Honey
Channing y yo estamos aplastados en el sofá, paso mis dedos en sus rizos rubios con delicadeza. Él pestañea cada vez más lento, casi es la hora de dormir... en la tarde. Porque no he conocido un niño que duerma tanto como mi hijo.
Alguien toca la puerta y estoy segura de que es Warren. A pesar de haber salido hace una hora del trabajo, viene constantemente y siendo sincera, no me molesta. Suspiro y me levanto, dejando a Channing en el sofá, abro la puerta.
Warren me sonríe.
-Subí tu correo -me indica, alzando una caja algo grande y bonita-. Y traje galletas.
Sonrío tomando ambas cajas, la del correo y las galletas. Me vuelvo al sofá junto a mi hijo, el cual ya está durmiendo.
-Vamos a ver que es esto -digo.
Abro la caja, hay un montón de papelitos de colores con olor a naranja. Veo más a fondo, encontrando un vestido negro largo, precioso. Unos tacones a combinación y aretes brillantes.
Hay una invitación junto a todo esto, es elegante y hasta olor tiene. Tanta cosa en el mundo. Es una invitación a un baile, ¿quién hace bailes en esta época de la vida?
Sigo revisando y doy con un pequeño papel:
"Paso por ti a las ocho el sábado en la noche.
Con amor, Kerrick."
-Yo esa sonrisa no la veo normal -me dice Warren.
-Tú nunca ves nada normal -le digo con burla. Él sonríe.
Sigo comiendo galletas mientras él dibuja a Channing durmiendo en su libreta. Todo está bien, hasta que mi estómago se revuelve como si fuera un huevo revuelto en el sartén.
-Ay, no.
Corro al baño y voy directo a vomitar todo en retrete. Tan ricas que estaban las galletas.
-¿Tan malas estaban las galletas?
-No es eso, ¡estoy embarazada!
Vuelvo a regresar mi comida y siento asco, no había tenido este malestar desde que estaba embarazada de mi primer hijo.
-¿Qué? ¿Cómo es que estás embarazada? -pregunta.
Me levanto después de mandar todo al infinito y más allá, me lavo los dientes y salgo del baño con Warren pisando mis talones.
-Warren, cariño -digo-. No creo que no sepas cómo se hace un bebé.
-Claro que sé cómo se hace un bebé, me dieron educación sexual en la secundaria -responde- ¿Pero por qué no me lo dijiste? ¿Quién es el padre?
Resoplo y le sonrío. Nos sentamos en el sofá y tomo a Channing entre mis brazos para darle apapacho, incluso si está dormido.
-Son pocas las personas que lo saben y el padre es Kerrick -digo- ¿Eso responde tus preguntas?
-Oh, rayos -dice-. Sí, las responde.
Me meto otra galleta en la boca y seguimos conversando. Me dice que ha encontrado una escuela de arte para niños, y la verdad es que considero la idea. Tengo un sueldo considerable, a pesar de que quiero una mejor carrera.
-Bien, lo haré -sonrío-. Por cierto, ¿cuándo conseguirás una novia, Warren?
-No he conocido a nadie que me atrape -se encoge de hombros.
Tocan la puerta y me levanto para abrirla. Pepper y Anika me sonríen, la primera carga a Crystalie.
-¡Las mujeres de mi vida! -sonrío.
No sé por qué lo dije, yo no me llevo mucho con Anika. Pero nunca está de más ser buena y hacer sentir cómoda a la otra persona.
-Hemos venido a visitar.
Entran al departamento y yo cierro la puerta. Ellas sonríen.
-Chicas, ella es Warren -sonrío. El muchacho caballeroso, se levanta-. Un amigo.
-Mucho gusto, soy Pepper -le dice Pepper sonriendo, le extiende una mano y con la otra sostiene a su hija.
-El gusto es mío -le dice él, tomando la mano.
