#TheGameOfLies
[Hotel]
Estaciono el auto en frente de un antiguo edificio en ruinas convertido en un Hotel. Se hospedaron en una habitación pequeña que incluía solo un baño. Los muebles estaban desgastados y cubiertos de polvo; Las cortinas se encontraban manchadas y rasgadas; Las paredes sucias, y sobre ellas se plasmaban grietas debido a la cercanía de una antigua estación de trenes.
Era un lugar alejado del centro, en medio de un barrio abandonado considerado peligroso. Min Yoon Gi creía haber elegido un buen lugar, al menos para darse algo de tiempo mientras aun trataba de resolver muchas cuestiones que lo tenían intranquilo. Su mente aun no podía procesar tantos datos en tan poco tiempo. Se había percato de cosas que anteriormente no lo había hecho. Lucia sereno por fuera, pero en su interior era todo lo contrario, a causa de la familia Yang, a la cual mantenía gran rencor por oscuros hechos de su pasado.
Min Yoon Gi se mostraba incrédulo, porque en circunstancias inesperadas había encontrado al menor de la Familia Yang, quien se había mantenido oculto y desaparecido durante años. Muchos lo daban por muerto o muy poco se sabía de él luego de su extraña difusión del negocio.
—Así que fue ese idiota quien manipulo a los medios para hacer inexistente la vida de __________ ante toda una nación...— murmuro mientras observaba las oxidadas vías del tren en un horizonte poco visual, pero lentamente el amanecer comenzaba a dar claridad. — ¿Por qué? ¿Qué relación tiene con ella? —Inhala y exhala para liberar cierta tensión de su cuerpo. Porque además sentía una extraña sensación de cercanía hacia Yoseob, como si anteriormente en varias tomas diferentes de su vida ambos habrían estado juntos.
Entrecerrando los ojos y profundizando en sus memorias, él lo supo.
—Instituto. — murmuro.
La respuesta lo dejo pasmado por un momento, y luego de unos minutos saco sus propias conclusiones. Donde se molestó consigo mismo por no haberlo notado. La presencia de Yoseob en el instituto Indicaba "Peligro"
—Mantente siempre cerca de tus enemigos, más que el de tus aliados. — recordó.
¿Yoseob había vuelto al negocio sucio, o simplemente nunca estuvo fuera?, No podía ser coincidencia que se encontraran en el mismo instituto.—¡Maldita perra! — dice entre dientes estando totalmente seguro de su suposición. —...¿Desde cuándo nos tuvieron observando? —. Giro desde un costado del marco de la ventana en vista hacia ella. La observo detenidamente sobre la cama. Tan pálida, demacrada e inconsciente. —Todo este tiempo... lograste engañarnos jugando un papel tan estúpido. — sonríe ante la ironía, sintió como si se hubieran burlado de él, lo cual lo enfureció. —Nunca se me hubiera ocurrido. Admito que caí rotundamente en tu papel de víctima. — frota su pelo entre sus dedos y procura no perder el control. —Fue todo parte de un plan...
Nunca se le hubiera pasado por la cabeza que la esclava a la que habían destrozado la vida, tuviera alguna relación con el hijo menor de un mafioso, o incluso la familia misma. Nunca hubo señales de advertencia, o cualquier cosa para sospecharlo. Lo pasó inadvertido.
Recordando la escena de desesperación de Yoseob, por su indiferente forma de reaccionar, YoonGi comprendió que las cosas probablemente no salieron como estaba previsto, y que quizá Jimin haya sido el causante, en especial cuando decidió disparar contra ella. Recordando escasos momentos vividos con la ex esclava había algo que no parecía encajar. ¿Por qué soportarlo hasta tal extremo?
YoonGi se propuso averiguar en profundidad la verdad: ¿Cuál es el propósito? ¿Qué está tramando la F. Yang? ¿Cuál era la historia detrás de todo el conflicto? ¿Qué cartas se escondían debajo de la mesa?
