Younger Dreams

By Buttonupjuno

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AU CLEXA ¿Que pasa cuando tu primer amor adolescente regresa a tu vida de la forma mas inesperada? Clarke Gri... More

Capitulo 1
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capitulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30

Capitulo 2

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By Buttonupjuno

Solo porque me gustan las cosas de frente y para aclarar. Segundo capítulo de la historia.

***

Clarke Griffin había pasado por un montón de cosas esos últimos días. Acababa de conseguir un trabajo como profesora en la Universidad de Washington. Su trabajo soñado, algo que, a sus cortos veinticinco años era todo un logro. Y es que, había tenido una adolescencia normal, pero con momentos turbios, y ahora le acababan de decir que aparentemente tenía una enfermedad congénita en el corazón luego de que desmayase en su primer día de clases. Ella no tenía demasiada idea de que significaba eso, solo sabía de arte, si le hubiesen preguntado por las obras completas de Van Gogh, ella habría podido recitarlas de memoria, pero sobre esto solo sabía que probablemente tendría que gastar mucho dinero en médicos.

Y ahora, mientras estaba allí recostada en la cama de aquel hospital, que lucía como eso, un hospital cualquiera, nunca pensó que tantas imágenes de su adolescencia se agolparían en su mente. Pero allí estaba, Alexandra Woods, su primer y único amor adolescente. La chica por la que perdió la cabeza, la chica que con una sonrisa hacia que su mundo se pusiera de cabeza… la chica a la que le entregó su virginidad porque estaba absoluta y completamente enamorada de ella. Todo eso había ocurrido mientras ella tenía diecisiete años y Lexa era una estudiante universitaria que rompía corazones y que iba casi todos los días a su casa porque era muy amiga de sus hermanos mayores.

Aun recordaba la primera vez que la había visto.

***

Había sido seis meses antes de todos los acontecimientos posteriores, Clarke se había escapado esa noche a una fiesta con Raven. Sí, todos tienen amigos que son una buena influencia y una mala influencia al mismo tiempo en sus vidas, y esa era Raven Reyes para Clarke. Raven podía ser la mejor en el colegio, pero a la vez, ser el alma de la fiesta. Y como la mejor amiga del alma de las fiestas obviamente ella tenía que asistir a estas.

El único problema eran sus muy conservadores padres, quienes pensaban que una chica de dieciséis años aun no es lo suficientemente madura como para estar en fiestas en donde se juraba que no había alcohol pero siempre había, hasta altas horas de la madrugada.

Había tenido múltiples discusiones, gritos, llantos, puertas cerrándose con furia. Típicas discusiones de padres con sus hijos adolescentes, pero la rubia se dio cuenta de que realmente nunca iban a ceder, así que había decidido dejar salir su lado rebelde y simplemente comenzar a escaparse por la ventana de su habitación cada vez que lo necesitaba mientras Raven la esperaba en su nuevo Volkswagen de color amarillo.

—La próxima vez busca un auto menos llamativo, idiota—Le dijo mientras se bajaba de este. Eran las cuatro de la mañana de un sábado de verano y esperaba que su madre no hubiese entrado a su habitación a investigar el montón de almohadas que había dejado debajo de la manta para que creyeran que era ella.

—Encima que te traigo hasta la ventana de tu casa—Gruñó Raven divertida y Clarke siseó mientras reía para que no hiciera tanto ruido. No habían tomado más que unas tres cervezas, pero eso era suficiente para que la rubia se achispara un poco. Sin embargo, no le preocupaba tener que escalar hasta la ventana de su habitación porque lo había hecho ya un montón de veces.

Sacudió la mano despidiéndose de Raven que le dijo que hablarían al día siguiente por la tarde y se giró caminando hacia el área del tejado que debía escalar. La miró un par de segundos intentando coordinar sus movimientos, y subió el pie en el cubo de basura, cogiéndose con fuerza. Pero escuchó pasos y giró la cabeza asustada, perdiendo el equilibrio, cayendo completamente en el suelo.

—Auch— Abrió los ojos y tres cabezas la miraban con atención desde arriba. Eran sus hermanos mayores Deborah y James, y alguien más a quien no lograba ver del todo bien

—Vas a estar en muchos problemas con mamá—Dijo James y Deborah le dio un codazo en las costillas. Ambos eran mellizos pero tenían personalidades completamente distintas. Deborah era mucho más relajada y cercana a Clarke, quizás porque ambas eran chicas, a pesar de que la rubia mayor le llevaba cuatro años. Mientras tanto, James era serio y celoso con los chicos que rondaban a Clarke.

—Cállate, nadie va a decirle nada a mamá—Intervino Deborah estirándole la mano a Clarke para que se pusiera de pie—¿Estás bien? —La rubia menor asintió—¿Qué demonios hacías subiendo por la ventana borracha?-La despeinó como cuando tenía diez años y Clarke sintió que se sonrojaba cuando enfocó la vista y pudo ver quien acompañaba a sus hermanos.

