- Esa explosión fue cerca – alerto Sakura, quien se había colocado cerca de la ventana... tratando de ver el origen de aquel sonido...
- Debemos ir – dijo Naruto, quien afirmaba en su lugar todos los kunais, dagas, estrellas y pergaminos disponibles.
Sasuke miró a Hinata y esta le negó con la cabeza.
- Maldición Hinata. – exclamo el pelinegro molesto, apretando sus manos hasta convertirlas en sendos puños.
- Lo siento – se disculpo esta pero no con aire de arrepentida – no puedo hacerlo.
- ¡Rayos! – dijo Sasuke.
- ¿Qué pasa? – pregunto Naruto pero su respuesta no llego pues alguien entro por la puerta.
- ¡Todos ustedes son sordos! ¿O que? Nos están atacando... vayan a defender la aldea – exclamo una molesta Shizune - ¿Te encuentras bien Hinata? – pregunto calmadamente a la chica.
- Si, ¿Dónde es el origen? – preguntaba sin poder mirar a Sasuke... solo centraba su mirada en Shizune.
- En la puerta principal de la aldea... todos están yendo para allá... aunque Shikamaru ha ido a la puerta Sur con Ino, Shouji, Lee, Neji y Kiba, acotando que atacaran por todas las entradas así que en la Este ha ido Kakashi, Shino, Ten-ten, iré yo también... ustedes vayan a la puerta Oeste allí se encontraran con Gai... ¡vayan de prisa!
- Si – respondieron Sakura, Naruto y Hinata... Sasuke no dejaba de centrar su mirada en Hinata... estaba intentando penetrarla mentalmente, hacerla ver el peligro avecinarse a ellos....
- Ten esto – dijo Shizune dándole sus ropas ninjas a Hinata... Hinata se las coloco rápidamente y salió del baño lista, colocándose de lado de Sasuke y tomando su mano para hacerle entender que no debía preocuparse.
- Estas embarazada – susurró Sasuke con un tono de voz entre asustado y aliviado por sentir el contacto con la piel de Hinata, aunque quisiera estar molesto y tenía motivos, no podía estarlo, aquella mujer lo había cambiado completamente... era su calmante eterno.
- Lo estamos ambos – dijo simplemente, Sasuke apretó su mano, solo la idea de perder a Hinata era suficiente para sentir temor – no te dejare solo... también es mi aldea – susurraba.
Sasuke bufó y todos salieron de la habitación con destino a la puerta oeste de la aldea. Todo era un caos, mujeres y niños estaban siendo evacuados de sus hogares para establecerlos dentro de la montaña con el rostro de los Hokages, todo ninja estaba yendo en direcciones diferentes, algunos evacuando, ninjas en protección estaban haciendo sellos interminables para lograr colocar protectores energéticos en la aldea... ninjas médicos auxiliaban a los heridos tanto civiles como unos cuantos chunnins y jounins... estaban los Anbu dirigiéndose a las diferentes entradas... salía humo de diferentes lugares, se podía oler perfectamente el aroma de madera quemada, metal derritiéndose... se podía hasta oler la sangre que ya había sido derramada... se podían ver diferentes armas tiradas en el piso, ninjas tiesos en el piso no sabían si muertos, inconcientes o en estado irremediable. Iban a toda velocidad a la puerta oeste. Corrían y desviaban cualquier ataque sorpresa... no sabían quien los atacaba pero sentían una presión en el estómago aterradora, jamás antes sentida por Sasuke y Hinata... la sensación era algo parecida a lo que siempre sentía Naruto cuando perdía el control por el Kyuubi, era una llamarada de fuego lacerante en la boca del estómago, era como cortarse con una hoja de papel, corte fino pero ardiente... así se sentían ellos.
Hinata suspiro y cerró los ojos un momento... canalizando su energía... intentando tranquilizarse, opacando el dolor... intentando mantenerse firme, eliminando cualquier muestra de flaqueza fuera física..mental..emocional..hasta espiritual, estaba equilibrando y armonizando sus 7 chakras, haciendo fluir libremente la energía por todos los canales energéticos de su cuerpo. Intentando conectarse con el cuerpo de Sasuke de la misma manera y así poder liberar sus canales también y Sasuke se percató de ello pues se sentía mas fuerte, mas tranquilo y mas decidido.
- Gracias – dijo mirándola a los ojos, mientras mostraba aquella sonrisa. – no te desgastes.
- No lo haré, no me agradezcas nada.
- ¿Me protegerás? – dijo Sasuke serio, no es que Hinata fuera mas fuerte que él o mas resistente fisicamente, pero el alma de ella era mucho mas fuerte que la de Sasuke, ella era su salvación en todos los sentidos, ella era la persona que lo impulsaba, que lo salvaba de todo mal, de todo mal al cual él quería adentrarse.
- Siempre. – dijo sonriendo...
