Internado Militar

LanaCMaddox

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N/A: Este fue el primer libro que escribí, tiene muchos años y lo escribí siendo una completa novata. Sigue a... Еще

Sinopsis
Internado militar
Capítulo 1 - Internado militar.
Capítulo 2 - Blake Evanson
Capítulo 3 - Mentores y castigos compartidos
Capítulo 4 -"Torpeza es sinónimo de mi nombre"
Capítulo 5 - Clases de tiro y tratando de encajar
Capítulo 6 - Internado de rutina
Capítulo 7 - Viernes
Capítulo 8 - Sábado de misiones.
Capítulo 9 - Compañeros de delitos
Capítulo 10 - Domingo de resaca
Capítulo 11 - Mañana entre amigos
Capítulo 12 - Maldito lunes y padres insoportables
Capítulo 13 - Tiempo al tiempo
Capítulo 14 - "No quieras tenerme en tu contra"
Capítulo 15 - Salidas en grupo y la chica de la biblioteca
Capítulo 16 - La cabaña guerrera
Capítulo 17 - Paintball
Capítulo 18 - Nana
Capítulo 19 - Lalisson shippers
Capítulo 20 - Pov Blake
Capítulo 21 - Insubordinación de una Carter
Capítulo 22 - Confianza
Capítulo 23 - Problemas de tiro
Capítulo 24 - Salidas a la feria
Capítulo 25 - Invitaciones y norias privadas
Capítulo 26 - Antiguo instituto y temas que no tocar
Capítulo 27 - Turno de guardia
Capítulo 28 - Preguntas y desapariciones.
Capítulo 29 - Un primo torpe, un oficial agradable y un abogado de familia
capítulo 30 - Compartiendo saco y traumas de infancia
Capítulo 31 - Amistad
Capítulo 32 - Frialdad y tutelas
Capítulo 33 - "Yo no quería que te fueras"
Capítulo 34 - pov blake
Capítulo 35 - "Crenación".
Capítulo 36 - "muchas veces tendrás que doblegarte"
Capítulo 37 - Pretendientas y hotel Mayorey
Capítulo 38 - "las cosas no pueden empeorar más"
Capítulo 39 - Lagos y castigos
Capítulo 40 - Tipos de relación y examen físico
Capítulo 41 - Intentos de parejas y amigos de la infancia
Capítulo 42 - Pov Blake
Capítulo 43 - Peleas, castigos y colgantes
Capítulo 44 - Aaron
Capítulo 45 - "Un paso cada vez"
Capítulo 46 - "Los Carter alzan el vuelo"
Capítulo 47 - Antiguos compañeros
Capítulo 48 - Pov Blake
Capítulo 49 - Pov Blake
Capítulo 50 - "Un día más, un minuto más, un abrazo más"
Capítulo 51 - Pov Blake
Capítulo 52.1 - Pov Blake
Capítulo 52.2 - Consecuencias de la presión
Capítulo 53 - Los mejores gofres de Atlanta
Capítulo 54 - El mayor sacrificio (Final)
Epílogo
Agradecimientos & Aclaraciones
Extra

Extra - Pov Aaron Carter

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Canción en multimedia:  Dead Hearts — Stars


Capítulo extra — POV AaronCarterღ


Dejo caer mi bolsa al suelo. Rebeca mantiene su expresión neutra, no se está dando cuenta de lo que realmente está pasando. Es demasiado ilusa. Alisson puede ser como una hermana para Rebeca, pero su forma de darle espacio no va a ayudar. Tanto ella como Andrew pretenden entender lo mal que Alisson se siente y darle su tiempo. Pero así no es como ella funciona.

—No te preocupes, Aaron —Sigue ella—. Fuimos ayer a las seis y su abuela nos dijo que había vuelto a comer y que incluso cenó algo antes de irse a dormir pronto. Está mejorando.

Niego ¿Cómo pueden no haber visto lo obvio?

