"Allí para ti"
Contenido Romántico.
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Solía despertar harta. Todas la personas eran falsas para ella.
En algún lugar había perdido una parte de ella cuando se dejó llevar por lo que quería la gente.
Necesitaba que alguien estuviera allí para ella pero ese alguien también necesitaría que ella lo estuviera.
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– ¿Que tal ese chico? Sugirió Amanda. Al parecer está deprimido o ha pasado por un mal día, convéncelo.
– ¿Que? No. Niega Roxie. No creo que vaya aceptarlo. Mierda, ¿en donde conseguiré un chico que se haga pasar por mi cita?
– Si no vas tú, lo traeré yo. Amenazó Amanda.
– Obsérvalo Amanda bufó parece tener demasiados problemas como para que yo vaya a rogarle por ser mi falsa cita...
– Exacto, tal vez necesite distraerse.
– No lo conozco, además se ve un poco mayor que nosotras. Continuó discutiendo.
– Mejor todavía, vas a impresionar con el chico.
– Es como si lo usara...
– No, es un favor. Anda, no pierdes nada con acercártele y decirle tu situación, creo que aceptará ayudarte. Insistió Amanda.
Roxie se dio por vencida y aceptó seguir la idea de su amiga. Había estado mintiéndole a un grupo de chicas populares que tenía un novio, cosa que era totalmente falso. La líder de ese grupo la había invitado a un cumpleaños donde tendría que llevar a su supuesto novio. Ella había puesto un millón de excusas pero aquella chica no era estupida y si en serio quería entrar al grupo de porristas debía hacerles creer su mentira.
Con algo de nervios se acercó al chico quien se encontraba sentado en la parada de trenes con su celular en las manos luciendo sumamente aburrido. Decidió sentarse a su lado para disimular un poco y él ni tan siquiera volteó hacia ella.
– ¿Me podrías decir la hora?
Fue lo primero que se le ocurrió decirle mientras que observaba como su amiga Amanda la vigilaba desde su escondite con el ceño fruncido y rodando los ojos.
El chico levantó su cabeza confuso y en ese momento se percató de la presencia de la chica. Asintió algo desanimado y respondió.
– Son las seis aunque muy pronto serán las siete.
Roxie asintió y tardo un poco en ir al grano hasta que luego de tomar varias respiraciones lo soltó.
– Disculpa si soy molesta pero necesito un gran favor, ¿podrías ser mi cita por esta noche? Solo serían un par de horas, nada de compromisos. Solo un favor. Recalcó.
Él la observó como si estuviera loca y algo confuso.
– Mi nombre es Roxie, les mentí a un par de chicas para parecer cool porque quiero ingresar al grupo de porristas pero resulta que en realidad no tengo un novio así que... creo que ya has entendido mi punto. Sonrió inocentemente mientras jugaba con sus dedos.
Él se quedó en silencio analizando las palabras desesperadas de la chica a su lado.
– Olvídalo se levantó de repente Roxie esto es muy vergonzoso, mi amiga me obligó prácticamente en rogarte. Disculpa la molestia.
Rápidamente Roxie comenzó a alejarse y llegó al lado de Amanda.
– Vámonos. Ordenó con determinación mientas soltaba una maldición.
Amanda la detuvo y le hizo señas de que observará tras su espalda, pues el chico estaba allí parado. Roxie levantó sus cejas confusas.
– ¿Podrías explicarme mejor lo que decías hace un momento?
Amanda observó al chico y guiño un ojo hacia Roxie. Ambas estaban recorriendo al chico con miradas de ensueño. En ese momento Roxie se percató de lo alto que era y guapo también. Si él aceptaba, definitivamente impresionaría a aquellas chicas.
Roxie carraspeó un poco y comenzó a explicarle mejor la situación, luego de un incomodo silencio él aceptó y Roxie suspiró de alivio.
– Harold aunque prefiero Harry. Se presentó hacia ambas chicas.
– Ella es Amanda, mi mejor amiga. Los presentó.
Harry asintió, espero a que iniciarán algo mientas permanecía frente a ellas con su rostro desanimado y expresión aburrida.
– ¿Estás bien? Preguntó Amanda siendo más extrovertida. Parece como si un camión te hubiera atropellado.