Cuando llegaron a la puerta Oeste todo era un desastre, el ataque era inmenso, habían casas desplomadas, ninjas descuartizados en donde se podía apreciar sus vísceras, su piel desgarrada, las casas estaban hechas polvo, el césped del lugar estaba impregnado de sangre, ya no era un verde brillante y natural era de un rojo rubí intenso el cual bañaba no solo la grama sino todo el lugar... eran muchos muertos para el tiempo que llevaba aquella masacre.
- ¡Que diablos! – exclamó Naruto, cambiando el color de su iris e intensificando aquellos singulares bigotes en sus mejillas.
- ¡Llegaron!- exclamó exhalando Gai, estaba con diferente rasgaduras en su típico traje elástico... varias heridas en su rostro y una quemadura aproximadamente de 3º en su pierna izquierda la cual ocasionaba un ligero tambaleo en su cuerpo... se veía exhausto y no solo eso se veía sin chakra suficiente para pelear y mantener al enemigo al margen.
- Resumen – dijo Sasuke seriamente.
- No se que diablos pasa – dijo bufando – el enemigo sale de la tierra y nos ataca, a veces hasta con el simple hecho de pisar el piso nos quema... no es ninguna técnica elemento tierra conocida pero debe ser algo de eso. – Apretó su pierna – es demasiado fuerte... no se como Irán las demás.
- Bien – dijo Naruto – a partir el suelo entonces.
Sakura lo miro mientras apretaba y concentraba chakra en su puño, golpeando fuertemente el suelo, quebrando todo a su alrededor. Pero nada salió.
- ¿Qué mierda? – dijo Naruto.
- Ja – bufó Sasuke sarcástico cuando saco su espada.
Hinata buscaba por el lugar muestra de vida, pero no encontraba absolutamente nada, Naruto estaba cada vez mas furioso, Sakura golpeo repetidamente la tierra pero Sasuke se mantenía tranquilo e introdujo su Chokutô en la tierra mientras canalizaba su chakra de rayo en ella... en ese momento si apareció el ser quien estaba ocasionando todo aquello en ese sector de la puerta.
- Muy inteligente niñato – dijo riendo el ser. Todos los espectadores retrocedieron un paso menos Sasuke y Naruto los cuales se habían emocionado por haber encontrado al causante de aquello, querían pelea, la necesitaban.
- Desde pequeño, veo que no es tu caso – dijo mofando al hombre con actitud aristocrática. El hombre bufó y lo miró con incredulidad.
- Estábamos buscándote – dijo.
- ¿Quiénes?
- Ya lo deben saber... - el hombre no se observaba perfectamente pues estaba oculto en las sombras pero dio unos cuantos pasos y se mostró... era un hombre alto de aproximadamente 1.90 m. con el brazo izquierdo completamente de metal y el ojo derecho verde mientras el izquierdo era violeta, la boca estaba pintada de negra... tendría unos 10 piercings en el rostro... 3 en los labios... 2 en cada ceja y 2 en cada orificio olfatico, no tenía camisa alguna estaban marcado cada músculo, cada cicatriz. Estaba realmente en forma, era oscuro su piel era de color ébano y su cabello era liso hasta la región lumbar tenía una tonalidad blanquecina... sus ojos eran de color pero su mirada era tan oscura como la de una noche sin estrellas... tenía un pantalón de cuero muy ajustado a sus piernas y unas botas hasta las rodillas de un material parecido al caucho, todo negro... lo mas atrayente era una cicatriz en el centro de su pecho con el símbolo de la cruz esvástica... era inmensa... como una quemada la marca que lo reconocería de algo en especial.
- Dilo – dijo Naruto molesto, con las pupilas e iris completamente rojo y los bigotes pronunciados, las uñas crecientes y emanando chakra por los poros.
Hinata tenía ya activado su byakugan, estaba observando detenidamente al hombre frente a ella, analizándolo... estudiando cada parte de su cuerpo exterior como interior.
- ¡No puede ser! – exclamo sorprendida.
- ¿Qué sucede? – preguntaron los 3 chicos.
- ¿Lo ves? – dijo burlón el hombre.
- ¿Cómo es posible? – preguntaba Hinata confundida, atemorizada, sus piernas flaqueaban y sus manos tiritaban de temor... un temor que ella veía pero que los otros no entendían en absoluto.
- ¿Qué pasa cariño? – pregunto Sasuke volteando a mirarla, con actitud preocupada.
- No tiene nada adentro... – dijo Hinata en un susurró casi imperceptible a los oídos de los demás.
- ¿Cómo que no tiene nada adentro? – pregunto Sasuke con el ceño fruncido, aquello no pintaba bien.
- Sus órganos no están... no tiene nada... solo chakra circulando.
- Seguro es un clon – dijo sin importancia Naruto.
- Te equivocas pequeño perro – dijo burlescamente el hombre – soy real, tan real como tus asquerosos sueños, tan real como el amor que sientes hacía esa rosa mujer, tan real como el odio que llevas dentro por siempre ser inferior a tu "amigo" tan real como lo cobarde que eres – concluyo el hombre, tomando de su pantalón una daga, con la cual comenzó a jugar despreocupadamente.