—Está mejor —Sigue Andrew, llamando al timbre de la casa de Alisson y apartándose. Está calmado—, no te preocupes.

Bufo, recogiendo mi bolsa cuando la abuela de Alisson nos abre la puerta y entrando sin preguntar. Pocas veces he tenido la oportunidad de hablar con la mujer cuyo porte parece unirla con la alta sociedad y todas ellas han acabado igual. Me odia. Nunca ha soportado a mi tío, tampoco a mi padre y, para ella, yo debo de ser una pequeña versión de ambos. Todavía estoy rezando para no tener que compartir nunca alguna cena con ella, probablemente trataría de envenenarme a la primera de cambio.

—¿Cómo está Allie? —Escucho preguntar a Rebeca.

Lanzó mi bolsa sobre el sofá sin cuidado alguno, todavía están las fotografías de siempre sobre las estanterías. Una sonrisa tira de mis labios al encontrarme de nuevo con una en la que Alisson y Joseph salen junto a Joe y a mí, ese día habíamos ido al Zoo. Una de las pocas veces que coincidió una salida juntos por pequeña que fuese.

—Sigue durmiendo.

—Oh —murmura la rubia—. ¿Le importa si nos quedamos un rato más? Quisiéramos verla.

Miro sobre mi hombro, alcanzando a ver cómo Andrew lanza un brazo sobre los hombros de su hermana y la atrae hacia él.

—Necesita más tiempo, Beca.

Frunzo el ceño—. ¿Cómo que más tiempo? ¿Hace cuanto que no la veis?

—Allie lleva una semana sin querer que la visitáramos —Explica Rebeca—. Va a dormir cuando llegamos o pone alguna excusa —sus ojos se deslizan hacia las escaleras—. No creo que baje.

Reviso la hora en mi reloj de muñeca. "Sólo por si acaso" , me digo. Aunque en realidad entiendo qué es lo que me preocupa. Alisson adora Andrew y a Rebeca. Les necesita, ahora más que nunca. Yo estoy de un lado para otro, tratando de encontrar qué es lo que realmente quiero hacer con mi vida, estoy con trámites, ocupado. Desgraciadamente no puedo pasar con mi prima tanto tiempo como quisiera, tengo que conformarme con quedarme un par de días y visitas esporádicas. Alisson ahora está mal, la situación que está viviendo la está superando. Y, para bien o para mal, la conozco mejor de lo que ella quisiera admitir. Lo que no entiendo es cómo Andrew y Rebeca no han llegado a la misma conclusión que yo, sobre todo ahora. Sobre todo hoy.

Sin pensarlo dos veces me lanzo escaleras arriba, directo al cuarto de Alisson. En el fondo ruego estar equivocado, desearía poder estarlo. Pero sé que no va a ser así. Que ella se aísle no es bueno, no acostumbra a hacerlo, no salvo que esté demasiado agobiada, demasiado rota como para querer dejarse ver, querer que la miren con lástima o le recuerden algún tema en especial. Mi corazón late demasiado rápido al llegar al último escalón, las esperanzas uniéndose a lo que pasará cuando abra la puerta de su habitación. Es una luchadora que no se dejaría ahogar del todo nunca por sus problemas, sé cuál es la salida que no escogería. Aun así, está pasando por mucho y por mucho que el resto piense que su táctica de volver a comer ha sido un avance no lo ha sido. Abro la puerta, dándome de bruces con la realidad que temía encontrar.

Su habitación está vacía.

Lo de ayer fue una estrategia distractoria para que su abuela se confiara y no cuestionara, le dio tiempo, demasiado si fue desde las seis de la tarde hasta las once de esta mañana. Ha comprado tiempo con ese acto, ella sabía lo que estaba haciendo.

Suelto el pomo y me adentro en la habitación, los pasos detrás de mí son inmediatos.

—¿Y Allie?

