»Always, Potter [Fred Weasley...

By -Lullabae-

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El mundo mágico está bajo la amenaza mas grande que han tenido en los últimos tiempos: Lord Voldemort Har... More

Sinopsis
SoundTrack
Capítulo 1: Reencuentro
Capítulo 2: Los Ocho Potter
Capítulo 3: La muerte del guerrero
Capítulo 4: Dudas nocturnas
Capítulo 5: Sospechas
Capítulo 6: Recuerdos y disculpas
Capítulo 7: Oh, no
Capítulo 8: Decepcionando a la familia
Capítulo 9: Lecho de sangre
Capítulo 10: 'Sirius' no es un nombre estúpido
Capítulo 11: Señor Ministro
Capítulo 12: El testamento de Albus Dumbledore
Capítulo 13: Caminos separados
Capítulo 14: Hora de irse
Capítulo 15: La caja de Pandora
Capítulo 16: Perdiendo la razón
Capítulo 17: Las pertenencias de la familia Black
Capítulo 18: El legado de los egoístas Potter
Capítulo 19: El padrino cobarde
Capítulo 20: Bebé Cruciatus
Capítulo 21: Terminar con el nuevo Potter
Capítulo 22: El segundo mejor director
Capítulo 23: Skyer, Oh, Skyler
Capítulo 24: Viejas confesiones de amor
Capítulo 25: Mejores amigos, peores enemigos
Capítulo 26: Hijos bastardos
Capítulo 27: Un hurón como padrino
Capítulo 28: Ollivander, creador de misterios
Capítulo 29: El horrocrux de las emociones
Capítulo 30: La gran pelea
Capítulo 31: Bathilda en la necrópolis
Capítulo 32: Abran las fuentes
Capítulo 33: Morir antes de nacer
Capítulo 34: La sangre de un elfo
Capítulo 35: Padre al cuadrado
Capítulo 36: Protección muggle
Capítulo 37: Adiós popó
Capítulo 38: Aberforth Dumbledore, casamentero
Capítulo 39: 90% Weasley
Capítulo 40: La Batalla de Hogwarts
Capítulo 41: Morir por ella
Capítulo 42: Due Imperium
Capítulo 43: La última visita de Dumbledore
Estoy llorando galeones
Capítulo 44: Señor y señora Weasley
Epílogo: Seis años después
👑 Gracias 👑
Final alternativo
Booktrailer 💕
👑Secuela👑

Capítulo 32: Mi bebé crece, igual que tu estupidez

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By -Lullabae-

Subimos para ver como Harry trata de defenderse con una silla de madera. La ataco con mi varita y en lugar de lastimarla, sólo consigo llamar su atención. Se gira hacia mi dejándome ver que se trata de Nagini, la serpiente de Voldemort. No me da tiempo de correr cuando enrolla su enorme cuerpo alrededor del mío. Me retuerzo para que me deje, pero su agarre se hace cada vez más fuerte. Tomo una roca que está a mi lado y la golpeo hasta que me suelta. Retrocedo hasta una pared que se ha caído reuniéndome con Hermione y Harry. Me toman de los hombros ayudándome a ponerme de pie.

Hermione le lanza un hechizo cuando se dirige hacia nosotros; la magnitud del conjuro es tan alta que caemos hacia atrás sobre una cama de la habitación. La varita de Harry cae lejos de nosotros y Hermione la atrae hacia ella.

No nos movemos esperando el próximo ataque. La serpiente ha caído un piso hacia abajo y no sé si se ha lastimado. Me pongo de pie y de pronto, la serpiente salta directo a mi cara.

Hermione toma mi mano y antes de que me pueda lastimar, nos desaparecemos de ahí chocando contra la ventana.



Despierto con un sobresalto y con el cuerpo bañado en sudor. El cabello se me agolpa en la cara al igual que la blusa que llevo puesta. Harry está dormido a mi lado, parece que algo le atormenta, pero no sé qué es. Me levanto y salgo de la tienda para encontrarme con Hermione que está leyendo algo sentada contra el tronco de un árbol. Me siento junto a ella con cuidado a lo que Hermione me pasa un poco de la cobija que lleva en el regazo.

— ¿Te sientes mejor?

