-Sus recuerdos aun agobian mi mente, la sensación de dolor es la misma que la de hace dos años, en ocasiones las pesadillas me atormentan y al despertar siento como si fuera real, la oscuridad abunda en mi ser, he tenido esta oscuridad desde tiempos anteriores pero por un momento de mi vida creí que el seria la luz que me sacaría de allí, pero me equivoqué, todavía no he llegado a la conclusión si fue más doloroso el ser secuestrada o enamorarme de mi secuestrador, todos dicen que estoy loca, pero yo no me siento así lo que yo sentí fue real, en la universidad nadie sabe mi historia fue fácil ocultarla mudándome de país, temo que me rechacen por ello.
El reloj sigue marcando las horas, he escuchado el tic tac del mismo reloj durante dos años y las escenas de lo que pasé están en mi mente siempre, cuando cierro los ojos incluso cuando los tengo abiertos él siempre está allí, quiero olvidarlo, superar esta etapa de mi vida, pero aunque nadie me entienda lo que yo siento es real- comentaba mirando el techo del consultorio de la Dra. Riveros, ella mantenía su rostro sin expresión mientras hablaba- eso es todo- finalicé.
- Bien, creo que después de dos años de tratamiento esta es la cita en la que más has hablado, ¿sigues con las pesadillas?
- Si, y cada vez son peores-me senté mirándola de frente.
- Cuéntame la más reciente
- Casi siempre son las mismas, yo estoy encerrada en una habitación oscura grito, grito pero nadie me escucha, sin embargo esta vez fue diferente, alguien abrió la puerta y era él, sin embargo sólo me miro y volvió a cerrar la puerta, intenté volver a gritar pero mi voz no se oía, eran gritos mudos, podía verlo a través de una pequeña ventana de vidrio pero él estaba inmóvil, me observaba pero no hacía nada, yo estaba ahí presa en aquel lugar oscuro y el no hacía nada.
- ¿Tu esperabas que él te salvara?- preguntó la doctora mirándome fijamente con sus pestañas rubias y ojos azules.
- Si- baje la mirada, me sentía avergonzada de confesarlo.
- Sabes que él no lo hará- dijo fríamente- hemos estado hablando de ello durante dos años, él nunca te amo y tú tampoco lo has hecho todo ha sido el mecanismo de defensa de tu mente para aceptar el secuestro y ver el lado bueno de ello, tu aun no has superado tu enfermedad, te he repetido varias veces, tienes síndrome de Estocolmo.
- Pero lo que yo sentí fue real.
- me has dicho que todo esto fue parte de un plan ¿Cómo te sentiste al respecto?
- Me sentí estúpida, el simplemente dejó que me marchara.
- Eres una víctima, debes recordar eso siempre, el hecho que el no haya resultado un delincuente no quita el hecho que haya cometido un delito ¿Puedes ser capaz de amar a quien te hizo tanto daño?
- No quiero hacerlo, sin embargo lo hago.
- Es porque aun no has aceptado que estas enferma.
- Yo si lo acepto.
- No levantaste cargos en su nombre- mantuve silencio, no sabía que responder- Ves, aun tienes sentimientos por alguien que en realidad te lastimó, fuiste secuestrada, aparte de ello mentida y engañada- solo podía mirar mis manos, era cierto, eso estaba mal sin embargo no era capaz de bloquear mis sentimientos- eso no es amor, lo que sentiste no fue amor, entiende que fue producto de este síndrome- como no emití palabra alguna ella prosiguió- te daré otras pastillas para dormir estas son un poco más fuertes que las anteriores solo debes tomar una por la noche ¿Tienes algo más que decir?- me extendió la receta en mis manos y negué- bien, nos vemos la siguiente semana.
Me marché del consultorio sumergida en mis pensamientos, era verdad yo estaba enferma pero alguien puede explicarme lo que siento cada vez que pienso en él.
Sólo mantuve contacto con Giselle dos veces luego de aquel incidente hace dos años, ninguna tocaba el tema, ella también estaba siguiendo un tratamiento acompañada de Chanyeol quien no la abandonó durante todo este tiempo, me sentía cruel por decir esto pero prefería no hablar con ella, las cosas cambiaron mucho y ya no somos las mismas amigas de hace unos años atrás, la Dra. Riveros me ha ayudado a superar mi fobia social, ahora tengo más amigos que antes, sin embargo, no me gusta tocar el tema de Junmyeon con ella, siempre siento que es un poco estricta en ese sentido, sus palabras siempre me resultan ácidas cuando menciona que estoy enferma, pocas personas saben lo que sucedió en realidad durante ese periodo, creo que entre ese número de personas sólo entramos él y yo.
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- Junmyeon ¿Vendrás con nosotros esta noche? Es el cumpleaños de Melanie y sabes que quiere que estés presente
- Ya le comenté que tengo un inconveniente, no quiero ir.
- ¿Qué inconveniente? Otra vez estarás tomando en un bar y me llamarán para que vaya a buscarte porque unos tipos te molieron a golpes
- ¡Basta Chen! Eso sólo pasó una vez, deja de repetírmelo siempre.
- Sabes que sólo quiero ayudarte ¿Has ido a visitar a la psicóloga que te mencioné?