- Naruto no lo escuches – dijo Sasuke mirando detenidamente a Naruto.
- No lo hago – dijo en un susurro.
- ¿Qué quieres? – pregunto esta vez Hinata, que aún temblaba.
- La cobarde tiene valor para preguntarme algo – bufo – pero algo evidente – Hinata tembló era verdad estaba aterrada. Aterrada de que le pasara algo a Sasuke, a su hijo, a su hermana, a sus amigos, a su familia... a toda esa aldea que siempre había estado para ella pero que nunca lo había visto así. – Que idiota.
- ¡Cállate! – exclamo Sasuke aproximándose al hombre, pero algo se lo impedía era una fuerza, como un campo magnético que no permitía la aproximación al ser frente a ellos.
- Y tu – rió – el bipolar del grupo – huyes de tu aldea – Sasuke lo miro furioso – peleas contra tu mejor amigo, lastimas a tu mujer y matas a tu hermano – rió aun mas fuerte – digno hombre – la risa se esfumo y los miro a todos detenidamente. - ¿Qué que quiero? Quiero su muerte hoy... porque estoy arto de buscarlos, por todo el maldito universo.
- No lo lograras. – dijo Sasuke.
- ¿Y quien lo va a evitar un maldito mocoso cobarde con complejo de perro rabioso? O no... déjame ver ¿un maldito traidor que no le importa nada ni nadie sino su ego? A ya sé... la niña que toda la vida a estado acomplejada por el hecho de que su padre jamás la ha reconocido y que como no pudo estar con el perro se fue con el gato. Eso ¿cierto? – dijo incrédulo... pero mas allá de esa incredulidad, había furia, rencor. Deseos de matar.
- Si esos mismos – dijo Naruto mostrando una sonrisa, Sakura estaba mirando todo aterrada, no se creía aquello, el aura de aquel ser era temible, peor que la de Orochimaru, que la de Itachi era temible, esta aura era de verdad temible.
El hombre bufó y los miro con incredulidad a todos, con paciencia.
- Deberían saber que no soy el único – dijo mostrando una sonrisa parecida a la de Naruto pero en esta estaba el sadismo impregnado.
- ¿Cómo? – pregunto Gai.
- En cada puerta hay uno como yo. – Dijo sonriendo – nuestro jefe vendrá pronto, para rematarlos – su sonrisa se ensanchaba de modo tétrico.
- ¿Quién es tu maldito jefe? – pregunto furioso Sasuke.
- Estuvo en tu cosa no se como se llama – dijo el hombre mientras tomaba la daga entre sus dedos de modo infantil – pero peleo contra un antepasado del perro ese y se tuvo que ir, porque estaba débil pero ya no lo esta mas... así que... te mataremos ahora... no me miren así... es divertido.
- Maldito loco – exclamo Sasuke.
- Maldito si estoy, desde hace siglos – sonrió – pero ¿loco? Me ofendes, solo tengo trastornos mentales.
- Como se llama – dijo Naruto pero no era una pregunta era una orden.
- No se los puedo decir – bufo acercándose a ellos – bueno se los podré decir si me matan. Dando y dando.
- ¿Qué te daremos nosotros? – pregunto en un hilo de voz Hinata.
- Libertad – miró el cielo – claro solo si me matan – gacho la cabeza y bufo sonriendo.
Hinata lo miró y sintió un extraño frío en su corazón, un frío que no sentía desde hacía un tiempo ya... un frío que reconoció al instante, aquella persona deseaba su muerte, deseaba ser libre, feliz y la única manera de conseguirlo era matándolo... algo lo controlaba, eso quería decir que no era el as de esa invasión, no era su propósito, no quería aquello, pero debía hacerlo, solo era un subordinado, un peón que debía seguir ordenes y la única manera en la que no sería mas un juguete era llegando a su muerte.
- Yo luchare – dijo firmemente Hinata, todos voltearon a verla, Sasuke se acercó y enarco una ceja.
- ¿Estas loca? – Dijo secamente – acaso no ves lo que a hecho – esta vez cambio su tono de voz a uno mas conciliador... Hinata no lo miraba, estaba viendo y analizando al ser frente a ella, sin parpadear, sin vacilar.
- Ya lo he dicho Sasuke. – Dijo esta vez viendo el rostro del pelinegro el cual la miraba sorprendido y enfadado – yo seré la que luche contra él.
- Por que – no era una pregunta, era una exclamación, acaso el embarazo la estaba volviendo loca.
- Porque lo entiendo – dijo y avanzó unos cuantos pasos, el hombre la miró con una sonrisa y volteo su vista de nuevo al cielo, cerro los ojos y suspiro... encarándola, dejando atrás la sonrisa sarcástica y mostrando una sonrisa de expectativa, de esperanza en su rostro.
- Al parecer tendré que dar las gracias – dijo bufando pero sin perder su sonrisa – después de 3000 años tendré que dar las gracias, por primera vez.
