuelta para irme, pero él me cogió del brazo e hizo que me girará y me beso. Fue el mejor beso que me habían dado en la vida.
- Para que pienses en mi – me dijo, soltándome del brazo y yo me fui al encuentro de Mack, sin quitarme de la cabeza lo que acababa de suceder.
Salí del motorhome de Marc, un poco en shock. Iba al encuentro de Mack por inercia en realidad no sabía a donde me dirigía solo quería encontrarlo. Llegue a su motorhome no sé cómo, pero casi me llevo por delante a medio Paddock. Él estaba dentro esperándome con la cena, por lo que me había dicho que iba, en cambio yo había ido a hablar con Marc y había terminado liándome con él.
- Rosa, amor, ¿Dónde te habías metido? Llevo esperándote media hora por lo menos – me dijo con una sonrisa en la boca. Yo no era capaz de sonreír solo me venía a la cabeza lo que había ocurrido con Marc.
- Me despistado, perdona – dije sin mirarle en todo el rato.
- ¿Todo bien? – preguntó preocupado.
- Si, si, solo estoy cansada nada más. ¿cenamos? – dije.
Cenamos sin hablar mucho, él intentaba entablar una conversación, pero yo solo le respondía con monosílabos. No me podía quitar de la cabeza lo que había hecho y me sentía fatal por ello. Sabía que con Mack todo había ido bastante rápido, mucho más de lo normal, pero no podía haberle hecho eso, yo no era así. Lo que pasaba era que con Marc todo era diferente, él era una debilidad para mí.
Después de cenar nos fuimos a la cama pronto por el test que tenía al día siguiente y que yo me iba pronto para llegar a tiempo para ir al menos a una de las clases que tenía. Pero las intenciones de Maverick no eran las de irnos a dormir, sino que quería fiesta, pero yo no estaba de humor para nada, aunque le dije que estaba cansada, por lo que al final solo fueron cuatro besos y a dormir.
A la mañana siguiente, me desperté antes de que el despertador sonará por lo que Mack aún no se había despertado y se me ocurrió que para "compensarle" mi mal humor de la noche anterior, me coloqué encima de él que estaba boca arriba con mucho cuidado de no despertarlo y empecé a darle besitos por toda la cara.
Se despertó con una sonrisa, cuando uno de los besitos paso por sus labios, este se intensificó y termine yo debajo de Mack. Entre beso y beso terminamos haciéndolo, esta vez fue mucho mejor, ya que mi cuerpo se estaba adaptando y ya no me dolió.
Nos preparamos y fuimos a desayunar donde estaban todos esperándonos. Sobre todo, me esperaban a mí para despedirse, aunque nos veríamos en breves ya que yo terminaba el curso y viajaría a todos los GPs con ellos.
El desayuno paso demasiado rápido, tanto que por poco no llego a coger el tren, el cual me llevaron Carlota y Laura a coger. Durante el camino con el coche no hablamos nada, pero al llegar Carlota me quiso acompañar a coger el tren, pidiéndole a Laura que la esperara en el coche.
- ¿Qué te pasa, te veo muy pensativa? Es raro que en todo el trayecto no hayas dicho nada – me preguntó una vez Laura ya no nos podía oír.
- Es largo de contar, en el próximo GP te cuento – le dije -. Aún tengo que reflexionar sobre ello y tomar una decisión.
- Me estas asustando Rosa – dijo Carlota con preocupación.
- No es nada, solo paranoias mías – le dije para tranquilizarla -. Pero si no te tienes que quedar tranquila esta tarde te llamo y te cuento.
- Mejor, aunque ahora me vas a tener en ascuas todo el día – dijo con una sonrisa.
- Entonces hablamos a la tarde – nos despedimos y nos dimos un abrazo. Yo fui a coger el AVE, que salía en breves rumbo a Lleida, donde tendría que pasar por casa a dejar las cosas e irme a la facultad para llegar al menos a la última clase.
Al llegar a Lleida tuve la suerte de que justo cuando llegue paso el tren que me dejaba cerca de casa. Llegué a casa que aún estaban las chicas preparándose para ir a clase, al final llegaría a la segunda clase, deje las cosas y las esperé para ir las cuatro juntas. Por el camino me preguntaron que tal el fin de semana y yo les respondí que tenía mucho que contarles, pero que esa tarde se lo contaría todo, junto a Carlota por Skype así no me hacía falta explicarlo dos veces y todas me podían dar su opinión juntas.
Llegamos a clase y como no los chicos se acercaron a hablar con nosotras, siempre nos juntábamos nosotras cuatro y los chicos de clase, aunque más de una vez otras chicas venían con nosotras, algunas por interés y otras porque eran amigas. Como no salió el tema del GP de Catalunya, todos sabían que iba, lo que no sabían era que al final la entrada que tenía la había vendido porque había estado con Mack.
Lo que era extraño es que ninguno me preguntará por el colgante del 25, no hacía ni un mes, pero normalmente se fijaban en los pequeños detalles y sobre ese no me habían dicho nada. Les expliqué que había estado por Paddock durante todo el gran premio, pero omití que estuve allí por ser la novia de Mack, si alguien se llega a enterar eso va a ser un caos.
Por desgracia, Martí si que se había fijado en el colgante por lo que me pregunto, delante de todos, el porqué de llevar el 93 y el 25, si eran dos rivales que no se llevaban muy bien. Para mi suerte en ese momento entro la profesora para empezar la clase, por lo que con un poco de suerte al terminar la clase se habrían olvidado del colgante.
Pero no tuve esa suerte, al terminar la clase me volvieron a preguntar y yo no sabía cómo salir de esa, por lo que miraba a las chicas para que me echaran una mano, no podía contarles que estaba saliendo con Maverick Viñales dado que aún era un poco secreto solo lo sabían las chicas y medio Paddock, pero de momento no queríamos una relación publica, él quería mantenerme un poco apartada de los medios.
Justo cuando me iba a inventar la mayor trola que había contado en mí vida, empezó a sonarme el móvil, lo que me pareció realmente extraño. Normalmente un lunes por la mañana no llamaba ni dios por lo que mire quien era.
Me pareció muy extraño que me llamará justo en ese momento, ya que sabía perfectamente que estaba en clase y que lo más probable es que no le contestará en ese momento, por lo que al ver su nombre me preocupe y pensé en lo peor, por ese motivo les dije que las chicas les contarían porque llevaba ambos collares y yo salí de la aula para responder a la llamada, preocupada porque había podido pasar.
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Hola chic@s,
Después de casi tres semanas aquí os traigo un capítulo que espero que os guste. Como recompensa por no subir capítulo en dos semanas, este domingo haré un pequeño maratón de 2-4 capítulos, aunque decidme si preferís que haga otra cosa.
Dejadme en comentarios que os ha parecido el capítulo y no olvidéis darle a la estrellita.
Besos y gas.