Mala influencia®

Autorstwa teensspirit

45.5M 3.1M 3.5M

YA EN FÍSICO. La irresistible tentación está ahí: para los dos. En medio de todo el desastre, tuvimos que enc... Więcej

Prólogo
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capitulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Epílogo
Fin
YA EN FÍSICO

Capítulo 12.

812K 58.9K 62.1K
Autorstwa teensspirit


EROS.

Cuando Reese me pregunta que qué narices hago registrando en el despacho de su padre me doy cuenta de que la he cagado pero bien. No suele ser muy curiosa, pero en un caso así, se que por mucho que intente desviar el tema encontrará alguna salida para volver a sacarlo y descubrir qué está pasando. Observo una vez más su vestuario preguntándome cuánto tiempo tardaría en arrancarle la ropa y ponerla sobre el escritorio. Su vestido blanco se ciñe a todas sus curvas y los tacones le hacen las piernas más largas de lo que ya las tiene. Aparto esa idea tan tentadora de mi mente y le sonrío.

-Aclarando unos asuntos. Nada importante.

Levanta una ceja.

-Sé que piensas que soy una cría, pero no soy imbécil. Y no voy a dejar pasar por alto el hecho de que estas registrando a hurtadillas en el despacho de mi padre sin que me des una explicación razonable. -hace un impulso y se sienta sobre la mesa mientras se mira las uñas como si acabara de decir algo muy inteligente. La idea de antes regresa a mi mente cuando veo ahí sentada.

-Mira princesa, no tengo ganas de discutir. -digo tranquilamente acordándome de la ultima vez que hablamos. Saco el móvil del bolsillo y le hago fotos a los archivos para poder leerlo más tarde y más tranquilamente.

Tengo que admitir que ha sido bastante doloroso ver las fotos de los cadaveres. Pero lo fue más aún verlos en persona. Y sobre todo cuando te culpan a ti y te obligan a pasar toda tu vida en el reformatorio. La ley es una auténtica mierda. Tengo que encontrar al culpable de todo lo antes posible. Suspiro y noto como las ganas de venganza corren por mis venas. Aprieto los puños con fuerza.
Contrólate Eros.

Sacudo ligeramente la cabeza sacando esas imágenes y pensamientos de mi mente.

Reese está con el ceño fruncido. Pero no por mi. Salta de encima de la mesa de madera caoba y se acerca a ver un archivo que está encima del mueble, junto a un jarrón blanco el cual tiene una flor de plástico rosa dentro y el cual da un aspecto bastante cutre. Lo hojea entre sus manos, totalmente absorta. No esperaba para nada que se comportara así y sinceramente, me ha sorprendido. A decir verdad, me esperaba un caos total. Gritos, insultos y pelea, lo que suelen ser nuestras conversaciones del día a día. Sin embargo creo que por primera vez se ha comportado con algo de madurez.

-Es el archivo de la muerte de mi madre... -murmura. Está pálida. Las manos le tiemblan al pasar la hoja. Muerde inconscientemente su labio inferior y su barbilla tiembla ligeramente. Es la primera vez que menciona a su madre desde que la conozco. No tengo ni puta idea de lo que pasó, pero tampoco he tenido intención de descubrirlo.- No... no lo entiendo. Se supone que mi madre murió por una enfermedad... Yo estaba allí. Yo la vi.

Cierro mis archivos con cuidado. Me asomo a ver el archivo de Reese y observo una foto de una mujer pálida y tumbada en el suelo, observándola bien descubro que sus facciones son muy similares a las de Reese. Es su madre. Sophia Russell.

-No puede ser...-la voz de Russell se quiebra. Un sollozo se escapa de ella, pero no llora. Me mira y sus ojos reflejan el dolor en los míos. Intento descubrir que sucede y ella parece leerme la mente cuando señala una frase con el dedo.

Causa de la muerte: intoxicación de gas aéreo. Falta de oxígeno y ahogamiento.