Responder a Rebeca está de más. Siento rabia hacia ella. Hacia ambos hermanos. ¡Debería conocerla! Alisson es como un empapado trozo de jabón para el que los problemas son esas manos que tratan de atraparlo. Cuando aprietan demasiado el trozo de jabón se desliza de entre sus manos. Si mi prima se siente ahogada va a huir. Es su forma de desconectar, de no caer nunca demasiado.

Paso una mano por mi rostro antes de abrir su armario, busco algo que me diga cuanto tiempo planea irse. Lo peor de ella es que si no quiero ser encontrada, nadie va a poder encontrarla. Es muy impulsiva. No va a quedarse cerca, pero tampoco tiene su moto. Le gustan los viajes largos y se habrá llevado tanto dinero como para gastarlo en aviones u hoteles. Habrá tomado algún autobús, el que tuviera un destino que más le llamara la atención o simplemente el que antes saliera para asegurarse de no ser alcanzada. Ahora podría estar en cualquier ciudad, bar de carretera o motel organizando cuanto dinero le queda para no tener que volver hasta que se le termine por completo. El juicio de Joseph es dentro de dos días, sabe que van a hacerla testificar y su cabeza está demasiado cargada como para tener algo claro. No sabe cómo encarar esto, está asustada y huye.

Busco la bolsa de gimnasio blanca que sé que guarda aquí con la mirada. No está. Ha debido de convertirla en su improvisada maleta. Maldigo entre dientes, ¿por qué tiene que ser tan impulsiva? ¿Por qué tuvo que huir incluso de mí? Sabe que hubiera venido con una simple llamada suya pidiéndomelo. Eso logra que un escalofrío recorra mi columna. Se aleja de toda persona que tenga una fuerte relación con Joseph, como si temiera que fuéramos a nublarle el juicio, a tratar de cambiar su forma de pensar.

—¿Qué le has hecho a mi niña? —Pregunta molesta. El respeto que sé que tengo que tener por los mayores está cerca de desaparecer por completo con su frase. Lo hace porque se está dirigiendo a mí, para variar, señalándome como culpable de la partida de Alisson. Lo hace porque soy el más cercano a Joseph al que poder culpar—. ¿Por qué no podéis dejarla tranquila y desaparecer?

—Si Alisson no está aquí es porque usted es tan estúpida que en vez de ayudarla ha presionado —doy un paso hacia adelante—. No conoce a Alisson, no quiere entenderla y ha logrado que ella tuviera que irse por no poder lidiar con esto por más tiempo. La única puta tarea que usted tenía era asegurarse de que ella comiera y estar cerca. Pero no, usted decidió ser la perra de siempre y meter mierda sobre su propio padre ¿Sabe lo que eso puede dolerle? Ya tiene suficiente con todo esto como para que usted meta el dedo en la llaga cada jodido segundo.

Que no se diga que he perdido el respeto. El trato lo he mantenido, el vocabulario lo he movido más a mi elección. Y he sido flojo, increíblemente flojo para todo lo que quería decir. Los labios de la mujer se abren, sorprendida y a punto de rechistar.

—Lo sé —ruedo los ojos—. Tengo que salir de esta casa que, oh, sorpresa, ni siquiera es suya y no volver a entrar. Como sea, tampoco disfruto de su compañía.

Si tenía cualquier mínima oportunidad de ser avisado si mi prima volvía a casa, ahora acabo de terminar con ella. Ignoro a los amigos de Alisson y los gritos de la mujer cabreada a medida que bajo. Por el amor que Alisson les tiene a Andrew y a Rebeca no llego a abrir la boca en su contra antes de salir de la casa y dar un portazo detrás de mi. Pero estoy molesto, molesto con cualquier persona que haya presionado a mi prima para llegar a ese punto.Molesto conmigo mismo por no haber llegado antes. Volví a sabiendas de que necesitaría apoyo en el juicio, he llegado dos días antes para evitar lo que acaba de pasar. Alisson me habló de la psicóloga, de lo que le están obligando a hacer y de cómo sus esperanzas de que la sumisión ante la ayuda le traería bienestar se estaban esfumando.

