El tiempo no dura la mismo para todos, depende de tu vida el como quieras manejarlo.
᪥ 𝐿𝑎 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑒𝑠 𝑢𝑛𝑎 𝑑𝑎𝑚𝑎 ᪥
༺༻
El día siguiente tardo bastante en llegar, al menos para el súper soldado, ya que sus ojeras delataban que el rubio no había sido capaz de conciliar el sueño ni siquiera por un minuto, realmente estaba preocupado, el simple hecho de que esa chica no supiera absolutamente nada lo tenía bastante intrigado y también lo hacía sentirse bastante mas culpable, teóricamente en toda la noche estuvo recriminandose el hecho de haber sido tan descuidado.
Ahora el rubio se encontraba en la terraza del complejo donde ahora vivía, a penas estaba amaneciendo y disfrutaba de la vista al igual que del café que llevaba en la mano.
-¿Steve? -Preguntó una delicada voz tras de él, al instante supo quien era, no sin antes soltar un suspiro volteo a verla.
Pero antes de siquiera saludar, la vio provocando que sus palabras se esfumaran en un ligero gemido de sorpresa; se veía completamente diferente a ayer, podría jurar que era otra, llevaba puesto uno de los vestidos que habían comprado él día anterior, su pose estaba completamente erguida y su cabello se encontraba sujetado en un pequeño moño algo suelto, sin duda se veía hermosa, prácticamente perfecta, viéndola bien, ella no tenía pecas ni lunares, tampoco manchas en la piel, no había ojeras ni arrugas, y sus pómulos y labios estaban rosados sin maquillaje de por medio, completamente impecable como si fuera sacada de un cuento, con esos ojos grandes y largas pestañas, con todo ello ella se veía perfecta.
Steve sin duda conocía más mujeres, Peggy, Sharon, Wanda inclusive Natasha que era la reina de la seducción, pero Raven se veía diferente a ellas, es como si ellas al igual que todas las mujeres tuvieran algo en común, algo en común que Raven no y eso era lo que para sus ojos la hacían ver perfecta.
-¿Steve? -Volvió a preguntar la muerte sintiéndose un poco extrañada al tener la vista del rubio completamente fija sobre ella.
-Raven. -Dijo soltando un suspiro para luego parpadear un par de veces y dejar de lado sus pensamientos. -¿Qué haces despierta tan temprano?
"Yo no duermo"
Eso fue lo que quiso decir la morena pero por obvias razones tenía que omitirlo.
-Desperté temprano. -Respondió con calma. -¿Qué haces de pie tan pronto?
-No pude dormir bien. -Explicó mientras sus ojos vagaban por todos lados pero no conectaban con los de ella. -¿Quieres desayunar?
Él súper soldado no tuvo respuesta, así que contra su voluntad levanto la vista hacia ella, y observo como la muerte tenía la cabeza levemente inclinada a la izquierda y lo veía fijamente, antes de que él pudiera preguntar lo que sucedía, Raven dio unos cuantos pasos hacía él, y con lentitud levanto la mano hacia la cara del rubio.
-¿Raven? -Preguntó con nerviosismo ante el contacto frío (casi helado) de la mano de la muerte sobre su mejilla, pero la morena lo seguía viendo fijamente pero después de unos segundos bajo su mirada hacia la comisura de sus labios lo cual noto Steve y lo hizo ponerse mas nervioso aún, pero todo paso cuando ella con su pulgar limpió una pequeña mancha de café que llevaba observando desde hace tiempo.
-Listo. -Dijo la morena al separarse de él. -Tenías una mancha de tu bebida. -Explicó.
Steve llevo su mano libre hasta donde había tocado la chica y parpadeo confundido varias veces, sus mejillas no tardaron en sonrojarse al ver lo que este había pensado con la cercanía de la morena.
-Vamos, te prepararé él desayuno. -Sin decir más Steve prácticamente corrió hacia la cocina dejando a la chica plantada ahí.
-Eso fue... Extraño. -Murmuró para sí y después con tranquilidad se fue tras él.
Steve estaba entretenido cortando fruta y ocupando la licuadora para hacer un licuado de chocolate, estaba tan entretenido tratando de distraerse que no noto que la muerte había llegado a la cocina y se había recardo en la pared observando fijamente lo que hacía, los ojos color marrón iban de un lado a otro, detallando cada aspecto y movimiento que hacia él hombre.
"Impresionante"
La muerte podía escuchar los latidos del corazón del súper soldado latir, hace unos minutos su corazón estaba completamente acelerado, pero ahora estaba bastante más calmado.
Con algo de curiosidad llevó su mano a su cuello, y lo sintió, él palpitar constante que le indicaba que tenía un corazón.
Pero no lo entendía, eso jamás había ocurrido en su existencia, solo era cuando él estaba ahí.
"¿Qué me has hecho súper Soldado?"
-¡Por amor de Dios! -La muerte fue sacada de sus pensamientos gracias al grito del rubio, él cual se veía considerablemente alterado al verla.
