Spiritual Adviser || BTS

By DHProject

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Jungkook es un fantasma que habita en la casa donde ahora vive Park Jimin. El problema de Jungkook no es habe... More

Prólogo
01 - ¡El inicio del fantasma amigable!
02
03
04
05
06
08
09
10 - Parte 1
10 - Parte 2 (FINAL)
Epílogo
Nota final, agradecimientos e información!

07

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By DHProject

Taehyung estaba sentado como indio en el ático de su casa. Frente a él había incienso de sandalo, una vela morada y una vela azul formando un triángulo. Los tres objetos ya se habían consumido un poco.

Tomó un fragmento de cuarzo que tenía hundido en un bowl con sal marina y lo puso encima del humo de incienso.

«Todo aquello que le quiera hacer mal a Park Jimin se convertirá en bien. La gente que le desea el mal, no lo logrará. Este cuarzo protegerá eternamente a Park Jimin de todo lo malo que se quiera a él acercar. Que así sea.»

Bajó el objeto poniendole una etiqueta con el nombre de Jimin y cruzando un hilo encerado por una argolla en su punta. Tomó otros dos iguales pero que ponían «Hoseok» y «Yoongi» y los contempló largamente entre sus manos mientras las velas se consumían lentamente.

– Esto debería servir por ahora... –murmuró lentamente.

Las velas se consumieron por si mismas luego de unos minutos y fueron enterradas en el jardín trasero.

👻

– ¿Amuletos contra la magia negra? – Preguntó Jimin observando el colgante que le había dado Taehyung al encontrarse en la puerta de la escuela. Le había dado unos iguales a Hoseok y Yoongi, este ultimo lo miraba con cierta desconfianza.

– ¿Ocurre algo Tae? – Preguntó Jungkook poniendo una mano en su hombro. El nombrado le sonrió de manera reconfortante antes de hablar.

– Es precaución, tenía tiempo libre y los hice –respondió con sencillez, pero a Jungkook no le pareció del todo creíble. Entonces se dirigió a Yoongi–. Que hayas estado rodeado de oscuridad no significa que seas parte de ella –dijo tomándolo desprevenido–, pontelo con confianza, no te afectará.

Yoongi lo observó primero a él y luego al collar para luego colgarlo de su cuello, acto que repitieron Hoseok y Jimin.

– Son personales, así que no los mezclen o no servirá.

– Wow Taetae, haces cosas impresionantes –comentó Hoseok poniendo el colgante por dentro de su camisa– ¿Deberíamos entrar?

– Si, vamos –dijo Jimin caminando adelante con Jungkook. Taehyung no tardó en seguirlos y mas atras se quedaron Yoongi y Hoseok. El primero codeó a su amigo con disimulo para luego murmurar.

– ¿Taetae? –Le interrogó y Hoseok se encogió de hombros.

– Suena lindo... –murmuró ganandose una risa sarcástica de su amigo, quien volvió a caminar adelante cerca de Jimin y Jungkook.

Ya en la puerta de su salón de clases, Taehyung miraba indeciso la puerta mientras que Hoseok ya estaba entrando. Este desde su asiento notó que su amigo no se movía.

– ¿Qué ocurre?

– Creo que iré a la enfermería –respondió sin siquiera mirarlo y Hoseok se levantó en seguida.

– ¿Estas bien? ¿Te acompaño? – Dijo acercandose rapidamente y Taehyung apretó sus labios.

– Estaré bien, luego pasame los apuntes de la clase –respondió comenzando a caminar y Hoseok asintió lentamente.

– Bien...

– ¿Dices que Taehyung vino y se llevó consigo a Yoongi? – Preguntó Hoseok con incredulidad ante lo que oía mientras tomaba prestado el asiento frente a Jimin. Este asintió en una mueca desconforme– Algo raro ocurre, ¿Verdad? A veces quisiera ser como ellos y ser extrasensorial o algo por el estilo... –mencionó jugueteando con sus manos como si fueran olas.

«Honestamente a veces es preferible no saber algunas cosas.» Escribió Jungkook para él y Jimin asintió de acuerdo.

– Deberíamos encontrar cosas que tu y yo tengamos en común –dijo Hoseok con determinación luego de un breve silencio y Jimin abulto sus labios pensativo.

– Me gusta dibujar... –murmuró y Hoseok apretó sus labios.

– Soy malo dibujando–soltó en un suspiro cuando de repente tuvo una idea–. Oye, ¿Podrías dibujar a Jungkook? Quiero saber como luce.

Jimin asintió mientras Jungkook los miraba curioso. Su amigo lo miraba a él y luego a la hoja mientras dibujaba.