- No necesitaras darlas, con el simple hecho de tu tranquilidad, las recibiré. – dijo Hinata, segura... mostrando sus ojos blancos y dilatados, con venas alrededor de ellos, la pupila estaba perlada como nunca antes lo había estado, dilatada hasta el máximo nivel, mostrándose temeraria ante cualquiera... expulsando de si misma un valor reconfortante para los espectadores, un valor que jamás había sentido pero que la llenaba plenamente. – No se metan – dijo secamente, Naruto estaba aturdido por el comportamiento de la chica, que una vez ya no recordaba, había sido tan tímida que era incapaz de mirarlo a los ojos, una chica que estaba según enamorada de él, que se ruborizaba pues sino la conociera diría que es otra persona completamente diferente y tal vez lo era.
Sakura estaba completamente erizada aquel aura la tenía paralizada, era sorprendente, estaba atemorizada, temblaba y temía por todo aquello, la persona que menos pensó fue la que más estaba haciendo en ese momento, mostrando un valor que jamás había visto antes, un valor que estaba tranquilizándola de maneras abruptas, un valor que necesitaba. Un valor que no había sentido en otra persona... un valor que estaba iluminando a Hinata una mujer que era tímida, temerosa pero siempre indescifrable e indiscutiblemente valiente en esos momentos.
Sasuke la miraba entre una clara mezcla de orgullo y temor, él mas que nadie sabía lo poderosa que era Hinata, a pesar de su inseguridad, él confiaba en sus poderes, pero eso no dejaba a un lado el temor por su bienestar, tan solo un rasguño lo alteraba y notaba que el ser frente a ellos era fuerte realmente fuerte y no sabía si Hinata era suficiente para él, pero no quería interferir pues si Hinata lo estaba tomando en sus manos es porque podía, una de las cosas que sabía sobre ella, es que no se arriesgaría o diría algo que no podría lograr, ella no era la chica ingenua que todos pensaban, era inteligente y decidida... hacía lo que podía. Así que tenía que confiar en ella, le gustara o no esta vez.
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En la puerta sur de la aldea, estaban intentando evitar la entrada de una mujer, de estatura promedio, ojos verde esmeralda, con destellos amarillos en su iris... piel blanca casi a nivel traslucido y con un cabello por la cintura de color rojo carmesí... estaba vestida con una corsé negro ceñido al cuerpo, haciendo pronunciadas sus curvas y afianzando su pechos, llevaba una bermuda de cuero negro oscuro profundo, pegado completamente al cuerpo, con unas pequeñas y lindas sandalias que lucían de un adorable, ignorando el andar de la mujer que parecía un puma en plena caza.
- ¡Todos! – Grito Shikamaru – no dejen que esta mujer irrumpa la aldea. – todos sus acompañantes asintieron mientras se colocaban en posición de ataque.
Shino y Kiba estaban uno al lado del otro, frente a la mujer... esta los miraba irónicamente, como un animal ve a su presa y esta fuera completamente fácil de atrapar.
- Un bicho y un perro – dijo mirándolos detenidamente. – No sirven – dijo vorazmente, mientras alzaba una mano hacía el cielo, formando un puño incompleto pues el dedo índice estaba alzado, apuntando el cielo. De el se formo una especie de corriente la cual fue dirigida a los 2 hombres frente a ella, los cuales por poco se salvan sino hubiera sido por las sombras de Shikamaru, quien tenía a todos amarrados a ella, para su protección... llevaba tiempo entrenando la potencia de sus sombras, jamás permitiría de nuevo perder a seres queridos. Ni siquiera le agradaba arriesgarse a que fueran lastimados.
- Gracias – dijeron en unísono Shino y Kiba, Kiba se fusiono con Akamaru y atacó fuertemente a la mujer, la cual bloqueo el ataque con un campo invisible, ambos perro y humano fueron repudiados por el campo y lanzados 2 m. atrás, cambiando a sus formas originales, mientras tanto Shino estaba inmóvil enviando a sus insectos por los lugares mas seguro, aproximándose intermediadamente a la mujer, ella estaba inmóvil, tranquila y sin una muestra de adrenalina en su cuerpo.
- Que aburrido- bufó la mujer mientras se agachaba y con una uña, trazaba una línea en el suelo, la cual al instante del contacto se quebró como si fuera una hoja de papel y no un montón de minerales pesados y compactos... todos abrieron los ojos y saltaron metros atrás pues había ocasionado un gran agujero de unos 30 m. de profundidad algo no muy complaciente.
- ¿Qué diablos es esa cosa? – pregunto furioso Kiba quien estaba botando sorpresivamente sangre por la nariz.
- Soy una criatura – dijo alegremente la mujer – la cual puede destruirte cuando le plazca.
- ¿Qué eres? – pregunto esta vez serie Shikamaru.