-¿Ocurre algo, Steve?
-¡¿A que hora llegaste?! -Exclamó aún jadeante. -No te escuche llegar.
-Vine tras de ti. -Respondió con calma, para luego olfatear a su alrededor. -¿No sientes un olor extraño?
-¡Los hot cakes! -Volvió a gritar mientras corría a la estufa.
-Creo que eres un poco escandaloso....
-¿Tu crees? -Preguntó claramente ofendido y molesto mientras tiraba los hoy cakes calcinados a la basura. -En todo caso es tu culpa.
-¿Mía?
-Sí, tuya, desde que apareciste todo mi mundo termino de cabeza.
Raven parpadeó en repetidas ocasiones para luego ladear la cabeza y observar con curiosidad al rubio.
-Desde mi punto de vista. -Hablo con voz pausada. -Nada parece estar al revés, al menos tú no estás de cabeza.
Steve rodó los ojos no sin antes suspirar. -Olvidalo, Raven.
Raven volvió a parpadear para después encogerse de hombros e ir a tomar asiento a la barra, provocando que el rubio se sintiera incómodo ya que podía sentir desde lejos la mirada de la chica puesta sobre él.
-¿Qué tal estuvo tu noche, Raven?
-Bien. -Contestó vacilante.
Y sí, hasta ahí había llegado la conversación, ambos merecían un premio a los mejores platicadores natos de la fas de la Tierra.
El súper soldado tardo más de lo que debía en terminar un simple desayuno, pero justo cuando se había preparado psicológicamente para volver a iniciar con la morena y enseñarle a comer sucedió algo extraño, antes de que el hiciera algo, ella ya estaba cortando un hotcake como correspondía, con el cuchillo y tenedor, y se lo llevo a la boca sin necesidad de mancharse.
Steve observaba detenidamente como la morena picaba por si sola la fruta, justo como ayer él lo hizo con la carne, lo hacía extraña y perfectamente bien; fue entonces cuando reparó en su postura, y noto como estaba completamente erguida inclusive, se había puesto una servilleta en sus piernas para no mancharse.
Eran un cambio impresionante de un día para otro.
༺༻
Thor acababa de marcharse alegando el hecho de que intuía que había problemas en Asgard, sabía que algo estaba mal.
-En definitiva, esa rubia no tiene consideración por los jardines. -Hablo Stark.
-Supongo que ya te vas. -Comentó Steve.
-Así es, necisito un respiro, tal vez consideré ponerle su granjita a Pepper, seguir él ejemplo de Barton.
-Sería lo mejor, no creo que nadie te aguante tanto como ella lo ha hecho, se lo merece.
-Eso lo tengo claro, capitán. -Dijo mientras soltaba un suspiro.
-También Barton a partido con su familia. -Comentó Steve.
-Y como olvidar el hecho de que nuestro verdecito desapareció al amanecer. -Suspiro de nuevo. -Pobre Romanoff.
-Ella lo entenderá, es fuerte. -Comento con tranquilidad. -Al que no puedo entender es al doctor Banner.
-Supongo que tuvo sus motivos. -Respondió mientras observaba él lugar, no pudo evitar reir al ver a Reiven observando detenidamente su reflejo en la puerta de cristal. -La tines difícil capipaleta, esa chica es realmente extraña.
-Ni que lo digas, eso me queda claro. -Dijo mientras se giraba a verla.
-No puedo negarlo, ese vestido a penas y le queda, se ve bien así. -Comentó él filántropo mientras pensaba lo mismo que Steve hace unas horas, ella parecía de otra época.
-Aunque me costo una pequeña fortuna, no me arrepiento, es justo para ella.
-Suerte con tu amnésica Cap. -Dicho esto se subió a su automóvil y tomo rumbo hacia su "nueva vida"
Raven estaba observando fijamente su reflejo, era la primera vez que se veía así misma.
"Parezco un ser humano normal, común y corriente"
Con un poco de curiosidad llevo su mano hacia su rostro mientras seguía observándose, creía que él hecho de ser la muerte la haría tener un aspecto diferente, pero en lo que cabía ella era completamente normal a un humano.
Steve la miraba desde atrás, por lo visto era la primera vez veía su rostro o que le prestaba atención a su reflejo, sin duda alguna él tenía demasiadas ganas de saber que pensaba ya que era difícil intentar descifrarla por él mismo.
-Raven. -La morena al instante volteó al escuchar él llamado del rubio.
-¿Sucede algo?
-Vamos a la sede. -Habló. -Hoy inicia la primer charla antes de los entrenamientos de los nuevos Vengadores.
-¿Vengadores?
Steve dio un suspiro para luego comenzar a caminar seguido pie la muerte.
-Somos un grupo de personas con capacidades más allá de una persona normal. -Explicó. -Y nos reunimos para proteger a las personas de los peligros fuera de lo común.
-¿Y por qué lo hacen?
-Es nuestro deber.
