Chico Prohibido 3 |Amame|

By Mariana_1MD

33.9K 1.2K 99

La situación no se ve muy bien cuando Maibys fué secuestrada y durante su rescate, la muerte de alguien cerca... More

Capítulo 1. "Sin familia"
Capítulo 2. "Felicitaciones"
Capítulo 3. "Arreglos"
Capítulo 4. "El nuevo Jenner es.."
Capítulo 5. "Prima favorita"
Capítulo 9. ¡Yo me opongo!
Capítulo 10. "No otra vez"

Prólogo.

9K 177 4
By Mariana_1MD

Navidad.

Si mirabas por la ventana, podías ver como todo el alrededor era cubierto como por una manta blanca que daban muchas ganas de agarrarla porque se veía llamativa, pero cuando la tocabas sólo te dejaba un dolor en la mano porque estaba helado, realmente helado.

Me gustaba estar en invierno sentada en la ventana, cubierta por calcetines, guantes, de todo, y con una taza de chocolate en las manos. Era simplemente perfecto, sin verlo de otra manera, tan sólo poniéndolo desde ese punto, no prefería algo más que no fuera ver nevar.

—Amor, el desayuno está listo.

Volteé mi cabeza hacía la voz proveniente, y ahí estaba. En el umbral de mi habitación de pequeña, aún no comprendo por qué habíamos aceptado hacer una cena con mis padres y los suyos. Pero Joe me dijo que mis padres habían estado preocupados y que se fueran conociendo no iba a ser tan malo, pero claro que era malo.

Mis padres con sus padres, en una misma mesa.

Simplemente me iba a volver loca. Y tanto como Becka cómo Petter habían huído, dejándonos solos en todo esto, dijeron que se mataban dos pájaros de un tiro, pero el único pájaro muerto que conozco es el de Trevor, en paz descanse.

—Ahora bajo —contesto neutral.

No he querido hablar mucho, era la segunda noche en la casa y la verdad pensaba en que lo más seguro es que mi madre había obligado a mi padre de poner cámaras en la habitación y una alarma por si era posible para que Joe no lograra hacer nada.

Aunque claro, estuvimos a nada de poder lograr algo en la ducha hasta que mi tío Zac tocó la puerta como loco maniático diciendo que necesitaba hablar conmigo, pero no era así, era claro que no era por eso, mi madre lo había dejado a cargo y claro que mi tío no quería conocer al ogro que ya conocía.

—¿Te sientes bien? —Se acercó a paso lento.

No era que marcara mi línea de: mi espacio es sagrado, quedate de tu lado. Pero no sé, me sentía distinta con todo lo que ha pasado este último mes, ¡lo sé! Es demasiado rápido, hace un mes pasaron muchas cosas y me he decidido a cambiar, empezando por mi manera física.

No he asistido a el gimnasio, eso lo haré cuando termine Navidad, pero mi ropa es distinta, mi manera de expresarme es distinta aunque creo que no es muy notable, y mi cabello ahora es corto, no corto como un peinado de coco, sino uno que no toca mucho los hombros porque no le llega.

Joe no supo por qué el cambio, pero trató de no juzgarme y decirme que me veía hermosa como me pusiera, así que yo pensaba que él pensaba que lo había hecho para verme mejor para él, no voy a negarlo que eso también es mi cambio, pero ahora no entremos en detalles.

—Sí, me siento bien —bebí un poco de chocolate.

Se sentó cerca de mis pies encogidos y tapados por una manta, agarró uno de mis pies con sólo saber que me tocaba, era feliz.

Supongo que vivía con el miedo de que me fuera de nuevo, pero prometí no meterme en problemas, cosa que dudo que pueda cumplir porque con Jesse es imposible.

—¿Segura? Te has despertado muy en la onda hippie —sonreí.

—¿Onda hippie? —Rió.

—Olvidalo —acarició mi pierna.

Dejé mi taza con chocolate en el suelo, me puse en posición de indio y me acerqué más a él.

—Te amo —murmuró.

Se posó encima de mi y reí, me hacía cosquillas. Realmente era una imagen totalmente sana, no había nada sexual.

—Y yo más a ti —agarré su cabello entre mis dedos.

Sentía su aproximación continua a mi, pero justamente me sentí como en el colegio.

—Maibys Kramer, te pones por favor en una posición digna de una dama, en este momento.

Joe y yo soltamos risitas, la verdad es que las mías eran de vergüenza profunda. Tenía a mi novio presente y mi madre se dignaba a decir tal cosa a través de algunas bocinas.

—Te dije que había escuchado voces la otra vez y no me creíste.

—Es que no la creí capaz —besé su nariz.— Le encanta el control —pongo los ojos en blanco.

—Grr, a mi me gusta el control en otra parte —reí en una carcajada limpia.