– Jungkook tiene la cara en forma de V... –murmuraba mientras agregaba detalles y los dos lo miraban atentamente– Sus ojos, nariz y un poco su boca son grandes. Su cabello es negro y lacio. Tiene marcado el espacio entre su nariz y su labio superior. Sus ojos no tienen doble parpado, pero el inferior esta bastante marcado.

Terminó el dibujo completamente en lapiz añadiendo unos pequeños detalles como el sombreado y se lo entrego a Hoseok, quien lo observo detenidamente teniendo en su cabeza la nota del periodico que hablaba de su muerte. Mientras tanto, Jungkook escribió en su libreta nuevamente.

«Soy mas alto que Jimin.»

Hoseok se rió ligeramente mientras que Jimin cruzaba los brazos como si estuviera ofendido. A pesar de temerle a los fantasmas, Jungkook le hacia sentir cómodo.

Taehyung y Yoongi se encontraban en la azotea de la escuela, lugar al que en realidad no se suponía que deberían ingresar, pero poco le importó al peliblanco.

– ¿Dices que hay una estudiante nueva en los cursos inferiores hace una semana, verdad? – Preguntó a Yoongi de rodillas mientras miraba el suelo en detalle. Este, unos pasos detras de él, no se explicaba lo que hacia.

– Si, ¿Qué tiene? –Preguntó acercandose– Y ademas, ¿Qué haces Taehyung?

– ¿No lo sientes Yoongi? Energia negativa –preguntó ahora mirandolo. Yoongi se puso en cuclillas a su lado y miró el suelo detenidamente para luego apoyar su índice en él. Un pentagrama apareció en ese instante brillando en un potente color rojo para luego volver a apagarse.

– ¿Magia? – Preguntó sorprendido y Taehyung asintió.

– Se hizo visible debido a la energia negativa que te rodea –explicó y Yoongi dejo salir un suspiro–. No sé para que sea, pero... –dudo por unos segundos.

– Solo di lo que piensas Kim.

– Una estudiante nueva, esta energia negativa rodeando la escuela, este pentagrama... –murmuró– Muchas coincidencias dadas en un mismo lugar –afirmó y Yoongi asintió lentamente–. Necesito que me acompañes alrededor de la escuela Yoongi, debemos buscar a los fantasmas que viven aqui.

– ¿Y Jungkook? – Preguntó poniendose de pie y Taehyung lo siguió.

– Él viene con Jimin, estará bien.

– ¿Qué sospechas?

– Lo peor.

Jungkook se había escapado de la charla entre Hoseok y Jimin y se sentaba en el borde de una ventana de la escuela. Estaba tan ensimismado que, cuando notó estudiantes caminando por su lado, se dio un gran susto.

– Irónico que un fantasma se asuste de la aparición de humanos... –pensó en voz alta volviendo a sus pensamientos.

Cerró los ojos pensativo. Los fantasmas como él no dormían, pero podía estar tan concentrado como para alcanzar un estado similar.

Entrelazo sus manos entre si flexionando sus rodillas y haciendose un bollo en su lugar mientras apoyaba su cabeza en la pared.

👻

Año 1979.

– Estas loco –murmuró Jungkook molesto hacia su hermano mayor, quien simplemente se encogió de hombros en su litera de arriba–, si papá se entera de lo que haces...

– Si se entera, pero no lo hará –aseguró Jungseung–, ¿Estas conmigo?

– No –ocultó su cabeza bajo su almohada.

Jungkook tenía solo dieciséis años y su hermano de diecinueve andaba en, lo que los adultos llamarían, “cosas raras”. Estaba seguro que, si su padre se enteraba, les daria el castigo de su vida a ambos, incluso si él no hizo nada.

– Vamos Jungkook, muestra un poco de hombria –oyó a su hermano bajar de un salto de su cama.

Lo siguiente que ocurrió fue que se vio atacado con su propia almohada de manera sorpresiva.

– ¡Hyung! ¡Hyung! ¡Ya basta! –intentaba defenderse hasta que inevitablemente comenzo a reirse– ¡Eres malo!

– No, soy inteligente –dijo arrojando la almohada por ultima vez a su rostro–. Jungkook, tu sabes igual de bien que yo que algo anda mal en el mundo. No llegaremos a nada si nos quedamos quietos –dijo con mas seriedad.

– Tengo solo dieciséis años –se defendio como pudo–, no quiero problemas con papá...

Su hermano suspiro pesadamente y se sentó al borde de la cama. Tomó a Jungkook del cuello sin mucha delicadeza y lo puso bajo su axila mientras comenzaba a frotar su cabeza con sus nudillos.