—Si, eso creo—contesto acercándome mas a ella pues hace un frío del demonio—Mierda Hermione, está helando aquí

—Es un bosque al que solía venir con mis padres hace años. Todo ha cambiado desde entonces—Su mirada refleja añoranza y sé que se siente mal por dejar a su familia—Deberíamos quedarnos aquí, Skyler. Que tu bebé corretee entre los árboles y se bañe en el río mientras nosotros envejecemos

Hermione suspira y antes de que le conteste algo me pasa el libro que está leyendo. Me doy cuenta que es aquel que he hurtado de la casa de la falsa Bathilda.

—Lo tomé de entre tu capa cuando estabas dormida

— ¿Y qué has encontrado?

—Sé quién es el muchacho de la fotografía en la casa de la anciana—Entonces Harry sale de la carpa, añadiéndose a la conversación. Se sienta a mi lado y le pide a Hermione proseguir—Su nombre es Gellert Grindelwald

Hojeo el libro para encontrarme con una fotografía de un joven Dumbledore junto a otro muchacho reconocido como Gellert Grindelwald.

—Es el ladrón al que se refería Gregorovitch—dice Harry—Pude verlo hace poco. En mi mente. Es aquel chico que saltó del alfeizar de la ventana, ¿Recuerdas?

Me pregunta y yo asiento.

—Se robó una varita

—Hablando de eso—dice Harry—¿Dónde está la mía?

Hermione hace una mueca mientras saca dos trozos de madera debajo de ella. Se lo entrega a Harry y retengo un suspiro al notar que se trata de su varita.

—Al salir del Valle de Godric lancé un hechizo y me rebotó. Lo siento mucho. Quise repararla, de verdad que sí, pero nada funcionó

—Olvídalo—dice Harry con falsa tranquilidad—Fue un accidente

—Lo sé, pero...

—Vayan a calentarse—dice levantándose—Yo haré guardia. Déjenme sus varitas

— ¿Ambas?—pregunto. Él asiente

—Si a alguien se le ocurre atacar tendré más ventaja con dos, ¿No crees?

Hermione le entrega la suya y se levanta de un salto; entra a la tienda justo cuando el sol comienza a meterse. Harry espera a que le dé la mía pero me niego.

—Yo haré la guardia junto a ti

—Debes entrar, Skyler

—Puedo quedarme un rato más

Le tomo la mano y caminamos hasta un árbol un poco alejado de la tienda. Nos sentamos y Harry nos cubre con una manta extensa, saca el trozo del espejo de Sirius de su bolso de piel de topo y lo mira.

—Sé que está ahí. Por favor, responda

— ¿A quién le hablas?

—Podrá sonar tonto, pero puedo jurar que he visto el rostro de Dumbledore a través de esto

—Pero Harry, Dumbledore está...

—Muerto, lo sé. Es por eso que no sé cómo es que puedo verlo a través de esto

—Tal vez nos estamos volviendo paranoicos, Harry. La situación no es la mejor a decir verdad. Nos hace ver cosas que no existen

Harry suspira rendido, se levanta el pantalón y se guarda el espejo en el calcetín. Me atrae hacia él y me acomodo entre su pecho. Los latidos de su corazón me relajan, me arrullan; los ojos me pesan y las cierro, disfrutando de su calor.


Me despierto al escuchar pasos cerca de mi. Miro hacia la derecha pero Harry no está ahí, sino que está de pie mirando hacia el frente y siguiendo algo luminoso.

Me levanto y me echo la cobija encima.

—Harry, ¿Qué haces?

Pero él no me contesta, sino que me hace una seña para que camine junto a él. Así lo hago y lo primero que veo es un hermoso patronus.

—Es una cierva—dice—Creo que quiere que la sigamos

—Harry, no—lo detengo—¿Recuerdas lo que pasó al seguir a Bathilda en el Valle de Godric?

—Es diferente, Sky. Los patronus no buscan dañar a las personas. Debe de querer mostrarnos algo

La luz del patronus nos guía hasta un extenso lago que está congelado a causa de la baja temperatura. Sigue su camino sobre el agua y se pierde a través de ella. Nos detenemos en la orilla y Harry pone un pie en el hielo.

—Quédate aquí. Iré a ver

— ¡Harry, no!

