Titulo: "Después del invierno"
Partes: 1 de 1
Advertencia: ninguna.
Pedido por: Lucy_smileunicorn
El frío calaba los huesos. Las ventanas tenían un marco de nieve a causa de la tormenta que recientemente había golpeado a Gotham.
Tus manos sostenían una taza de chocolate caliente para evitar que murieses de frío. Una manta era tu compañera en ese momento. La televisión estaba encendida, transmitiendo las noticias acerca de lo que había pasado durante el día.
Sin duda, era la estación del año que más te gustaba, pero por supuesto, era en la que más sufrías. A veces, a tu consultorio llegaban niños con enfermedades a causa del frío que causaba el invierno. Los niños también sufrían.
Unos golpes llamaron a tu puerta tomándote totalmente por sorpresa. No esperabas a nadie. El clima no era apto para caminar sobre las calles.
Acomodaste tu suéter rojo, caminando hasta la puerta, tomaste el picaporte, girándolo para poder mirar a la persona que se encontraba tras ella. Tu mirada se abrió notablemente.
—Ja-Jason... — tragaste saliva — ¡Oh por Dios! ¿Que te paso? — Dijiste de inmediato, ayudándolo a entrar a tu casa. Su rostro derramaba sangre, y su atuendo se miraba peor. Lo dejaste sobre tu sofá, sintiendo la frialdad de su piel.
— Hola Lucy — Dijo serio, sin dejar de mirarte.
— ¿Que demonios pasa contigo? — preguntaste, dirigiéndote hasta el baño, tomando una gasa y alcohol suficiente para curar sus heridas.
— No es nada. ¿Sabes? — dijo sin importancia.
Ladeaste el rostro.
— Voy a curar tus heridas — afirmaste, mientras te sentabas a su lado, comenzando a mojar la gasa con alcohol — ¿Puedo saber dónde te metiste? Y, ¿Por que rayos estás tan golpeado?
— Bueno.... Los vendedores de droga no se inmutan por el clima — respondió — quería darles una lección.
— Idiota.
Se encogió de hombros, sin perder detalle de lo que hacías. Acariciabas sus heridas con la gasa, librandolas de una posible infección.
Jason solía ir a tu casa de forma recurrente, a pesar de todo, jamás olvidaban aquellos duros años en el orfanato.
El había sido adoptado por un reconocido millonario, y tú.... Bueno, tú habías sido adoptada por una familia en Central City, por lo cual habían dejado de lado su amistad por un par de años, hasta que volviste a Gotham.
Tomaste otra de las gasas pasándola sobre la mejilla derecha de Jason, la cual estaba hinchada con un rastro de sangre seca. Su cuerpo se estremeció.
Tu no dejaste de hacer ese acto, hasta que el pelinegro te tomo de la muñeca, impidiéndote así, continuar con tu trabajo.
— Lamento si te dolió — hiciste una pausa— No podía dejarlo así.
— No... — Susurro — no fue por el dolor. — se acercó un poco a ti, entendiste el mensaje, bajando el rostro.
— No, Jason... No lo hagas... — Susurraste, el chico tomo tu mentón.
— Lucy...
— No. Ya hablamos de esto, por Dios. — dijiste un poco seria — Yo no te amo.
— No lo digas tan fuerte... Duele. — Su mirada se posó sobre tus labios — Solo un beso...
— No. — negaste cerrando los ojos — Yo amo a Barry. Lo amo con toda mi alma, aún cuando el no me corresponde.
— Y yo te amo a ti, aún cuando no te intereso — lamió sus labios — Solo uno...
— No mendigues amor, Jason. No seas vulgar.
Una sonrisa de dolor se asomó de sus labios.
— Imagina que soy el. Que soy Barry.— Aquello hizo que abrieras los ojos, no pudiste evitar sentir tristeza por sus palabras. Tus ojos se llenaron de lágrimas.
— Lucy...
Tus ojos se cerraron en un acto de inercia, sintiendo las manos de Jason sobre tus mejillas.
— Te amo tanto Lucy... — continuó, antes de juntar sus labios con los tuyos. Tus manos se dirigieron a su pecho, sintiendo los húmedos labios del chico en tu cuello.
— También te amo, Barry Allen. — respondiste aún con los ojos cerrados, sollozando por lo ocurrido.
Jason paro un momento, antes de seguir con lo empezado.
Al menos por esa noche se sentiría amado. Se sentiría correspondido.
Haría el amor contigo. Por lo menos hasta después del invierno.
Y tú, pasarías la noche con el. Con Barry Allen.
El frío calaba sobre sus cuerpos. Sobre su amor no correspondido.