El Club de Hopewell

By AnthonyTesla

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Allyson recibió un mensaje en su casillero, sin firma, pero que proclamaba amor hacía su persona. ¿Será acaso... More

Capítulo I: La Carta
Capítulo II: Bizarro Triángulo Amoroso
Capítulo III: Poder, Corrupción y Boberías
Capítulo IV: Bailando En La Oscuridad
Capítulo V: La Vi En Rosa
Capítulo VI: El Tesoro de Sierra Hopewell
Capitulo VII: La Buena, El Malo y la Loca
Capítulo VIII: Por Un Puñado de Dolares Canadienses
Capítulo IX: Zapping
Capitulo X: Saliendo del Closét
Capítulo XI: Born This Nerd
Capítulo XII: El Círculo de la Vida
Capítulo XIII: I Kissed A Friend (And I liked it)
Capítulo XIV: Sexualidad Mundana
Capitulo XV: Figuras Paternas
Capítulo XVI: The Kids Are All High
Capítulo XVII: Band Of Siblings
Capítulo XVIII: La Unión Hace La Vergüenza
Capítulo XIX: Conspirando La Conspiración (Conspiradamente)
Capítulo XX: El Silencio de los Inconscientes
Capitulo XXI: Yo, Espía
Capítulo XXII: Bizarro Hexágono Odioso
Capítulo XXIII: Marque "P" para "Pandilleros"
Capítulo XXIV: Ocho Kandelikas (Y Tres Adolescentes)
Capitulo XXV: Easy F
Capítulo XXVI: Cinema Infernisso
Capítulo XXVII: Manos A La Obra
Capítulo XXVIII: Porrista Por Antecedente
Capítulo XXIX: Abuenazi
Capítulo XXX: The Stoner Games
Capítulo XXXI: Puking Fire
Capitulo XXII: Mockingjake
Capitulo XXXIII: Dónde hay Voluntad, hay un Will
Capitulo XXXIV: Canadian Pop
Capitulo XXXV: No Hay Que Estar Loco Para Escribir Canciones (Pero Ayuda)
Capitulo XXXVI: Cuando Una Letrista Ama a un Músico.
Capítulo XXXVII: Rock & Suck
Capítulo XXXVIII: Love Will Fuck Us Apart (Again)
Capitulo XXXIX: Bailar Drogados (es bailar)
ESCENAS ELIMINADAS: Saber y Llorar
BONUS TRACK: Playgirl

Capítulo XL: No Te Olvides De Mí

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By AnthonyTesla

Los encuentros sociales pueden ser estresantes, y hacer que los patrones de comportamiento de los involucrados sean alterados de maneras impredecibles...

...o sea, que todos actuemos como idiotas desquiciados y sin correa.

Y Allyson no estaba libre de esa sensación, pues cuando por fin razonó la idea, esa noche, en su cama, no sabía que carambas había hecho.

No, mejor cambien eso...vaya que sabía lo que había hecho, más no porque se dirigió a ese rumbo emocional.

—¿Por qué? ¿Qué hice? ¡Dios! ¿Acaso saldré con Jake? ¿En una cita? ¿Juntos? ¿O sea...como dos? ¿Uno y uno? —se decía una y otra vez en su intento por dormir con cada vez mayores errores en sus figuras retoricas.

Pero no fue la única que estaba perdiendo la razón.

—¿Qué coño hice? ¿Invité a Allye? ¿A salir en una cita? ¿A un...baile? ¡¿En que estaba pensando?!—Jake repetía en su cabeza en su mismo esfuerzo inútil de hallar las puertas al mundo onírico.

A la mañana siguiente, ambos querían confrontar lo que habían hecho...y al mismo tiempo, no querían ni verse las caras; se encontraron nerviosos, casi temblando, frente al portón de Hopewell High.

—Allye.

—Jake...

—Tenemos que hablar —dijeron ambos al mismo tiempo.

—Perdón —se excusó el muchacho—. ¿Qué pasa Allye?

—Pues...¿Qué pasa contigo?

—Yo pregunté primero.

—Maldita regla del "yo pregunté primero" —refunfuñó Allyson—. Pues...¿Sabes de lo que voy a hablar? ¿Cierto?

—No exactamente pero se puede decir que tengo una ligera idea...

—Es sobre eso de...Jake...sabes que te quiero mucho, pero creo que ayer actuamos por mero impulso y...no sé si debíamos haber hecho lo que finalmente hicimos...

—Seguimos actuando por impulso, Allye...

—¿En serio? ¿Lo dices por algo en especial?

—Si...es que no se si lo notaste, pero mira hacia abajo...

Allyson siguió la orden de Jake, y notó no solo que ambos estaban demasiado juntos, sino que sus manos se habían tomado.

—Jake...¿Estamos...sujetos de las manos?

—Sí.

—Y...¿Por qué no las sueltas?

—No lo sé...y son muy suaves, por cierto...