—El Sr Yang nunca juega limpio. — Él tuvo en cuenta que probablemente su ex esclava quizá no recordaría nada, pero de ser así, ¿Desde qué punto de su vida tenia ella nulo sus recuerdos? Aunque significaría ser un obstáculo podría sacarle provecho a la situación de una u otra manera y tomar ventaja, no podía desperdiciar tal oportunidad.—Tu simple presencia creo que me será útil. —
Toda la mañana tarde y noche planeo cada uno de sus movimientos para lograr su objetivo.
Pese a que no quería dejarla morir, él debía estar seguro de los reportes clínicos, no podía confiar más en simples palabras necesitaba hechos.
Tomo la decisión de dejarla en condiciones inhumanas, solo para ponerla en una situación límite, para averiguar: ¿Qué haría? ¿A dónde huiría? ¿A quién acudiría? ¿Si se delataría ella misma? Descarto las cerraduras, dándole completa libertad. O eso pensaría ella, ya que Yoongi estaría al pendiente de ella.
[...]
La segunda noche ella despertó con gran y profundo dolor. Sentía una fuerte tensión en la unión del cráneo y la cervical. Al intentar abrir los ojos, el efecto de sequedad e irritación le fue torturador. Las lágrimas eran como agua ácida.
Hizo un esfuerzo para lograr ver algo, pero entonces su corazón se aceleró en presencia de una nube negra que hizo de su vista borrosa a oscura. Intento incorporarse sobre la cama desesperada. Pero, sin prevenirse del extremo borde, cayó. Grito frente al dolor ocasionado del impacto. Intento reponerse ya jadeante, tanteando con la mano la cama. Haciendo un gran esfuerzo consiguió estar sentada a un lado del catre. Su pecho dolía como si alguien la apuñalara desde adentro. Respirar de forma entrecortada la desgarraba. Se sentía realmente agotada al punto de ser asfixiada. Se agitaba con facilidad lo cual no era bueno para su corazón debilitado y enfermo. Las drogas inyectadas en el burdel dañaron su sistema, y colapsaría si daba otro movimiento que implicaba fuerza.
Su confusión, miedo y ataques frecuentes de nervios empeoraban su situación, no sabía dónde estaba, su mente estaba bloqueada de información. Por lo cual no hizo más que permanecer quieta hasta quedarse de nuevo inconsciente.
Al siguiente día despertó, la misma sensación de dolor y ardor en los ojos debido a la luz solar que atravesaba por la ventana. Lo soporto hasta que atardeció y los edificios vecinos le cedieron su sombra porque simplemente no podía moverse.
La cuarta noche se las ingenió para cerrar las ventanas, se debilito en extremo pero ya no tendría que soportar el denso ardor en sus ojos.
Al quito día, ella podía ver ligeras siluetas a través del ojo izquierdo. Le aterraba la oscuridad absoluta pero el sol, o cualquier luz la dañaba más.
Al sexto día comenzaba a sentir hambre, el suero inyectado en el hospital fluyo a través de su orina, lo cual hacía en lugares que se quedaba atascada.
Así pasaron los días, hasta convertirse en semana. Las veces que se quedaba dormida sus pesadillas eran constantes y perturbadoras, razón por la cual dormir le resultaba aterrador y doloroso por los efectos que también producían en su cuerpo.
Ya al dúo décimo día, podía caminar, sobrevivía con agua del grifo, y tenía ciertos conocimientos del lugar, gracias a su tacto, sabía que se encontraba en una habitación, y dentro de este había un baño. Pese a que desconocía varias cosas, como ¿Quién la había trasladado ahí?, ella decidió quedarse, aun frente a la sensación de ser vigilada, y sabiendo que la puerta no se encontraba asegurada. Podía marcharse, pero le causaba más terror la idea de salir, ya que significaba enfrentarse al exterior frio y cruel, y para alguien en sus condiciones que desconoce donde se encuentra, era morir en un rincón remoto o acabar en manos de alguien que buscaba hacerle daño como lo habían hecho. Por otra parte no sabría ¿Dónde ir? ¿A quién acudir?¿Qué clase de personas la esperan afuera? ¿La volverían a hacer daño?
