Hoy sería el día en que el dentista me sacaría los frenillos. Había despertado asustada. Me había acordado la golpiza que me había dado Kast una vez y que el un golpe había caído en mi boca. Aquel día tuve que ir de urgencia al dentista y darle la excusa que me había caído en la secundaria
Pero esta vez sería distinto, estaría acompañada por las novias de mis primos, quien me resultaban bastantes agradable con lo poco que habíamos compartido, aun así ella se ofrecieron a acompañarme con mi madre mientras los chicos se quedarían con Justin jugando en la casa.
Al bajar hasta el primer piso y llegar a la cocina, lo primero que me vi fue a mis primos estaban comiendo tranquilos, de seguro es porque las chicas ya estaban aquí y era así, la vi al otro lado del mesón y no solamente estaban ellas, si no también Justin, estaban todos comiendo el desayuno en mi cocina solamente faltaba mi madre.
—Hola a todos —dije mientras veía la comida en la mesa—. ¿Y mi madre?
—Fue al trabajo asique nosotros te llevaremos al dentista —responde Jorge.
—¿Todos? —los mire incrédula.
—Si no es mucha molestia —dijo Martin abrazando a su novia.
—Bueno. Pero prefiero Justin y las chicas me acompañarías, no ustedes. —dije tomando algo de la comida en la mesa .
—¿Y por qué siempre va Justin? —pregunto Alonso alzando una ceja.
—Cállate —dije molesta a mi primo.
—Claro, tu puedes ir con tu novio y nosotros no ¿cierto? —de pronto escuche la risa de Justin.
Gruñi molesta.
—Ay si va Justin —dijo Nicolás.
—Deja de molestar que si irán. ¿Feliz? —mi primo me sonríe
Ellos sonrieron y después de una discusión por el ultimo pedazo de tarta con Derek, me llevaron al centro comercial pero antes tuvimos que limpiar la casa porque mi madre no había encargado hacerlo.
Al salir de casa, la gente se nos quedaba mirando porque éramos catorce adolecentes juntos. Nos tuvimos que ir caminando hacia el centro comercial, ya que ahí habiatenía una oficina mi dentista.
Al tomar la puerta del centro comercial, sentí una mano encima de la mía y en seguida quite la mía, me había topado con el mismo chico que me había me había guiñado el ojo. Pude notar como sonrió seductoramente e inmediatamente me eche hacia atrás, las novias de mis primos se acercaron para tomarme, mientras pude notar a Justin helado. Él había entrado rápidamente al centro comercial para desparecer de nuestra vista.
—¿Te diste cuenta? —me preguntaron casi todas.
—¿De qué? —pregunte confundida
—No te hagas —me dice Fernanda.
—Explíquenmelo — dije tratando no ilusionar.
—¡Te coqueteo! —chillo Sanda
Otras siguieron chillando hasta que Martin se acercó.
—Me da mala espina —espeto mirándonos.
—Pienso lo mismo —dijo Jorge.
—Ni te acerques a él —dice Justin mirándome, mientras el silencio y las miradas inundaron.
Justin me había tomado de la mano para llevarme al dentista, mis primos y las chicas captaron el comportamiento extraño de mi amigo. Al llegar a la oficina, mis primos tuvieron que sentarse en suelo para darles puesto a sus novias o si no, no habría puestos en la oficina de mi dentista y nos llevaríamos un regaño por parte de la secretaria.
Tuve que esperar media hora, mientras algunas de las novias de mis primos me hicieron un peinado, mis primos se limitaban hace preguntas, Justin jugaba con celular.
—____ ¿a ti te gusta Justin? ¿Cierto? —pregunta susurrando Rouse mirándome.
—Es muy obvio —susurro Ana.
—No —susurre nerviosa.
De pronto habíamos estado hablando en susurro.
—Se nota en tus ojos de gatito hambriento —dice Luci sonriendo.
—Mentira —dije mirándolas.
—Claro que si —dijo Fernanda uniéndose.
—El primer paso es admitirlo —dice Ana mirándome.