Pero él sigue sin escucharme. Se aleja pocos metros de mi y se agacha, iluminando el fondo del lago. Da un respingo y me mira.

—Está aquí

— ¿Qué?

—La espada de Gryffindor

— ¿Bromeas?—le digo, aferrándome al tronco de un árbol—Es imposible

—Esta ahí, puedo verla—Se levanta y camina de regreso hacia mí—La cierva nos ha traído hasta la espada. Sabía que estaba en este lugar

Enarco una ceja al ver como Harry comienza a desvestirse. Su pecho se contrae al sentir la primera ráfaga de frío golpearlo.

—¿Qué mierda haces?

—Iré por ella

— ¡Estás loco!—le grito—¡El agua está helada!

—Debo sacar la espada, Skyler. No hay otra manera

—Te convertirás en una paleta gigante marca Potter—Harry niega y se quita los pantalones y me entrega todo, inclusive la varita de Hermione

—Espero tener un buen sabor entonces

Comienza a caminar descalzo sobre el hielo del lago. Golpea un poco la escarcha hasta que se rompe dejando un hueco grande por el que se puede sumergir. Se sienta en la orilla y se aferra el guardapelo al cuello antes de zambullirse.

Me quedo sola varios minutos con la sensación del terror en la garganta. Harry sigue sin dar señales y decido acercarme hasta su posición. Doy un paso sobre el hielo pero este comienza a resquebrajarse sobre mi. Por un momento he olvidado mi sobrepeso.

Oh, gracias Merlín.

Me sobresalto cuando escucho como Harry golpea el hielo desde abajo. Lo hace con desesperación y me asusto al creer que puede estarse ahogando. Y yo aquí, sin poder hacer algo. Doy un paso sobre el lago congelado, pero éste se parte por lo que vuelvo hacia mi posición. Los minutos pasan y Harry sigue en su lucha por salir.

— ¡Harry! ¡Harry!

Hay pasos detrás de mí, alguien está corriendo hacia mi posición aunque no logro ver de quien se trata pues se lanza al lago helado salpicando agua gélida por todas partes. Me asusto porque no hay señales de Harry ni del desconocido.

— ¡Harry! ¡Harry! Mierda—He decidido entrar al agua, pero ambos salen antes de que zambulla uno de mis pies. El chico arrastra a un inconsciente Harry del otro lado del lago, corro hasta ahí y me arrodillo a su lado. Le golpeo un poco el pecho hasta que escupe toda el agua que se ha tragado—¡¿Estás loco?! ¡Casi me matas de un susto!

Harry se levanta tiritando de frío y coge sus gafas. Le ayudo a vestirse hasta que recuerdo al desconocido que sigue de pie mirándonos. Le devuelvo el gesto y mi corazón salta.

— ¿Ron?—Él me sonríe de lado—¡Ron!

Lo embisto con un abrazo con el que me empapa por completo. Él también tiembla, pero me corresponde el abrazo de inmediato. Se aleja y mira mi barriga.

—Vaya, el bebé ha crecido mucho

Entonces lo abofeteo.

— ¡¿Cómo quieres que no crezca?! ¡Te fuiste durante tres malditos meses, Ronald Bilius Weasley! ¡Estoy por cumplir siete meses ¿y me dices que ha crecido mucho?! Eres. Un. Idiota

Lo golpeo mientras hablo pues si bien me alegra que hubiese regresado, estoy molesta por todo el tiempo que se ha ido y por lo que tuvimos que pasar sin él. Ron se cubre con los brazos hasta que me canso y dejo de agredirlo.

—Ya, ya. Cálmate

—No. Me. Digas. Qué. Hacer—digo, pataleando. Me canso y decido detener mi rabieta.

— ¿Fuiste tú quien creó el ciervo?—pregunta Harry con la voz entrecortada. Le paso la cobija para que se caliente. Ron niega

—Creí que el patronus era el tuyo

—No, el mío tiene astas

—Bueno, tal vez el de Skyler...

—El mío es un zorro, tonto

—Oh

— ¿Qué haces aquí, Ron?—le pregunto

—Bueno, volví. Claro, si es que aún me quieren en el equipo—Levanta la mano y nos muestra la espada—Ah, sí. También cogí esto

— ¿Es la verdadera?