Anika le sonríe, él le devuelve la sonrisa. Se extienden la mano y no dejan de sonreírse. Me siento tonta por ver a la gente como pareja, debo dejar esa costumbre. Pero Anika no es fea, de hecho, es hermosa. Tiene cabello rubio, labios rosas y un cuerpo definido.
-Warren, ella es Anika Rowe -le digo sonriendo-. Hermana de Pep.
Sí, he dicho el apellido para que la busque por Facebook o algo así.
-Warren Forest -le sonríe-. Un placer.
Nos sentamos en el sofá cuando mi hijo se está levantando. Él se acerca a Pepper para ver a Crystalie.
-Mamá, ¿por qué no tenemos uno así? -me pregunta Channing y señala a Crystalie en brazos de su madre.
Todos ríen y no me queda más que rodar los ojos.
-Créeme, pronto lo tendremos.
-¿¡En serio!? -sonríe, parece estar contento de lo que le acabo de decir.
Asiento y me encojo de hombros.
Aún no me creo que después de casi cuatro años yo vuelva a estar embarazada. Desde que Channing nació, pensé que no volvería a tener otro hijo.
-Bien, hemos venido a hacerles una invitación a una cena en casa de mis padres -nos dice Pepper-. Será el cumpleaños de mi padre y a él no le gusta tirar la casa por la ventana, así que le haremos una cena, algo elegante. Por supuesto, nuestra familia es amigable, así que Warren, ya que estás aquí y no pareces un traficante de órganos o algo así, quedas invitado. Puedes ir con mi querida Honey, ella conoce la dirección.
-Muchas gracias -Warren sonríe.
Después de cinco minutos, tengo que levantarme nuevamente para abrir la puerta. Baxter entra junto a Kaleb y pasan entregando invitaciones a diestra y siniestra, después de ser avisados que Warren estaba invitado.
-Un nuevo hombre en el clan -dice Kaleb, sonríe-. Esto es bueno.
Le extiende la mano y él la toma, después toma la de Baxter.
-Yo soy Baxter y él es mi cuñado Kaleb -sonríe. Tan común en él.
-¿Cuñado? ¿Eres novio de Anika?
Pepper empieza a reír levemente.
-No -niega Baxter-. Soy el novio de Pepper y padre de la bebé que tiene en sus brazos.
-Oh, claro -sonríe Warren.
Nos quedamos hablando un rato más, como en los viejos tiempos, sólo que ahora falta Kerrick en el clan.
***
Channing se agarra de mi chaqueta, mientras yo empujo el carrito de compras. Voy agarrando las cosas que son necesarias en el departamento.
-Tengo libre esta semana, bebé -le digo sonriente- ¿Quieres que haga pastel de carne?
-Sí, mamá -sonríe.
Me han dado una semana de vacaciones en el salón de belleza. La buena jefa comprende que necesito más tiempo con mi hijo, que es pequeño y todo ese rollo. Quizás lo comprende porque ella también tiene un hijo de la edad de Channing y a veces sale corriendo del trabajo.
-Esta semana la vas a pasar con mamá, no te iré a dejar a la guardería y nos quedaremos en casa -le digo, tomo su mano-. Pero este sábado saldré con Kerrick y el domingo iremos a una reunión con Warren, te compraré un lindo traje para la ocasión.
-¿Kerrick? -murmura.
Sonrío de lado.
-Sí, cariño.
Él señala hacia un punto fijo, miro en esa dirección y me encuentro con un Kerrick sonriente.
Y viene hacia nosotros con un ramo de orquídeas.
-¿Cómo sabías dónde encontrarnos?
-El recepcionista aún cree en el amor.
Me río por su respuesta. Me entrega el ramo de orquídeas, a Channing le ofrece un chicle ácido, de esos que a él le gustan. Mi hijo traga saliva y toma el chicle con duda.
-Gracias -le dice en un susurro.
Kerrick nos ayuda a hacer las compras, me dice nuevas recetas que parecen sonar interesantes a los oídos de mi hijo.
Siento que Channing no está tan a la defensiva con Kerrick, y eso me gusta.