- No la necesito- Chen me miró rodando los ojos y poniendo una expresión seria nuevamente iba a comenzar a regañarme.
- ¿Seguirás viviendo como un zombie? ¿Tomando por las noches? ¿Arruinando tus relaciones? Acaso puedes entender que fracasarás y tu reconocimiento no valdrá de nada, todo el sacrificio los arrojarás por la basura, simplemente olvídala de una vez te apuesto a que ella ni siquiera recuerda tu nombre. ¿Piensas seguir siempre así?
- Me iré Chen- su aspecto cambió en un instante.
- ¿Cómo que te vas? ¿A dónde?
- Me han ofrecido una oportunidad de agruparme al departamento de inteligencia de California y me iré, ya hablé con el jefe y lo ha aceptado, tienes razón en todo lo que dices es por ello que quiero desaparecer de aquí, esfumarme y tener una nueva vida- el simplemente mantuvo silencio mientras me miraba, asintió con la cabeza unos segundos hasta que por fin habló.
- Bien, me voy primero, nos vemos mañana.
- Mañana es mi vuelo- comenté mientras se dio vuelta, simplemente ignoró mi comentario y siguió su camino, quizás estaba molesto porque no le comenté mis planes antes pero no me sentía capaz de hacerlo.
Me dirigí a mi departamento por última vez, tenía mis maletas listas y el lugar completamente vacío, había vivido durante mucho tiempo allí, es el lugar en el que planeamos tantas veces con Amy formar un hogar pero eso no se pudo concretar y después de haber cumplido la misión era como si ese lugar ya no fuera mío.
Mi celular comenzó a vibrar sin detenerse – llamada entrante Melanie- contesté sin ganas.
- Cómo es eso que te irás
- ¿Chen te lo contó?
- no importa quien fue ¿Es verdad o es simplemente una broma de cumpleaños?- su voz se escuchaba desesperada.
- Me iré a California.
- Y de verdad me das esta noticia en mi cumpleaños.
- Mela...
- NO ME INTERRUMPAS- se escuchaban sus sollozos al otro lado del teléfono- Como puedes ser así, yo acaso no te importo- mantuve silencio- RESPONDE
- Siempre te he dejado las cosas bien claras.
- Pero lo que tuvimos tú y yo.
- Melanie, estaba borracho, por favor no hagas esto más difícil, no puedes negar que siempre te advertí que no sentía nada por ti y que nunca lo haría, no tuvimos una relación sabes eso
- Es verdad, perdón por ilusionarme y enamorarme de ti- cortó la llamada.
Me sentí culpable por haber sido tan cortante, sin embargo, sólo tuvimos algo una noche en la cual le aclaré que no me gustaba, ella tenía novio pero al día siguiente me dijo que lo dejó porque estaba enamorada de mí, yo no podía retribuirle sus sentimientos, aunque le dijera que me gustara no sería verdad, aunque ya había intentado tener una relación seria con otras personas me era imposible por el hecho que sentía que le estaba siendo infiel a T/n.
La madrugada pasó más deprisa de lo que me esperaba, cuando me di cuenta mi celular vibraba sobre mi regazo, era chen.
- Buenos días dormilón.
- Deja de decirme así- lo regañé, escuché sus risas al otro lado del teléfono.
- Te estoy esperando abajo.
- Chen, no puedo salir, mi vuelo es en una hora.
- Ya lo sé, me lo dijo el jefe, vine a llevarte al aeropuerto, ¿Acaso pensabas irte sin despedirte de tu mejor amigo?- simplemente sonreí, este era el Chen que conocía y lo extrañaría mucho.
Bajé con mis maletas y el me esperaba en el estacionamiento, tuvimos una larga conversación durante el camino hasta que llegamos al aeropuerto aún faltaba media hora por lo que nos sentamos a esperar que toque mi vuelo.
- ¿Puedo preguntarte algo?- dijo rompiendo el silencio abrumador entre ambos.
- Dime.
- ¿Por qué irás a California? Te han ofrecido muchos otros lugares.
- Siempre quise conocer las famosas playas de ese lugar- le dije mientras sonreía. El me miró, quizás tantos años siendo amigos sirvió para que leyera mi mirada sólo sé que en ese momento guardó silencio.
- Es bueno saber que sabré donde viajar en vacaciones- se estiró en el asiento sonriendo- te traje algo- dijo rebuscando en su mochila hasta que sacó un hombre araña de plástico- te lo robé cuando teníamos 7 años y desde entonces siempre tuve vergüenza de devolvértelo.
- ¡¿ACASO ESTAS LOCO?! Culpé a mi vecino durante todo este tiempo y fuiste tú- le golpee el brazo- eres un ladrón, no estoy seguro de perdonarte- sonreí.
- Lo harás, no puedes vivir sin mí- mantuvimos silencio- te extrañaré mucho ¿Sabes?
- También yo, es difícil separarnos después de tanto tiempo.
La voz en el parlante anunció mi vuelo- Sólo vete pequeño inútil- comentó mirando el piso, permanecí allí durante unos segundos hasta que me abrazó- Adiós amigo- me despedí caminando rumbo a mi nueva vida, es momento de comenzar de nuevo.
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baya baya dejaré esto por aquí y saldré corriendo.
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