Hoy le iba a enseñar a Sakura mi celular para que ella comprobara que no tengo ninguna foto suya, sé que oculte las fotos y eso es hacer trampa pero no me importa, ella no puede llamarme acosador.
Además yo no soy un acosador y les diré porqué, la definición de acosador es perseguir a una persona todo el tiempo y yo no lo hago solo la miro 3 horas todos los días a excepción de los domingos y eso no es acosar.
Entre al local y la busque por todos lados pero no la encontré, quizás estaba en su descanso y había salido.
Estuve en el local por 3 horas como siempre lo había hecho pero durante ese tiempo Sakura no apareció.
Y paso lo mismo los dos días siguientes, no la vi en ningún momento.
Ya era viernes y fui al local un poco desanimado, sabia que no la iba a ver. Necesitaba verla, quería ver sus ojos verdes, su cabello color rosa poco común, su sonrisa, la manera en que trabaja y por supuesto quería escuchar su voz, quería hablar con ella.
Al entrar me fui directo a mi lugar favorito y la vi, al fin. Estaba Sakura sentada en ese lugar que he ocupado por 3 años, vestía un pantalón negro con un camisa de manga larga color gris y sus botas negras.
Me senté a su lado, ella estaba leyendo un libro.
-Hola, al fin apareces. ¿Por qué desapareciste en estos días?- ella no aparto la vista de su libro y eso me molesto.
-Tenía cosas que hacer- y seguía sin prestarme atención.
-¿Qué cosas?
-Eso no te incumbe- al fin se animo a verme pero su mirada era fría y daba un poco de miedo, no tenía esa mirada la ultima vez que hablamos, ¿acaso era bipolar?
-Hmp- no quise decir nada más, estaba claro que estaba molesta y no quería empeorar las cosas con ella además de que también tengo mi orgullo y no me gusta que me hablen de esa forma.
-Bien, la verdad es que ya no trabajo aquí- definitivamente es bipolar, primero me ignora, luego me habla de una forma cortante y ahora su voz suena demasiado tranquila y amigable.
-¿Por qué?
-No me gusta depender de mis padres así que decidí conseguir otro trabajo.
-Eso significa que ya no te veré tan seguido- eso me desanimaba un poco.
-Lo haríamos si te animaras a invitarme a salir pero es claro que no lo harás- me dedico una media sonrisa- así que yo lo haré, ¿quieres salir conmigo?
-¿Una.... cita?- eso no lo esperaba, estaba muy sorprendido y nervioso, ella lo noto porque se comenzó a reír. Maldición, ¿por qué actuó como tonto cuando estoy con ella?
-¿Aceptas?- solo me estaba viendo con esos ojos verde-jade que me hipnotizaban.
-Bien, pero que no sea algo romántico. Eso es lo que quieren todas las mujeres- tenía que dejar claro que el romanticismo no es lo mio.
-Yo no soy así- enserio es sorprendente esta mujer- te veo el domingo a las 11am en la entrada del centro comercial.
-Hmp- y se fue.
Valio la pena esperarla aunque ella tomo la iniciativa, dejaré de actuar como un tonto desde ahora.