"Yo sólo quiero estar bien" rogó la última vez que hablamos. Hace menos de un día. No supe qué recomendarle. No quiero influenciarla de una forma u otra por miedo a equivocarme. Quiero cuidar de mi prima, que ella mejore, pero no tengo suficientes datos como para decir que un psicólogo no podría ayudarla. Sus recomendaciones me parecían terribles, dios, Alisson cortó el contacto incluso conmigo por una semana para cumplir y tratar de "Centrarse en un problema cada vez". Puse de mi parte porque a mí también me duele verla mal, también yo quiero que ella vuelva a ser la chica sonriente y llena de vitalidad a la que adoro. Pero después de esa semana me llamó, cansada de todo. Nunca antes una conversación con ella me había robado el sueño y dejado sin ganas de comer. Aun sin estar junto a ella y sin que Alisson llegara a llorar podía sentir el dolor, la frustración, la impotencia. Preví sus intenciones y me aseguré de empezar con esas visitas por cortas que llegaran a ser y llamarla a diario. No ha servido.

Debieron de haberla dejado tranquila.

Nadie debió de haber tratado de convencer a Alisson de lo que debía o no debía hacer. No tuvieron que presionarla de una forma u otra. Ella es capaz de recuperarse, pero a su modo. Es una chica con tal fuerza de voluntad que se hubiera vuelto a construir desde cero. Pero para eso necesita espacio, algo de soledad física pero no mental. Hay que dejarla pensar, no tratar de meter la mano en sus ideas para enrevesarlas. Es lista, sabe entender a las personas como nadie y hubiera dado con la forma de sentirse mejor. Pero tiene que hacerlo sola. Tenía que haberlo hecho sola. Sólo tenían que haberle dado espacio y ella hubiera terminado dándose cuenta de qué quería, de lo que necesitaba para estar mejor. Llegué a creer que una charla con Joseph sería su última conclusión, que ella necesitaría una explicación completa para unirlo todo y formar su opinión. La Alisson que conozco lo hubiera hecho. La Alisson a la que no forzaron a convencerse de que necesitaba ayuda profesional lo habría hecho.

Lamentablemente ha habido tantas personas tratando de manipularla que no le han permitido calmarse lo suficiente como para ir.

Aun así, esa idea no me parece tan descabellada. Quizás sí fue. Subo a mi moto, acomodo el casco sobre mi cabeza y voy directo hacia la cárcel en la que mantienen retenido a Joseph hasta darle la sentencia final. He hablado con mi padre, él es quien se aseguraba de visitar a su hermano a diario y volvía cabizbajo. El primer día que fue, volvió furioso. Rompió una de las sillas al golpearla contra el suelo de la cocina y se encerró en su habitación. Pero, tres días después, en su siguiente visita, llegó con pasos lentos y pesados, palmeó mi hombro como hacía cuando era un crío y dijo: "Hagas lo que hagas, siempre estaré orgulloso de ti".

Todavía no logro entender del todo el por qué de esa frase, lleva años sin lanzarme algún comentario del estilo.

Tardo cerca de cuarenta minutos en llegar. Palidezco por completo al hacerlo. Ver una cárcel por primera vez llega a ser imponente. Te hiela la sangre y retuerce las entrañas. Lo hace porque sabes qué clase de personas hay dentro, todo el mal que puede estar reunido en un mismo lugar y la seguridad con la que les mantienen dentro es tal que asusta. Asusta porque a mayor cantidad más peligro da la sensación de contener. La incomodidad me acompaña a lo largo de mi camino.