Era un estúpido. Mi mamá probablemente tenía también microfónos y a él no le importaba en lo absoluto.

—Señorita, estaba hablando en serio —insistió mi madre.

—Ya me regañaron por tu culpa Joe, levantate ahora mismo de encima —reí al verlo.— ¡Joe! —Dije entre carcajadas.

—Señorita responsable —se burló.

|...|

No me queda la menor duda de que mi madre hace lo que es posible es sus manos para alejarme de Joe. Ha mandado a mi padre a comprar más botellas de vino cuando no se necesitan más, tenemos un montón en el sótano. Pero Joe dijo que no le importaba del todo, tenía algo de que platicar con mi padre, así que a duras penas lo deje ir.

Pasar tiempo a solas con Lissa e Isla. El que mi madre se comportara amable con la madre de Joe mientras intentan preparar la cena, no me extraña. ¿Recuerdan? La Sra. Sociales.

Cuando mi madre se entero de todo lo que había pasado con Trevor, cambió su forma de ser, de manera que nunca pensé que lo hiciera. Hatosiga a mi hermano, es por eso que no vino tampoco, no quería saber nada acerca de mi madre y sus abrazos llenos de amor.

Me parece de verdad gracioso ver a Petter sonrojado por como mi madre agarra sus mejillas o lo abraza frente a Becka, haciéndolo ver como el niño de mamá, claro que a mi cuñada no le duran mucho sus burlas hacía él, porque ella era atrapada con Charlie.

A sido de verdad un halago que los padres de Joe quieran estar conmigo todo el tiempo, además que me dejaron hablarles por sus nombres: Isla Anne y Charlie. La Sra. Walker me dijo que Isla es su nombre que usa ahora casada y que Anne es para las amistades desde pequeños, así que me dejo decirle de cualquiera de las dos ya que sus dos nombres le gustan tal cual; Isla me ha dicho que probablemente Joe me pida matrimonio a lo que realmente no me importa en este momento, sólo quiero estar con él sin preocuparme.

Lavaba los platos, así que no hice nada más que sonreír y decir: —Todo a su tiempo.

Mi madre no ha comprendido mucho, no tengo idea si le ha agradado la madre de Joe, pero sé que no está contenta con lo que ha dicho acerca del matrimonio entre él y yo.

—¿Tú que opinas Lissa? —Le pregunta Isla.

La castaña sólo me mira de manera rápida, limpía sus manos con el trapo de cocina y se arregla como si fuera a dar el discurso del año, para que a nadie se le olvide, pero me equivoco.

—¿Sobre qué?

Oh, pero si bien que escucho, a mi no me la pega.

—Sobre que nuestros hijos se casen —dice la madre de Joe.— Yo siento que sería una bendición enorme, el ambos que se tienen es grande.

Abro mis ojos, sorprendida. No le veo bendición de nada, no tendría por qué haber bendición si no les podré dar nietos, que probablemente mi madre esté feliz de eso porque ella no tendrá a niños de los cuales acordarse los cumpleaños. No lo tomo personal.

Me volteo, interesada por la reacción de mi madre, pero sólo está tranquila, asimilando las palabras que la rubia ha dicho. No se aclara la garganta aunque sé que quiere hacerlo y no lo hará porque: no es digno de una dama.

—Me parece bien, creo que ya son adultos para tomar sus propias desiciones, ¿no?

Mi boca seguramente caerá hasta el suelo. Quiero soltar una carcajada enorme, de verdad quiero hacerlo y volteo a ver a la señora de la limpieza que me conoce, sonríe y también aguanta la risa pero prefiere dejarlo pasar y regañarme con la mirada, ¡estoy sorprendida!

¡Lissa Collins Kramer está diciendo tal cosa!

Tengo que colgarlo a YouTube. Odio eternamente que Joe no esté aquí, odio que no lo esté porque él se reiría conmigo.

Saco mi iPhone al escuchar el timbre. La imagen me da a entender que es Mike.

—Tengo que atender, disculpen.

Ambas sonríen y asienten. Deslizo mi dedo, digo con mi mano que volveré en cinco minutos y le hablo a Mike mientras salgo de la cocina.

—Mai, salvame. Por favor —me pide.— ¡TE LO RUEGO!

—No es tan malo Mike, sólo es navidad.

—¿Solamente? Los primos de Jesse me están volviendo loco, aparte de que su hermana no deja de mirar a Edward como si fuera carne fresca —sonrío.— ¡AYUDAME! —Grita su hermano.

—Son unos exagerados —pongo mis ojos en blanco.— ¿Por qué no le marcaste a Joe?

—Ya lo he hecho, pero él me dijo que te marcara a ti, así que por eso lo hice.

—¿Y por qué no a Jake?

—Porque ya lo hice, él me dijo que le marcara a Joe.

—Y ¿por qué no...

