Dos días han pasado desde lo sucedido en el centro comercial, ya es lunes y por lo tanto, hora de verse las caras.
Barbara, desesperada por no ir al trabajo.
Ian, ansioso por ir para poder encontrarse con la chica que no abandona su cabeza.
Ian's POV.
— ¿Te recojo luego para ir a comer juntos? - Alice aparca el coche junto a la acera y se gira.
Niego con la cabeza.— La sesión de hoy será en el exterior, creo que no comeré contigo, lo siento.
Sonríe.— No te preocupes, otro día será.
Asiento y abro la puerta.
— ¡Adiós! - me despido de ella con un movimiento de mano y entro en el alto edificio.
Barbara's POV.
Me muerdo las uñas nerviosa mientras espero a que Ian llegue.
— Oye. - levanto la cabeza y miro a Candice.
— Que. - respondo secamente y vuelvo a lo que estaba haciendo.— ¡Auch!
Me masajeo la cabeza por culpa del golpe que me acaba de propinar Candice.
— ¿Qué mierda te pasa? - vocifero mosqueada.
— Buenos días, siento llegar tarde.
Me callo al escuchar su tan familiar voz grave.
— Ajá, buenos días chico. - Candice me da la espalda para ir hacia Ian y darle unas pocas palmadas en la espalda.
Ruedo los ojos y me levanto de la incómoda silla.
— ¿Cómo has estado este fin de semana? - se da cuenta de mi presencia.
Hago una extraña mueca.— Bien, ¿y tú?
— Podría haber sido mejor, por cierto, ¿podemos hablar? Por favor. - cuelga su bómber azul en el perchero que hay en la sala y se acerca de nuevo a mí.
— Supongo que sí, tarde o temprano te lo tendré que contar. - bufo y abro la puerta.— ¿Vienes o te quedas? Sarah llega una hora más tarde, le ha surgido algo.
Él reacciona rápidamente y viene detrás de mí.
Una vez fuera, me coloco enfrente de él y espero a que diga algo.
— Por favor, ayúdame. - respira hondo y me mira fijamente.
— ¿Eh? - pongo cara de confusión al escuchar algo que no me esperaba.
— Que me ayudes, ¿lo harás? - agarra mis manos.
Asiento aún dudosa.
— Gracias, ahora te lo voy a explicar, tranquila. - suspira y aclara su garganta.— Hace un año, tuve un accidente, supongo que lo sabes.
Niego con la cabeza sorprendida.— No lo sabía.
— Bueno, ahora lo sabes, pero ése no es el punto. En ese accidente, perdí algunos de mis recuerdos recientes temporalmente.
— ¿Aún no recuerdas nada? - lo interrumpo.
— Bueno, algo recuerdo, sé quién causó el accidente y también necesito que me ayudes a encontrarla, fue Jane Thompson. ¿La recuerdas? Esa chica callada y tímida del instituto.
Asiento molesta.— Esa psicópata... - digo entre dientes.
Él ríe y vuelve a poner cara seria.— También sé que nosotros tenemos algo pendiente. - cambia su cara seria por una pícara.
Me sonrojo y suelto mis manos de las suyas. ¿Cuánto lleva agarrándolas? Qué calor.
— ¿Entonces si te acuerdas de mí? - pregunto esperanzada.
Él niega.— Sólo algunas cosas, pero no te preocupes, pronto todos mis recuerdos van a volver y toda la mierda que Jane nos echó se irán con ella al manicomio.
Aprieto mis puños.— Creía que era mi amiga, pero lo único que ha hecho es arruinar nuestras vidas.- ruedo los ojos.— ¿Y tus padres?
— En Londres. - se encoje de hombros.
Sonrío enternecida al ver cómo se rasca la nuca.
— ¿Cómo me deshago de Alice? Ni siquiera sé cómo terminé con ella. - reacciono y sacudo la cabeza.
— No te preocupes, Candice me dijo que Alice se va a largar dentro de unos cuantos días, pero cuando ella se vaya, tendremos un problema mayor. Jane. - me cruzo de brazos.
Él asiente.— Tenemos que planear algo grande para poder atraparlas a las dos.
— Y tiene que ser antes de que la pulga llegue, porque para entonces ya será demasiado tarde. - muevo frenéticamente los brazos en el aire.— Ojalá no la hubiera conocido nunca.
— Hay muchas cosas de Jane que no sabes. - suspira angustiado.— Le empecé a gustar en preescolar y en primero de primaria, me pidió salir pero yo la rechacé porque ella era fea.
— ¿Por qué me cuentas eso? No tiene nada que ver. - miro la puerta fijamente.
— Tú deja que termine y lo entenderás, de verdad. - asiento no muy segura.— Jane tiene en total 5 cirugías plásticas. Cara, ojos, nariz, labios... y... pechos.
Asiento incómodamente.
— ¿Sabes por qué? - niego.— Porque quería y quiere mi atención.
— Has sonado como un creído total, pero tiene sentido lo que dices así que está bien. - suspiro.— Espero que tu memoria vuelva pronto.
— Tengo una idea que puede reducir el tiempo de espera. - sonríe.— ¿Quieres saber cuál es?
— Dime. - lo miro de lado.
— Quiero que mañana nos saltemos el trabajo y vayamos a nadar.
— Oye, ¿es tu memoria o has recuperado tu idiotez? ¡Estamos en invierno!
— Existen las piscinas climatizadas. - rueda los ojos.
— Es verdad. - río torpemente.
— Quieres morir, ¿verdad? - frunzo el ceño confundida.— Me acabas de llamar tonto.
Me tapo la boca.— ¿Lo siento yo te quiero? - digo con tono de duda.
— ¿Me quieres? - me mira pícaramente.
Ruedo los ojos.— Sarcasmo idiota, sarcasmo.
Asiente irónicamente.
— Oye chicos, lleváis media hora allí fuera, me habéis dejado sola. - Candice abre la puerta de un sopetón y hace puchero.
— Estás demasiado vieja para hacer eso, Candy. - digo divertida.
Me mira mal.— Sólo soy 6 meses mayor que tú.
— Medio año. - se mete Ian.— Wow.
— Estúpido moreno de caca. - bufa y vuelve a entrar.
Río por lo bajo y me acerco silenciosamente al lado de Ian.
— Gracias. - lo abrazo por la espalda.
— ¿Por qué? - se gira y me mira aún abrazado a mí.
— Por volver a aparecer en mi vida. - sonrío y dejo un beso en su mejilla.
Abre la boca y sonríe tiernamente dejando a la vista sus pequeños hoyuelos.
-
Que si, que tardo año y medio para escribir cada capítulo, pero os juro que he estado intentado terminar de escribirlos todos y así no tener que atascarme así, pido mil disculpas por la tardanza, voy a intentar subir cada semana un capítulo. Muchas gracias por los 200K leídos chicas, sois geniales.😻
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