Nuestra Segunda Oportunidad...

By Lynsori

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Si tu hermano te afirmara que se acostó con tu prometida. ¿Le creerías? El mundo de Ehan Hilton se vino abajo... More

Reseña
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
REDES Y PLATAFORMAS
Capítulo 42
Capítulo 43
La Carta De Sebas.
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Epílogo
Mellizos
Marco
NOTA IMPORTANTE (Nick y Olivia)

Capítulo 18

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By Lynsori

Ehan le arranco en teléfono de la mano y contesto.

—Hola...

— ¡Todo es tu culpa!...— rugió su padre entre balbuceos— ella me dejo por tu culpa y de esa estúpida mujercita...

— ¡Cállate papá! ¿De qué hablas? ¿Estas borracho?

—Fue tu culpa— balbuceo— yo la amo y todo lo hice por ella— lloriqueo. En ese momento Ehan se preocupó, su padre jamás se había puesto borracho en su vida y ¡Jamás lloraba!

— ¿Dónde estás?

—No te importa nada de mí...

— ¿Dónde estás?... ¿Papá?

Pero era muy tarde. Stephen ya había colgado; Ehan debía de salir y encontrar a su padre.

En ese estado no estaba seguros de que podría hacer. Él se giró hacia Hanna y la observo abrazándose a sí misma al cetro de su oficina.

— ¿Que te dijo?— le preguntó Ehan manteniendo la calma.

—Me dijo que le pasara con su hijo, que él era tu padre y no tenía tiempo para hablar con una zorra contratada por ti.

— ¿Qué?— jadeo Ehan con enojo— este hombre cada vez está más loco.

—Su voz se escuchaba agitada Ehan, estaba hipando, creo que tu padre ha estado tomando.

—Debo encontrarlo, debo saber que le ocurre y cómo demonios consiguió el número de esta oficina. Cancela todas mis reuniones de esta mañana. Volveré después.

Hanna asintió y lo observo preocupada; ella no quería que nada opacara ese día.

—Tranquila, todo estará bien— la atrajo hacia su cuerpo y sencillamente la abrazo.

— ¡Ten cuidado!— dijo con la cara enterrada en el pecho de él. Ehan no pudo evitar sonreír.

—Lo hare — se separó un poco y le deposito un beso en su frente— te lo prometo.

Ehan la soltó y salió de la oficina para tomar el ascensor, él iba tan enfrascado que no noto que alguien estaba adentro.

—Buenos días señor Hilton— saludo Sarah tratando de parecer dulce.

—Buenos días señorita James— respondió frio.

Eso a Sarah le molesto, primero la ilusionaba y después apenas y le hablaba a pesar que estaban solos.

Pero ella no se rendiría; trato de acercarse a Ehan y fingió doblarse el pie. Tal y como lo planeo; Ehan reaccionó a tiempo sosteniéndola en brazos.

Ella lo sujeto del cuello para evitar caer de bruces contra el suelo.

— ¿Se encuentra bien?— le pregunto Ehan algo molesto. "¿Acaso todo el mundo estaba borracho ese día?"

—Si señor; lo siento, mi tacón se dobló— dijo ella halándolo más cerca.

Ehan observo su rostro; ella estaba demasiado cerca de él y eso le incomodaba; el trato de ponerla en pie pero la puerta del ascensor se abrió dejando ver a todos en el vestíbulo que dentro del ascensor el jefe y Sarah estaban abrazados.

— ¿Se puede sostener sola? — le pregunto Ehan.

—Sí señor. Gracias— él, la soltó y salió del ascensor sin percatarse de las miradas socarronas y divertidas que tenían los empleados.

Tenía una meta y esa era evitar que su padre cometiera una estupidez; llamo a Marco y quedaron en verse en la mansión; al parecer el chofer de su padre no había salido y el seguía en casa.

Cuando Ehan llego a la mansión Hilton, todo estaba normal; camino hacia el despacho de su padre y cuando abrió la puerta no podía creer lo que veía, prácticamente el estudio de su padre estaba destrozado, varios libros de las estantería estaba esparcidos por el suelo, una lámpara rota; y paginas regadas por el suelo; su padre estaba sentado en el sofá con la cabeza hacia atrás.

Estaba dormido; Ehan se acercó a él y le quito la botella que tenía en la mano pero con el movimiento lo despertó.

— ¡No me toques!— le dijo Stephen alejando la botella.

—Déjala papá, ya estas lo suficientemente borracho ¡Por Dios! Mira lo que hiciste con el despacho...

Pero la risa de su padre no lo dejo continuar.

— ¿Cree que he sido yo? Esa fue tu madre— le dijo tomando un trago de la botella.

— ¿Qué? ¿Mamá hizo esto?

