Seduciendo a una nerd ©

By ElisailaAbele

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Justin es un chico increíble en todos los aspectos, de esa misma forma puede pensar y ver más allá que un hom... More

Sinopsis
Personajes
Capítulo 2.- Chico nuevo.
Capítulo 3.- Ropa interior.
Capítulo 4.- Noticiero.
Capítulo 5.- Mi protector.
Capítulo 6.- Helado.
Capítulo 7.- Primos.
Capítulo 8.- Perdón.
Capítulo 9.- La cena.
Capítulo 10.- La pijamada de hombres.
Capítulo 11.- Entrevista y un mejor premio.
Capítulo 12.- Pastel de baba.
Capítulo 13.- Chupetones.
Capítulo 14.- Enferma de amores.
Capítulo 15.- Sonrisa.
Capítulo 16.- Desnudo.
Capítulo 17.- Vecinos.
Capítulo 18.- Amigos.
Capítulo 19.- Castigo.
Capítulo 20.- El esperado beso.
Capítulo 21.- Beca universitaria.
Capítulo 22.- Enfermeria.
Capítulo 23.- Sexo.
Capítulo 24.- Perdóname.
Capítulo 25.- Te amo gafitas.
Capítulo 26.- Un cambio.
Capítulo 27.- No eres tú.
Capítulo 28.- Me engañas.
Capítulo 29.- Mujer.
Capítulo 30.- Una noche.
Capítulo 31.- Fin o ¿no?
Agradecimientos a ustedes :)
Seduciendo a una nerd © [2da Temporada]
Olly para mejor
El primer beso

Capítulo 1.- Moreton.

1.1M 29.3K 8.4K
By ElisailaAbele

Un nuevo año, un nuevo día y sin Lewis.

Me fije una nota que había dejado, que era de ella porque éramos las únicas dos personas en esta gran casa.

Tome la nota entre una de mis manos, la mire una y otra vez.

"Gafitas fui al trabajo, llegare un poco más tarde, está la comida en el microonda para cuando llegues del colegio, cuídate, te amo" —Mami.

Deje la nota ahí mismo para comenzar a preparar mi desayuno, un cereal con yogurt. Después fui a lavarme los dientes y me mire al espejo el moretón que tenía el ojo casi ya no se notaba pero aun sentía mi ojo algo hinchado.

Todos los años que tenía clases era lo mismo y este último año no sería excepción, la única diferencia seria que él ya no estaría. Lo bueno es que vería nuevamente a Santiago, el chico que me traía loca. Hasta su nombre era hermoso.

Al llegar al instituto, mire la entrada y me arme de valor para entrar. Algunas personas me quedaron mirando, debido a que sabían que podía ser molestada en cualquier momento. Era algo común para mí, pero sabía que el día de graduación todo terminaría.

Fui hasta mi primera clase para sentarme pero de pronto me quedo estática al ver a Santiago pasar al lado mío. Mi corazón late rápidamente de la emoción, pero esa emoción va desapareciendo cuando escucho las palabras que salen de sus labios.

—Primer día y ya estamos con la misma asquerosidad de todos los años —Santiago suelta una risilla que hacía que sus hermosos hoyuelos se marcaran..

Baje mi cabeza y subí mano para masajear mi cabeza, mientras algunos se reían y me miraban, solamente me miraban pero nadie hacía nada.

No sabía cómo me gustaba si me trataba de aquella forma, pero sabía la razón. Estúpido Santiago, no sé cómo me puede gustar una persona tan de mierda.

Entramos directamente a al clases de clases cuando entra el profesor

—Buenos días alumnos... es hora de comenzar —el profesor deja su bolso sobre la mesa.

Así transcurrió el día, entre muchas clases.

Ya cuando dio la hora de ir a comer fui a la cafetería, tome una bandeja de comida y me senté sola. Mordí mi manzana hasta que siento una manos en mi mesa, haciendo que me asustara de golpe, levante mi rostro y era Santiago con su novia.

—Creo que encontramos al experimento que se escapó del laboratorio — dijo Santiago colocando sus brazos encima de la mesa.

—O será mejor una rata de alcantarillado —dijo Elena riéndose.

Algunas risas se escucharon y para rematar la novia de Santiago toma el jugo mio y me lo derrama en la cabeza. Haciendo que las cabezas del comedor me miraran y se rieran.

—¡Que te ocurre conmigo! —chille molesta. No me gustaba esto, realmente se pasó de su límite.

—¡Cuidado con tu boca hacia ella! —en seguida Santiago responde de una manera agresiva.