Tengo que dar mi nombre, DNI y explicar que Joseph Carter es mi tío para poder tener la oportunidad de hablar con él. Veinte minutos después de llegar un guardia me acompaña hasta esa pequeña sala con el número "2" sobre la puerta en la que hay cinco espacios. Dos de ellos ya ocupados. Es como en las películas que he visto. Pequeñas cabinas y teléfonos con los que comunicarte con la persona al otro lado del cristal. Mis pasos se vuelven más lentos al dejar al guardia atrás, él cierra la puerta detrás de mí, no sin antes avisarme de que sólo tengo diez minutos. Trago saliva, buscando a mi tío al otro lado de las cabinas libres. Se me revuelve el estómago al encontrarle. Me digo que estoy haciendo esto por Alisson y me acomodo frente a él, descolgando el teléfono y llevándolo hasta mi oído. Trato que mi rostro muestre la indiferencia que realmente no estoy sintiendo.

Es raro. He visto de tal forma cómo esto ha afectado a Alisson que he llegado a sentir una gran cantidad de rabia hacia Joseph, pero, ahora, al verle tan vulnerable y con nada más que abatimiento en su mirada, no puedo evitar tener sentimientos encontrados. Él me estuvo pidiendo que le mantuviera al día del estado de su hija durante todo el verano. Se preocupaba por ella de una forma que me pareció extraña, después de todo, ¿por qué no les visitó ni a Alisson ni a Alice si realmente estaba preocupado?

Él se lleva el teléfono al oído con dificultad, callado.

Y yo no sé por dónde empezar. Voy directo a lo que quiero saber.

—¿Ha estado Alisson aquí?

La mirada de Joseph se llena de una fugaz emoción que termina con él pasándose el pulgar por la frente en busca de una distracción para poder borrar el sentimiento.

—Respóndeme —presiono.

—No.

—¿No?

Su mano se posiciona sobre la mesa, la faceta de coronel vuelve de forma inmediata. Esos sentimientos ocultos tras unas ilegibles facciones. Se está defendiendo a sí mismo con el gesto, quiere intimidarme a mí, echarme. Está cansado, puedo notarlo, cansado mentalmente por tener que lidiar con el tema de su familia por más tiempo.

—¿Por qué querría ella venir? —Pregunta con un deje de burla. Esa burla que se carga con asco hacia sí mismo. Entonces frunce el ceño—. ¿Se ha... ido?

Mi silencio es respuesta suficiente. Rompe con las barreras que ha estado inútilmente tratando de levantar. Se inclina hacia delante, notoriamente tenso.

—¿Los Bennet saben algo de ella? ¿Está con ellos?

Las ganas de dejarle sin saber crecen en mí con fuerza. De no haber empezado a dudar al ver cómo mi padre ha cambiado de parecer hacia él lo haría. Pero es cruel. Es cruel incluso para hacérselo a él.

—Nadie sabe nada, se ha ido durante la noche.

—Autobuses —avisa—. Pregunta en la estación de autobuses que hay a las afueras, puede que sepan algo.

Siento una punzada. Sé que la conoce, noto que se preocupa por ella. Pero luego escucho lo que ha hecho y las cosas dejan de cuadrar. Cada vez estoy más cerca de creer que fue para aliviar el dolor de Alice en vez de dejarla seguir sufriendo, pero, entonces ¿por qué Alice no pidió la eutanasia? No pudo haber sido por petición de ella. Alice pude haber rogado a sus médicos que terminaran con su dolor y hubiera pasado, además, así habría tenido tiempo para despedirse, hubiera decidido cuando darle el punto final. No lo hizo. Esa idea sólo añade otra pesada incógnita a este rompecabezas.

Aparto el teléfono de mi oído, no me queda nada más que debatir con él, nada que quiera. Pero entonces él golpetea el cristal con sus dedos y señala el teléfono que todavía mantiene contra su oído. Con eso vuelvo a colocar el mío a tiempo para escuchar sus nerviosos y rápidos murmullos.

