Mi madre estaba viendo la televisión mientras yo comía mi cereal con yogurt al lado de ella, estaba segura que me diría algo por lo de antes de ayer.
—Al parecer que ayer te fue bien en la casa del vecino —dice mientras cambiaba los canales.
—No te molestes, tú me dijiste que fuera —digo dejando el pote en la mesilla
—De hecho no estoy molesta —me dice mientras yo me acercaba para sentarme con ella.
—Pero Justin tenía su mano casi metida en mis piernas —digo algo asqueada por la situación de antes de ayer.
—No me digas que no te gusto —mi madre le levanto las cejas en forma picarona—. Además Pattie estaría de acuerdo que puedan ser algo más.
—Ay mamá —le dije mientras tomaba mi mochila.
Ella se ríe y me pasa algo de dinero para irme al instituto. Me lave los dientes mientras mi madre decía otros de sus comentarios con respecto al vecino.
Me despedí con un beso en la mejilla para salir de casa, pero al salir me di cuenta que Justin estaba sentando en la acera esperándome ¿En realidad me estaba esperando a mí?
—Hola —me da un beso en la mejilla—. ¿Nos vamos juntos?
—¿Me estaba esperando? —pregunto mientras comenzábamos a caminar.
—Tengo que esperar a mi amiga —dice tomándome de la cintura—. Además estamos yendo al mismo instituto y somos vecinos, tenemos que tener algunas ventajas ¿no?
Él me sonríe coqueto para yo apartar la mirada, diablos era sexy y extraño al mismo tiempo. Nadie se acercaría alguien feo, todas las personas tenemos algo interés físico, no hay que negarlo.
En el camino Justin no me paraba de hacerme reír, bueno lo tenía que admitir era demasiado gracioso y yo demasiada aburrida.
Al entrar al instituto nos quedaron mirando. Mordí mi mejilla por dentro, ya que Justin hacia muy notorio su mano en mi cintura.
—Al parecer no pierdes tiempo —dice Elena de una taquilla, a su lado esta Santiago.
—Debiste estar desesperado —dice Santiago mirándo a Jusrin.
Algunas risas se escucharon y sentí los dedos de Justin apretándome la cintura, estaba algo molesto, se notaba en la forma que apretaba y en sus facciones. Sentí el cálido aliento de él en oído.
—Estas linda —me dice mientras yo seguía mirando a la pareja—. No tomes en cuenta lo que dicen, personas estúpidas dicen cosas estúpidas.
Yo inmediatamente le sonrió, vaya él tenía un efecto rápido en mí. Después sentí que Santiago no seguía mirando en su misma posición y con la mirada neutra. Justin me dio vuelta haciendo que camináramos juntos hasta nuestra taquilla.
Al sonar la campana, nos fuimos a clases y de hecho nos regañaron bastante por reírnos, había terminado de los primeros en el trabajo en pareja y no estábamos matando de la risa porque Justin me hacía reír y con mi risa, se reía él.
Creo que nunca la había pasado tan bien como aquella clase.
Al terminar la penúltima clase, nos tocaba ir a comer algo, debido a que los dos sentíamos hambre. Había ido a las taquillas para cambiar los libros y algunas cosas de nuestras mochilas, le estaba comentando que los lunes de todos los años hay un noticiero en instituto donde contaba los chismes más recientes.
Después fuimos a la cafetería y al entrar vimos como todos estaban pendiente de la televisión, yo había sacado una manzana y un juego, mientras Justin un pan de queso con jugo. Nos sentamos una mesa bastante lejana para estar tranquilos y para ver el noticiero.
—Buenos estudiantes, estos últimos días hemos visto una parejita que ha llamado nuestra atención ya que solamente de verlo no hace pensar ¿Por qué están juntos? Bueno querida ___ ____ y Justin Bieber no se escodan porque ustedes son el romance del año al parecer.
Algunos quedaron en silencio, mientras yo estaba a punto de botar el jugo por las orejas y mire a Justin asustada por lo que estaba pasando, comía su pan con queso lo más normal posible haciendo que yo dudara si le importaba el estatus social.
—De que tenemos que hablar de ellos, tenemos ¿Por qué hablaremos de aquella nueva parejita? Bueno la sencilla razón es porque vimos a la parejita en una escena muy comprometedora, ya que al parecer todavía querían ser unos niños jugando con barro.
Algunos bullicios obscenos se hicieron presentes y Justin me apretó a su lado.
Recordé cuando Justin me había dicho que había sentidos luces y si era verdad, no había tomado una foto.
De pronto comenzaron a pasar algunas fotos donde yo estaba con las piernas sucias al igual que las de Justin, pero mi falda estaba levantada y con las manos de Justin dentro de ella y además la mirada de mi amigo decía "estoy caliente".
—Nuevos tortolos no se escondan, todos sabemos dónde están y no saben dónde se encuentran, puede girar sus cabezas al fondo en la última a mesa.
Algunos giraron el rostro inmediatamente, mientras empezaron a decir cosas.
Justin se paró llamando la atención de todos. Inmediatamente tomó de mi mano para sacarme de la cafetería rápidamente. Trate que me escuchara llamándolo pero no me tomo atención hasta que él se detuvo.
—Siento lo que ha pasado —me dijo Justin.
No le digo nada, solamente me quedo mirándolo en silencio. De pronto él otra vez me toma de la cintura sin avisarme ¿acaso no puede dejar mi cintura tranquila? Ella no tiene la culpa y está siendo maltratada por unos dedos que estaban apretando demás.
De pronto oigo cerca de nosotros.
—Lindas piernas —dijo un chico pasando por nuestro lado.
Miro aquel chico quien me sonríe coquetamente y veo a Justin, quien lo miraba seriamente.
—Tiene buenas piernas amigo —dijo otro chico a Justin pasando por nuestro lado.
Mi color de mejillas estaba de un color carmesí intenso. Algunos estudiantes quedaron mirando la escena y basto para que Justin me mirara algo molesto.
—El primero que se acerque a ella, no despertara en su cama.
La voz del resonó en pasillo, haciendo que yo lo miraba sorprendida, eso había sonado algo psicópata de su parte. Justin achico sus ojos y sus hoyuelos se hicieron notar, si tenía margaritas en las mejillas.
—Eso fue extraño —dije al ver a esos chicos desaparecer.
—Debió ser las fotos —dice para mirarme directamente.
Antes que Justin me dijera algo sonó la campana para la última clase. Nos nosotros nos fuimos a clase biología, después de eso Justin se había comportado de lo más normal. Nos sentamos en nuestro puesto, pero no pude evitar encontrarme con la mirada de Santiago que tenía la mirada marcada en mí; nunca había pasado nada entre él y yo, menos me lo esperaba este año. Quizas la respuesta podría estar en aquellas fotos que habían mostrado pero tampoco tenían la mejor calidad del mundo.
Note la mirada de Santiago durante la clase y no solamente a mí, si no, también ha Justin. Él por otro lado me estaba mirando sonriente e incluso hicimos el trabajo individual entre los dos.
Al terminar todas las clases, estaba tranquila ya que nadie había dicho comentarios por lo sucedido. Justin me había tomado de la cintura a cada momento que veía algo raro y yo le decía que se estaba volviendo loco.