– Oh gracias. Agradeció con sarcasmo.
Roxie le lanzó a Amanda una mirada de reproche, era cierto que él lucía como la mierda pero no era necesario dejárselo saber.
– Mi novia digo ex novia acaba de terminar conmigo sonrió débilmente Harry tal vez por eso luzca tan desagradable, lo acepto, estoy deprimido pero no importa.
Amanda y Roxie se miraron entre sí con algo de pena por él.
– Supongo que estarás mejor luego. Opinó Amanda. Roxie, debo irme, ya tienes a tu falso novio. ¡Pásenla de maravilla! Gritó mientas se alejaba.
Roxie abrió su boca intentando protestar, pues el plan no era que su amiga la dejara sola con un desconocido en el medio de la estación de trenes.
– La casa es a unos treinta minutos desde aquí. Se dirigió a él.
– Bien. Aceptó siguiéndole los pasos en silencio.
Ni él mismo sabía porque rayos había aceptado ser el novio falso de la chica. La realidad es que estaba prácticamente muriéndose allí sentando mientas recordaba los viejos momentos con su ex novia. Solo quería pensar en otra cosa y también ayudar a la chica porque siempre había sido alguien que no podía negar ningún favor.
– Entiendo que estés así por lo que estás pasando pero no puedes continuar luciendo tan... pisoteado. Habló Roxie luego de varios minutos.
– Oh si claro. Asintió él haciendo un intento por sonreír. ¿Algo importante que deba saber para no cometer errores?
– En realidad no hay mucho, creo que lo más importante que deberías saber es mi nombre y ya me he presentado.
– ¿Entonces porque mentir para agradar? Preguntó él.
– Buena pregunta. Bufó Roxie. Soy nueva en la ciudad, mi mejor amiga también pero a mi siempre se me ha hecho difícil hacer amigos o encajar así que solo trato de socializar mejor y lograr entrar en ese grupo. No lo sé, creo que me ayudaría por el resto de mis días en el nuevo colegio ya que no quiero ser nuevamente la chica nerd o algo por el estilo. Explicó.
– Supongo. Asintió él.
– Aún quedan veinticinco minutos, ¿podrías decirme acerca de tu depresión?. Lo siento, soy muy curiosa aunque si no deseas tocar el tema voy a...
– Llevábamos tres años de noviazgo, ella comenzó a tener nuevas amistades de un rango más avanzado al mío si es que así se podría decir. Cuando salíamos con ellos me hacia sentir humillado, no me gustaba esa sensación y me decepcionaba que lo hiciera por agradarles. Cuando comencé a quejarme surgieron las discusiones a menudo y de repente solo termino conmigo por aquella estupidez, porque prefirió dejarse llevar por su nuevo grupo de amistades.
– Lo siento. Hizo una mueca Roxie. Sé que está mal lo que intento hacer pero en serio no quiero ser la burla de las personas en ese colegio, estoy cansada de ello. Además creen que soy lesbiana. Rodó los ojos.
– No voy a juzgarte, por cierto si aún estás en el colegio... ¿tienes dieciséis o diecisiete?
– Dieciséis recién cumplidos, tú no parecer ir ya al colegio. No es que estés viejo o algo así, me refiero a que...
– He entendido tu punto, tengo veinticinco. ¿Crees que lo noten? Sonrió un poco.
– Voy a ser la estrella de la noche por eso. Sonrió de vuelta Roxie.
– Entonces mi ayuda servirá de algo.
– Si. Asintió Roxie. Estamos llegando.
– ¡Genial! Respondió sarcástico y Roxie carcajeó un poco.
– Aún puedes arrepentirte de ayudarme, lo entenderé.
– Estoy caminado contigo y he dado mi palabra de ayudarte. No me iré, siento mi tener esté ánimo.
– No te preocupes, no siempre estamos mostrando las muelas. Bromeó.
– Eres agradable. Opinó él luego de reírse un poco de su broma.
– Gracias, supongo. Respondió Roxie con el ceño fruncido.
– Hemos llegado.
– Me he dado cuenta por el sonido de la música y porque nos hemos detenido frente a esta casa...
– Oh cierto. Carcajeó Roxie.
– Entonces... ¿que tal si me das tu mano? Sugirió él.
