-Nagisa? -
-Hmm? -
La casa de Nagisa, que solo hospedaba porque en realidad era de Hiroto, era linda y común. No había algo que resaltaba por las demás y mucho menos tenia algo que la haga especial. Lo único que llego a hacer sorprender a Karma fue el hecho que en esa casa estaba su asistente casi siendo comido por el dueño de esa casa.
Ahora en mas, el psicólogo tenia material para molestar a Isogai.
Y si hablamos de la habitación en la que se encontraba Nagisa, su cuarto, era algo especial porque tenia muchos... Peluches. De cualquier tipo y tamaño. Pero le causaba ternura al pelirrojo que al ver donde estaba su paciente (Metido en una montaña de peluches). Se lanzo a él con gracia.
-K-KARMA! -Quejo el menor que intentaba a toda costa sacarlo de encima suyo.
-Cómodo~ -Canturreo el mayor mientras reía gracioso para luego salir encima del ojos zafiros- Y dime, como estas?
-Mejor desde que ya no me aplastas -Grupo en broma Nagisa a lo que Karma soltó una carcajada- Ahora va en serio, bien.
-Seguro? -
-Si-
-Seguro seguro?-
-Que si-
-Segurísimo?-
-Basta! No, lo estoy -Y Nagisa bajo sus hombros, mientas se abrazaba así mismo con algo de tristeza.
-Ya lo sabia yo -Sonrió de una manera tranquilizante el pelirrojo, invitando a Nagisa sentarse a un lado de él en la cama, cosa que el obedeció el menor- Vamos, ahora suelta
-... me da algo de vergüenza -Nagisa agachó su cabeza, como si intentara esconder algo.
-Vergüenza de que? -El psicólogo acaricio la espalda de su paciente en un gesto tranquilizador, que al parecer le llego
-De como puedo quedar en frente de vos...-
-Como?-
-Siento algo hacia vos y no entiendo que es, sabes? -Nagisa alzo su cabeza para mirar a Karma, y ahí noto el pelirrojo, que su paciente estaba sonrojado- Es una sensación que hace que cuando te vea, me alegra y me den ganas de...