No saldría hasta sentir que era capaz de hacerlo, o al menos hasta que recordara algo de lo que había pasado. Tratando de hacer algo de memoria, supo que antes de su repentino ataque se encontraba en un hospital, pero: ¿Qué hacia ella en aquel lugar? ¿Qué le había sucedido? ¿Por qué aquel hombre la perseguía? ¿Por qué alguien buscaba hacerle daño? ... ¿Qué paso con su padre? ¿Dónde se encontraba?, preguntas que pasaron por su mente.
Tenía presente sus recuerdos hasta los 15, por lo cual sabia en qué país y continente se encontraba, y donde estaba su hogar, pero a partir de ahí era borroso y confuso. Recuerda haber soplado las velas con el N° 18 Pero luego todo era nulo. Se sentía totalmente perdida. Sentía gran temor y desesperación, al igual que angustia. Intentaba hacer memoria pero su mente aumentaba la presión ocasionándole un fuerte y agudo dolor, como consecuencia su sangre fluía por sus fosas nasales, y sentía dolor en su pecho. ¿Por qué su mente no le permitía recordar?
Desde otro punto y lugar YoonGi observaba todo a través de una pantalla. Llego al punto de sentir lastima por ella. Tratar de ignorar aquella sensación le resultaba difícil. Pero algo había afirmado, Ella no tenía planes de huir de la habitación.
***
[Dos días después]
Ya de noche. YoonGi iba camino a Daegu, hacia 20 minutos había dejado atrás Seúl. Con pocos vehículos a su paso se dio el tiempo para observar por un momento su móvil:
Ella se encontraba de nuevo en un rincón acurrucada, abrazando sus rodillas mientras murmuraba alguna pista musical como usualmente hacía para evitar quedarse dormida, aun por inútil que le resultara.
Al pasar los minutos volvió a fijarse la pantalla. Y observo algo que le llamo mucho su atención. El rincón estaba vacío, igual que la habitación, no había señal de ella pese a que su rastreador no indicaba ningún movimiento fuera de este. Acelero el auto. Luego de minutos llego al Hotel, bajo del vehículo y subió tan rápido como pudo por los escalones. La habitación se encontraba vacía además del repugnante olor.
—¡Maldición!— Protesto.
Al bajar de nuevo los escalones escucho como un hombre hablaba acerca de que habían desalojado a una vagabunda. YoonGi supo que se trataba de ella. Sin más decir ni perder tiempo salió. Condujo por los alrededores hasta que dio con ella, quien se encontraba tirada en medio del callejón, probablemente inconsciente. Bajo y camino hacia ella, se quedó pasmado porque estaba irreconocible, un hilo frio se sintió por su columna.
Sin importar su condición higiénica la levanto e introdujo en su auto, no podía dejarla morir. Aquella noche tomo una decisión, pese a que sería un riesgo.
Condujo hasta un barrio pobre y humilde de Daegu, barrio donde Yoon Gi había pasado parte de su corta y dura infancia. La llevo hasta una pequeña clínica, donde la dejo en manos de un médico especializado en traumatología y psicología. Un hombre de 34 años, quien era hijo mayor de una mujer ya difunta que lo había acogido luego de la muerte de su madre cuando él tenía apenas 10 años. Luego de aquel suceso lamentable YoonGi cambio rotundamente su conducta, por tal motivo sus demás familiares no querían ser responsables de un niño rebelde y problemático, pero aquella mujer le brindo el plato de comida que necesitaba además de un lugar donde podría dormir o pasar un rato, pese a que ella era estricta con él y algo dura, Min Yoon Gi la valoraba. El médico no pudo negarse a su petición luego de la persistencia de YoonGi y de ver el grave estado de ________.