- Soy una creación humana, todo golpe que me den será reconstruido, me regenero rápidamente, digamos que soy casi inmortal. – dijo lenta y pausadamente la mujer, lucía como una profesora.
- ¿No eres humana? – pregunto Shikamaru quien la miró con una ceja alzada.
- Claro que lo soy, soy como todo humano pero mejor. – dijo sonriente la mujer.
- Tu nombre – dijo Shino, pero no era una pregunta, era una orden.
- Kikai – sonrió e hizo una reverencia – será todo un placer matarlos. – Culmino la mujer mientras se lanzaba sobre Shikamaru, quien tuvo que desactivar sus sombras en los demás para poder alejarse y protegerse de aquella sorpresa, la mujer era sumamente rápida, casi indetectable para el ojo humano, pero su olor era inmensamente fuerte así que todos estaban guiándose por aquel peculiar aroma... no era desagradable pero era sumamente fuerte. Era una mezcla entre alcohol y diferentes flores.
Shikamaru observaba la situación desde el lugar en el cual pudo ponerse a salvo, miraba a la mujer, analizaba sus palabras, ubicaba la situación, las complicaciones, los desniveles de poder. Todos ellos no eran lo suficientemente fuertes para acabarla... sus poderes eran extraños, completamente extraños, jamás había visto en una persona tales poderes. Y pensó.
- ¿Eres humana? – le pregunto a la mujer, quien volteó a verlo, estaba peleando con Kiba y Lee quienes intentaban tan siquiera golpearla, pero ella se mantenía intacta, mientras ellos estaban al borde del agotamiento, sentían como su chakra se esfumaba rápidamente, aunque Lee estaba mas tranquilo, su nivel de resistencia es casi igualable al de Naruto, no podía ignorar la falta de vitalidad que sentía, esa mujer aparte de rápida era ágil y fuerte.
- Si. – respondió la mujer, al tiempo en que Lee lograba por fin golpearla, el rostro de la mujer se volteó al instante mostrando una gran marca igualable al puño de Lee, pero lo que menos esperaban es que desapareciera al instante, no quedaba marca... volvía a lucir intacta, perfectamente reluciente.
- Golpéenla mucho más. – dijo Shikamaru serio, como nunca antes lo había estado, no mostraba esa habitual personalidad despreocupada por la situación problemática, esta vez se estaba comportando como todo un shunnin, uno muy digno.
- Eso intentamos. – grito Lee.
- No lo intenten – dijo serio Shikamaru – háganlo. – dijo mirando a Kiba, Lee, Ino, Shouji y Neji. Todos lo miraron asombrados, el primero en reaccionar fue Shouji quien sonrió y asintió 2 veces antes de lanzarse con el enemigo, con una energía sobrehumana, con confianza, con coraje.
- Haré mi técnica – dijo Ino.
- ¡NO!- gritó Shikamaru, Ino lo miró confundida y este se adelanto hacía ella – esa mujer no es de confiar, no puedes hacerlo. No la heriremos, la mataremos. – todos miraron asombrados a Shikamaru, era extraño que decidiera algo así y menos de esa manera, tan abrupta y de repente, con tan solo algunas palabras dichas, ¿acaso sabía algo que ninguno de los demás conocía, que ignoraban por completo o es que solo improvisaba?
Shouji se lanzo a la mujer logrando derrumbarla al suelo, la mujer estaba abrumada de cómo un chico promedio, rellenito y torpe se pudo convertir en una bola humana. Al instante en que la mujer calló en el suelo, Neji saltó sobre ella, desactivando cantidad de puntos energéticos, pero no contaba con que la mujer no trabajaba con chakra, estaba trabajando con otro tipo de energía una energía que corría por canales diferentes y no por lo habituales. Así que comenzó a golpearla en puntos claves del organismo, puntos vitales, donde habitaban los órganos más importantes, dando golpes rectos y precisos.
La mujer intentaba pararse y detenerlos, pero es que la energía con que lo hacía uno por uno, en grupo, en pareja, todos unidos era abrumadora, las heridas sanaban sin parar pero se estaba sintiendo frustrada por todo aquella mierda. Se alzo del piso y antes de que Kiba pudiera darle un golpe al rostro, le clavo su propia uña en el abdomen, la uña del dedo índice le había crecido alrededor de un metro en segundos, clavándose en el cuerpo del chico, atravesando su hígado y salido por el centro de ambos riñones, ninguno con daños. Kiba sentía el calor de la sangre brotar desde dentro de su cuerpo, sentía la frialdad formándose y acoplándose por fuera de su cuerpo, inundándolo, se estaba llenando de sangre, se estaba desangrando en instantes, era mentira que toda la vida te pasaba en ese instante, él no estaba pensando en nada, solo estaba viendo su sangre salir a borbotes, solo sentía el dolor esfumándose porque ya su cuerpo se estaba entumeciendo.
La mujer lo miro y sonrió sacando su una del abdomen de Kiba pero este no se lo permitió y antes de eso, le arrancó el brazo de un mordisco, Kikai gritó fuertemente, el dolor era abrumador, a Kiba en el proceso se le partieron 3 dientes, la piel de aquella mujer era excesivamente dura y tiesa.