—Sólo hay una manera de saberlo—dice Harry poniendo el guardapelo encima de una roca—Destrúyelo, Ron

— ¿Qué? No. Debes hacerlo tu

—Te corresponde a ti

—No puedo hacerlo. Esa cosa me afecta más que a ustedes

—Con mayor razón entonces

—Yo lo abriré—Anuncio—Y tú lo golpeas con la espada

— ¿Cómo lo harás?

—Se lo diré en pársel—Ron se aferra a la espada con miedo pues la hoja tiembla entre sus manos—Cuando estés listo

—Va, hagámoslo de una vez. Acabemos con esto

—Bueno—Acerco mi cara hasta el relicario y suspiro—Ábrete

Mi voz sale con un silbido y un gruñido y las puertas doradas del guardapelo se abren con un pequeño chasquido. Ron levanta la espada, pero antes de que entierre la hoja en él una voz emerge del centro del guardapelo entre una niebla negra que me cubre por completo.

He visto tu corazón, y es mío.

— ¡No le escuches!—dice Harry ásperamente—¡Golpea!

He visto tus sueños, Ronald Weasley, y he visto tus miedos. Todo lo que deseas es posible, pero todo lo que temes también es posible...

—¡Golpéalo!—grito, con las sombras de arena negra cubriéndome aún más. Mi voz resonando entre los árboles circundantes, la espada tiembla, y Ron mira fijamente a la figura de Riddle.

Siempre menos amado, por la madre que anhelaba una hija... Menos amado ahora, por la chica que prefiere a tu amigo... El segundo mejor, siempre eternamente a la sombra, teniendo que cuidar a la mujer de su hermano porque ninguna se interesa en el segundón...

— ¡Ron, golpea ya!

Trato de caminar lejos de la figura de Tom pero algo me retiene los pies haciéndome caer de costado. Meto los brazos para que mi vientre no impacte contra el piso. Miro hacia arriba, encontrándome con las figuras distorsionadas de Harry y Hermione frente a Ron. Mi hermano se encuentra del otro lado, observando todo con la boca abierta.

— ¿Por qué volviste? Estábamos mejor sin ti, más felices sin ti, nos alegraba tu ausencia... Nos reíamos de tu estupidez, de tu cobardía, de tu presunción...

—¡No la escuches, Ron!—grito para opacar las palabras de la falsa Hermione aunque ella no desiste

— ¿Quién podría mirarte a ti, quien te miraría nunca, estando junto a Harry Potter? ¿Qué has hecho tú, comparado con el Elegido? ¿Qué eres tú comparado con el Chico que Vivió?

— ¡Ron, golpea, GOLPEA!—chilla Harry, pero Ron no se mueve

Tu madre confesó—dice con desprecio el falso Harry, mientras la otra Hermione se burla—Que me habría preferido a mí como hijo, que se habría alegrado de intercambiar...

— ¿Quién no le preferiría a él, qué mujer te aceptaría, no eres nada, nada, nada comparado con él—Grazna la Riddle-Hermione, y se estira como una serpiente y se entrelaza alrededor del Riddle-Harry, envolviéndole en un estrecho abrazo. Los labios de ambos se encuentran con desesperación.

Cubro mi boca por tal suceso. Nunca he presenciado una magia tan oscura en toda mi vida. Los ojos de Ron se vuelven rojos y la imagen aterradora se dibuja en el centro de ellos. La espada centella, y segundos después los trozos del relicario se esparcen por todos lados. La niebla negra se disipa y las ataduras de mis pies se desvanecen. Inhalo y exhalo con pesadez, agradeciendo que el Tom Riddle del relicario hubiese desaparecido.

Me levanto y camino hacia Ron para abrazarme a su torso. Él suspira y le entrega la espada a Harry

—Y pensar que sólo faltan tres más



— ¡Hermione! ¡Hermione!—Grito conforme regresamos a la tienda donde ella duerme. Sale de la carpa sin entender que pasa. Me posiciono al lado de Ron y sonrío—¡Mira quién ha regresado!

Ron le sonríe y Hermione se planta como un sonámbulo frente a él. Ron alza los brazos esperando un abrazo, pero Hermione impacta sus puños contra su pecho.

