El árbitro hizo sonar su silbato marcando el final del partido. Victoria del instituto Eastern contra los chicos de WestBank por tres goles a uno.
Los vencedores en seguida se retiraron del campo celebrando su victoria. Este partido les haría clasificarse para la copa entre institutos que se jugaba en primavera, y los chicos de Eastern no estaban dispuestos a quedarse a las puertas de la final otro año más. Ese año sería diferente.
—Gran partido, chicos. —dijo el capitán, Harry Styles, ya en los vestuarios —. ¡Les hemos pateado el culo a esos cabrones!
El vestuario se llenó de ruido tras sus palabras. Todos en seguida empezaron a desprenderse de sus sudados atuendos para meterse en las duchas y, después de cambiarse, salir por ahí ha celebrar que habían ganado. Louis, en cambio, empezó a recoger sus cosas para salir de allí.
—¡Tomlinson! —la voz de Harry le hizo girarse—. Enhorabuena por los dos goles tío, ¡hoy has jugado como nunca!
—Gracias. —el oji-azul contestó asintiendo con la cabeza y volvió a darse la vuelta dándole la espalda al capitán.
—¿No me digas que te vas como siempre? ¡Hoy no puedes irte! Vamos a ir al Funky Buddha ha celebrar que nos hemos clasificado, ¡Y tú no puedes faltar!
Louis se colgó su bolsa de deporte al hombro y miró hacia Harry. El capitán del equipo era castaño, con el pelo lleno de rizos rebeldes y unos preciosos ojos verdes, aunque a veces podían parecer azules. Su cuerpo estaba bien formado, ya que hacía mucho deporte, y era bastante alto y atractivo. Nada que ver con él, era más bajito y, aunque tampoco estaba mal, tenía un enorme trasero más propio de una chica.
—Tengo prisa. —contestó caminando hacia la puerta para salir de allí.
El chico de rizos se quedó observándole mientras salía del vestuario. Louis Tomlinson era alguien muy peculiar. Siempre iba solo por el instituto, con esa mirada perdida y ese halo misterioso que le envolvía. Nadie había visto nunca que tuviera un amigo ni que saliera con ninguna chica, a pesar de tener a medio instituto babeando por él con ese cuerpo de deportista y sus ojazos celestes.
Además, siempre que terminaba un partido o los entrenamientos, Louis nunca se quedaba a ducharse con los demás en el vestuario y siempre que entraba al baño se encerraba en uno de los cubículos, aunque a nadie le sorprendía ya la actitud del joven. Siempre había sido así, lo raro en él sería que actuara como un chico normal.
Aquella noche Harry Styles y todos los chicos del equipo de fútbol de Eastern celebraron su victoria en el Funky Buddha, una de las discotecas más famosas de allí, aunque pocos se acordarían de la fiesta al día siguiente.
Louis, por su parte, volvió caminando a casa como siempre hacía. En cuanto llegó se despredió de su equipación para darse un baño relajante. Después de los partidos le gustaba estarse un buen rato en la bañera dejando a sus músculos descansar. Era el momento perfecto del día para evadirse del mundo y pensar con tranquilidad. Cuando terminó enrolló una toalla en su cintura y salió del baño para caminar a su habitación. Se puso ropa interior limpia y unos pantalones de chandal cómodos.
—Toc, toc, ¿puedo pasar? —Oyó una voz tras la puerta.
—Pasa. —contestó tirándose en la cama.
Su hermana Elizabeth entró a la habitación con una gran sonrisa y se sentó a su lado mirándole expectante.
—¿Qué tal el partido? ¿Habeis ganado?
Louis la miró formando una sonrisa. Se incorporó en la cama y abrazó a la chica para después besar su frente. Su hermana era lo que más quería en el mundo, siempre habían estado muy unidos desde niños. Ella tenía dos años menos y para él era su princesa, a la que tenía que proteger de los malvados principes rompe-corazones.
—Sí, hemos ganado. —contestó dedicándole una sonrisa —. He marcado dos goles...
—¡Enhorabuena!
La chica puso una enorme sonrisa entusiasmada y se tiró encima de su hermano abrazándolo.
—Eli, me aplastas.
—Perdón, perdón, lo siento —La chica se echó a un lado —Es que estoy muy orgullosa de tí.
Louis la abrazó dejando que apoyara la cabeza en su pecho. Elisabeth no era sólo su hermana, era su todo. Su única amiga, su única familia, la única persona que le conocía de verdad. A veces cuando sentía que ya no podía más, que las cosas le superaban, ella era lo único que le daba fuerzas para seguir adelante.
Los ojos de Louis poco a poco fueron cayendo por el cansancio y ambos no tardaron en caer en los brazos de morfeo así, abrazados.
~~~~~~~
Harry se despertó tarde aquel sábado, cansado y con ojeras bajo sus ojos. Sus párpados luchaban por abrirse pero la brillante luz que entraba por la ventana no se lo permitía. El sonido lejano de voces fuera de su habitación retumbaban en su cabeza como un molesto zumbido. Si no fuera por que la resaca le tenía echo polvo, bajaría a la planta de abajo y mataría a sus ruidosos compañeros de piso.
El día anterior se había pegado una buena borrachera, de eso estaba seguro, pero no se acordaba de nada de lo que sucedió a partir de las cuatro o cinco copas.
Entonces sintió su esófago arder y le entraron náuseas. Tuvo que correr rápidamente al cuarto de baño intentando aguantar las arcadas que le venían. Apenas le dio tiempo a abrir la tapa del váter cuando ya estaba vaciando su estómago por completo en él. Mientras vomitaba oyó como unos pasos se acercaban y entraban en el baño. Cuando hubo terminado levantó la cabeza para ver de quién se trataba.