Allyson tomó un color de rojo hormiga en sus mejillas, mientras que Jake empezó a sudar al darse cuenta de lo atrevido de aquel comentario que había hecho.

—¿Entonces, te gusta sentir mis manos?

—¡Claro que...! —Jake estuvo a punto de exclamar a volumen alto de voz, pero al sentir de nuevo la piel de Allyson sobre la suya, y al ver esos ojos claros de su amiga, su impulso se perdió, y en su lugar, dio una respuesta completamente diferente, pero no por eso menos honesta—. Sí Allye...me gusta sentirlas...

Pero tan pronto como el impulso había llegado a ellos, como balde de agua fría, al ver a Sarah acercándose, se separaron, terminando aun mas avergonzados que como empezaron.

—¡Hola niños!—saludó Sarah—. Oigan ¿Tienen fiebre o algo? Los veo sudando...

—¡No, como crees! ¿Sarah, me pasas la tarea de Historia? —Allyson se apresuró a comentar cualquier cosa en que pudiera pensar.

—¡Sabes que no! ¡Eres TÚ la que me pasa los trabajos!

—Bueno, siempre hay una "premiere fois", o sea, una primera vez —Allye tomó a Sarah del brazo y entró al interior del colegio a paso apresurado.

Jake deseaba hacer lo mismo, en verdad, pero no pudo seguir de inmediato a sus amigas: estaba confundido, y no en el sentido de un universitario novato de sexualidad ambigua tras pasar la noche en la cama de un amigo "especial" de su mismo sexo, pero no por eso menos abrumador.

—¿Qué está pasando? —se preguntó

Ese día estuvieron callados, sin poder siquiera encontrar sus miradas o al menos la más pequeña sonrisa; era una carga sentirse así, pero había una cuestión aun si debida respuesta:

¿Iría el otro?

La noche del baile había llegado, y Allyson había tomado una decisión: no iría.

—¡No lo haré! ¡No pueden obligarme!—se repetía constantemente, aun en ropas holgadas de descanso—. ¡Es solo un impulso tonto! ¡Pero al final de cuentas soy una mujer inteligente, y mi cerebro manda, no mis tontas hormonas!

Su hilo de ideas fue interrumpido al escuchar el sonido del timbre de su puerta; Allye pasó a su ventana, y vio que se trataba de Jake.

—Hola Allye... —saludó Jake, muy sorprendido al ver la apariencia de su amiga.

Su pelo era brillante, muy colorido, lacio y provocador de ser tocado y sentido entre los dedos; su rostro, maquillado elegantemente, no demasiado, no muy poco, resaltando la belleza de sus ojos y de esos labios de color rubí que invitaban a ser sentidos por los suyos a su vez; y más sorprendente aun...

...Allye estaba usando un vestido...

...era del color favorito de Allyson: un tono purpura, sin hombros, y el largo de su falda llegaba a la rodilla, haciendo lucir justo lo necesario de esa piel como para sentirse tentado a admirar todo el día, remarcando una majestuosa y elegante figura de cisne, completados por unos zapatos de tacones altos que, de hecho, Jake recordó que jamas había visto a Allye tampoco usando calzado de ese tipo.

—Jake...llegaste...entonces...

—Allye, luces...increíble.

—Gracias...sólo me tomó violar las leyes de la lógica y el tiempo para quedar así...

—Le has aprendido trucos a Sarah, al parecer, pero te ves tan preciosa qué...casi necesitarían una prosa "Twilightesca" para describirte.

Ejem...Y tras la belleza en la que Allye estaba convertida, y de insultar sin buscarlo al presente narrador de los eventos, Jake a su vez pidió un momento para él.

—Espérame dos segunditos...

Jake saltó a unos arbustos, y después de un pequeño instante, salió con un pantalón de tela negra y una chaqueta que hace juego empalmado sobre su camisa de "The Libertines".

—Hey...luces bastante bien —Allye le dijo.

—Gracias...creo que lo de Sarah también se me ha estado pegado; sólo falta ver si ganamos la habilidad de hacer estatuas con hígado picado y poder provocar lluvia de salchichas del cielo.

—Bueno, no esta noche que vamos a salir y no quiero andar con todo apestado.

Tras la oración de Allyson, ambos chicos permanecieron en silencio, tratando de apartar sus ojos del otro, más siempre cayendo en la misma trampa como victimas de un extraño magnetismo.

—Allye, tengo que preguntar porque...luces muy bien, probablemente lo mejor que jamas te haya visto, pero eso solo me hace pensar...¿Qué es esto?

—¿Qué es qué? —preguntó Allyson confundida.

—Lo que estamos haciendo, tú, yo...¿Qué es?

—Oh...entiendo...o bueno...para decirlo de otro modo: no lo entiendo.

Allyson quería decir tanto, pero no tenía el impulso de hacerlo, y no sabía si de hecho fuera lo correcto o lo prudente, pero tras intentar pensar en la mejor respuesta posible, finalmente contestó a Jake con las entrañas en la garganta.

—Dijimos que iríamos y...bueno, aunque solo fuera por curiosidad, y para burlarnos de todos los demás.