Ella permaneció por una semana en rehabilitación en aquel lugar. Su recuperación fue exitosa pese a las consecuencias que se habían presentado en un principio. YoonGi recibía constantemente los reportes clínicos, y así pudo confirmar que ella sufría amnesia disociaría el cual surgía a partir de un trauma emocional por un hecho difícil de superar o por un suceso extremadamente estresante y dañino.
"Después de todo... ella probablemente sea una simple victima" pensó, pero estaba muy lejos a creerlo en totalidad.
Por otro parte ella comenzaba a convivir con su ambiente, un poco más consciente de su contorno. No decía palabra, ni hacia mucho, pero ahí se sentía más segura, más tranquila, y sus pesadillas habían cesado al igual que aquellas alucinaciones que la atormentaban, los medicamentos hacían su efecto. Tenía la libertad de deambular por los estrechos corredores del pasillo por lo cual no se sentía prisionera. Incluso cuando se le permitía salir al pequeño patio no lo hacía, sentía pánico. Prefirió la soledad, la mayor parte del tiempo permanecía en su habitación y constantemente se sentaba en vista a la ventana. Su vista había mejorado muy poco, pero podía apreciar mejor los colores y siluetas, distinguía un objeto del otro. Durante permanencia ahí no pasaba un día sin preguntarse: ¿Por qué no lograba recordar? ¿Por qué su mente se lo impedía? ¿A causa de quién y por qué llego a aquel hospital?; Y lo más importante: ¿Dónde estaba su padre?...
De pronto escucho que alguien abría de nuevo su puerta, sintió una brisa a sus espaldas junto a un aroma muy peculiar que ella reconoce. Su cuerpo se estremeció al instante cuando supo quién era, una energía fría recorrió su columna en cuestión de segundos. Ella lo tenía gravado en su mente desde aquella noche.
— Volviste...— murmuro ella. Él permaneció en silencio por un pequeño instante.
—¿Me recuerdas?
—Sí. Desde aquella noche... en el hospital. Puedo reconocer tu aroma, sé que eras tú. Y luego en esa calle cuando huía de ese hombre... fuiste tú quien me acogió y me llevo hasta esa habitación. Y de nuevo hace solo unos días, me trajiste aquí. En teoría...me mantuviste con vida. A pesar de que no pude verte, podía sentirte. — terminando de decir, giro lentamente en vista de él, ambos se quedaron frente a frente, de nuevo.
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Min Yoon Gi aprovecho la oportunidad, tenía todo a su favor. Esconder sus verdaderas intenciones cubriéndolas con mentiras le fue mas fácil de lo que planeaba. La base de confianza que ella deposito en él fue a causa de sus acciones y sus falsas palabras.
Poco después Él la llevo a Busan tomando su responsabilidad. Busan lugar donde sus amigos no solían frecuentar. Consiguio un departamento y ahí ella se quedaría.
YoonGi tenia un Haz bajo la manga ante la posible situación de que ella quisiera volver a casa, encontrar a su padre o comunicarse con él. Un Haz que implicaba mentiras mas intensas.
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[ACTUALIDAD]
__________ se encuentra observando fijamente el techo de su habitación mientras su mente piensa: "¿Mis perturbadores sueños podrían ser recuerdos?", entonces su memoria retiene una imagen y de cierta manera lo refleja ante sus ojos. Una silueta masculina que le causa mas dolor que terror.
De pronto su celular tiembla sobre el escritorio. Lo coge rapidamente entre sus manos, aun sin ver la pantalla sabe de quien se trata. Es un mensaje:
~Estoy afuera. Baja
[YoonGi]~
Extrañada se asoma rápidamente por la ventana, y observa debajo a una persona junto a un auto distinguido en comparación del resto.
Él le devuelve la mirada, y hace un sutil movimiento con la cabeza. Ella curvea sus labios, haciendo notar una simple sonrisa. Toma una gorra negra y luego el primer abrigo que se encuentra en el perchero. Baja y sale del edificio, se encamina hacia él;
—Aun sigues en Busan.
— Surgió algo. Vamos, sube.
—¿A dónde iremos?
—Ya lo veras.