—En el internado asigné a mi mejor cadete ser el compañero de Alisson porque yo confiaba en él. Pero eso, no sé cómo... sé que Alisson también confió en él. Siempre que la veía mal él estaba cerca, era su recurso, puede... puede que todavía lo sea.

No es tan descabellado. Ally tiende a desarrollar una fuerte unión con las personas en las que confía, quizás incluso necesidad. Sobre todo en los malos momentos. Si en el internado tuvo a alguien como punto de fuga, puede que ahora su cerebro le pidiera lograr la misma tranquilidad que en ese tiempo le dio.

—¿Cuál es su nombre?

—Blake Evanson.

Estoy a punto de reír. Cómo no. Joseph no pudo haber acertado y errado de peor forma. Alisson ya tiene demasiados líos en la cabeza sobre ese chico desde antes incluso de que esto pasara, dudo que ahora vaya a acercarse a él. Eso me trae de vuelta al punto inicial. No tengo nada.

—¿Me avisarás si sabes algo? —Pregunta.

Niego—. Lo verás por tu cuenta en el juicio, Joseph.

No le dirijo una sola mirada más antes de salir. Recojo mis pertenencias de vuelta en la entrada y me apresuro a desbloquear mi móvil. Aun sabiendo que es improbable, prefiero tener todos los flancos cubiertos. Redacto y envío, haber acompañado a mi padre a recoger las cosas de Joseph de su despacho en el internado durante las navidades me ayudó a hacerme con una fotografía de la ficha del cadete que necesitaba. Sé que es ilegal. Y no podría haberme importado menos. Satisfecho, guardo el móvil de vuelta en el bolsillo de la cazadora y subo a mi moto. Necesito encontrarla.


__________________________________________________________________________________________________________

Sé que hoy es domingo, pero (como comenté en un mensaje en mi perfil ayer) llevo tantos días comiéndome la cabeza con qué quiero que pase que me sigue costando decidirme así que no tenía el capítulo preparado,

Espero que hayáis disfrutado del capítulo (Ahora que estamos tan cerca del millón -WTF, millón, estoy flipando-. quería hacer algo especial así que ¿Aaron Carter? Aaron Carter)

Tranquilidad, se sabrá lo que ha escrito en el mensajeXD

¡Nada! Que Alisson ama jugar al escondite, alguien tiene que decirle que los límites del juego no recorren todo el país, prfavorXD ¿Lo veníais venir, no? 

Apustemush: ¿A dónde se fue Alisson a esconderse? (Yo digo que está en la caseta del internado que sólo se abre desde fuera, comiendo oreos y viendo netflix. Okno)

A todo esto, ya tengo la historia que va a sustituir a esta cuando termine (sí, seguiré escribiendo y molestando un tiempo más XD). Se llama "Compañeros de delitos" y está en mi perfil (algunas personas he visto que ya la habéis encontrado jaja). Su trama se centra en cómo el pequeño robo de un pendrive (lo saqué de EBBEMA jeje, esta vez todo viene más oscuro e.e) les llevará a Jayden y Hannah a terminar en el más absoluto caos. (Están la sinopsis, trailer y primeros capítulos ya publicados). Lo pongo aquí porque a las personas que habéis leído EBBEMA o a quienes os guste cómo escribo y desarrollo tramas podría interesaros, más ahora que está siendo hora de despedirse de Internado Militar:(

Ahora sí, nos leemos el sábado ღ

(En EIEMB nos leeremos el domingo/lunes que viene)

— Lana 🐾

pd-¿Sabéis que he llegado a soñar con los personajes? Estoy tan agobiada porque no sé qué final quiero que he terminado viéndoles hasta en sueños siesque... lo más wtf era que Johnson ni aparecía (como se está yendo del grupo en la historia en mis sueños tampoco está jajaja) y Landon tenía el pelo rubio por los hombros y todo, es que no faltaba detalle lol

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jaja este va a ser una adaptación de la cenicienta a Noé x Vanitas así que disfrutenlo,a y por cierto cambiará una que otra cosa