—Si, si, se eso, fue lo que acordamos pero...

Lo que quería decir Jake es que ambos lucían como algo más que "amigos que se disponen a comerse vivo al prójimo"; de ser así, ellos se hubieran vestido como miembros de la Realeza el día en que el equipo de animadoras de Hopewell High participara en un concurso local quedando en último lugar (el penúltimo fue el equipo del colegio Hellen Kelller, para jóvenes con necesidades especiales).

—¿Nos vamos? —preguntó Allyson tras ver que Jake se había quedado mudo, sumergido en las aguas de sus pensamientos.

—Claro que sí, perdón...

Y ambos partieron hacia Hopewell High, dónde en su gimnasio se llevaba a cabo el evento.

A pesar de ser casi verano, el día era inusualmente frío, especialmente por los fuertes vientos que soplaban del norte; Allye no era una persona quien aguantará tal clima con facilidad, y sin percatarse de ello, Jake le hizo notar una acción que había hecho.

—Allye ¿Me estas tomando del brazo?

—¡Oh, perdón, perdón!—exclamó Allye apenada y soltando a su compañero—. No me di cuenta, es que me dio algo de frío.

—No hay problema, solo es qué...me sorprendió.

Ambos detuvieron su paso para verse de nuevo a los ojos...

—Allye, em...si aun tienes frío, puedes tomarme...si es que lo quieres.

—Si, gracias...

Lentamente, Allye dirigió sus brazos al de Jake, y se acurrucó junto al joven, y por un instante, al menos eso fue lo que ella creyó, Allyson pudo escuchar algo latir con fuerza dentro del cuerpo de su amigo.

Y al fin, ambos arribaron al lugar acordado: música a todo volumen cantada por interpretes con sobredosis de auto-tune era lo que predominaba en el ambiente auditivo, con varias parejas conocidas y predecibles: el chico rico y educado con la chica pobre e ingenua, el atleta con la intelectual, la popular con el nerd torpe sin remedio...

—Dios mío...nuestras vidas son escritas por John Hughes —Allyson declaró al ver dicha escena.

—Pudo ser peor: podríamos ser personajes de "Skins".

—¿Que tendría eso de diferente?

—Nada, sería más o menos lo mismo, solo que con más sexo.

Y en medio de la pista que, bueno, decir que es de "baile" sería usar un adjetivo generoso, yacían la pareja favorita de las revistas de psiquiatría.

—Están...bailando muy de cerca esos dos—Allye mencionó.

—Supongo que la canción tenía razón: bailar pegados es bailar—agregó Jake con la ceja levantada al ver la efusividad del compás al que marchaban Sarah y Will.

Después que esa canción encontrara su final, Sarah y Will, cansados y agitados, vieron a Allyson y Jake a su vez, y se les acercaron para saludar.

—¡Hey! ¡Niños, no sabía que tenían planeado venir aquí!—Sarah exclamó tras abrazarlos.

—Si, ya sabes, solo para burlarnos un poco —contestó Allyson muy poco convencida ella misma de sus propias palabras.

—Pues ciertamente lucen muy bien como para ser un chiste—Will añadió al ver la apariencia de esos chicos.

—Gracias—contestaron los dos al unísono.

Tras la platica, una nueva canción empezó a sonar, y Sarah llevó a Will de la mano a bailar otra vez, mientras que Allye y Jake tomaron asiento a las orillas de la mesa donde se servían las bebidas.

—¿Estás echándole licor al ponche? ¡Vaya cliché! —Allyson le dijo tras ver que Jake lanzaba algo al recipiente de la bebida.

—Na, también sé que esta muy gastada esa idea.

—¿Entonces, qué le echaste?

—LSD.

—Caramba...esta será una noche muy interesante.

Ambos estaban dispuestos a empezar a hacer mofa de aquellos que parecían árboles de Navidad andantes, así como los que hacían los peores pasos (sorprendentemente, la peor fue Mikaela Turman...capitana del equipo de nado sincronizado...) y las inevitables peleas por el objeto de afecto de una mujer.

Pero tal vez lo más sorprendente de todo, era el hecho que en realidad se estaban divirtiendo, a pesar de las generosas cantidades de incomodidad que habían encontraban en el camino a sus burlas, pero la noche dio un giro notable cuando Allye pudo ver entrar a Ryan...con una cita.

Allyson enmudeció, su sonrisa desapareció y su piel parecía tomar un tono pálido poco saludable.

—¿Aún te afecta eh?—Jake le preguntó.

—Quisiera decir que no...así que diré que "no".

—¿Te sientes bien?

—Claro que si, ya soy niña grande Jake...puedo aguantar estas cosas, pero ya sabes como pasa de vez en cuando...en ocasiones veces es difícil.

Jake entonces tomó la mano de Allyson, apretándola con fuerza, pero con más que eso aun, con cariño.

—Has crecido mucho Allye.

—Trato de hacerlo.

