Visión aparece frente a la puerta, con un ramo de flores y una caja de chocolates.
Erik gruñe, aún impidiéndole el paso a su hogar, y pensando en lo ridículamente cliché que es el joven.
¿Cómo es que tan raro espécimen logro conquistar a una de sus más hermosas joyas?
No logra entenderlo del todo, pero le sede el paso al fin; había prometido a su esposo e hija aceptar a aquel enclenque.
Después de todo ayudó a salvar a su dulce Charles, y eso sumaba puntos.
Lo vio besar el dorso de la mano de su hija, haciéndola reír, sonrojada, y luego entregarle la caja de chocolates y las flores.
Gruñó; sí, sumaba puntos, pero que no se pasará de listo.
Que Raven no dejará de cantar «Visión y Wanda se besan bajo el arbol» no le estaba ayudando a mantener su paz mental.
¿Qué los androides no estaban hechos de metal?