Capítulo 35

403 22 3
                                    

Estaba esperando a que me respondiera, pero por la actitud que mostraba claramente no me iba a responder. Por lo que le cogí del brazo y lo llevé a un sitio donde pusiéramos hablar tranquilos. Supongo que se dio cuenta que no sabía dónde ir y me llevo finalmente a su motorhome. Pensé que tendríamos que echar a Àlex, pero al final no había nadie ahí.

- Me puedes explicar que diablos te pasa – le dije, empezando la conversación ya que él se había quedado delante de mi sin decir nada.

- Nada – respondió sentándose en el sofá.

- Claro y yo soy monja – dije irónicamente -. Se puede saber porque te has ido después de que os diera la noticia, me pensaba que te alegrarías por mí.

- Y me alegro – dijo.

- ¿Y entonces porque te has ido? – le volví a preguntar.

- Lo necesitaba – respondió.

- ¿Por qué? – le pregunté.

- No quería decir ni hacer nada de lo que después me arrepintiera – respondió mirándome a los ojos mientras se levantaba y acercaba a mí.

- ¿Cómo que? – le volví a preguntar.

- Estas preguntona, hoy – dijo con una de sus sonrisas -. No sé.

- Venga ya – dije indignada -. De que te hubieras podido arrepentir. De darme un abrazo y felicitarme como el resto.

- No hubiera ido así – dijo, bajando la mirada.

- ¿Y que hubiera sucedido según tú? – le pregunté.

- Esto – dijo acercándose -. Felicidades princesa – y luego me beso. Me quede impactada, no sabía cómo actuar, si apártalo o seguirle el beso. Por una parte, quería seguirle el beso, llevábamos desde que nos conocimos esperándolo. Pero por otra, me venía a la cabeza Mack y sabía que no podía hacerle esto, y más después de lo que acababa de pasar. Por un momento le seguí el beso, pero después lo aparte.

- No, Marc, no puedo – le dije a la vez que le empujaba en el pecho para romper el beso -. No puedo hacerle esto a Maverick.

- Perdona – me dijo, dándose la vuelta.

- No – dije -. He sido yo la que ha insistido en que me mostrarás que hubiera sucedido.

- Si, pero yo lo he hecho, aun sabiendo que no debía – me dijo, acercándose otra vez.

- Y yo te dado pie a que lo hicieras – concluí -. Además, yo he seguido el beso, cuando tendría que haberte parado desde el primer momento.

- Pero ambos queríamos ese beso – me dijo, a menos de un palmo de mi cara -. Y no me puedes decir que no, porque lo he notado.

- Si, pero no está bien – dije nerviosa por lo cerca que se encontraba de mí.

- ¿Y eso impide que lo podamos hacer? – dijo acercándose aún más, nuestros labios estaban casi rozándose.

- No – dije por los nervios -. Quiero decir, sí.

- ¿Estás segura? – dijo con su mirada yendo de mis labios a mis ojos.

No me dio tiempo a responder cuando poso sus labios sobre los míos, esta vez sabía que no lo iba a parar. Esos besos eran ansiados por ambos, aunque yo sabía que estaba actuando mal, muy mal, no podía separarme de él como la primera vez.

Nothing feels like you (Marc Márquez)Where stories live. Discover now