—Sí, cuando me dejaste como el cobarde que eres y me vi en la...en la obligación de decirle lo que sucedió. Ella se enojó y me comenzó a tirar los libros; los logre esquivar menos a uno— se sobo el lado derecho de su cabeza— me lanzo la lámpara y después quebró la ventana antes de pedirme el divorcio.

Tomo otro tragó de la botella.

— ¿Puedes creerlo?— continuo Stephen— me pidió el divorcio.

—Deja esa botella papá...

— ¡Déjame en paz! Todo es culpa tuya— le grito— si te hubieras casado con Giselle nunca hubiera existido este problema...

— ¿Y cuál es el problema papá? Te recuerdo que has sido tú el que ha provocado toda esta situación...

— ¡Lo hice por ella! — Grito — siempre ha sido por ella. Tu madre es todo lo que más he amado en mi vida, además de mis hijos. Desde que naciste, ella siempre soñó con verte casado con una chica de clase y con inteligencia. Pero buscaste a una chica de los suburbios y tratabas de hacerla tu esposa sin importarte que fuera una cazafortunas...

Ehan escuchó atento al relato de su padre.

—Tu madre estaba destrozada y yo no soportaba verla así. Por ella daría la vida, hijo. Tu madre es todo lo que me importa— tomo otro trago de su botella— y ella me pidió el divorcio— dijo con una risa sarcástica.

— ¿Papá?— interrumpió la voz de Marco, él entro en el despacho con sus muletas y observó a su hermano junto a su padre.

—Y ahí viene el traidor— dijo Stephen.

—No lo llames así— Defendió Ehan.

—Es la verdad, el nunca debió decirte nada; todo lo que se hizo fue por tu bien Ehan y Marconi como buen hermano acepto ayudarte...

— ¿Por mi bien?...

—Esa mujercita solo quiere tu dinero y tu estas tan enamorado de ella que no te das cuenta que es una cazafortunas y oportunista...

— ¡Cállate papá! Tú no sabes nada de ella...

— ¡Sé que ella es la culpable de todo!

— ¡Basta Papá! ¡Por Dios!— medio Marco.

—No puedo con esto— dijo Ehan girando hacia la salida— le diré a alguno de los trabajadores que vengan a ayudarte; yo no puedo seguir aquí Marco.

—Ehan...

—No; no aguanto estar cerca de él y por lo que veo... es mutuo.

—Dale tiempo. Ahora esta borracho ignora lo que ha dicho.

—No puedo prometerte nada.

Ehan salió de la mansión de sus padres; no resistía seguir ahí, quería volver a la empresa lo antes posible, había sido un error ir hasta ahí. No podía creer que el hombre que lo crio fuera el mismo que lo trataba de estúpido solo por amar una mujer al igual que él amaba a su esposa.

Se subió a su auto y salió de la mansión.

En la empresa, Hanna estaba tensa esperando noticias, después de la salida de Ehan, ella cumplió con sus obligaciones y reorganizo la agenda de él mientras esperaba.

Estaba preocupada por Stephen; él era un monstruo como ser humano pero nunca lo había escuchado en esa faceta.

Trato de despejar la mente y aprovechó para ir al baño pero tal vez fue la peor idea que haya tenido.

El baño estaba solo cuando llego y entro en uno de los cubículos, a los minutos se escucharon a otras chicas entrar; eran Sarah y Carly.

— ¿Entonces se estaban abrazado?— le pregunto Carly emocionada— cuando Vanessa me lo contó no lo podía creer, tú y ese dios rubio abrazados en un ascensor.

—Fue más un accidente pero sí; el señor Hilton me llevaba abrazada en el ascensor, estoy segura que si las puertas no se hubiera abierto habría logrado que me besara.

—Qué envidia; estar entre los brazos de ese hombre... ¡Qué suerte tienes!

Hanna no podía creer lo que escuchaba, ¿Ehan y Sarah a punto de besarse? ¿Abrasados en el ascensor?

Claro. Mientras ella moría de la preocupación, el muy imbécil estaba seduciendo a Sarah.

Sentía la furia crecer; primero le dice a ella que la ama y que luchara por ella y después se va con otra, ¡Hombres!

Y luego las complicadas somos las mujeres.

Ella esperó a que las chicas se fueran para salir; se arregló en el espejo y decidió que lo que Ehan decidiera hacer con su vida no era su asunto.

Al igual que él tenía que aceptar su relación con Sebas, ella debía de aceptar lo que ese imbécil quisiera hacer, si quería tirarse al todo el personal femenino de BiTec por ella no había problema.

Cuando Ehan regreso por la tarde; ella logro mantenerse profesional y evito preguntarle cosas sobre su padre. Arreglaron unos problemas en la empresa y él se reunió con uno de los directores.