— ¡Eres... un... verdadero... estúpido Ronald Weasley!—le frita furiosa—¡No sabes todo el tiempo que pasé esperando por ti! ¡Y ahora te apareces después de meses y esperas que te reciba con los brazos abiertos!

—Oye, cálmate

— ¡No me digas que me calme! Dame mi varita, Harry—Hermione comienza a perseguir a Harry a lo que él se esconde detrás de mí—¡Que me la des!

Entonces le muestro el relicario destruido.

— ¿Qué es eso? ¿Lo destruyeron? ¿Y cómo es que de pronto tienen la espada de Gryffindor?—cuestiona mirando a Ron. Yo niego

—Es una larga historia. No vale la pena contarla

Hermione mira al chico Weasley con desprecio y hace un ruidito con su boca que me recuerda a la asquerosa Umbridge.

—No creas que esto cambia las cosas

—Pero claro que no—replica Ron—Sólo me deshice del estúpido Horrocrux. Escucha, quise volver en cuanto me fui, ¿Si? Pero no logré encontrarlos

—¿Cómo llegaste hasta aquí?—pregunta Harry

—Con el Desiluminador. No sirve únicamente para apagar y encender las luces

— ¿De qué hablas?

—No sé cómo funciona, pero en Navidad... escuché tu voz, Hermione

Oh diablos, momento dulce de pareja.

— ¿Y que dije exactamente?—pregunta recelosa

—Mi nombre. Sólo mi nombre, como en un susurro. Y lo tomé y lo apreté haciendo aparecer una bola de luz y lo supe. Entonces la bola de luz voló hacia mi pecho y lo atravesó. Justo en este lugar—explica, tocándose el corazón—Y supe que me llevaría hasta donde estuvieras. Siempre. Fue cuando aparecí en estas colinas

Se miran a los ojos lo que parece una eternidad. Y aunque sé que el corazón de Hermione se ha ablandado no le dejará pasar tal abandono, así que se aleja hasta perderse dentro de la tienda. Harry le palmea el hombro a Ron antes de ir a buscarla y hablar con ella.

—Espero que sepas que Harry quiere a Hermione como una hermana

—Lo sé—dice apenado—Ahora lo sé

—Bueno—suspiro, acariciándole el hombro—¿Qué ha pasado con todos en casa? ¿Cómo está Fred?

—Oh, no volví a la madriguera

— ¿Qué?—Mi ceño se frunce por su confesión

—No. Yo... fui directamente a la casa de Bill y Fleur. Sabía que si mamá me veía aparecer en la casa sabiendo que los dejé solos... bueno, me colgaría de los pies como un adorno fuera de la casa

Mentiría si digo que eso no me ha decepcionado. Cierro los ojos por un momento intentando eliminar la ansiedad de mi cuerpo. Ron chasquea la lengua.

—Pero sé que la ha estado pasando muy mal—dice—Bill me contó que lo vio desesperado la última vez que fue a la casa. Según él, todos en la madriguera están desesperados por saber en dónde te encuentras. Desapareciste sin dejar rastro

—El profesor Snape me raptó

—Lo sé, pero Fred cree que te has ido por culpa suya

—¿Por su culpa?—Ron asiente, dejando todas sus cosas al pie de la tienda

—Fred piensa que tú crees que fue una mala idea volver con él, por lo que escapaste a la mitad de la noche antes de que te llevaran a casa de la tía Muriel. Él cree que ya no lo amas más

Mi corazón se deshace al escuchar su relato. ¿Acaso Fred es idiota? Él supone que le he dejado de amar cuando es el momento en que lo añoro más que nunca.

—Pues se equivoca

—Es lo mismo que yo le dije a Bill. Espero que se lo comunique a Fred para que se deje de babosadas

—Espera—lo detengo, cruzando los brazos—¿Le has contado todo?

—Bueno, si—responde frotándose la nuca—Pero le pedí a Bill que les informara a los demás que estás bien y que no se preocuparan; que fuiste raptada por Snape y que estuviste en la mansión Malfoy pero que has podido escapar. Lo demás le pedí que lo guardara como un secreto.

Giro los ojos asombrada por su nivel de estupidez.

—Ay, Ron, no eres nada discreto

Él ríe, mientras ambos entramos a la tienda.


[Editado]

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