Termino el juego y ambos salimos con el cabello hacia arriba, literalmente. Nos entregaron la foto que siempre solían tomar en la caída y casi me desmayo, Niall salía bien como siempre y yo... Pues... ¡TENÍA CARA DE ZOMBIE!
-No salimos tan mal- dijo Niall riendo.
-Si, claro- guardé la foto en mi bolso.
-¿Quieres un algodón de azúcar?- preguntó señalando uno de los puestos y yo asentí.
Él compro dos, pero me dio el suyo, ya que tenía más algodón que el mío.
-Amo esta cosa- dije metiendo un poco en mi boca y rápidamente se deshizo.
-Somos dos- él paso un brazo por mis hombros y yo besé su mejilla.
Entonces empezó a sonar la canción Drunk de Ed Sheeran por todo el parque de diversiones.
-¡Sheeran!- chille.
-¿Te gusta Ed?
-No, para nada- respondí sarcásticamente-. Solo me se todas sus canciones, tengo su album, lo sigo en Twitter y le mando un mensajes diarios que nunca suele leer.
-¿Quieres conocerlo? Es un gran tipo, nos ayuda a escribir muchas canciones.
-¡Si!- lo abracé con fuerza.
-De hecho, está aquí, en Londres.
-Haces tanto por mí, me siento mala persona- me separé y él negó con la cabeza.
-Solo quiero hacerte feliz- besó mi frente y volvió a abrazarme.
-Tan solo el hecho de que estés conmigo, me hace feliz.
-Vamos a otra atracción- él cogió mi mano-. Mmm... ¿La Casa del Terror?
-No, esa no- sonreí.
-Vamos, no te pasara nada, yo estare contigo.
-Jamas he entrado a esas cosas- él tiró de mí hasta la fila.
-Será un honor ser el primero- como no habían tantas personas, entramos.
Entonces se escucho una risa y la puerta se cerró de golpe detrás de nosotros.
-Niall- lo abracé y él rio, entonces una mano fría se puso en mi hombro y al voltear vi a una tipa vestida de novia.
Solté un grito.
-¡CHAU!- empecé a correr a quien sabe donde ya que estaba oscuro, hasta que finalmente pasé por una de las puertas que resultó ser la salida.
Entonces esperé a Niall que a los 5 minutos salió.
-Eso fue divertido- él rio y yo puse los ojos en blanco, entonces vi sus labios,
-¿Que tienes ahí?- pregunté señalándolo.
-¿No recuerdas? Me besaste antes de salir.
-¿Salir?- crucé los brazos-. Niall, no traigo labial rojo y con las justas pude salir de ahí como para tomarme el tiempo de besarte.
-Besas bien, Niall Horan- dijo una tipa saliendo de la atracción y se fue riendo.
-Genial, yo aquí esperando a que salgas y tu compartiendo saliva con esa.
-Pense que eras tú.
-¿Tan fea soy?
-Estaba oscuro, ni siquiera la veía.
-Yo no quería entrar- bajé la cabeza-. Estoy algo cansada, quiero ir a casa, ¿si?
No estaba molesta ya que el no tenía la culpa, pero me dolía que otra tipa la haya besado.
Ambos volvimos al auto y ya adentro, nos quedamos en silencio.
-Lamento que nuestra primera cita saliera un asco- dijo sin voltear a mirarme.
-No fue un asco- negué con la cabeza-. La montaña rusa estuvo asombrosa y el algodón de azúcar también.
-¿Fue lo del beso, verdad?- asentí y volteó a mirarme-. Lo lamento.
-No fue tu culpa- él paso su mano por mi mejilla.
-¿Todo bien?- preguntó.
-Todo bien- respondí y me fui acercando lentamente a él, hasta juntar sus labios con los míos.
El beso comenzó lento, pero luego, al ir más rápido, él bajo sus manos a mi cintura y me puso en sus piernas, no pude evitar reír.
-Te amo- susurró él juntando su frente con la mía.
-Yo mucho más- lo besé rápidamente y ambos sonreímos.
-¿Te llevo a casa?- asentí-. Bien- el encendió el auto.
-Emm... ¿Niall?- reí-. Estoy en tus piernas.
-¿Y que hay con eso? Puedo manejar así.
-Te vas a estrellar- él negó con la cabeza, pero luego me tomó de la cintura como hace un rato y me puso en el asiento de copiloto-. Mucho mejor- me acerqué a él y besé su mejilla.
-¿Que hora es?- le pregunté mientras abría un poco la ventana.
-10:30- respondió.
-Uh, es tarde.
-No tanto.
-No sabes lo sobreprotectores que resultan ser mis padres- puse los ojos en blanco-. Una vez fui a la casa de un amigo por un proyecto y como tardé tan solo 30 minutos más de la hora que me habían indicado, me castigaron por un mes- él rio-. También cuando un tipo apenas choco con mi brazo, mi padre se encargo de mandarlo a la mierda.
-Yo haría lo mismo si alguien te toca, soy capaz de reventarle las...
-Entiendo- le interrumpí tocando su brazo.
A los diez minutos llegamos a mi casa y él decidió acompañarme hasta la puerta.
-Bien... Gracias por todo, Niall- encogí los hombros.
-No fue nada- él sonrió.
-Adiós- le di un beso corto en los labios, pero él cogió mi cuello atrayéndome hacia él para alargarlo un poco más y al separarnos, suspiré.
-Me tienes loco, no sabes cuanto- susurró y besó mi frente-. Adiós, princesa.
-Adiós, duende- sonreí y al entrar a mi casa, me resbalé sobre la puerta.
}