—Lo has hecho: hace unas semanas quizás hubieras llorado de nuevo por eso para después llenarte con papas fritas hasta las orejas.

—Cierto...ahora solo saltó directo a las papas fritas y los galones de soda de la nevera, nadie merece mis lagrimas ahora.

—Tengo una idea algo loca...no sé si sea lo indicado —Jake, pensativo y observando a Ryan y su pareja, comentó.

—Jake, te advertí que iría contigo a esto si me prometías nada de incendios.

—Lo sé, eso me dolió. Pero no quería decir eso...sino...

Jake seguía manteniendo sus ojos en aquel chico y su cita mientras bailaban un poco en la pista; tomó a Allyson de la muñeca, y la guió a la pista de baile también.

—¿Q-qué tienes pensado? —Allyson demandó una respuesta.

—¡Algo que debí haber hecho hace mucho tiempo!

—¿Dejar el trabajo de dealer? ¿Usar camisas que no tengan calaveras? ¿Admitir que The White Stripes nunca volverá? ¿Rasurarte bien?

—No, no, no y... ¿me rasuro mal? ¿En serio? —Jake cuestionó mientras con su mano libre se sentía la zona de la barba.

—¡Espera! ¡Ya lo tengo! —gritó Allyson con ojos de horror—. ¡No! ¡Estás loco! ¡Estás más loco que Sarah esta vez y ella esta usando un chupón de bebé como accesorio en su collar!

—¿Un chupón? Ese chico Will es un hijo de puta con suerte, aunque va a desarrollar algunos fetiches algo extraños con esa niña...

—¡Contesta cabrón! ¿En verdad vas a hacer lo que creo que vas a hacer? ¿No quieres otra cosa...? ¿No quieres...no quieres intentar violarme? ¡Oh, tomé un poco de ponche, me siento tan mareada y confundida que cualquiera podría llevarme a la cama!

—¡Trataremos ese asunto después! Por ahora, es momento que afrontes lo que hay que afrontar...

Y Jake chocó deliberadamente con Ryan fingiendo bailar con una pareja que en realidad trataba de liberar sus manos de las su cita.

—Disculpa... ¡Oh, Ryan! —con un tono de falsedad sólo vista en políticos en campaña Jake saludó—. ¡No sabía que vendrías aquí!

—¡No! ¡En la nariz no! —Ryan exclamó, a modo de reflejo, tras ver a Jake—. Oh... ustedes... ¿Vinieron al baile?

—Sí: no soy fan de estas cosas cursis, pero ya sabes, uno lo hace por las chicas.

—Jake, te mataré —Allye pensó, empezando a arrepentirse de haber venido y a resentir la falta de libertad de movimiento para huir por usar zapatos y vestido de fiesta—

—Bueno, comprendo bien —dijo Ryan—, déjenme presentarles a mi cita de la noche: Jake y Allyson, ella es Filipa; Filipa, ellos son Jake y Allyson, dos... "amigos".

É um plazer —contestó aquella joven.

—¿Disculpa? —Allye y Jake preguntaron al unisono.

—Oh, ella es inmigrante brasileña—Ryan explicó—, no habla muy bien el idioma

—¿B-brasileña?—Allyson, con nervio y temor, cuestionó.

Y es que ahora que podía verla más de cerca, sin tratar de voltear a otro lado para distraerse (como a su celular, o ver a la pareja gay que le era extrañamente atractiva), que "Filipa" era una mujer espectacular: cabello largo, castaño oscuro y brillante; rostro angelical de ojos verde esmeralda, labios gruesos y nariz fina que a menudo uno se pregunta si sólo era posible tenerla con la mano de un cirujano plástico, y una figura que le hacía pensar que al parecer Barbie tenía una hermana carioca...

—¿Y cómo se conocieron?—Jake preguntó.

—Ella acudió a uno de nuestros recitales, y comenzamos a hablar, y a pesar de que no nos comunicábamos muy bien al principio, poco a poco empezamos a desarrollar una especie de portuñol entre los dos, y bueno...la magia surgió. Pero ustedes... ¿acaso ahora están juntos?

—N...

—Sí —Jake interrumpió a Allyson con una afirmación, sonriendo y tomando una vez más de la mano a la pelirroja.

—No lo sabía, ¿desde cuándo?

—Unas dos semanas: no había sido tan feliz desde que se desestimaron los cargos contra mi.

—Eso le llamo felicidad...

—Bueno Ryan, fue un placer hablar contigo y conocer a tu...muñequita, pero ya sabes, quiero crear un "ambiente" aquí, ¿comprendes?

—En realidad, no lo creo.

—¡Nos vemos! Ryan...senhorita.

Y tan rápido y espontaneo como fue el encuentro, ahora se alejaban de el pseudo músico de rock y la buscadora de residencia permanente, volviendo a la mesa del ponche.

—¡¿Qué rayos pasa contigo?! —Allye reclamó, no sin antes dar un par de zapes a Jake.

—Tenía un plan en mente.

