Norman,
no vuelvas a confiar en nosotros.
No somos lo suficientemente valientes
como para portar el secreto de alguien más.
Lo soltamos en un lugar
donde cualquiera puede encontrarlo.
Un tesoro sin esconder.
Lo roban.
Y queda un alma vacía.
Ya no hay nadie,
ya está hecho.
No podemos repararlo.
No puedes construir una humanidad
cuando quizá nunca existió.
No es fácil reparar corazones
que ya se han roto
más de una vez.
Norman,
no deberías confiar secretos
a personas tan efímeras
como muchas veces lo son
las nubes.
Nadie está contigo, nadie siente lo que sientes.
No saben lo que es ser traicionado y no poder
confiar en nadie nunca.
Y sentirse egoísta.
Por saber que existen personas que valen la pena, pero temer.
Porque te destruyeron.
Y todos comenzaron a murmurar cosas. Y reían.
Pero ellos nunca sabrán lo que es pasar por eso, Norman.
Nunca les harías lo mismo.
Porque aunque nadie esté contigo,
tú estarías con todos sin importar nada.