Tn llegó al Chateau con una caja de donas y unos sándwiches, ingresó a aquella casa con una copia de la llave que Haise le había dado con el permiso de Arima.
– Buenas tardes –saludó.
– ¡Mamá! –sonrió Saiko alegremente.
– Bienvenida, Tn-chan –sonrió Tōru.
– Buenas –saludó Shirazu.
– ¿Ginshi? ¿Qué le pasó a tu cabello?
– Ah...Quise hacer un cambio.
– Entiendo... –sonrió.– Te queda bien.
– Gracias.
– Ahora es Shira-calvo –bromeó Saiko. Tn rió.
– Bueno, dejando de lado eso –mostró la bolsa que traía.– Traje donas y sándwiches –sonrió.
– Ah~ las donas especiales de mamá –dijo Saiko.
– Muchas gracias –sonrió Tōru.
– No es nada –sonrió, entregando la bolsa al peliverde.
– Prepararé café.
– ¿Ahora si vas a saludarme? –preguntó Haise, acercándosele.
– Pero si te vi ésta mañana –rió y lo besó.– Tonto.
Haise rió. Tn miró a Urie.
– Buenas tardes, Kuki.
– Hola, Shimura-san –saludó sin apartar la vista del periódico.
Luego de una taza de café y algo de plática, Tn y Haise fueron a la habitación de éste.
– "Operación Rose" –leyó en una hoja sobre el escritorio.– "Operación máscara", ¿Y eso?
– Deja eso –le quitó la hoja.– Es confidencial.
– Sólo quiero saber en qué tipos de trabajos está mi novio –rió.
– Pero es confidencial. No puedo decirle nada a alguien fuera del CCG...mucho menos al enemigo.
– ¿Ahora somos enemigos? –preguntó divertida.
– "Skully" y "Primera Clase Sasaki" sí, "Tn" y "Haise" no.
– Entiendo. Pero ahora yo soy "Tn" y tú eres "Haise".
– No insistas, no te diré nada.
– Mo~ que malo eres –rió.
– Tengo algo más interesante que hacer más que leer esos documentos.
– ¿Si? Dime.
– Pues... –la tomó de la cintura.– Podría llevarte a la cama y –se acercó a su oído.– hacerte gritar –susurró en tono seductor. Tn rió.
– Ahora no creo que sea el momento –él la miró.– Están los chicos en casa.
– Tienes razón –suspiró.– ¿Vamos a tu casa?
– ¡Haise!
El joven rió, sonrojado. Ella también rió.
– No eres bueno para hacerte el seductor, ¿Sabes? –bromeó.
– Lo sé –rió.– Era broma –la besó.– Podemos...simplemente pasar algo de tiempo juntos.
– Me encantaría –suspiró.–, pero debo ir a Aogiri ya.
– ¿Ahora?
– Sí –lo besó.– Tengo trabajo que hacer –lo besó de nuevo.– Nos vemos luego.
– Claro –la besó y sonrió.– Nos vemos, amor –la besó de nuevo.
Tn sonrió y besó la mejilla de Haise, salió de la habitación colocándose su chaqueta y se despidió de todos, yéndose a Aogiri.
Haise se sentó en su escritorio, observando una fotografía en la que estaban él y Tn junto a los quinx.
«Desearía que todo se quedase así, pero...eventualmente recuperaré mis recuerdos y estos días acabarán...Sólo espero...que cuando ese día llegue, tú sigas a mi lado...Tn...», pensó Haise.
– Tn...mientras estés a mi lado...no importa si debo ser Haise o Kaneki –susurró, soltando una leve sonrisa.
[Noche]
[Departamento de Tn]
Tn entró a su departamento, agotada, había tenido un largo día. Vio a alguien de pie frente a una de sus ventanas; ella se preparó para pelear mientras encendía la luz, ésta persona se giró sonriendo, tenía un ramo de flores en sus manos.
– ¿Haise? –suspiró aliviada.– Creí que eras un intruso o algo.
– Recuerda que tengo una copia de la llave –rió.– Les di de cenar a los niños y vine a verte, espero no te moleste.
– No, claro que no –sonrió.
– Que bueno –se le acercó.– Te traje unas flores –dijo entregándole el ramo.
– Son hermosas –sonrió tomándolas.– Gracias, Haise.
– Espero te gusten.
– Me encantan, pero... ¿Por qué?
– Sólo quise traerte algo y...estar contigo.
– Has estado extraño hoy, ¿Sucede algo?
– Nada –sonrió.
– ¿Te pone nervioso la misión próxima?
– No...No mucho...
– ¿Entonces?
– ... –suspiró.– Tn...si yo fuera Kaneki Ken... ¿Cómo te sentirías?
– Pues...eso significaría que aún con otro nombre sigo enamorándome de la misma persona –rió.
– Entiendo...Y... ¿Seguirías amándome?
– Por supuesto –llevó una mano a su rostro, acariciándole la mejilla.– Seas quien seas, Kaneki Ken o Sasaki Haise, yo te amaré siempre.
– Ya veo... –sonrió.– Gracias, Tn.
– ¿Por qué lo preguntas?
– Porque...si yo soy Kaneki Ken...quiere decir que recuperaré mis recuerdos en algún momento y...eso podría cambiar muchas cosas.
– Mientras tú me ames yo te amaré a ti, es todo lo que puedo decirte respecto a eso.
– Gracias –murmuró.
Haise tomó el rostro de Tn delicadamente y la besó con dulzura. Al separarse, él la abrazó fuertemente, como si temiese que algo la arrancara de sus brazos.
A la mente de Haise vino un lejano recuerdo, algo que él había olvidado sin quererlo...
<<Flash Back>>
– Tn-chan...yo... –tragó saliva, nervioso.– Te amo –susurró su confesión, sonrojado. Ella se sonrojó.
– Ken...también te amo –sonrió.
– Me alegra saberlo –sonrió también. La besó.
<<Fin Flash Back>>
Haise se sobresaltó, soltando de repente a la joven. Tn lo miró, confusa.
– ¿Haise? ¿Qué sucede?
– N...No –negó.– No pasa nada, lo siento –volvió a abrazarla.
– ¿Qué ocurrió?
– ...Creo que...recordé algo...
– ¿Qué cosa?
– Te vi a ti, vestida con una camisa blanca y el cabello desarreglado, parece que recién te habías levantado, y...nervioso te dije que te amaba...
«Y me llamaste Ken...», pensó él.
– ¿Y yo te dije que te amaba también?
– Sí.
– ... –sonrió.– Ya veo. ¿Y luego?
– Nos besamos.
– Entiendo –dejó las flores sobre la mesa y lo abrazó.
«Recordó esa noche en que se me confesó...la noche de nuestra primera vez...Ken, eres un pervertido», pensó y sonrió.
– Tn, eso que vi...
– Tranquilo. Te lo explicaré, pero luego –bostezó.– Estoy cansada ahora –mintió.
– De acuerdo –la miró.– Vamos a dormir.
– ¿Dormirás aquí?
– Sí, ya le avisé a los quinx.
– Bien –lo miró y sonrió.