Ni de coña. Esto tiene que ser una jodida broma. Me llevo las manos a la cabeza y las entrelazo en mi nuca.

¿Debería decírselo?

Reese parece que está en shock. A penas se mueve y comienzo a preocuparme. Yo también pienso en lo que acabo de leer, debatiendo conmigo mismo si será una casualidad. Creo que merece saberlo. Sin decir nada, vuelvo a abrir mis archivos, buscando la página exacta. Le tiendo el informe señalando el párrafo. Ella tampoco dice nada. Solo lee y una vez acaba, parece sorprendida. Traga saliva y respira hondo. Por un momento creo que sus pechos pueden salirse por el escote de su vestido blanco. Pero tampoco me concentro mucho en eso dada la situación.

-¿Son... Son tus padres? -pregunta sorprendida, con delicadeza.

Asiento con la cabeza.

-Y mi hermana.

Los cuales murieron por la misma causa.

-Es mucha coincidencia... -niega con la cabeza.- Mira las fechas.

Ambos deambulamos por las pequeñas letras escritas a máquina de los expedientes.

-Veinte de junio. -decimos a la vez.

Nos miramos. Ella observa mi rostro, seguramente buscando algo que le indique que todo se trata de una broma. Yo hago lo mismo, deteniéndome en sus labios rosados y húmedos, que me llaman a gritos. No sé qué diablos me está pasando con ella. Ni si quiera en un momento así puedo sacarla un instante de mi jodida cabeza.

-Hay que hablar esto con Bruce. -digo decidido.

-¿Y que le decimos? -Reese se lleva las manos a su cabeza, tirando ligeramente de su pelo. Sus enormes ojos observan la habitación distraídos.

-La verdad. Omitiendo la fiesta y también que yo me encontraba aquí antes de que tú entraras. Simplemente le preguntas sin dar mucho detalle de cómo pasó. -me mira con cara de terror e incredulidad.- No va a ser fácil, pero si sencillo.

-De acuerdo. -acepta. Y no pregunta nada más. Supongo que habrá deducido lo que estaba haciendo antes de que ella entrara.

-Vámonos de aquí. Esta es tu fiesta, tienes que disfrutar.

Guardo todos los archivos tal cual me los encontré y dejo todo meticulosamente colocado en su sitio. Salimos del despacho y me aseguro de cerrar la puerta con llave. Rodeo la cintura de Reese con un brazo por seguridad y noto como se tensa. Luego observo el mensaje amenazador que hay escrito en la pared y también le tomo una foto. Esto ya es demasiado, ni si quiera se como puede dormir tranquila. Después miro el agujero de bala en la pared y me vuelvo para ver por detrás de mi en el pasillo, solo por prevención. Me vuelvo a girar y descubro que Reese camina con la mirada baja. Tiene las pestañas larguísimas y eso que no va maquillada. Estamos a punto de bajar las escaleras cuando nos topamos con Ariadna de frente. Joder, está chica me aparece hasta en la puta sopa.

-Hola. -responde al instante, puedo notar su nerviosismo. Suelto la cintura de Reese, aún que en realidad no me gustaría haberlo hecho. La música de fuera se escucha aquí dentro.

-¿Que haces aquí? Se supone que nadie podía entrar. ¿A caso no lo dije bien claro? -Reese se dirige a ella con un tono agresivo. Me sorprende pero no digo nada.

-Solo... -carraspea y pestañea, algo sorprendida también por su tono de voz.- Solo he subido a buscaros, vamos a jugar a la botella y a otras cosas. ¿Queréis venir?

Miro a Reese. Ella me mira.

-Ahora vamos. -respondo en su lugar.

-Está bien. Voy... yendo. -dice bajando las escaleras. Nadie la mira. Después se va. Reese sigue con la mirada baja, avergonzada.

-Eh. -digo para llamar su atención.