- Maldito – exclamo Kikai mientras con la mano que le quedaba golpeaba a Kiba, alejándolo varios metros de ella.
En el otro extremo lo cogió Ino, quien comenzó de inmediato a darle ayuda médica, no era tan buena como Sakura pero era buena, era lo suficientemente eficaz para no dejar morir a un camarada y menos a un amigo.
- No lo pierdas Ino – dijo Shikamaru quien se aproximaba a Shouji y Neji. – Debemos exhaustarla más – dijo en casi un susurro. – Shino estaba atento escuchando todo, no con sus propios oídos pero sus insectos estaban esparcidos por todo el lugar, advirtiéndolo de todo, avisándole el peligro. Estaba alterado por lo sucedido con su compañero, esperaba con toda su alma que se salvara pues lo quería mucho aunque nadie lo supiera o lo notara, pero Kiba y Hinata, ambos por igual eran como unos hermanos para él, eran los que eran capaces de mover su mundo, de hacerlo sentir y que aquella mujer desconocida, hubiera lastimado a su amigo y además destruido a su aldea, era imperdonable.
El primero en avanzar fue Neji, Kiaki comenzó a evadirlo con agilidad pero no con la misma que al comienzo, era un poco mas lenta, casi imperceptible excepto para Shikamaru que sonrió en sus adentros. Luego ataco Shouji de sorpresa cayendo del cielo y golpeándole la pierna a la mujer, dejando el fémur de esta completamente roto, la pierna empezaba a llenarse de sangre, sangre por los músculos desgarrados por el fémur, sangre que no salía y se quedaba aprisionada en el muslo, Kiaki miró su pierna furiosa y la corto con la misma uña con la que había herido a Kiba.
- Estas loca – grito Lee, aturdido por la imagen que le profesaba aquella mujer.
Kiaki cortó la pierna y la cerro con un fuego producido por la palma de su mano. Estaba furiosa, exhausta pero a la vez eufórica aquellos chicos eran fuertes, dignos rivales. Levanto la mano y de ella salio una gran llamarada de fuego que impacto a Shouji por completo. Quemando su cuerpo en grandes proporciones, se observaban quemaduras de 2º y 3º, inmensas. El rostro de Shouji estaba quemado, los gritos de dolor eran angustiantes, Shikamaru salió en su auxilio a toda prisa, su mejor amigo estaba muriendo y de la manera más trágica que podía imaginarse en aquel momento, quemado vivo.
Lee atacó a la mujer con el tornado de Konoha, a toda velocidad, haciendo que esta escupiera sangre, golpeando pecho y cuello, no dejando moverla, atacándola tan rápido como su cuerpo se lo permitía, los ojos de Kiaki se volvieron rojo sangre, estaba furiosa, eran demasiados. Kiba estaba siendo ayudado por Ino, se incorporaba pero estaba completamente fuera de la pelea. Su cuerpo le dolía y ardía en dimensiones.
- ¿Estas bien? – le pregunto Shikamaru a Shouji en el mismo momento en que lo terminaba de apagar por completo.
- Claro – dijo Shouji, con una evidente muestra de dolor en su rostro, estaba completamente quemado, aproximadamente el 80% de su cuerpo estaba quemado, era caotica la vista, aterrador.
- Matemos a esa maldita – dijo Shikamaru, mientras se levantaba de lado de Shouji – Ino ayúdalo – le grito a Ino, quien avanzó sin decir palabras, Shouji también era su compañero y lo quería mucho.
Shikamaru se coloco junto a Neji, Lee y Shino, colocándose de cuclillas, pensando y analizando su nuevo paso, sabía como aniquilarla, pero no sabía cuantas pérdidas tenían que pasar para poder hacerlo. Shikamaru miró a Shino y este simplemente asintió con la cabeza, algo planearon, algo que solo ellos sabían.
- Ataca con todas tus fuerzas Lee. – dijo Shikamaru. Lee asintió y se lanzo hacía la mujer, sabía lo que tenía que hacer... el tenía en su cuerpo el poder de la juventud.