Según transcurría el día; Hanna estaba cada vez más tensa; todavía no sabía la reacción que podrían tener los gemelos.

Ehan le ordeno que saliera antes y que él llegaría después; quería evitar algún problema con Sebas dentro de la empresa.

A pesar de todo debían mantener las apariencias y las cosas entre ellos se encontraban muy tensas, no sabía como pero deberían resolverlo antes de hablar con los gemelos, tal vez el odiara a Sebas pero debía reconocer el cariño que sus hijos le tenían a él.

Cuando Ehan se estacionó frente a la casa de Hanna sus manos estaban sudando; no recordaba haber estado tan nervioso desde la vez que les dijo a sus padres que no se casaría con Giselle.

Se froto las manos en el pantalón y bajo del auto. Antes de abrir la verja, Sebas salió de la casa. Se veía tranquilo pero sus hombros estaban un poco tensos; ellos dos poseían complexiones parecidas, solo que Ehan era como dos centímetro más alto.

Los dos se observaron por un momento, se encontraban solos en el jardín y cualquier cosa podría pasar, pero sabían que debían contenerse porque el primero que lanzara un golpe perdería a Hanna. Así que para evitarlo Sebas tenía un plan.

—Quiero hablar un momento contigo Ehan— dijo Sebas cuando lo alcanzó.

—Claro, dime— Ehan se aclaró la garganta; esa situación era muy incómoda. Era claro que ninguno de los dos era del agrado el otro.

—Quiero saber que tan comprometidos estas en todo esto; Hanna me explicó su historia y lo último que quiero a que ella o los niños salgan lastimados...

—Jamás haría algo para dañarlos Sebastien; de haber sabido la verdad desde el principio jamás me hubiera alejado de Hanna, amo a mis hijos, nunca haría algo para dañarlos...

—Eso ya lo has dicho, pero recuerda que para ellos eres un extraño y no creo que les haga mucha gracia que trates de conquistar a Hanna frente a sus narices, son pequeños pero muy inteligentes...

— ¿Crees que no lo sé? Yo te lo aclare Sebas, Quiero a Hanna de regreso pero respetare la presencia de mis hijos, ella es una mujer casada...

—Sí, está casada conmigo y quiero que también respetes eso— exigió— yo...yo...olvídalo.

Ehan lo observo con curiosidad, estuvo a punto de decirle algo pero se arrepintió, ¿Habrá pensado en divorciarse de Hanna? El esperaba que sí.

—La amo Sebas, y amo a mis hijos. De momento no te puedo prometer que no luchare por ella pero me concentrare en mis hijos, quiero conocerlos primero.

Sebas lo observo con ojos críticos; él sabía que la situación no era fácil para Ehan pero quería estar seguro que su familia no saldría lastimada.

—Quiero ofrecerte una muestra de Paz— dijo Sebas extendiendo la mano— todo sea por la felicidad de Hanna y los gemelos.

Ehan le estrecho la mano; el también solo quería la felicidad de su familia.

Ellos caminaron hacia la puerta pero en las gradas Sebas se tambaleo; apenas logró tomarse de la baranda para evitar caer hacia el suelo.

— ¿Estas bien?— le preguntó Ehan preocupado.

—Sí. Solo fue un mareo.

— ¿Seguro?

—Sí. A de ser el clima— dijo recuperándose pero Ehan estaba escéptico a ese razonamiento. ¿Desde cuándo el clima causa mareos?

Entraron a la casa y los gemelos corrieron a saludar a Ehan. Ellos lo veían con admiración en su ojos y el esperaba que ese brillo no desapareciera después de la verdad.

—Señor Hilton, señor Hilton— decía Matt mientras saltaba llamando su atención.

— Dime sólo Ehan, Matt.

— ¡Wow! ¿Cómo supo que era yo?— le preguntó impresionado; a pesar de ser diferente en los ojos a Dony la gente siempre los confundía.

—Intuición— le guiño un ojo con confianza.

Ehan trato de centrase en los niños y no en la casa; debía reconocer que lo entristecía horriblemente ver el estado en que sus hijos vivían.

Era una casa pequeña y la mayoría de muebles eran viejos; el comedor y la sala estaban juntos y aun así el espacio era reducido.

Mientras él vivía en su apartamento que era el doble de grande que esa casa, sus hijos vivían de esa forma tan básica teniendo él los recursos para darles una mejor vida. Debía de encontrar la forma para darles lo mejor sin llegar a recurrir a ayuda legal.

Ehan sabía que Hanna no estaría de acuerdo pero ella debería de entender que para él era importante saber que sus hijos estaban bien.