Mire asustada aquellas dos personas mientras algunos ya nos miraban.

—Vámonos antes que te ensucies tus lindas manos con ella —dijo Santiago mirándome furioso— Báñate, que hasta aquí llega tu olor.

Santiago toma fuertemente a su novia, debido a que ya algunos estaban mirando y sabía que esto podría traerles problemas.

Odiaba esto, siempre era así, no sé cómo se lo permitía, aunque igual me defendía ellos igual me molestaban.

Treinta minutos más tarde había llegado a mi casa, mi madre tenía el televisor encendido. Antes que me hubiera visto y preguntado porque olía jugo, fui directamente a mi habitación para darme una ducha.

La tarde había hecho mis tareas y había ayudado a mi madre a cocinar, sin mucho que decir me fui a dormir después de la cena. Pero antes que me fuera a dormir.

—Mañana hare algo delicioso para la cena.

—Que no sean postres de verduras por favor —le digo y mi madre sonríe— Me gustaban cuando era pequeña.

El sonido de la alarma había hecho que me levantara más temprano. Me duche rápidamente para después vestirme y bajar hasta la cocina. Me había encontrado con mi madre preparando el desayuno.

—Ayer te iba a decir algo pero como te fuiste a dormir temprano —dice mi madre al verme.

—Tenia sueño —le dije sentándome en el mesón.

—Mejor te digo en la tarde, no es nada grave —ella me miro y me sonrió duelcmente.

Deja el desayuno en la mesa y me da un beso para irse al trabajo. No tome mucho en cuenta lo que había dicho, porque simplemente ella era sí. Deseo hablar más con mi madre pero el tiempo del trabajo la consume y si no trabaja, yo no tendría alimentos en mi boca. De hecho estas últimas semanas con el despido que había tenido el mes pasado había provocado que ella buscara turnos de enfermería por todos lados.

Cuando había salido de mi casa comencé a caminar hasta llegar a unas de las tantas esquinas, había dado luz verde el semáforo para los autos. Entonces me quede parada allí hasta que notó la presencia de un chico que había llegado a mi lado.

Discretamente lo mire y vaya, era muy atractivo pero mi atención se debió de él cuando el ruido del motor de un auto hizo que mi vista cambiara de dirección. Santiago y sus grupito; venían en aquel auto al igual que su novia.

—Al parecer te has puesto el mantel de cocina como camisa —la voz de la novia de Santiago se hizo presente.

Me había estado humillando hace años pero ¿por qué ahora? ¿justo cuando hay un chico al lado mío? Agache mi cabeza un poco avergonzada y dio la luz para que yo pasara, camine hasta llegar hasta el otro lado pero de pronto sentí una mano en el hombro, en seguida tire mi hombro hacia atrás asustada. Me di vuelta para encontrarme con el chico de la esquina.

—Hola, siento haberte asustado pero no pude evitar escuchar lo que te había dicho esa chica —me dice mirándome—. ¿Es tu amiga o alguna chica que te molesta?

Yo me mordí el labio. No sabía que decir.

—Lo siento, soy Justin tu vecino y tú debes ser ____, mi madre hablo ayer conmigo de ti y tu madre —dice con una sonrisa—. Somos nuevos en el vecindario.

Miró al chico quien me sonríe dulcemente.

—¿Sabes mi nombre? —pregunto extrañada y confundida.

—Si —ríe suavemente aquel chico—. Mi madre y tu madre se conocieron ayer, o creo que se conocían desde antes.

Noté algo de nerviosismo en su mirada.

—¿En serio? —estaba pareciendo estúpida.

—Si —ríe de nuevo— Tienes bonita voz.

Mis mejillas se colocaron de un color carmesí intenso.

—Soy nuevo y no me molestaría tener una amiga aquí —me dice mirándome—. Yo iba al supermercado hasta que me encontré contigo, tu madre ayer me mostró una foto tuya y te reconocí inmediatamente, te pareces a ella.

—Mmm, gracias —le digo mientras estaba alejándome lentamente, el chico me empezó a dar miedo—. ¿Qué hora es?

Justin mira su celular y empecé a sudar, por lo nervios. Era lindo, vaya que era lindo, era más que lindo.

—Falta cinco minutos para las ocho. ¿Por qué? —él me mira esperando algo.

—Oh no llegare tarde —digo para empezar alejarme.

Corrí desesperada pero no pude evitar sonreír al escuchar lo que había dicho.

—¡No soy raro por si acaso! ¡Solo quería tener una amiga linda!

¿Qué había dicho? ¿Qué? ¿Qué?