—Jesse me dijo que le marcara a Petter; Petter me dijo que lo dejara de molestar y que le marcara a Becka; Becka me dijo que le marcara a Jake; Jake a Joe; Joe a ti y ahora la jodida eres tu. No puedes dejarme desamparado, soy el esposo de tu mejor amiga —aguanto una carcajada.

—Así que... soy la elegida.

—Si.

—Bien, ¿en qué parte de la casa estás?

—¿Eso importa?

—No, es que no sé de que hablarte.

La mesa era demasiado grande, empezaba a sentime incómoda de que me quería ir en este momento. Estaba a lado izquierdo de Joe, aunque se había negado le ayudé a servirse la cena sin dejar que lo hiciera la señora del servicio. Me sonrío realmente conmovido o sino porque mi vestido rojo era muy justo y aparte de todo mi espalda estaba descubierta.

Mi padre había salido de su habitación casi huyendo de mi madre y se fue a refugiar con nosotros, que no hablabamos de gran cosa. Yo había estado paseandome en ropa deportiva por toda la habitación mientras buscaba un vestido en mi maleta y ayudaba a Joe a buscar ropa interior que convinara con el traje que iba a usar mientras él tomaba una ducha. Yo me había bañado sin esperarlo a lo que él sólo dejó pasar diciendome que no me iba a salvar; mi padre ya estaba con su traje y tenía el mismo problema de Joe, no sabía amarrar su corbata. Él usaba corbatas ya hechas pero dijo que no era la ocasión para ponerselas, que esto era más formal, no lo comprendí para nada. Después me dijo que su niñita con coletas dispersas había desaparecido y que se había convertido en una gran mujer. Joe salió del baño con una toalla en su cadera cuando estaba abrazando a mi padre de manera fuerte, me sonrío y después entró de nuevo al baño para poder cambiarse ahí.

Ahora: Charlie, mi padre y Joe hablaban de negocios o de fútbol. Mientras que yo mirando a otro lado hablaba con mi madre e Isla de algunas amistades o de cualquier otra cosa de moda que me preguntaran.

—Has elegido muy bien tu corte de cabello —comenta Isla.— Le he dicho que se ve fabulosa —se voltea a comentarle a mi madre.

—Gracias —murmuro.

—Siempre ha tenido un gusto profundo a verse bien aunque no se esmere, la admiro demasiado —dice mi madre.

Joe cierra la boca de golpe y voltea a ver a mi madre, luego a mi; a mi madre y luego a mi, lo repite un par de veces y detiene su mirada en mi entrecerrando los ojos.

La mesa se queda en silencio y después empiezan los brindis sin saber por qué.

—Quiero brindar, por nuestros hijos, que parecen muy felices —alzamos las copas al brindis de mi padre.

Me gustaría grabar esto para ponerlo en un disco y después ponerselo a Jesse para que se ría de algo que jamás pensó que ellos dirían, pero ahora lo están diciendo.

—Yo lo grabo, tranquila —susurra Joe.

Sonrío y asiento.

—Yo brindo por nuestras familias y la futura —dice Charlie.

Eso no me lo esperaba, pero Joe asiente mientras sonríe mientras que murmuramos un gracias.

Después de muchos brindis. Nosotros parecemos los únicos sobrios en la mesa. Mi madre está riendo junto con Isla mientras se balancean. Mi padre y Charlie se la pasan hablando de manera alta acerca de todo y nada.

—¡Y-YO BRINDO POR... POR —dice mi madre.— YO BRINDO POR... POR... —se voltea a ver a la mamá de Joe.— Oye Isla, ¿por qué chingadera iba a brindar? —La madre de Joe comienza a reír como loca, le susurra en el oído a mi madre y las dos se empiezan a reír pero entre ellas se chitan.— BRINDO PORQUE VAYAN POR MÁS BRANDY!

De mirar a mi madre, miro a Joe. Su rostro no puede ser de más sorpresa, hermosa Navidad la nuestra.

—Están ebrios, es una oportunidad para nosotros —me dice Joe.

—¿Seguro?

—Sí, es ahora o nunca.

Los dos nos paramos de manera rápida de las sillas y salimos corriendo de ahí sin que se den cuenta, hasta nuestra habitación.

Punto para nosotros.

N/A: Primer capítulo publicado el: 10/Mayo/14

Continue Reading

You'll Also Like

36.5K 1.4K 35
en esta historia seras Mia 🔞
359K 43.3K 62
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
56.9K 3.9K 86
Donde Mia Campos entra a la casa más famosa del mundo a jugar o donde conocera a gente que se volverán parte de su vida y conocera también al amor ic...
32.9M 4.3M 45
[COMPLETADA] ¿Es posible enamorarse de alguien sin conocerlo? ¿Sin haberlo visto? ¿Es posible desarrollar sentimientos por una persona que solo has e...