-Lo siento-, murmuré mirando a Marco, me senté en el sofá, la confusión era una sensación aterradora, una parte de mi, la parte consiente y quizás la mas rencorosa, aquella que le había dicho que éramos dos adultos solo teniendo sexo, esa se alegraba de la aparición de mi amigo pero la otra, la que mas dolía, la mayor aun cuando no sabía que hacer, esa quería ir con el, quería olvidarlo todo, pero no lograba olvidar, como se atrevía decir que yo había cambiado, cambié cada cosa que el criticó y al final el tenia razón, yo me había perdido.
-¿Qué pasa?-, preguntó Zoe , su novio seguía parado en la entrada del departamento, ella caminó hacia mí y se sentó a mi lado.
-nick estuvo aquí-, murmuré, ella miró a Marco y el asintió.
-Ya esta, no creo que te vuelva a molestar-, dijo ella, miré la bolsa que traía en las manos, Zoe había llamado hace poca mas de media hora, ya tenía el lugar de la boda, solo unas cuantas personas estarían invitadas, ella quería que yo mirara los folletos de la Agencia de viajes primero.
-No, creo no-, logré articular y en ese momento supe que aquello solo comenzaba, no volver a verlo debía reconfortarme pero no lo hacia.
Zoe y Marco había escogido una pequeña isla griega para casarse, el lugar era hermoso según se podía ver, y mi amiga esta feliz, radiante, sin embargo se fueron mucho antes de lo que me imaginaba, Marco me abrazó y desapareció dejándome a solas con mi mejor amiga.
-¿Estas bien?-, preguntó en un hilo de voz
-No, la verdad no-, contesté y ella me miró
-¿Puedo hacerte una pregunta?-, murmuré
-La que quieras-, contestó, dejo su bolso y volvió a sentarse en el sofá.
-¿Crees que soy mejor de cuando me conociste?-, susurré y ella abrió y cerró la boca, dudaba que comprendiera a ciencia cierta a lo que me refería
-Eres distinta tara, cuando te conocí eras alguien que se había jurado no dejar que nadie mas la lastimara, lo conseguiste, te convertiste en una mujer sensual, independiente, dura-, desvío la mirada y yo me senté a su lado.
-No me gusta esa descripción-, admití y ella me miró
-¿Esto es por nick ?-, preguntó
-Quiero mirarme al espejo y sentirme yo misma, sin mascaras-, seguí evitando su pregunta, no lo sabía con certeza, las palabras de nick me quemaban.
-Esta es la tara que yo conozco: mi mejor amiga es hermosa pero no por su ropa o su peinado, hermosa por que sonríe cuando algo sale bien, cuando ve a alguien divertirse, es amable, inteligente, perseverante, amorosa y si, solitaria. Tara tal vez deberías empezar por reencontrarte con la tara que odia a nick , la tara que no ha olvidado ni superado todo lo que vivió, armoniza esa parte de ti y únela con la parte que aceptó en su vida a un nick años después-, la miré y ella me abrazó mientras yo lloraba.
A veces la vida es una sucesión de imágenes que pasan demasiado rápido, por días así me sentí, después de casi una semana de haber visto a nick en mi departamento me harté de ser un pasajero de mi propia vida, por la mañana después de bañarme me miré al espejo, me había puesto un traje blanco con una blusa azul, miré los lentes de contacto mientras cepillaba mi cabello, me miré detenidamente, la ondas de mi cabello caían por mis hombros, la luz que se colaba por la ventana del cuarto de baño se reflejaba en mi rostro, el camino de pecas casi invisible, desistí del maquillaje, me puse los lentes de contacto y brilló en los labios.
-Hola tara -, murmuré y por primera vez la imagen del espejo me sonrió.
Las piernas me temblaban al estar entre todas las personas que conocía, prácticamente era yo, la misma que ellos conocían, pero me sentía diferente, quería dejar atrás a la mujer que había tratado de cambiar para que todo el mundo la aceptara, quería ser yo, quería aceptarme yo, los días pasaron y la sensación de valor crecía en mi pecho junto con otro sentimiento que por las noche me hacia sollozar, junto con un vacío en el estomago y un dolor en el centro de mi corazón.
-¿Estás de acuerdo?-, preguntó Jane mientras releía la carta que íbamos a enviar a una de las marcas comerciales que se anunciaban en la revista.
Miré de nuevo mi oficina, al principio odiaba mirarla y recordar cada beso, cada caricia que había compartido con nick , ahora solo cerraba los ojos, miraba su cara mientras el nudo en el estomago se intensificaba seguido por la rabia, no debía pensar en el.
-No Jane, la verdad no pero confío en ti, si consideras hacer alguna corrección señálala y la miraré por la tarde, saldré un momento-, mi secretaria sonrió y asintió aun con gesto contrariado.