Antes que dijera algo es dentista me llamo por mi apellido.
—Pase —me dijo cuando yo estaba cerca de la puerta.
Entre algo nerviosa, ya conocía el procedimiento de poner en la silla para que el dentista me coloca alago de anestesia debido a que me daba mucho cuando venía a sus controles.
—No será nada— dijo el dentista para poner la mascarilla para la anestesia en mi rostro.
Al despertar, me pase la lengua por los dientes y pude sentir como mi boca se sentía libre. El dentista me dio agua para limpiarme y me recomendó varias cosas que tenía que hacer. Me sentía como había dormido horas y al salir me pareció extraño verlos a todos ahí, las chicas estaban conversando entre ellas mientras mis primos tenían arrinconando a Justin.
La mirada de Justin topo con la mía, sonreí... eso fue suficiente para que se alejara de mis primos y me abrazara rápidamente.
—Tienes una sonrisa muy hermosa —me dice al odio.
Sentí que todos se pusieron encima mío a ver mis dientes, Martin de hecho me tomo mis dientes con la mano y se llevó un golpe mío en el ojo. Nos tuvimos que dividir en grupo de hombres y mujeres, los chicos fueron por comida y nosotras fuimos a una farmacia por analgésicos por mi primo hermoso, Martin.
Nos fuimos caminando hacia mi casa, mientras mis primos comían por la acera y le daban a su novias, yo podía quejarme, Justin me había abrazado por los hombros y me había estado dando comida en la boca mientras nos reíamos y nos mirábamos.
Antes de llegar a casa vimos al grupo de chicos malos que estaba al lado de mi casa el otro día y con el chico que me había guiño el ojo, pude captar la mirada del chico hacia a mí pero también directamente con Justin. Nosotros habíamos pasado por su lado y ellos solamente se limitaron a mirarnos. Mientras yo estaba con las chicas caminando. Mire a Justin quien había comenzado hablar con mi primo pero no podía oír.
POV Justin.
Estoy tan preocupado, no entiendo que hace él aquí, no debería él estar cerca de nuestros lados. ___ es solamente mía y lo menos que quiero ahora es un idiota detrás de ella, me arruinaría todo lo que tengo hasta ahora.
—¿Estás bien? Te veo preocupado por algo —pregunta Jorge mirándome.
—Conozco aquel chico —digo mientras veía a gafitas caminar con las novias de sus primos.
—¿Quién es? —pregunto susurrando Jorge.
—Un ex conocido —dije mientras la seguía mirando a ella.
—De todas formas me agradas para gafitas si es que preocupado algo con algún chico —dijo Jorge y sonríe ante aquello.
—Ella me encanta —comento.
—Es muy notorio —dijo Jorge para volver.
De pronto en el camino me acuerdo de algo que había pasado hace años con Jason. Verlo de nuevo se hizo raro aquel día que lo vi en la casa de al lado de gafitas. Fue bastante extraño.
—Ella me gusta —dije apuntando a ___.
—¿No es fea? —pregunta Jasón, yo lo mire de mala manera.
—A mí me gusta —dije mientas comía el almuerzo que había preparado mi madre.
—Pero es fea. Aunque pensándolo bien, se le quito esas gafas y le pongo algo atractivo, estaría bastante buena.—me dice—.
—Es mía —dije mirándolo y Jasón sonrió de lado.
—Está bastante buena Justin —me espeta mirándola—. Creo que ahora entiendo tus gustos.
—Es mía —le dije mirándolo.
—El corderito no está marcado, todavía —sonrió dejándome solo.
Idiota, pensé.
Jason y yo nos fuimos por caminos diferentes en plena adolescencia, a él lo consumieron sus amigos y yo en cambio me enfoque en otras cosas que me importaban. Un día vimos a ___ desnuda sin querer por la venta de su habitación, ya que Jason quería hablarle y se le ocurrió de ir tras mí gafitas, subiendo hasta la habitación de ella. Lo que nos llevamos los dos fue, que nos cayera la sangre por la nariz al verla.