- Morirás – dijo Lee, mientras colocaba sus puños a cada lado del cuerpo, inspirando y expirando aire rápidamente. – Puerta de la apertura – grito- KAI – su cuerpo estaba siendo rodeado por una gran energía color naranja. – Puerta del descanso – grito de nuevo, ahora su cuerpo se ensombrecía, estaba volviéndose oscuro, sus cejas mas pronunciadas y velludas – KAI – Kiaki lo miraba con ambos ojos abiertos, jamás había visto una técnica parecida, la energía que sentía no solo era inmensa sino que incrementaba e incrementaba cada vez mas – Puerta de la vida – su piel dejo de volverse oscura para tornarse a roja, parecía quemadas, pero no era energía, el rojo era intenso, vivo, era un rojo de vida – KAI – Puerta del dolor – los músculos de Lee, se volvieron mas grandes, se podía observar como se hacían pequeñas rasgaduras en su piel a causa del crecimiento muscular, el dolor era inmenso, su respiración se agitaba cada vez mas pero no pararía. – KAI, Puerta del cierre – cada morado, cada rasguño y dolor desapareció al instante, no había marcas, su piel seguía roja pero intacta, parecía roca volcánica, compacta. – KAI – grito y avanzó dos pasos hacía Kikai, esta por instinto se alejo lo mismo que avanzó Lee, era increíble que alguien pudiera hacer aquellas cosas, jamás lo hubiera creído. – Puerta de la visión – el aire que golpeaba a Kikai la quemaba al instante, sus manos ardían, sus ojos quemaban, el aíre la estaba quemando, incendiando lentamente – KAI – los pequeños granos de tierra se separaban del suelo y elevaban por los aires, el viento se arremolinaba. – Puerta de la Maravilla – el cuerpo de Lee empezó a sudar azul, cada gota que salía por sus poros era disuelta en los grandes remolinos de viento, se evaporaba al instante, lo rodeaba una gran energía azul, emanando de su cuerpo cantidades inmensas de sudor – KAI – Kikai retrocedió mucho más, lanzaba llamaradas de fuego de sus manos pero eran completamente innecesarias, Lee las evaporaba, las consumía, se fusionaban con su cuerpo, la piel de las manos de Kikai se comenzaba a freír, salía sangre de su piel, de sus poros, sudaba a grandes cantidades, el calor era infernal.
- ¿Qué mierda haces? – grito exasperada, mientras se alejaba cada vez mas, intentaba lanzar rayos, fuego, aíre. Pero no ocurría nada, los rayos eran absorbidos, el fuego consumido y las corrientes de aíre se volvían en una pequeña ráfaga que no hacía mas que mover el cabello de Lee.
- Prometí jamás usar esta técnica – dijo Lee, quien se acercaba a ella, todo lo que lo rodeaba estaba siendo destrozado, cambiando su forma, desintegrándose – a menos que – dijo colocándose en posición ofensiva – defendiera a alguien – corrió a una velocidad invisible para todos los demás incluyendo a Kikai – hoy defiendo a todos – dijo esto justo frente a frente con la mujer, golpeándola de muerte en el corazón, estómago, pulmones, Kikai escupía sangre, su respiración se hacía acelerada pues los pulmones le exigían oxígeno cuanto antes pero era imposible, las costillas los perforaban, la sangre salía de su nariz, de su boca, los oídos comenzaban a enrojecerse, Lee no paraba de golpearla... cada vez que Kikai intentaba regenerarse Lee golpeaba con más y más fuerza.
- No pares.- grito Shikamaru – hazlo – le dijo a Neji. Neji asintió y se aproximó a Kikai, colocándose en una posición extraña, solo una vez había realizado esa técnica y lo haría de nuevo... ni siquiera sabían porque atacaban la aldea, pero eso no les importaba, aquella aldea era su hogar y sus habitantes, sus amigos, familiares y colegas.
- Ocho trigramas ciento veinte y ocho palmas – grito Neji, primero dio 2 golpes, en el pecho de Kikai, luego 2 en el estómago, luego 4 seguidos en el pecho y abdomen, luego 8 en la cabeza y cuello, luego 16 seguidos en todo el tórax, seguidos de 32 en cabeza, cuello y pecho, perforando, ocasionando seguidas hemorragias sin descanso, concluyendo con 64 golpes sin parpadeó esparcidos por todo su cuerpo y órganos vitales. En el momento que paró, Lee se aproximo a toda velocidad y la golpeo en la cabeza, fracturando su cráneo. Kikai intento moverse, intentaba regenerarse, pero su cuerpo estaba inmóvil, Shikamaru la tenía prisionera con su atadura de sombras, no dejaría que se moviera.
- No me mataran – dijo Kikai mientras escupía sangre, cuando intento regenerarse, le fue imposible, observaba su cuerpo, intentando buscar una respuesta a la negativa de regeneración y lo que observo la hizo desfallecer, de su carne salían pequeños insectos diminutos, hacían agujeros en todas partes de su cuerpo, le salían de los brazos, de las piernas, de las orejas, de la boca... salían acompañados de sangre, intentaba e intentaba moverse pero su cuerpo ya no daba para mas, los insectos salían en grandes cantidades.
- Tu energía a sido consumida – dijo tranquilamente Shino, quien solo tenía una pequeña raja en el rostro. Kikai lo miró alarmada, mientras seguía intentado regenerar su cuerpo, pero cada vez que lo intentaba salían más y más insectos de su cuerpo, no podía moverse, estaba desangrándose y la regeneración ya no funcionaba.