Cerca del edificio de la revista se alzaban los mas grandes edificios corporativos de la ciudad, rodeados de cafés y restaurantes, era el centro, donde todo pasaba, caminé entre la gente, tratando de despejarme, mi cabello volaba a través de mis hombros, el aire y el sudor se asentaba en mi blusa, “Que diferente es aquí a Forks”, le había dicho a nick , cerré los puños al hacerlo de nuevo, al permitirme pensar en el, cada pensamientos, cada línea de mi cerebro desenfilaba en el…
-Lo siento-, sentí un cuerpo chocar, una voz femenina ronca y estridente se disculpó, la mujer me miró y yo sonreí sin poder evitarlo.
-Pero si eres la señorita escritora-, murmuró ella sonriendo.
-Profesora Amazon-, saludé a mi profesora de Literatura de la universidad.
-Basta de formalidades señorita lynn -, bromeó y sus pulseras de plata tintinearon, era mujer alta y aun con sus años muy atrayente e intimidante en igualdad de proporciones.
-Iba a comer, ¿te apetece acompañarme?-, preguntó y yo no encontré otra cosa que hacer mas que asentir.
-¿Cómo estás?, ¿qué fue de mi alumna mas insipientemente talentosa?-, preguntó con ese desden en su voz tan característico mientras yo reía
-Trabajo para una revista de negocios-, murmuré mientras traían nuestra comida, ella hizo una mueca y yo reí.
-Debiste escribir, esa era tu vida-, insistió ella
-Claro que no-, murmuré
-Quizás tengas razón, tus trabajos fueron los mejores siempre, pero por alguna razón jamás parecías disfrutar la clase-, murmuró
-No lo hacía Profes…Zafrina-, asentí
-¿Y se puede saber por qué?, para que un gran talento se desperdicie debe haber una razón-, replicó mientras el mesero dejaba otra copa de vino en su lugar, el joven le guiñó el ojo y ella sonrió antes de darle un punta pie con su barbilla, reí antes de continuar.
-Cuando escuchas solo veneno por tus sentimientos te matan-, susurré y ella me miró fijamente unos momentos.
-¡Por dios dejaste de escribir por un hombre!-, alzó las manos y yo reí
-¿No le gustaba que su novia escribiera?, me imaginó que fue antes de la universidad, ¿te rompió el corazón?-, bajé la mirada y ella esperó, la Profesora Amazon era conocida por no andarse por las ramas.
-No era mi novio y no rompió mi corazón, rompió mi confianza-, murmuré y ella esperó, al final le conté todo, absolutamente todo, no por que quisiera o por que deseara que mi antigua profesora conociera mi historia, lo hice por que las palabras salieron a borbotones, por que la necesidad de decir lo que sentí me rebasaba.
-Bien, estás equivocada-, murmuró
-¿En qué?-, pregunté
-Me dijiste que no era tu novio y que no había roto tu corazón, dulce equivale a lo mismo, te has dado cuenta que jamás mencionas a ese como se llama ¿Javier?, ¿taylor ? o lo que sea, no lo mencionas, todo tu mundo giraba entorno a ese estupido y obviamente era el típico adolescente resentido por que sus hormonas lo traicionaba enamorándose de alguien que evidentemente no le hacia caso-, quise rebatir pero fue imposible
-Además te rompió el corazón, ahora-, terminó y yo miré hacia la calle fuera del restaurante.
-¿A qué le tienes miedo?, ahora puedes escribir, no va a venir nadie a burlarse, ¿qué temes?, ¿qué al escribir aceptes algo que temes ver?-, murmuró y su voz se volvió cariñosa casi maternal.
-No sede que hablas-, repliqué
-¿Si pudieras describir a nick baterman como seria?-, preguntó y esperó
-Como un ser , deslumbrante, perfecto y atrayente pero peligroso hasta el tuétano, caminas hacia la oscuridad de sus brazos mirando a sus ojos y esperas tu muerte, esperas que vacíe tu cuerpo por que sabes que es inevitable, por que aun después del daño aun después de eso, tu mente recordara sus brazos rodeándote y lo oirás murmurar tu nombre mientras sonríe y te hace suya-, al abrir los ojos mi antigua profesora estaba sonriendo, me ruboricé y ella se rió haciendo que varias personas giraran a vernos.
-Deberías ser escritora-, insistió enfurruñada, esperé unos minutos mientras terminaba el postre.
-Mira que tarde se ha hecho, fue un placer volver a verte tara ¿puedo hacerte un pregunta antes de irme?-, murmuró
-Claro-, susurré aun apenada
-¿Y si esta vez fuera de verdad?, si esta vez su amor no te dañara y tu lo vieras realmente y si esta vez te hubieras enamorado del vampiro y el no quisiera matarte sino quedarse contigo-, murmuró y dejo unos billetes mientras sonreía
-Adiós señorita lynn-, dijo mientras yo miraba hacia la ventana, una lagrima rodeó por mi cara mientras el sol se ponía.
Nick
-¿Piensas solo quedarte ahí?-, preguntó taylor , dejó la mochila y cerró la puerta, eran pasadas las seis de la tarde, taylor regresaba de su entrenamiento como todos los días.