-No sé si voy a ser capaz de pasármelo bien después de todo lo que acaba de pasar... -levanta la vista y mi corazón palpita más fuerte.- Quién sea que me ha disparado está en esta fiesta. Además lo de mi madre...

-Te juro que no te va a pasar nada en lo que queda de noche.

-¿Como puedes estar tan seguro? -pregunta frunciendo los labios.

"Porque pienso protegerte como si mi vida fuera en ello y no pienso perderte de vista."

-Tan solo confía en mi. -contesto en su lugar. Hago una pequeña pausa.- Unos cuantos chupitos de tequila y ya no tendrás que preocuparte de nada. -no sé si la habré convencido, pero al menos consigo que ponga los ojos en blanco, algo más animada.- Mañana resolveremos todo.

Asiente con la cabeza y ambos bajamos hasta la cocina, saliendo al exterior. La música vuelve a inundar nuestros oídos. No sé qué canción es, pero la gente baila pegada y mojada entre ellos. Hay incluso más personas que antes. Reese se separa de mi para ir con su grupito de amigas que la reciben con una sonrisa. Enseguida le quita el vaso a una y vierte el líquido en su boca. Sonrío. Corre una brisa típica de verano, con olor a mar, e inspiro tranquilamente. Después me pregunto si de verdad la misma persona que mató a mis padres lo hizo con la madre de Reese. Y si ella va a poder digerir todo esto. Siempre va haciéndose la fuerte, pero no se hasta qué punto puede fingir.

-¿Quién soy? -unas manos cálidas me tapan los ojos desde detrás.

-Mocosa.

La risa de Peyton hace eco en mis oídos. Y se coloca enfrente de mi. Lleva su biquini negro atado al cuello y está mojada, se ha bañado. Su pelo color carbón cae en mechones empapados por encima de sus hombros.

-¿Se puede saber dónde estabas? "Solo espérame aquí un momento" -dice imitando mi tono de voz.- ¡Ya! Y luego apareces con tu querida protegida una hora después... A mí no me engañas, Douglas.

Suelto una carcajada.

-Tan solo estaba cumpliendo parte del plan. -hago una pequeña pausa en la que compruebo que Reese sigue en su sitio.- ¿Sabes algo más de Diego y de Simon?

-No tengo ni idea, no me gusta ir por esos lugares. Diego se escapó y me lo dijo.

-¡Chicos! -una voz nos llama desde detrás, interrumpiendo la conversación, y ambos nos giramos. Es Lily.- ¡Venir a jugar!

Cuando nos acercamos, me coge del brazo y baja el tono de voz.

-¿Podemos hablar un momento?

Asiento y nos alejamos un poco. Veo que Reese nos está mirando un poco confundida y con el ceño fruncido mientras todos se colocan en círculo.

-¿Que pasa?

-Es solo que hace tiempo que no hablamos, y bueno, creo que nos hemos distanciado un poco. -dice casualmente.- Podríamos quedar algún día para tomar algo... -pronuncia avergonzada. Me sorprende que me lo pregunte, así que no sé qué cara pongo.- Si no quieres no pasa nada...

-Me encantaría, pero sabes que no puedo dejar sola a Reese. -digo como excusa.

-Puedo preguntar si hay... -se lo piensa unos momentos.- ¿Hay algo entre vosotros? No quiero interrumpir nada, y Reese es demasiado orgullosa como para admitir algo así, me enteré de que salía con Justin una semana después de que fueran novios, y soy su mejor amiga.

Por alguna extraña razón, el comentario de Justin me cabrea. Tengo la suerte de haber aprendido a controlar mi temperamento, porque si no ya estaría en la cárcel. Vuelvo a mirar a Reese y su mirada choca con la mía, la desvía hacia abajo. Suspiro.

-No somos absolutamente nada. Ni lo seremos, ella solo es parte de mi trabajo. -murmuro más duro de lo que pretendía sonar, pero creo que ha sido más para convencerme a mí mismo que a ella.