Era una chica que no había visto antes, alta, con el cabello oscuro y ojos que bajo la luz de las farolas parecían verdes, pero no podía estar segura. De lo que podía estar segura era de que le parecía como una diosa bajo la luz de la luna. Se había dado cuenta de que quizás los chicos no eran lo suyo a los catorce años, luego a los quince había tenido un par de experiencias con alguno, pero seguía sin pasarle eso que hacía que las chicas se volvieran locas por ellos. Y a los dieciséis había aceptado que era una maldita lesbiana y le daba un pavor descomunal que sus padres se enterasen. Por ahora solo lo sabía Raven y aquella chica con la que se había besado en una fiesta unos meses atrás, y con la cual confirmó que eran las chicas las que hacían que su cuerpo reaccionase. En eso se resumía sus experiencias lésbicas.

Ahora pensaba que estaba teniendo una experiencia lésbica extra corporal, porque mientras miraba a la chica no podía dejar de pensar en lo jodidamente sexys que eran sus labios y la forma en la que sus ojos verdes la miraban. Como si supiera cosas que ella no, como si con sus ojos prometiera cosas lujuriosas y prohibidas. O quizás simplemente la estaba juzgando porque la había visto estampar su culo contra la entrada del garaje como una patética idiota. Sea como fuere, no pudo evitar deslizar sus ojos por su ropa: camiseta ajustada de color negro, pantalones vaqueros y botas. Era flaca y alta y Clarke sintió que su piel ardía. Era hermosa y estaba junto frente a ella.

—Creo que va tan borracha que no nos escucha—Escuchó de pronto la voz de James y vio la mano de Deborah frente a sus ojos.
—¡Clarke!—Mierda. Había estado mirando a esa chica demasiado tiempo. Qué vergüenza.

—Estoy bien, estoy bien—Se defendió frunciendo el ceño y los miró—De todas formas, ¿vosotros que hacéis a esta hora en medio de la madrugada?

—Estábamos en casa tomando unas cervezas con Lexa y se hizo tarde luego de un maratón de Los Vengadores—Señalaron a la chica—Ella es nuestra hermanita…—Explicó James y Clarke rechinó los dientes.

—Hermana—Le corrigió entrecerrando los ojos.

—Hola, Clarke —Oh cielos. Si sus ojos prometían cosas prohibidas, su voz era pura lava hirviendo. Era ronca y sexy y se moría porque siguiera hablando.¿Qué estaba pasando? Nunca le había gustado tanto alguien. Era como si Lexa tuviera alguna extraña fuerza magnética sobre ella. Y a Clarke le encantaba — Creo que yo debería irme, chicos—Anunció luego Lexa, complaciendo los pensamientos insanos de Clarke.

—¿Nos vemos mañana? —Le preguntó Deborah dándole un abrazo fraternal y la rubia menor sintió celos por unos segundos. Genial estaba celosa de alguien que acababan de presentarle hacia cinco segundos.

Debía ser por el alcohol.

—Creo que Lincoln me dijo que quería ir a ese nuevo sitio que acaban de abrir en el centro…—La rubia miró embobada como la chica gesticulaba—Al parecer hay espectáculos en vivo—Se encogió de hombros.

—Me parece genial—Deborah palmeó.

—No creo que mamá esté muy contenta de que vayamos…—Frunció el ceño James.

—Ya tenemos veintiún años y estamos en la universidad, ¿Qué espera? —Lexa pareció divertida con todo eso. Sin embargo, Clarke notó que era alguien que tenía una expresión seria, como si ocultara muchas cosas, cosas que ella se moría por saber.

—Bueno, avisadme si vais a venir—Se despidió con la mano y Clarke notó que se acercaba hasta una motocicleta. Bueno, si antes le había parecido sexy… cuando la vio colocarse el casco y escuchó el motor ronronear… joder. Esto tenía que contárselo a Raven. Le estaban temblando las malditas rodillas.

—No puedes escaparte en medio de la noche, Clarke—Empezó a recriminarle James.

—Oh, cállate. Tú y Deborah lo hacían todo el tiempo.

—Eso es cierto—Rio la aludida recordando esos días mientras los tres se acercaban a la puerta de la casa. 

—Si mamá nos ve diré que estaba con vosotros—Les advirtió y ellos solo se encogieron de hombros—Nunca había visto a esa chica antes—Comentó como quien no quiere la cosa, cuando los tres ya habían entrado y James había ido a saquear la cocina. Era increíble cómo estaba tan flaco con todo lo que comía.

—La conocimos porque es amiga de Emori y de Lincoln, y la verdad es que nos cayó muy bien—Era normal que Deborah hablara en plural refiriéndose a ella y su mellizo. Los dos solían hacer casi todo juntos. Incluso entraron a estudiar la misma carrera: Biología.

—Parece bastante seria—Comentó Clarke apoyándose en el pasamano de las escaleras. Deborah se encogió de hombros.

—Yo pensaba lo mismo, pero cuando la conoces, es muy divertida y buena gente—Miró hacia un lado pensativa—Sin embargo, Emori nos dijo que no le hiciéramos demasiadas preguntas personales. Parece que no le gustan.

—Una chica misteriosa…

—Eso parece.

—¿Está metida en cosas turbias?

—¿Qué? —Rio Deborah.