-Esta película es interesente-, murmuré y el bufó, fue hasta el refrigerador y sacó un jugo, lo destapó y se sentó a mi lado.
-¿Cuánto tiempo voy a estar viendo tu cara?-, preguntó
-Mira, vengo a visitarte a New York y ya me quieres correr-, susurré y el me arrebató el control de la TV y apagó el aparato.
-No estás de visita, eres un cadáver nick, estas huyendo y ambos los sabemos, llevas casi un mes aquí, ¿vas a contarme que pasa?-, preguntó.
-Nada, solo me tomé unas vacaciones-, murmuré mientras reprimía el deseo de contarle que había dormido con su querida tara, yo, la persona que proclamaba tantas tonterías sobre ella, yo el que se estaba muriendo entre recuerdos.
-Para ser tu mejor amigo a veces parezco un extraño, seque te pasa algo, pero tu no me lo dices, ¿como me deja eso?-, murmuró y tomó de la botella mientras yo me levantaba.
-No quiero un sermón taylor si quieres que me vaya… -, comencé pero el maldijo.
-¡Cuando vas a dejar de ser tan cobarde!-, gritó, me giré con los ojos muy abiertos, aun seguía sentado pero me miraba con los ojos entrecerrados.
-Te volviste loco-, me burlé y el negó.
-¿Que paso con tara?-, preguntó en tono serio.
-¿Con tara?-, pregunté con los puños cerrados
-Me escuchaste nick-, respondió.
-En primera no se por qué tanto interés en tu viejo amor y segundo yo no he visto a tara-, mentí, porque aun cuando quisiera a taylor, aun cuando fuera mi mejor amigo, los celos carcomían mi cuerpo, celos infundados y que no tenía derecho a sentir.
-Sabes nick , creí que con el tiempo verías lo que hiciste mal, que verías la oportunidad que tenías-, murmuró y yo lo miré.
-Te lo dije en el baile, de haber tenido la oportunidad yo la había aprovechado-, admitió, aun recordaba la cara de idio.ta que tenia taylor al reconocer a tara en la fiesta de ex alumnos.
-Sinceramente no veo por que estamos hablando de tara lynn-, repliqué
-Lo hacemos por que después de tanto tiempo aun sigues comportándote como un cabron chico, ¿mas de 10 años amándola sin atreverte a luchar no son suficientes?-, dijo mientras yo lo miraba, me quede estático, una tenue sonrisa bailaba en sus labios.
-¿Crees que no lo sabía verdad?-, preguntó
-No quiero hablar de esto-, contesté
-Pues yo sí, eres mi amigo y te lo debo-, comenzó, lo miré con el ceño fruncido.
-Tuvimos un trabajo en equipó para calculo, fui a tu casa, estábamos en tu habitación y Christian te llamó, miré tus canciones y vi la que habías hecho para ella, ya consideraba extraño que compusieras música pero a ella, te juro que leí su nombre varias veces, no podía creerlo, después entendí por que aquella actitud, me sentí fatal por arrebatarte algo que tu querías-, miró hacia la puerta y cerré los ojos negando con la cabeza
-Cállate, hablas como si ella fuera algo que tuviste, la ignorabas-, especté
-Lo se y debí haberte dicho que lucharás por la chica que querías pero no hice nada, debí habarte dicho que estabas siendo un cbron con ella pero no lo hice y después de 10 años
debí haberte dicho que lucharas por lo que querías pero fui y le pedí una cita a la mujer que tu habías visto desde siempre, ¿que clase de amigo hace eso?-, preguntó.
-No es culpa tuya-, murmuré
-No se trata de culpables, se trata de que por primera vez voy a ser tu amigo, el amigo que mereces, no se qué pasó con ella, no puedo imaginarlo pero si aun la quieres, si aun vale tanto para ti, gana su amor nick, compórtate como un hombre no como los idiotas que fuimos-, susurró y yo reí pasando una mano por mi cabello.
-Me odia-, murmuré
-Entonces déjala ir, pero piensa en esto, si de verdad es odio, ¿por que fue por ti que me rechazo?-, murmuró antes de levantarse.
-¿De qué hablas?, te rechazó porque tiene novio-, repliqué
-No, el novio de su mejor amiga es mi primo, tara tiene mala suerte, el tipo que hace de su “novio de pantalla” es de mi familia-, murmuró antes de caminar hacia su habitación.
-Él me lo contó y creo que esta preocupado por lo que pueda hacerle su noviecita por hablar con el enemigo, pero él quiere a tara son sus amigos y están preocupados, Zoe , su novia, piensa que eres un idiota pero también que su amiga es mas idiota por haberse enamorado de ti, aunque no lo sepa-, terminó y se giró alejándose mientras yo me quedaba parado sin saber que hacer, con las manos heladas, cerré los ojos y deseé que fuera cierto, desee que aun no fuera demasiado tarde.