-Está bien... -dice algo extrañada.- Volvamos.

Cojo un vaso rojo de camino y lo relleno de vodka blanco. Luego le añado un poco de zumo. Cuando llego, todos están sentados en el suelo, al lado del borde de la piscina, en medio del círculo guardan las botellas de alcohol y de vez en cuando beben. Me siento al lado de Karol ya que hay un hueco y alguien gira la botella, apuntando hacia mi.

-¿Verdad o desafío, Eros? -pregunta una chica morena con los ojos achinados, una amiga de Reese.

Me sorprendo por la estupidez que me acaban de preguntar. ¿Después de tanto tiempo la gente sigue jugando a este juego? Qué infantil.

-No puedo creer que vaya a jugar a esta mierda. -murmuro bajo pero lo suficientemente alto para que me oigan. Se ríen. Menos Reese, claro. Parece enfadada.

-Nadie te está obligando. -responde ella.- Te puedes ir si quieres.

No sé qué narices ha pasado para que su actitud cambie tan radicalmente de un momento a otro. Decido ignorarla y le sonrío a su amiga.

-Desafío.

-Hum... Tírate a la piscina con ropa.

Ariadna pone los ojos en blanco.

-Vaya mierda de desafío, Sam. -se queja.- La próxima vez me toca mi. -me dice moviendo las pestañas.

Me encojo de hombros antes de lanzarme de cabeza a la piscina bajo la atenta mirada de todos. Las rondas siguen pasando y la gente se reta a preguntas incómodas, sobre sexo o a desafíos en los que solo se retan a besarse entre ellos o a algún desconocido. Pillo a Reese mirándome de reojo varias veces, pero no le digo nada. Vuelven a girar la botella, esta vez, apunta a Russell.

-¿Verdad o atrevimiento?

-Verdad. -dice orgullosa.

-Que raro... -digo irónicamente para hacerla rabiar y devolverle la de antes. Sus ojos se clavan en los míos como espadas.

-Está bien, desafío. -se encoge de hombros, indiferente.

Todos clavamos la mirada sobre ella. Hasta que Ariadna habla.

-¿A que no te atreves a besar a Eros? -pregunta con voz venenosa antes de mirarnos a ambos. Ahora, todas las miradas están fijas en nosotros. Puedo notar desde aquí como se le acelera el pulso y traga saliva. Me mira, esperando a que yo diga algo. Le sonrío. No pienso sacarla de esta.

*******

1.- Weeeee os habéis quedado con las ganas yo lo sé ✌︎('ω'✌︎ )

2.- Vaya kk d vídeo el d la kiki.

3.-Lo siento mucho si no contesto a todos los comentarios pero es que ¡hay un montón xd! (Por cierto muchísimas gracias, me encantan todos, y me río mucho con algunos)

4.-Hoy vengo con un poco de publicidad de mi otra novela:

Si os gustan los badboys y no sabéis que leer podéis darle una oportunidad, ya está completa❤️

6.-Muchiiiiiisimas gracias a todxs, ¡¡sois lxs mejores!!❤️💛💚💙💜💗

7.- Nadie se dio cuenta de que falta el num. 5? JAJAJAJAAJAJ

8.-Ya me voy que se me está haciendo muy largo.

Czytaj Dalej

To Też Polubisz

3.7K 101 4
Jake es un joven con un pasado oscuro: tras la muerte de sus padres, no le queda nadie en el mundo salvo su hermana Hillary, una pequeña de la que lo...
3.1K 422 55
La vida de Ángela da un vuelco cuando se ve obligada a mudarse con el nuevo marido de su madre y su hijo, quien parece odiarla. Ella, que odia los ca...
310K 15.4K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
198K 7.5K 54
Thiago es un chico de 22 años que vive solo con su hermana pequeña. Sus padres lo abandonaron y él tuvo que cuidar de su hermana, se convirtió en un...