– ¿Cómo?
– Soy tu novio falso. Explicó de manera obvia.
– Cierto, cierto. Asintió sonriendo con algo de nerviosismo. Lo siento, no estoy acostumbrada a estas cosas y tampoco sé mucho.
Respondió mientras entrelazaba torpemente su mano con la de él haciendo ambos contacto físico por primera vez.
– Tranquila, estoy para ayudarte. Sonrió para reconfortarla.
Roxie asintió agradecida y con él ingresó en la enorme casa adentrándose junto a él al caos de la fiesta.
– ¡Roxie!
Escuchó que chillaron a su izquierda y apretó un poco la mano de Harry en busca de soporte. Comenzaba la acción, la hora de mentir e intentar encajar.
– Chanel. Saludó con una sonrisa a medias. Él es Harry, mi novio. Lo presentó al instante.
– Un gusto. Sonrió él saludando con su mano.
Chanel quién era la líder del grupo de porristas lo evaluó un poco con su mirada envidiosa cuando notó la mano de Roxie entrelazada con la de él y luego sonrió hipócritamente aunque aún con un aire de sospecha.
– El gusto es mío, Roxie ha hablado tanto de su novio que necesitaba conocerte. Sonrió de manera coqueta.
Harry la ignoró un poco ya que nunca había soportado las chicas así. Plásticas y presumidas.
– Cariño murmuró en alto para que Chanel escuchará ¿porque no me presentas a los demás?
– Por supuesto, hablamos más tarde Chanel.
Roxie se alejó de ella aún con su mano entre la de él. Agradeció mentalmente que Harry la sacará de allí.
– Déjame adivinar, es la típica chica que sale con el capital de fútbol y por la cual todos en tu colegio suelen babear. Se hace pasar por la arpía cuando la realidad es que debe tener problemas familiares. Susurró él cerca de Roxie para que lo escuchara sobre toda la música.
– Algo así. Sonrió Roxie porque notó que pensaba igual que ella acerca de Chanel.
– Ellas son Jazmín, Natasha y Briana. Las tres que componen el grupo de Chanel. Explicó antes de presentarlo con ellas.
– Vaya, no sabíamos que Roxie tuviera tan bien gusto. Felicitó Briana sin despegar su mirada de Harry.
– ¿Tienes amigos? Deberías presentarnos a unos. Natasha opinó.
En ese momento Chanel llegó a la cercanía de todos tomando la atención.
– Haremos un juego de parejas, vengan con nosotros.
Roxie intentó poner alguna excusa pero Harry le susurró que estaba bien, entonces fue tras Chanel sabiendo que ella tendría algo planeado para tener pruebas que le confirmaran si era cierto o no su noviazgo.
– Este juego se basa en pasar las gomitas de un lado a otro entre personas, si a alguno se le cae, la pareja deberá darse un beso. Explicó.
Roxie soltó una maldición en un susurró. Sabía que su intención era querer verlos darse un beso. La tía no era estupida y haría todo lo posible por ver si realmente eran novios.
Observó a Harry con vergüenza pero él asintió dejándole saber que no importaba aunque por dentro su mente estaba alerta en que era obvio que tendría que besar a esa chica pero por ayudarla daría un espectáculo para que Chanel dejará de joderla ya que sabía las intenciones de esta.
Chanel había acomodado a varias parejas por orden, incluido ellos. Tenían que pasarse una gomita de dulce con sus bocas de un lado a otro. Entre mujer y hombre.
Roxie estaba incomoda cada vez que tenía que atrapar la gomita de una boca desconocida aunque la tranquilizaba que en realidad no tuvieran contacto, más bien era atrapar entre sus dientes el dulce y pasarlo. Sus nervios aumentaban más cuando tenía que pasarlo hacia Harry pero él parecía mantenerse tranquilo.
Él había pasado por situaciones así en su adolescencia y también había jugado aquel juego un par de veces. Estaba relajado ya que por ahora solo estaban pasando el dulce pero la siguiente pareja dejó caer la goma azucarada y supo lo que venía. No importaba quién, por cada goma caída, cada pareja debía darse un beso.
Roxie con sus ojos quiso matar al chico que no pudo atrapar bien la goma azucarada. La mayoría estaban dándose un beso pero ella estaba estática hasta que sintió la mirada de Chanel en ella con esperanzas de algo, observó a Harry quién le susurró que mantuviera la calma.