—Parece peligrosa—Se cruzó de brazos mordiéndose el labio inferior—Como… alguien que te golpearía si le miras mal.

—No creo que sea peligrosa. Estudia medicina como Lincoln. Y que yo sepa no hace cosas ilegales—Se pasó la mano por el pelo —De hecho creo que viene de una familia con muchísima pasta.

—Mmm…—Clarke se preguntaba si, en caso de que Lexa hiciera cosas ilegales, habría alguna posibilidad de que las hiciera con ella. ¿Era normal que pensara en hacer cosas ilegales con Lexa a solo unos cinco minutos de haberla conocido?

Deborah había entrecerrados los ojos probablemente alertada por tanto interés en su nueva amiga. Clarke nunca les había dicho a sus hermanos que probablemente era muy lesbiana, pero sospechaba que su hermana mayor lo sospechaba.

—¿Dónde estabas?

—En una fiesta.

—Eso pude deducir… ¿Dónde?

—¿Por qué tanta curiosidad?

—Porque últimamente me he dado cuenta de que has crecido demasiado, enana—Se acercó pasando el brazo sobres sus hombros—Y creo que vas a darnos muchos dolores de cabeza—Clarke bufó.

—Pude haber salido peor-Deborah sonrió.

—Ve a dormir antes de que mamá te vea.

—No le digas nada…

—Sabes que no—Volvió a despeinarla y Clarke subió las escaleras de la forma más silenciosa que pudo, entrando a su habitación mientras los ojos de Lexa seguían en su mente y ella se quedaba dormida con la ropa puesta.

Deborah suspiró. Por supuesto que a ella no le había pasado desapercibida la forma en la que Clarke había mirado a Lexa. Y es que, no era tonta. Nunca había visto a su hermanita con un chico, ni siquiera le había hablado de alguno o la había visto llorar por un amor no correspondido. Algo pasaba y ella sabía exactamente que era.

—Eres un cerdo—Miró como su mellizo se comía los restos del pollo frito que había traído Lexa de KFC unas horas antes—Te has comido tu solo la mitad de eso…

—Eso fue hace horas—Se defendió James masticando—La cerveza me da hambre—Deborah se apoyó en el mesón que estaba en medio de la cocina y levantó la vista mirando a su hermano. Teñían una relación muy especial.

—¿No te parece que Clarke ha crecido mucho? —Él,  que estaba concentrado masticando la miró con el ceño fruncido.

—Sigue siendo una enana.

—Solo de tamaño—Clarificó—Quiero decir… incluso ya debió haber experimentado cosas con respecto al sexo…

—¡Eh! Cállate. No quiero pensar en Clarke y el sexo en una misma oración. Es una niña—Deborah rio. James siempre había sido así de sobreprotector, incluso con ella. Pero también era bastante despistado y ni siquiera se había dado cuenta de que ella y Lincoln habían tenido un par de roces esas últimas semanas. Incluso unas horas antes cuando el chico también había estado allí en su casa junto a Lexa, pero había tenido que irse antes. Ella lo había acompañados hasta la puerta y se habían comido la boca como si no hubiese mañana. Pensaba que Lexa lo sospechaba, parecía muy perspicaz para esas cosas. Sin embargo nunca había comentado nada, también parecía alguien muy discreta.

—Solo digo…—Suspiró—Que deberíamos acércanos más a ella, ya sabes. Papá y mamá son muy estrictos con ella y quizás haya cosas que no sepa.

—¿Cosas de sexo? No pienso hablar de eso con ella.

—Cosas en general, idiota—Le lanzó un paño de cocina que James esquivó poniéndose luego de pie.

—De verdad que te da por pensar cosas extrañas a estas horas, Deb—Se lavó las manos y bostezó sonoramente

—Buenas noches—Se despidió y Deborah se quedó pensativa.

Estaban por pasar muchas cosas, lo presentía.

***

—Esto no puede estar pasando—James había gruñido entre dientes poniéndose de pie mientras Abby miraba también a Lexa con el ceño fruncido.

—Vaya…—Fue la reacción de la doctora que dejó el café a un lado—Parece que esto va a ser un poco incómodo—Miró a Clarke y la rubia se dio cuenta de que, sus ojos verdes seguían haciéndole sentir cosas. Pero entre ellas estaban también las ganas de ahorcarla. Lexa probablemente podía sentir la animosidad reinante en esa habitación—Hola, Clarke—Dijo y Clarke tragó hondo. Habían pasado siete malditos años y su corazón seguía doliendo al escuchar su voz.

—Hola, Dra. Woods—Respondió, incapaz de llamarla por su nombre porque evocaba demasiados recuerdos.

—No vas a ponerle una mano encima a mi hermanita esta vez—James se interpuso entre ambas y la rubia se preguntó qué hubiese pasado si su hermano no hubiese sido tan despistado y hubiese impedido que Lexa destrozara su corazón siete años atrás.

***
Parece que alguien ha desarrolado un crush maximo por la amiga de sus hermanos mayores... Y también parece que las cosas no acabaron del todo bien pero, ¿que fue lo que realmente sucedió? Gracias por cada comentario ;).

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