– ¡Hyung! –se retorcía Jungkook por el dolor.

– Hyung esta haciendo un mundo mejor para ti, agradecelo.

– ¡Estoy agradecido! ¡Dejame ir! –Gritó y finalmente fue liberado.

– Esta noche me saldre de casa Jungkook, ¿No me acusaras, verdad? –murmuró de nuevo y Jungkook negó con la cabeza.

– Ve con cuidado.

– Siempre lo hago.

«Jungkook, tu sabes igual de bien que yo que algo anda mal en el mundo.»

Jungkook volvió al presente y miró a su alrededor.

Su hermano siempre hablaba de querer hacer un mundo mejor, palabras que en la mente de Jungkook sonaban disparatadas pero que ahora comprendía: Su país había cambiado considerablemente desde sus días de secundaria. Los registros historicos que estuvo leyendo le hicieron comprender que, efectivamente, su hermano realmente luchaba por algo grande.

Fue por eso que tomó una decisión.

– ¿Estas seguro de esto, Jungkook? – Preguntó Taehyung con una mano en su hombro.

Luego de clases, Jungkook pidió permiso para que Hoseok, Yoongi y Taehyung fueran a la casa de Jimin y el chico simplemente no pudo negarse.

Jungkook se sentó en el suelo con su espalda apoyada en la madera de la cama y los otros cuatro chicos hicieron un circulo alrededor.

«Taehyung encontró una forma para que Hoseok y Yoongi puedan verme.» anotó en su siempre útil libreta.

– ¿En serio? ¿Como es? – Preguntó Hoseok al peliblanco y este le tendió un objeto. Al observarlo, era una pulsera muy similar a la que portaba Jimin y, según le explicaron, tambien Jungkook.

– Jungkook las hizo, es un lazo similar al de Jimin pero algo mas débil, tal vez lo vean algo borroso de vez en cuando. Mientras mas fuerte sea su relación, mejor lo verán–explicó dandole una igual a Yoongi.

Ambos amigos anudaron las pulseras alrededor de sus muñecas como se les indicó. Al principio vieron solo una silueta, la cual paso a ser una imagen distorsionada para luego convertirse en la figura casi solida de Jungkook, pero como ocurría con los fantasmas de dibujos animados, sus piernas no se veían claramente sino que se formaba una estela ondulante de su cintura para abajo. El chico sonrió tímidamente.

– Wow –murmuró Hoseok– ¡Jimin te dibujo muy bien! –gritó emocionado. Yoongi permaneció en silencio, pero Jungkook pudo percibir la sorpresa en su rostro.

– ¿Osea que mientras tengamos esto a partir de ahora podremos verte e interactuar contigo? – Preguntó Yoongi cruzado de brazos y Jungkook asintió.

– Quiero que me vean cara a cara porque...voy a contarles la historia de mi muerte –murmuró y estos dos lo miraron con sorpresa–. Ni siquiera Jimin y Taehyung saben esto.

Hoseok miró a Taehyung y este le indicó en un gesto que guardara silencio. Alzó una ceja pero no dijo nada. ¿Como Taehyung sabía tanto sobre Jungkook? Sin contar que el rostro de este, ahora que lo tenía de frente, se le hacia extremadamente familiar de algun lado, pero no podía recordar con claridad.

– Esta bien Jungkook –le dió animos Jimin–, te escucharemos.

– Bien, esto ocurrió...

👻

Año 1979.

Corea del Sur estaba atravesando por un periodo difícil debido a un gobierno autoritario acompañado de multiples conflictos sociales.

Jungkook, quien solo tenía dieciséis años, era testigo en primera persona de las peleas entre su padre y su hermano mayor. Su padre, un hombre violento, decía que solo había que esperar que rumbo tomaría su nacion. Su hermano decia que debían combatir. Su madre temía por el futuro de sus hijos.

Cada vez que discutian había una fuerte probabilidad de que se fueran a los golpes. En momentos asi, Jungkook olvidaba que era un adolescente y se dejaba proteger por su madre, quien lo tenía entre sus brazos y le decía que todo estaría bien. Era gracias a las interferencias de su hermano que él nunca había resultado golpeado por su padre.

Fines de Octubre.

Jungkook había seguido a su hermano con, lo que él había pensado, era sigilo. Pero no contó con que Jungseung era inteligente. El mayor dobló rapidamente en una esquina y, cuando Jungkook intentó seguirle, se topó con que este lo estaba esperando.

– Hyu...Hyung... –murmuró al verse descubierto y el mayor lo miró suspirando.

– Dices que no quieres problemas con papá, pero me sigues a sabiendas de que yo soy un problema andante –dijo mientras seguía caminando. No parecía importarle mucho la presencia de su menor.