—¿Estás bien, bro?
Harry simplemente miró a Liam asintiendo y cogió un poco de papel para limpiarse la cara.
—Ayer me pasé un poco bebiendo, nada más —contestó inclinándose hacia el lavabo para enjuagarse la boca, la cuál le sabía a rayos.
—Y tanto que te pasaste... —el chico se frotó la nuca mirando a su amigo a través del espejo—. Al entrenador no le va a gustar nada enterarse de esto, Harry.
—Que le jodan, no estoy para sermones hoy.
—Harry, hablo en serio, tienes que dejar de beber así o acabarás mal. Te estas jugando el puesto de capitán y, sobre todo, tu salud.
La expresión del chico de rizos se endureció y se giró para mirar a Liam con rabia en sus ojos.
—¡Te he dicho que no estoy para sermones, joder! ¡No necesito tus estúpidos consejos!
Liam no dijo nada cuando Harry salió del baño azotando la puerta trás de sí. El oji-verde era su amigo desde que tenía uso de razón. Siempre habían estado juntos y habían sido inseparables hasta esos momentos pero, desde un tiempo atrás, Harry había comenzado a cambiar.
Cuando salían de fiesta bebían y se lo pasaban bien, pero todo cambió cuando aquello se volvió indispensable para Harry. El alcohol pasó de ser una diversión de fin de semana a ser una necesidad diaria, y Liam estaba comenzando a preocuparse realmente por su amigo. El sueño de ambos siempre había sido ser futbolistas profesionales, y el chico de rizos estaba a punto de tirarlo todo por la borda.
Salió del baño y bajó las escaleras hasta la cocina del piso que compartía con tres de sus compañeros de equipo: Zayn, Niall y Harry; que también eran sus mejores amigos. Cuando entró el ambiente era tenso. Zayn y Niall se encontraban lavando los platos en silencio, mirándose el uno al otro de vez en cuando con expresión seria. Harry, por su parte, se encontraba sentado en un taburete alto junto a la barra; bebiendo un vaso de zumo con el mismo mal humor con el que había salido del baño.
Liam entendía lo que ocurría, ya que la noche anterior había presenciado la escena por la cual todos se encontraban así, aunque dudaba que Harry recordara lo ocurrido.
—Hay tostadas y croissants —le indicó Zayn señalándole los platos que reposaban encima de la mesa.
Él solo cabeceó asintiendo y cogió una tostada para pegarle un bocado. Quería hablar con Harry, pero sabía que el oji-verde no estaría dispuesto a escucharle en ese estado. Ambos desayunaron en silencio sin ni siquiera mirarse y el chico de rizos no tardó en irse de allí. Liam miró a Zayn y Niall, y el rubio agachó la cabeza.
—¿Qué vamos a hacer con él? —preguntó el moreno apoyándose en la encimera con un brazo.
—No lo sé, pero no podemos dejar que siga cagándola así. Lo de ayer ya fue demasiado...
Liam miró a Niall, el cuál permanecía callado recordando lo ocurrido. Se podía notar el tono morado y verdoso del moratón que tenía bajo uno de sus ojos, aunque había intentado maquillarlo para que no se notara tanto.
—¿Te duele? —preguntó Liam acercándose a él para verlo mejor.
—Un poco —el rubio se toco la zona del golpe —. Creo que él no se acuerda de nada... Y más que el golpe me duele el pensar que Harry esté así, no me puedo creer que ayer intentara... Eso...
La cocina se quedó en silencio, todos habían presenciado la escena la noche anterior. Zayn sentía mucha rabia por dentro hacia Harry, ¿cómo se le había podido ocurrir intentar arovecharse de Niall? Iba totalmente borracho pero... Eso no era justificación.
*Flashback*
La música sonaba a todo volumen, retumbando en los oídos del rubio. Estaba un poco mareado y quería salir de la discoteca, pero unos brazos alrededor de su cintura no se lo permitían.
—¡Suéltame! —gritó por tercera o cuarta vez intentando zafarse del agarre—. No quiero bailar, ¡estás muy borracho Harry!
—No, baila conmigo —contestó el de rizos como un niño pequeño mientras seguía bailando y moviendo sus caderas—. Vamos a pasarlo bien.
Niall siguió intentando separarse pero Harry le pegó aún más contra él y comenzó a besar y morder su cuello. El rubio miraba hacia los lados intentando encontrar caras conocidas que le pudieran salvar de aquello. Pudo ver a los chicos no muy lejos pero en ese momento no miraban hacia donde estaba él.
Harry de un momento a otro le hizo girar la cara con la mano y le sujetó por las mejillas para besarle con deseo. Ni el mismo sabía cuantas copas llevaba encima, pero no era consciente de sus actos. Niall le pegó un fuerte empujón, haciéndole separarse y que su espalda chocara con la pared, lo que no le gustó demasiado al oji-verde.
—¡Hijo de puta! —gritó abalanzándose contra él y pegándole un puñetazo en la cara.
Niall se llevó la mano a la cara completamente adolorido. El chico de rizos levantó el puño para pegarle de nuevo pero unos fuertes brazos le detuvieron.
—¡¿Qué coño haces Harry?! —gritó Liam.
*Fin del flashback*
---------------------------------
Holaa!! Aquí está el primer capítulo ^^
¿Qué os parece? ¿Qué creeis que oculta Louis? ¿Y qué opinais de Harry y suproblema con el alcohol?
Comentad y votad si quereis que la siga. El próximo viernes subo el capítulo dos, muchos kisses :) -Faty