LA NERD ES ¡MODELO!. - 1 y 2.

n i n e t e e n.

Barbara's POV.

— ¡OSTIAS! ¡HOLA NERD! - grita un loco desde el interior de un ciche negro brillante.

Miro a mis amigas extrañada. Ellas se encogen de hombros.

El coche se estaciona a un lado de la acera y de él bajan dos chicos.

— Es... - abro la boca.

— Efectivamente, Ian Lachowski. - Jane termina la frase por mí.

Ian camina hacia nosotras junto a un rubio, supongo que su mejor amigo.

— Decidme que no es el rubio macizorro de clase. - Candice cierra los ojos fuertemente.

Palmeo su espalda.— Es él.

— ¡Joder!

— Hola nerd, hola rubia, hola eh... - mira a Jane intentando recordar su nombre.— ¿Jessica?

Jane niega con la cabeza molesta.— Jane, Jane Thompson.

— ¡HOLA MIS AMORES! - Lilly llega corriendo hacia nosotras.

— ¿No es una coincidencia encontrarnos incluso en la calle? - Ian me mira.

— Pues claro que no. - ruedo los ojos.— Seguro que me has seguido hasta aquí. Como siempre.

— Me has pillado. - se encoge de hombros.— Él es mi mejor amigo, Blake el rubiales.

El supuesto amor platónico de Candice hace una reverencia y sonríe enseñando sus relucientes dientes.— Encantado.

— Igualmente, Blake. - Candice extiende su mano.

Supongo que estará esperando un beso, pero en vez de eso, el rubio coge su mano y la sacude. Empiezo a reírme disimuladamente y en eso, Ian me agarra del brazo y me aleja de ellos.

— ¿Qué? - me zafo de su agarre.

— ¿Me has echado de menos? - me mira interrogante.

— ¿A qué viene eso? - lo miro extrañada.

— Da igual. - rueda los ojos.— Que sepas que hoy vas a estar conmigo, así que puedes despedirte de tus compras junto a tus amigas.

— No quiero. - me cruzo de brazos.

— No era una pregunta, era una afirmación.

— Blake irá con ellas, supongo, le gustan las mujeres. - se encoge de hombros.

— ¿Acaso a ti te gustan los hombres? Que por cierto, no es nada malo. - recalco al final.

— ¡ME GUSTAN MUCHO LAS MUJERES! - se altera.

Sonrío. Si tan solo no fuera tan gilipollas...

— Oye nerd, vuelve a la Tierra. - Ian mueve sus manos delante de mis ojos.

— Piérdete, tú y el rubio ese. - señalo al chico que se encuentra hablando entretenidamente con Candice.

— Ya te lo he dicho y no quiero volver a repetirlo. - coloca ambas manos a su cadera.

— Cambiando de tema, eres toda una diva, o sea. - lo miro.

— Oie papi, io lo cé. - responde analfabetamente.

Río internamente por lo estúpido que es y luego me doy la vuelta para ir con mis amigas.

— ¡Oie mama ezpérame! - Ian corre detrás de mí.— No sé por qué mierdas estoy hablando así, sólo... me ha salido.

Se pone al lado mía e intenta explicármelo con gestos raros.

— Llevas lo de pasiva en tu interior. - lo miro con compasión.— Pero como que me la sudas un poco.

Lo aparto de un empujón.

— Chicas, pirémonos de aquí. - jalo a las tres lejos de los chicos.

— Yo quería estar con Blake. - refunfuña.

— Y yo quiero estar con vosotras, Candice. - ruedo los ojos.

— Sólo por hoy ve con Ian, ¿sí? - me mira con los ojos llorosos.

— No debería haberte dejado ir a las malditas clases de actuación. - bufo.— Eres toda libre.

Candice aplaude emocionada y corre hacia el rubio.

— ¿Qué vas a hacer tú, Jane? - miro esperanzada a la morena.

— Lo siento. - me mira apenada.— Se me ha hecho tarde mientras esperábamos a Lilly.

— Sólo han pasado 15 minutos Jane. - frunzo el ceño.

— Ya sabes cómo es mi madre, además, ya no tengo ganas de ir a comprar ropa. - se encoge de hombros.

— Entonces lo dejaremos para otro día. - hago una mueca.

— Adiós. - Jane camina hasta la puerta de su casa y en segundos, desaparece de mi vista.

— No te preocupes mi amor, aquí tienes a tu cotilla favorita. - Lilly entrelaza su brazo con el mío.

— Oh, casi me olvido de nuestra Johnson Baby. - sonrío.

— Vamos, déjalo ya. - me mira mal.— Ahora, vamos con tu baby Ian.

Ian termina de hablar con su amigo y Candice y se acerca a nosotras.

— ¿Lista? - me mira sonriente.

— Dirás listas. - Lilly lo mira.

— No jodas. - la mira con horror.

— Sí jodo, y mucho. - le saca la lengua.

— ¿Dónde se supone que vamos a ir contigo? - tuerzo el morro.

— Íbais a comprar ropa, ¿no? - abre la puerta de su coche.

— ¿Quieres ir al centro comercial con nosotras? - lo miro raro y entro al auto seguida de Lilly.

— Sé mucho de moda. - se encoge de hombros e introduce la llave consiguiendo arrancar el coche.

[...]

— Ya hemos llegado. - zarandeo a Lilly.

— ¿Ya? - dice soñolienta.

Asiento y le abro la puerta.— Bájate ya que quiero mirar ropa.

La empujo.— ¡Grace!

Se queja y yo río suavemente.

— ¿A qué tienda queréis entrar primero? - Ian se coloca a mi lado.

— A la primera que veamos, me gustan todas las tiendas, mientras que me compre algo. - Lilly salta de emoción.

— Es increíble que tengas 17 años, eres como una nenita de 5. - suelto divertida.

— Ya, déjame. Esto es emocionante.

Mientras paseamos alrededor de las tiendas, noto cómo Ian me mira fíjamente.

— ¿Soy fea o qué? - giro mi cabeza para verlo mejor.

— Nada. - dice y deja de mirarme.— Si tan sólo supieras todo lo que sé...

Murmura bajo, pero por suerte alcanzo a oírlo.

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