—¿Un plan? ¡¿Qué clase de plan podría ser?! ¿Acaso quieres hacerme sentirme mal al saber que ahora Ryan tiene una diosa brasileira como pareja?

—Tómalo con calma Allye. Dime, y sé sincera, ¿cómo te sientes respecto a que Ryan ahora tenga a alguien?

—¿Qué cómo me siento? ¡Me siento...tan...tan...!

Pero mientras ordenaba su ira para hacerla estallar como una bomba, Allyson notó que en realidad...no tenía ira; no tenía furia, resentimiento, rencor...no tenía sentimientos negativos, o de hostilidad. Si se enfado, fue por un acto de inercia, pero el que Ryan estuviera con alguien francamente...no la alteraba en realidad.

—¿Y bien, "campanita"? —Jake preguntó con cierto orgullo y de brazos cruzados.

—¿Campanita?

—Ya sabes: "tan-tan".

—OK Jake, realmente deseaba que dejaras lo de ser dealer, pero al menos para eso tienes talento: sigue con eso y deja la comedia.

—Mis sentimientos fueron heridos. ¿Pero no tienes algo que decir?

—Pues —Allye se mordió el labio y volteó hacia el piso (en parte por vergüenza, en otra parte para revisar sus juanetes)—, con toda sinceridad y honestidad...creo que eso de Ryan ya pasó por fin y de una buena vez.

Allyson se recargó en la orilla de la mesa; Jake hizo lo mismo, posándose a la diestra de su amiga.

—Era algo que se iba a dar tarde o temprano Allye; eres más fuerte de lo que crees, sólo necesitabas entender que si no pasó no estaba destinado a ser.

—Muy filosófico de tu parte.

—Sabes bien que la filosofía no sería nada sin las drogas.

—Cierto...

Y entonces, de nueva cuenta su atención giró alrededor de las parejas bailantes del recinto.

—¿Te gustaría bailar?—ambos dijeron, por segunda vez en la noche al mismo tiempo.

Riendo, ambos sin decir una sola palabra, sólo intercambiando miradas, aceptaron y se dirigieron a la pista a bailar, en una pieza lenta, de todas posibles.

—Creo que han pasado muchas cosas, y que me he vuelto algo más dura con esas cosas del amor.

—Muy bien por ti Allye, pero tampoco te vayas al otro extremo, el de no permitirte sentir cuando quieras hacerlo.

—No podría hacerlo —Allyson respondió para luego acercarse un poco más a Jake—; no lo haré siempre y cuando este con alguien como..tú...

—Tus amigos están volviéndose demasiado unidos —Will comentó mientras bailaba una pieza lenta con Sarah, al ver a esos dos chicos.

—Es como una historia juvenil Will, era cuestión de tiempo —la gótica respondió sonriente y con la mirada iluminada.

Para Sarah era obvio desde hace mucho lo que ambos sentían el uno por el otro, y a pesar de no haber hecho demasiado, tenía aires de casamentera.

—¿Sabes? Aún recordaba lo del primer beso, a pesar de todo lo incomodo que fue, pero...no estuvo tan mal en realidad —Allye dijo mientras ambos se movían al ritmo de aquella romántica música.

—Oh sí, sí, eso: pensé que habíamos jurado no volver a hablar de eso.

—Sé que sí, ¿y sabes? Fue extraño en ese momento, pero en retrospectiva me parece bastante...tierno.

—¿Tierno?

—Teníamos doce, y el único chico con el que pasaba tanto tiempo eras tú; sé también que no es lo que quizás uno tiene por ideal de un primer beso, pero te quiero mucho Jake, y si alguien tenía que ser quién me lo diera...que bueno que fuiste tú.

—Gracias...aunque de hecho, ¿no fuiste tú la que me lo dio a mi?

—Si, pero déjame creer que fue diferente. Por una vez actúa caballerosamente.

—Disculpa...

—No hay problema, y por cierto...no quiero molestar ni hacer un gran escándalo, pero ¿acaso me estás tomando de las caderas?

—Bueno...así se tiene que bailar, ¿no? Las quitaré si te molesta.

—No, no...no lo hagas, digo...si quieres.

Los labios de aquellos jóvenes volvían a invitarse mutuamente; acercaron sus rostros cada vez más hasta que quedaron a menos de un centímetro del contacto: sus corazones latían al borde del limite, pero antes de poder unirse finalmente, se escuchó un golpe y alguien súbitamente choca contra la pareja.

—¡La CIA tiene mi cerebro!—gritaba una y otra vez aquel sujeto...y no era el único.

—¡Las paredes están llorando!—exclamó a todo pulmón una chica.

—Esto no esta bien —Allye comentó aun en el piso al ver a algunos de los asistentes al baile actuando de esa manera.

—¿Qué podría ser?—Jake preguntó

Entonces el DJ hizo ajustes al equipo de sonido del evento...

"You're hot then you're cold / you're yes then you're no..." —cantó el DJ al mismo tiempo que las bocinas—¡Adoro esta canción!