La cena fue divertida; los gemelos no dejaban de preguntarle a Ehan cosas sobre él o su auto; Hanna y Sebas reconocían que entre los gemelos y su padre existía una conexión especial, eso no lo podían obviar, a pesar de las pocas veces que se habían visto los chicos admiraban a Ehan.

No paraban de hablar con él y de enseñarles sus juguetes, Matt y Dony le mostraron su cuarto, Ehan los acompaño y cuando abrieron la puerta se quedó impresionado. A pesar de ser pequeño, Hanna y Sebas se habían esmerado mucho en él, una litera se encontraba en una esquina y en las paredes habían dibujos sobre pelotas y naves.

Era como un pequeño santuario para los gemelos y estaban orgullosos de enseñárselo a Ehan.

—Mi mamá nos ayudó a dibujar en las paredes— le dijo Dony enseñándole todo.

— Es muy bonito— respondió Ehan feliz de ver que sus hijos no Vivian tan mal, podía ser un cuarto pequeño pero era acogedor, no pudo evitar compararlo con la mansión de sus padres y vio las enormes diferencias, mientras que en la mansión todo era pulcro y ordenado, en el cuarto de sus hijos había vida y calor humano, son de las pocas cosas que el dinero no puede comprar.

Regresaron al salón, Hanna y Sebas los estaban esperando. Ehan y ella compartieron una mirada y comprendieron que no podían alargar más el momento.

—Niños; tomen asiento en el sofá— les dijo Hanna.

— ¿Que paso mamá? ¿Arruinamos algo?— pregunto Dony preocupado; sólo los sientan en el sofá si se han portado mal.

—No cariño, solo...quiero hablar con ustedes— dijo con la voz temblorosa.

Ehan se había sentado en un sofá pequeño enfrente de sus hijos y Sebas estaba en una esquina dándoles un poco de privacidad.

Hanna se acuclillo frente a sus pequeños y les tomo sus manos.

—Ustedes saben que los amo ¿Verdad?

Ambos asintieron.

—Quiero hablarles de su padre— dijo Hanna tratando de ser clara— ¿Se acuerdas cuando Sebas y yo nos casamos y les explique qué él era su padrastro?

Volvieron a sentir en conjunto; los pequeños tenían el ceño fruncido; jamás habían visto a su madre así de preocupada.

—Bueno, Sebas es su padrastro porque ustedes ya tenían a un padre...

—Sí, un papá de verdad como el de Tommy Graham— dijo Dony emocionado.

—Sí, un papá como el de Tommy— Hanna suspiro eso era más difícil de lo que esperaba; ella giro y le indico a Ehan que se acercara.

Los gemelos lo vieron agacharse a la altura de su madre y observaron confundidos a os dos.

—Pero papá se había perdido. ¿Verdad mamá?

Hanna cerró los ojos, esa fue la pequeña explicación que les había dado a sus hijos cuando le preguntaron por qué ellos no tenían papá.

—Si Cariño, pero... su padre a estado buscándonos por mucho tiempo...y...— tomo una bocanada de aire y miro a sus pequeños— ... y al fin nos encontró— trago saliva— Matt, Dony. Ehan es su padre. Y ahora está aquí para conocerlos.

La vista de los gemelos se fue directamente a Ehan; ellos lucían confundidos y asustados, no entendían todo lo que estaba pasando.

— ¿Nuestro papá papá?— pregunto Matt.

—Si Matt; yo soy su papá de verdad.

— ¿Tu jefe en nuestro padre?— pregunto Dony a su madre.

—Si cariño, Ehan y yo nos conocemos hace mucho tiempo. Su padre y yo estuvimos muy enamorados y de ese amor nacieron ustedes... Tanto su padre como yo los amamos mucho a los dos.

—Pero... ¿Y Sebas? Él es nuestro padrerastro — preguntó Matt.

—Él es tu padrastro Matt; y él también los quiere mucho.

— ¿Tu eres nuestro padre?— preguntó Dony mirando a Ehan.

—Yo soy su padre chicos y le prometo que a partir de hoy tendré cuidado de no perderme y estar con ustedes.

"Y con su madre"

Los gemelos le preguntaron a Ehan varias cosas sobre si de verdad los quería.

Él no podía evitar sentirse conmovido ante la inseguridad de sus hijos ante esa situación.

—Escuchen chicos— les dijo Ehan serio— no importa la hora, o que tan lejos estemos, siempre que me necesiten... ahí estaré; los amo, ustedes...son mis hijos y quiero lo mejor para ustedes.

Los gemelos se observaron un momento, ambos asintieron al otro y se colocaron en pie.

Ehan y Hanna estaban observándolos y sus rostros de sorpresas fueron grandes cuando los pequeños abrazaron a Ehan.

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