- Dijiste que eras una humana, pues los humanos mueren – dijo Shikamaru seriamente, estaba exhausto pero no abandonaría ahora – simplemente tienes mas Carbono que nosotros, por eso tu piel era tan resistente, eres una mutación extraña pero con la fuerza determinada las moléculas de Carbono se romperían y dejarían de regenerarse... Estas acabada, no intentes moverte, no funcionara – concluyo Shikamaru quien comenzó a utilizar su técnica de sombra estrangulante, asfixiando de muerte a Kikai – jutsu sombra estragulante – dijo y la gran mano negra se apodero del cuello de Kikai, dejándola sin respiración y por consecuencia sin vida. Se acerco al cuerpo de Kiaki y comprobó que estaba muerta, en el momento en que puso sus dedos en la yugular, el cuerpo de la chica se descompuso en cientos de colores para terminar formando una luz verde que se conecto al cielo en forma de rayo. Miro la escena extrañado para luego sonreír y caminar junto con la ayuda de Shino.
Kiba estaba reaccionando, él que cayo en estado de inconciencia fue Shouji, pues aunque Ino lo estaba ayudando y sanando con eficacia, las quemaduras eran serias, debían trasladarlo al hospital cuanto antes pues podía ocasionarle algo peor.
- ¿Qué ha pasado? – pregunto un Kiba que ya tenía sus 5 sentidos activados.
- Han acabado con ella – dijo Ino suspirando, estaba exhausta, su chakra estaba completamente gastado.
- ¿Cómo? – pregunto Kiba, mientras era besado por Akamaru, quien estaba feliz de verlo de nuevo.
- Aún no lo sé. – Ino se levanto del suelo y le hizo señas a Shikamaru. - ¡Vengan!
- ¿Qué sucede? – pregunto Shikamaru.
- Eso pregunto yo... explícanos. – Shino estaba ayudando a caminar a Shikamaru, mientras que Neji ayudaba a Lee, quien estaba en inconciencia total, abrir las puertas del loto era algo consumidor, agotador y además peligroso, solo conocía a 2 personas que lo hacían con la magnitud necesaria y los 2 pertenecían a su equipo.
- Pues era algo problemático pero elemental – dijo Shikamaru rascándose la cabeza. – el cuerpo humano esta formado por diferente minerales, uno de los mas importantes es el carbono, esa mujer dijo que podía regenerarse, pero que era una humana mejor elaborada que todos los demás... el carbón es un mineral excesivamente duro y fuerte, con el chakra necesario se regeneraba fácilmente, además de que era difícil de por si lastimarla pues su cuerpo era fuerte como el carbón... pero el carbón se desgasta con grandes cantidades de fuego y viento, se pulveriza... por eso era necesario Lee, con las puertas abiertas hay diferentes cambios en los elementos, por eso su cuerpo dejo de ser duro y con la ayuda de Neji pues hicimos que no pudiera regenerarse... la fuerza y la inteligencia son necesarias para rivales así. Creía que no podríamos averiguar su biología pero era algo elemental, al momento en que me dijo que era humana, tuve diversas hipótesis.
- Que inteligente eres Shikamaru – exclamo con una gran sonrisa Ino.
- Espero no les sea difícil a los demás. – dijo Shikamaru.
- Debemos ayudarlos – dijo esta vez Kiba. – Hinata debe estar ayudando. – al decir esto Shino asintió.
- Debemos ayudarla. – dijo serio, Hinata era su compañera y amiga, hasta podía considerarla como su pequeña hermana. No podría permitir que alguien la dañara.
- Fuiste muy guay Shino-kun – dijo Ino – ¿como introdujiste los insectos de esa manera?
- Iban junto al viento que provocaba Lee – dijo Shino, quién aún ayudaba a Shikamaru.
- No se en que puerta están los demás- dijo Neji.
- Llevemos a Lee y Shouji al hospital y vamos en ayuda de Naruto. – dijo Shikamaru.
- Kiba debe ir también al hospital – dijo Ino.
- Ni lo pienses, ayudare a los demás. – respondió reprochadamente Kiba.
- Veremos en el hospital – Shikamaru se separo un poco de Shino y comenzó a caminar solo. – vamos a ayudar a nuestros camaradas.
- Claro que si – grito Ino.
- Vamos – grito Kiba.
- Andando – dijeron tranquilamente Neji y Shino.
- ¿Quién llevara a Shouji? – pregunto Ino con los ojos bien abiertos y una mueca inexplicable en el rostro. Todos la miraron alternadamente, esa era una buena pregunta.
- Vamos Akamaru, juntos – dijo Kiba, lanzándose hacía Shouji y subiéndolo en el lomo de Akamaru quién aulló, la verdad es que pesaba bastante. Todos se rieron y caminaron camino al hospital.
- Ayudemos a nuestros camaradas y aldea. – dijo Shikamaru quien mantenía una pequeña sonrisa en sus labios... esta vez sus amigos y él habían dado todos de si para no tener ni una perdida, ni heridas realmente graves, Shouji que era el que estaba mas grave, se podía observar que estaba estable, Ino había avanzado mucho con su entrenamiento médico.