—¡Están drogados!—Allye y Jake exclamaron al razonar que nadie en su sano juicio podría "adorar" esa canción.

Y entonces notaron varios vasos de ponche en el piso: ellos habían tomado aquella bebida LSDificada por el propio Jake.

Antes que la noche tomara un tono aún más peligroso, ambos chicos decidieron irse, pero Allye no podía: al caerse se había lastimado.

—No me digas que te lastimaste el tobillo —Jake comentó

—No: la rubia sexy de una película de terror se lastima el tobillo.

—¿Qué te lastimaste entonces?

—Em...el dedo gordo del pie izquierdo.

Al no poder caminar con normalidad por la hinchazón, Jake la cargo y salieron justo después que miembros del equipo de Hockey comenzaron a jugar su deporte usando a miembros del club de ajedrez como bastones.

—Eso no salió como esperaba —Jake dijo al llevar a Allye ante las puertas de su hogar.

—¿Bromeas acaso? Desde el momento en que dijiste "LSD" creo que era evidente lo que iba a ocurrir.

—Bueno...supongo que al jugar con un enteógeno lo que sigue se puede prever.

—Las hemos visto peores, tu tranquilo.

—¿Y donde quedó Sarah, por cierto?

—¡Aquí estoy! —saludó a la distancia corriendo; se había apresurado para ver si Allyson estaba bien.

—¿No te quedaste con Will y el desastre?—Allye preguntó

—Na, medio aburrido el asunto, luego nos veremos.

—En fin, ayúdame a llevar a Allye a su cama —Jake sugirió

—Como digas, pero a Will no le gustan las relaciones abiertas...

—¡No me refiero a eso!

Los dos chicos llevaron a Allye a su habitación para que pudiera recostarse y descansar; le pusieron algo de hielo para bajar la hinchazón y la cuidaron por unos instantes hasta que su madre llegara.

—Gracias chicos, pero ya estoy mejor— les advirtió Allye.

—Como quieras, espero que así sea—contestó Jake—. ¿No quieres algo más?

—No, nada, nada. Ando bien...pero...esperen —la joven notó algo al ver sus pies—. ¿Y mi otro zapato?

—Vamos Jake— Sarah dijo, a un par de pasos de la salida del dormitorio —, dejemos a nuestra niña descansar.

Jake dudó por un instante, pero...algo se había interrumpido, y no sería recuperado, al menos no en ese momento...

De camino a sus hogares, Jake quería saber una opinión externa y razonable de su situación; al no tener a nadie más, se tuvo que conformar con Sarah.

—Sarah, quisiera saber algo, no se que pienses...

—¿Acerca de tu extraño enamoramiento con Allyson?

—No es tan evidente, ¿o si?

—¡Por favor! ¿"No es tan evidente"? La mitad del tiempo estuvieron viéndose tanto que no sabía al final si se iban a besar o a comerse.

—Em...¿En un sentido de comida o en un sentido sexual?

—Un poco de ambos, se me olvidó almorzar.

—En fin, como sea, el problema es que no se si realmente lo que siento es algo "romántico"; la quiero mucho, pero nunca había pensado de ella así.

—Jake, tú descuida: a veces cuando dos personas pasan mucho tiempo juntas, es normal que desarrollen sentimientos de profundo afecto, cariño y amor entre si, pues es parte de la experiencia humana, y cualquier con sangre en sus venas afronta a menudo situaciones y escenarios parecidos, pero en última instancia uno debe aprender a discernir sobre los limites entre una ilusión y algo autentico; no es fácil, nunca lo es, pero las repercusiones de no hacerlo podrían poner en riesgo lo que ya tienen, y estoy seguro que lo que menos quieres es lastimarla, y ella también.

—¿Cuánto ponche tomaste, solo por curiosidad?

—doce vasos.

—Eso lo explica...

Pero solo porque al momento de hacerlo Sarah se encontraba un poco fuera de si no volvía menos valida su observación.

Allyson y Jake se conocían desde muy pequeños, y a pesar de las diferencias de personalidad, ambos se agradaron; inclusive algunos podrían aseverar que esas diferencias fueron mas una causa que un obstáculo, más solo ahora había sentido algo más profundo que una amistad...y fue desde...

—...lo de Ryan pudo haberlo provocado—comentaba Sarah a su amiga Allye, en el mensajero instantáneo, la mañana del día siguiente—: te sentías mal, desvalida y en tu búsqueda desesperada de afecto tus sentimientos terminaron por volcarse hacia Jake.

—Eso suena...creíble —contestó Allyson.

—Caramba. ¿Cuándo se me quitará lo del LSD?

—En unas horas más no debe tardar.

—¿Estás segura? Porque la marmota gigante serbia me dice que podría tardar más...por cierto, ¡no sabía que podía hablar serbio!

Alucionaciones y posibles daños neurológicos aparte, Allye seguía con su mente (y su corazón) enfocada en una sola cosa. ¿Romanticismo? Más bien una imitación: Allyson enfocó su necesidad de afecto y amor para con Jake, y Jake correspondió al sentir compasión por una amiga que sentía desvalida.