¡Me había dicho linda! ¡Linda! chillo emocionada, pero había llegado tarde y corriendo rápidamente me había caído en la puerta de sala de química, mi clase. Con el pantalón algo desaliñado y roja por haber llegado por primera vez tarde por haber hablado con mi vecino nuevo ¡Mi vecino nuevo!

Al entrar note que la clase volvió la vista hacia mí, todos me estaban mirando porque la cerebrito había llegado tarde.

—¿Puedo pasar? —pregunto al profesor quien me miraba seriamente desde su puesto.

—Ha llegado tarde ¿además por qué viene en ese estado?

La clase hizo bullicio por la pregunta del profesor.

—Problemas con un perro que ha perseguido —dije una excusa para que no me dejar castigada.

—Profesor ella está mintiendo porque lo vimos acaramelada con un chico —dijo chico llamado Mari que uno de mis rivales de calificaciones.

—Encuentro que debería sancionarla —dice un chico para molestarme.

Apreté mis nudillos y no pude evitar defenderme.

—¡Ustedes cierren la boca suelta que tiene! —chille fastidiada

La clase se calló y el profesor no pudo evitar mirarme molesto.

—¡Señorita que dijo! —él me miraba molesto.

—¡Que eran una boca suelta! —gruñí de nuevo.

—Alguien se está revelando —comenta Elena riéndose— De seguro el chico es feo al igual que ella.

Algunos rieron.

—Silencio —dice el profesor.

—Seguro que mañana la viene a ver —dice Mario mirándome.

—Cállate —le dije rápidamente.

—¡ Ya basta señorita a su puesto por favor!

La risa de algunos empezaron a surgir pero el profesor los detuvo de inmediato. Mi vista había sido hasta el último asiento donde me había sentado. De paso vi a Elena como estaba abrazada con Santiago. Yo debería estar así con Santiago, si algún día todo volviera hacer como era antes.

No tome apuntes en toda la clase y tampoco me interesaba, el profesor de química siempre era así de pesado con quien llegaba tarde.

Las clases pasaron bastantes lentas. Ahora sabía que le noticia que me daría mi madre; tengo vecino y bastante guapo. No es que me desagradara la noticia pero sabía que mi madre se emocionaría con aquello. No negare que el chico es bastante guapo pero se hizo algo extraña la situación de mañana.

Estaba en mi última clase del día cuando oigo al profesor decir.

—Quiere ir a pensar retírese de mi clase.

Gire mi cabeza para encontrarme con la clase de matemática mirándome. Yo había estado mirando el paisaje por la ventana.

—¿Qué?

—Si quieres puede irse de mi clase, si quiere pensar en sus cosas —dice bastante molesto el profesor.

Para la suerte mía, justo al decir aquello, sonó la campana. El profesor me miro de mala manera para después girarse. Todos estaban empezando a ordenar sus cosas. Así que una u otra manera tenía que irme.

Al llegar a mi casa, mi madre me había abierto la puerta para tirarme emocionada.

—Hola mamá —dije al ver su extraña reacción.

—Cariño, has llegado —dijo ella para tirarme hasta la sala—. Te presentare a nuevos vecinos.

Mi madre me gira en dirección a la sala y lo que veo es aquel chico de la mañana mirando con una señora a su lado. Ellos me miraban con unas sonrisas amables. De pronto sentí mis mejillas sonrojarse. Él me miraba de una forma extraña.

—Hija te presento a Pattie y a su hijo Justin.

La señora que estaba al lado de chico se levanta mi sofá y se dirige hacia mí.

—Hola cariño ¿Qué edad tienes? —ella me saluda cariñosamente.

—Al borde de cumplir diecisiete —responde mi madre.

La señora me sonríe y luego veo a su hijo llamado Justin acercarse.

—Hola —me saluda amablemente.

De pronto el da un beso en la mejilla haciendo que nuestras madre chillaran.

—He conocido a ____ esta mañana cuando iba en dirección al supermercado —dice Justin a nuestras madres.

Ahora podría apreciar su voz. Su voz ronca y firme.

—Me alegro porque tendrán tiempo para conocerse —dice mi madre—. Cariño, Justin ira tu secundaria y me...

Mis ojos se abren sorprendidos y confusos. Siento como mi cerebro se desconecta de mi cabeza ¿Había escuchado bien?

—Su madre lo matriculado hoy en tu secundaria para que no pierda ningún día de clases y espero que tu señorita lo ayudes.

Esa conversación la debimos tener en privado pero así era mi madre.

Noté como Justin me estaba mirando, algo andaba mal y no era mi falta de visión


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