-Parece que son ustedes quienes se autoimponen ese deber.
La mirada curiosa del rubio se poso sobre ella, como siempre tan tranquila e inexpresiva.
Sin decir más ambos subieron al edificio, en donde se encontraba la pelirroja viendo con entusiasmo un muro.
-No sabía que te gustaran las paredes Romanoff. -Se burló Rogers.
-Creí que Stark y tú seguían viéndose a los ojos. -Contraatacó con una sonrisa mordaz pero al instante su atención fue llamada por la mujer tras él rubio. -¿Y esa a que fiesta va a ir? -Se mofo con cierto toque de celos al verla de esa manera, si pudiera definir la palabra perfección lo haría con ella.
-Es la ropa que ella eligió. -Explicó mientras la veía de reojo ya que la muerte al parecer estaba muy interesada en ver como se abrían y cerraban las puertas solas cuando la gente se acercaba.
-Le queda bien. -Fue lo único que pudo decir.
-¿Entramos? -La pelirroja asintió mientras Steve continuaba su camino hacia una de las puertas, y al instante fue seguido por la morena.
-Vengadores. -Fue el llamado del Capitán América al entrar a la sala, frente a él estaban los nuevos integrantes Wanda y Pietro Maximoff, James Rhodey, Visión y Sam Wilson.
Raven estaba atrás del súper soldado por lo tanto no la dejaba ver, así que inclino la cabeza aun lado para observar bien, al instante su atención fue acaparada por él androide.
Todas las miradas dejaron de estar en él rubio para ir a parar hacia la muerte, la cual caminaba con paso lento hacia Visión.
-¿Raven? -Preguntó con curiosidad Steve, pero la chica lo ignoró y se quedó quieta a dos pasos de distancia del androide.
-Señorita... -Dudo Visión pero antes de que él pudiera decir más, la morena ya tenía su índice tocando la gema de su frente.
"Eso no debería estar ahí"
༺༻
Todos estaban en la sala de juntas hablando sobre los nuevos entrenamientos y él trabajo de equipo para que más adelante no tuvieran complicaciones.
-Bien, entonces iniciamos mañana a las... -Steve no pudo terminar ya que al ponerse de pie la muerte también lo hizo, este la vio con duda así que volvió a sentarse y ella hizo lo mismo provocandole un suspiro al soldado. -Como decía, mañana a las seis en punto en la sala de entrenamientos. -Ahora sí se puso de pie y los demás no pudieron evitar reir al ver como la morena hacía lo mismo.
Steve estuvo a punto de salir de la sala para lidiar con la morena pero antes de eso lo interrumpieron.
-Raven. -Wanda la llamó con amabilidad.
La morena no dudo en voltearse y verla con algo de intriga.
-¿Sucede algo? -Preguntó con calma al ver como el rubio la esperaba con tranquilidad.
-Antes que nada quiero presentarme, yo soy Wanda Maximoff. -Dijo extendiendo su mano hacia la morena la cual ladeó su cabeza a un lado sin entender muy bien que hacer.
-Se esta presentando. -Explicó Steve. -Estrechar su mano es una forma de saludo.
La morena asintió y después de lo dicho por él rubio rápidamente tomo la mano de la castaña, la cual se vio algo sorprendida ante su contacto helado pero decidió ignorarlo.
-Yo soy Raven. -Explicó la muerte. -¿Un gusto? -Dijo más en forma de pregunta hacia él soldado para ver si lo hizo bien, al ver la aprobación de él asintió.
La castaña no pudo evitar sonreír con cierta ternura ya que la joven parecía ser mas chica con ella, y con ese carácter parecía ser una niña muy linda.
-Bueno como ambas somos nuevas aquí, quería saber si querías pasar una tarde de chicas conmigo y Romanoff.
Raven parpadeo unas cuantas veces para seguir mirando abla castaña. -¿Tarde de chicas?
-Un día, nosotras en las calles disfrutando del lugar. -Explicó la pelirroja
-Esta bien, tarde de chicas, Tú, Wanda, Steve y yo.
-O no, tarde de chicas, mujeres, nada de hombres.
-Por eso, nosotras y Steve.
-Raven, Steve no es una chica. -Explicó Wanda.
La muerte negó con la cabeza y se volteó hacia él rubio él cual la miraba fijamente, ella tomo su mano y hablo. -Steve ¿Puedes ser una chica y acompañarnos?
༺༻
Las tres mujeres iban directo hacia un salón de belleza para que fueran atendidas como Dios manda, según la pelirroja, una vez dentro la espía no a la muerte recia a seguir fue cuando se dio cuenta de que alguien faltaba, así que volteo y dijo. -Steve, apresurate, tienen que hacer un manecure. -Se burlo.
-¿Steve? -Preguntó la morena al verlo recio a entrar.
Él mencionado él cual llevaba un pantalón rosa y una camisa lila para así ser "una chica" Dio un suspiro cansado.
-Allá voy, Raven.