Y ahora no quedaba más que afrontar los hechos.

—Que bueno que viniste, Jake, pasa —dijo Allyson al recibir a su amigo en su hogar.

—¿Cómo seguiste de tu pie?

—Mucho mejor, gracias...

Ambos sentían una enorme incomodidad; era como tener sexo con alguien a quien no querías, solo que con menos sexo, y aunque sin duda se querían, ahora ambos ponían en tela de juicio si es que se querían de un modo especial; Allye llevó a su invitado a la sala de su hogar.

—Jake...primero que nada, quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mi, pero...bueno, creo que sabes bien lo que quiero decirte.

—Si, lo se muy bien —Jake contestó sentado en el sofá.

—Yo te quiero Jake, jamas pongas en duda eso, y te querré hasta el final sin importar nada, pero no del modo en que creí por un momento.

—No puedo más que decirte lo mismo...creo que te vi herida y...no se, confundí un sentimiento con otro.

—Comprendo, y no creas que me lastima ni nada, de hecho, lo agradezco, pero...nos dejamos llevar más de lo que debíamos.

A pesar de que ninguno quería hacerle daño al otro, en sus miradas, ambos podían notar que algo se rompió; los dos cumplirían la promesa de siempre estar para el otro, pero después de todo lo que habían dejado que pasará, les era duro confrontarse ahora.

—Me tengo que ir Allye...—Jake mencionó, rascando su nuca y bajando su mirada.

—¿Sucede...algo?

—No...bueno...sí, pero pasará...se me pasará, más bien. Sólo necesito algo de tiempo.

—Jake, perdóname.

—No: perdóname a mi.

Jake se levantó del sofá, no furioso, no triste, pero algo en cierto modo más doloroso: decepcionado, desilusionado. Sí, quizás hubo cierto impulso que se salió de control, que no debió ser más que algo pequeño, cariño, amistad. Pero eso no cambiaba el hecho que era un golpe que dolía en demasía.

—Allyson, por cierto, se te olvidó algo— recordó Jake antes de retirarse.

—¿Qué cosa?

—Esto —Jake contestó mostrando el zapato que había dejado atrás, en el baile, tras el golpe que se dio—. Se me había olvidado dártelo anoche.

—Gracias...

—Te lo pondría pero, dado por como esta tu dedo, creo que sería mala idea. ¿No es así?

—Sí, sí, comprendo...por el dedo...

Y Jake se retiró.

Allyson tuvo una pequeña revelación tras esa representación abortada de Cenicienta: Jake procuraba y cuidaba de los sentimientos de ella, más ella misma parecía olvidar que su amigo también los tenía: no era una situación fácil de sobrellevar, pero bien pudo haber usado un poco más de consideración, más sería falso pensar que la decepción de Jake fue su culpa...

...en todo caso, ambos la tenían, por interpretar señales que tal vez no eran lo que parecían representar, y por soñar con algo más por el simple impulso de soñar.

No quedaba otra cosa más que buscar equilibrar el Universo, y así sería la mañana del día siguiente, tras una dosis generosa de meditación y reflexión.

—¿Allye? ¿Qué estas haciendo? —Jake preguntó al ver a Allye inclinándose en la puerta de su hogar.

—Caramba, tenía la esperanza de no encontrarte despierto tan temprano.

—No pude; mi padre me pidió que cuidara unas piezas de auto que se robó, al menos hasta que pudiera pintarlas...

Jake entonces notó que en su mano, Allye tenía un pedazo de papel.

—¿Qué es eso?—preguntó el muchacho.

—¿Sabes? En verdad no esperaba para nada esto, y pensándolo bien, en una era de e-mail, Twitter y Wattpad, creo que había decenas de medios que me pudieron ahorrar este problema...

—Solo dime que sucede Allye, nada de tus neurosis ahora...

—Pues...tenía esto para ti, pero...

—Léelo.

—Esta bien...

Y Allyson comenzó con su lectura:

—Jake, hemos pasado por toda clase de aventuras y desavenencias, y a pesar de que siempre tuve el temor que algún día me ficharan y me encerraran por unos cinco años, pensé que valía la pena, porque esas cosas en todo caso nos unieron más, y jamas cambiaría esto por nada de este mundo: eres más que un amigo, más que un hermano...no sé que seamos, estamos quizás en una incomoda zona gris, pero vale la pena lo que tenemos...sea lo que sea...

—Allye...

—Tú sabes que podría seguir leyendo, pero creo que entiendes lo que quiero decir, y que de ningún modo quiero que alguno de nosotros salga herido...no lo mereces...

—...ni tú.

Y espontáneamente, ambos se abrazaron, más ya no de un modo incomodo o extraño, sino tierno y sincero, con la misma sinceridad que se habían dado desde el primer día en que cruzaron palabras en el jardín de niños.

—Entonces... ¿estamos bien? —Allye preguntó tras esa muestra de cariño.