– ¿A donde vas? – Murmuró.

– A reunirme con estudiantes de otras universidades –respondió sin mirarle–. Cuando estes allí, has el favor de no interrumpir.

Jungkook no estaba seguro de si querría estar en esa reunion o no, pero la curiosidad pudo con él y lo siguio obedientemente.

Se reunieron en la casa de un chico que Jungkook conocía de vista. Al principio lo miraron con malos ojos, pero en vista de que su hermano era alguien respetado, le permitieron quedarse.

– Park Chung-Hee ha muerto –anunció alguien que le habían presentado como "Kim Seokjin" y todos allí asintieron–. Como adivinaran, es hora de revelarnos. Vamos a empezar las protestas con nuestras universidades en contra de los gobiernos autoritarios, ¿Todos se adherirán no es así?

Jungkook oía en silencio y con un poco de miedo los planes de su hermano y sus colegas.

Solo esperaba que nada malo ocurriera.

Las protestas alcanzaron su climax el doce de diciembre, día del golpe de estado por parte de Chun Doo-hwan. El país pasaba momentos de tensión debido a las manifestaciones por parte de sindicatos de trabajadores y estudiantes universitarios, entre ellos obviamente Jungseung.

La poca presencia de su hermano en su hogar había logrado que ya no hubiera alguien para protegerlos a él y su madre, por lo que Jungkook oía las discusiones. Su mamá decia que debían irse y su padre, obviamente, lo contrario. No fueron pocas las ocasiones en que Jungkook fue golpeado por intentar defender a su mamá y tampoco fueron pocas las ocasiones en que detuvo a su hermano de ir a tomar represalias cuando los golpes en su piel eran en lugares visibles.

– Debemos irnos Jungseung –murmuraba a mitad de la noche el menor– con mamá.

– Me necesitan Jungkook –decía su hermano abrazandolo.

Si tan solo hubiera pensado que allí tambien lo necesitaban.

Mayo de 1980.

Jungseung preparó sus cosas y, cuando la noche aún lo resguardaba, abandonó su casa. Le dijo a Jungkook que iría a Gwanju y se sumaría a las protestas contra el cierre de la Universidad Nacional Chonnam.

No sabía que sería la ultima vez que vería con vida a su hermano menor.

Jungkook había oido en la radio las noticias de que hubo una gran revuelta que se prolongó por varios días, en los cuales hubo muchas muertes de civiles. Estaba preocupado por su hermano mayor, pero intentó que no le afectara demasiado. En su casa tenía problemas peores.

Su padre seguía siendo un desgraciado. Jungkook debía moverse hasta de puntillas para no hacer algo que pudiera afectar su mal genio, pero de poco le sirvió.

Parecía una noche como cualquier otra. Su madre sirvió la cena, pero solo su padre comía y le gritaba a su madre por no hacer las cosas bien.

Jungkook se fue a dormir a su solitaria habitacion.

Y no fue sino hasta la madrugada que despertó debido a un peso de mas encima de él.

Era su padre.

Su padre lo estaba ahorcando con sus propias manos. Jungkook intentó patalear y gritar por ayuda, pero el hombre le ganaba por mucho en fuerza y peso.

– P-Papá... –murmuró intentando safarse sin exito mientras el aire seguía abandonando sus pulmones. Era inútil, Jungkook no tenía fuerza en lo absoluto– Mamá... –las lagrimas comenzaron a salir de sus ojos cuando, en ese instante, pensó que su madre había corrido la misma suerte. Su vista se estaba nublando y pudo ver el tan anunciado momento en que su vida pasaba por delante de sus ojos. Su rostro comenzó a sentirse caliente y la necesidad de aire era cada vez mayor– Jungseung...

Hizo un ultimo esfuerzo y llevó sus manos al rostro de su padre intentando empujarlo ya sin fuerzas. Un último suspiro y Jungkook había muerto con solo dieciséis años.

Jungseung estaba solo en ese funeral, asi como ahora estaba solo en el mundo. Había tardado en volver de Gwanju solo para toparse con la noticia: Su madre había sido ahogada en el baño, su hermano asfixiado y su padre, autor de estos crimenes, se había pegado un tiro. Se sentía culpable de no haber podido salvar a su pequeño hermano menor y ahora ese sería su castigo. Vivir sabiendo que, si hubiera tomado otras decisiones, podría haberlo salvado al menos a él. No podría volver a ver esa casa, por lo que la abandonó desde el primer día que volvió de Gwanju y siguió viviendo por su cuenta...

Sin jamas adivinar lo que ocurriría tiempo despues con el alma de su hermano.

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