Solo es un beso. Solo uno. Pensó Roxie cerrando sus ojos.
Harry se acercó a ella colocando sus manos en las mejillas calientes de Roxie, por el rabillo del ojo notó que la tal Chanel mantenía su vista en ellos e hizo que sus labios tocaran los de Roxie. La beso de manera lenta, notó el torpe movimiento de Roxie pero le pareció tierno no decepcionante.
Ambos se separaron luego de haber sido suficiente y él habló hacia Chanel.
– ¿Algún otro juego?, esté es algo vintage e inmaduro. No le entiendo la diversión, puedo besar a mi novia cuando quiera.
Chanel levantó sus cejas con algo de molestia.
– Está bien si no quieren jugar, disfruten de la fiesta. Roxie, estás en el equipo.
La sonrisa de Roxie en ese instante fue brillante pero se apagó de repente captando algo en ese instante que debió entender mucho antes.
— Muchas gracias Chanel pero ya no quiero pertenecer al grupo, en realidad todas son unas hipócritas. Tan solo porque tengo novio y es guapo me han aceptado, eso es una mierda. Aún así gracias por hacerme entender que no necesito encajar en tu grupo social.
Harry abrió su boca confuso por la reacción de Roxie pero no estuvo sorprendido por mucho ya que fue arrastrado literalmente hacia la salida de aquella casa. Por dentro se sintió feliz por la chica, supo que había entendido lo que hace minutos había intentado explicarle.
No era necesario encajar en un grupo social para ser genial, lo necesario era conseguir la felicidad sin depender de los demás.
– ¿Que? Preguntó Roxie cuando notó como Harry la estaba observando.
– Eso ha sido genial felicitó. Seguramente eres ahora la estrella de la noche y no por mi sino porque la has enfrentado.
– Dios, ¿he hecho aquello en realidad? Preguntó sintiéndose temerosa de repente.
– Por supuesto que si. Afirmó Harry. Una pregunta, ¿fue tu primer beso?
Roxie abrió sus ojos y sus mejillas se calentaron fuertemente. ¿Cómo lo supo?¿Tan mal había besado? Se preguntó sintiéndose avergonzada.
– Creo que eso responde a mi pregunta, tranquila...
– ¿Fue horrible cierto? Lo siento y-yo–uh... comenzó a balbucear.
– Estuvo bien, lo digo en serio. No miento. Añadió.
Roxie asintió aún con las mejillas sonrojadas.
– G-Gracias por ayudarme.
– Fue un placer. Sonrió él. Me ayudaste también. Estuve en una fiesta, jugué un juego que me hizo recordar mi adolescencia y presencié como acabaste aquella chica.
– Entonces...
– Podemos ir a otro lugar, si deseas. Invitó él.
– No tengo nada mejor que hacer ahora, así que me parece bien. ¿Estás mejor ahora? Preguntó refiriéndose a su depresión.
– Mágicamente si. Asintió sonriendo.
– Eres un gran chico, solo quería que lo supieras. Halagó Roxie.
– Haces que mi autoestima quiera sobresalir bromeó y luego hizo silencio. ¿Puedo besarte otra vez? Olvídalo, pensaras que solo quiero hacerlo por despecho o algo así. No lo sé, se sintió bien.
Roxie por la información se sonrojó otra vez. Pensó que si el había estando para ayudarla porque ella iba a negarse. Él estuvo allí para era y ella también iba a estarlo.
– Uh, está bien. Si quieres hacerlo está bien. Habló con más decisión.
Él sonrió con diversión por la extraña situación y se acercó a ella como antes había hecho.
– Me has parecido interesante, más adelante podríamos conocernos aunque advierto que tengo un lío en mi mente en estos momentos. Susurró él antes de unirse a ella.
Está vez Roxie actuó con más confianza que la primera vez y lo beso con mejor experiencia.
– También tengo un lío, somos complicados. Sonrió nerviosa.
– Si estoy allí para ti, tú también estarás para mi. Esto ha sido inesperado y rápido pero podemos comenzar de cero ¿no? Soy Harry.
– Roxie.
FIN
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Lyxx