—Siempre lo estamos, siempre lo estuvimos, siempre lo estaremos.

Allye pasó la mañana en el hogar de Jake, platicando y viendo televisión juntos en el sillón, pero antes de cerrar ese capitulo de sus vidas y pasar a los créditos, ella tenía algo que decir.

—Jake...

—¿Sí?

—Somos jóvenes, tenemos quince años, y todavía no tenemos ni puta idea de lo que queremos, o si queremos algo siquiera...pero, sabes cuanto te aprecio, mucho, quizás no de un modo "romántico" hoy por hoy, pero...todo podría cambiar alguna vez...

—Si, creo...creo que esas son las palabras que mejor lo definen.

—Jake...quizás, y sólo quizás, algún día, si ambos estamos solos y sin prospectos a la vista...podríamos darnos una oportunidad.

—¿Es una promesa? —Jake preguntó con una tímida sonrisa de reconciliación.

—Por ahora sí...

—Entonces...claro que sí Allye. ¿Por qué no? Somos más cercanos que nadie...podría funcionar...

—¡No hoy ni nada! Me refiero a un futuro lejano cuando seamos ya viejos, como a los 21...

—Tú estarás en la Universidad.

—Si no es que en la cárcel por tu culpa.

—Si terminamos ahí, ojala nos toque la misma celda.

—¿Pero no irías tú a una cárcel para varones y yo a una para mujeres?

—Un pequeño inconveniente, pero creo que con algo de travestimo uno de nosotros podría sortear esos detalles.

—Te quedaría bien los colores de tierra, si quieres mi consejo...

—Por cierto, tengo algo tuyo —Jake dijo.

Él muchacho sacó de uno de sus bolsillos el zapato que Allye creía perdido.

—¿Llevabas un zapato te tacón en tus pantalones todo el tiempo? —la pelirroja cuestionó.

—Duele tanto como te imaginas.

—¡No sea cobarde! Tú nada más lo guardaste ¡Las chicas nos ponemos estas cosas!

—Dejemos la lección de feminismo 101 para después... ¿no quieres que...?

—¡No! ¡Ni de chiste me lo pongo en este momento!

—¿No que no?

—Bueno...ya sabes que no soy una chica normal. Además, no es una de esas series con simbolismo barato sentimentalista...

A medio camino entre broma y compromiso, ambos cerraron el año escolar con las manos tomadas, sabiendo que quizás las cosas ya no podían ser las mismas, pero que nada borraría el enorme cariño y amor que se tienen.

¿Y quien sabe? Quizás en cinco o diez años, cuando sean "viejos", puedan ser algo más, y aun sino, al menos siempre, junto con Sarah, estarían juntos, de un modo u otro...

—¡Hey!—gritó la voz de Sarah—. ¡No se olviden de mi!—se sentó en medio de sus dos amigos.

—No podríamos amiga—Allye le comentó—en serio, literalmente no podríamos: has dicho y hecho cosas que me perseguiran de por vida en mis pesadillas.

—¿Y que haces aquí? ¿No deberías estar besuqueandote con Will?—Jake le preguntó

—¿Besuquear? Niño, ya llegamos mucho más lejos que eso desde hace mucho...

—Pero hay algo que tengo que preguntar —Allye comentó—. ¿Cuánto tiempo le calculan a Ryan y a su menina?

—Dos semanas —Jake y Sarah contestaron en coro.

Miradas lascivas, apuestas sobre vidas amorosas ajenas y chistes de promiscuidad aparte, siempre serían ese extraño y particular grupo de chicos que asisten a Hopewell High y que han demostrado que pueden sobrevivir a una cosa u otra, incluida su propia estupidez, adicción o actos de vandalismo...

 Queridos miembros del colegio Hopewell High:


Estamos conscientes que hemos tenido que perder un año de nuestras vidas en esta asquerosa escuela, y que así será hasta que nos acepten en una Universidad o nos lleven presos. Podemos vivir con eso. Pero también creemos que ustedes deben estar locos si piensan que van a poder apaciguar nuestro carácter o volvernos unos mas del montón, porque en terminos más simples, y en las definiciones mas pertinentes, hemos descubierto que cada uno de nosotros es una neurotica enamoradiza...

...un futuro presidiario...

...y una fugitiva de los manicomios.

¿Eso responde sus preguntas?

Sinceramente suyos

El Club de Hopewell 

N/A: Gracias a todas y todos que leyeron esta historia, jamás podré hacerles saber cuan bien me hacen sentir por haber leído este caos sin pies ni cabeza.

 Pero las cosas aún no terminan de todo...pues hay que recordar...aún quedan dos libros más, dos años más de clases, pandillerismo y hormona adolescente.

 No se olviden de checar la secuela: "El Club de Hopewell: Segundo Año" en el siguiente directorio.

http://www.wattpad.com/story/1288934-el-club-de-hopewell-segundo-a%C3%B1o

No obstante, por lo pronto: ¡Gracias...totales!

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