“Hoy habrá examen de matemáticas, así que atenta a la clase ______. Te quiero.”
|09:30|
Era hora del examen, hago que los alumnos se sienten y comienzo a hablar.
—¡Haber quiero su atención muchachos! –al decir eso, captan mi atención– El examen de hoy será todo lo que hemos visto referente, números negativos, raíces y etcétera. Muy atentos porque si me entero de que alguien estuvo copiando, le quito el examen y los desapruebo en el examen.
—Profe, y para las chicas ¿No puede ser más leve? –pregunta una de las alumnos mientras juegas con su cabello.
El rostro de _________ se pone molesto al instante.
—Nada de leve, todo es igual. –comento recto, ignorando sus ojos que están muy impregnados en mi y en mi trasero.
Cree que no me doy cuenta, pero no soy otro hueso que roer. Soy muy inteligente.
—Mucha suerte muchachos. Tomense su tiempo que el examen comienza ahora.
Choco con los ojos de ________ y ambos sonreímos al mismo tiempo.
Mientras el tiempo pasaba, me dirijo nuevamente hacia mi escritorio a chequear a los chicos.
Uno que otro chico se acercaba a ella para pedirle liquid paper, nos mirabamos y ella se alejaba un poco de ellos.
Lo sé, ambos somos muy celosos.
De pronto, mi celular suena; en la pantalla sale su nombre y sonrío.
Mensaje de ______(Tn):
“Te quiero tanto y mantente alejado de ellas. Que tú eres solo mío.”
Muerdo mi labio al ver su mensaje y se lo respondo con algo más perverso.
Oigo su hermosa risa.
Para que no sospechen, vuelvo la mirada hacia mi escritorio y luego le pongo a revisar informes y a pasar notas.