El día comenzaba y El Ejercito de Versalles se preparaba para la guerra.
El Príncipe Gabriel planeaba intervenir en el ataque del Reino de Xerath hacia el Reino de Monte Alba.
Pues estaba dispuesto a terminar las cosas de una vez.
Mientras tanto en el Reino de Spica, El Rey Flavus discutía con la Princesa Nora.
La cual no comprendía por que su padre había cancelado el compromiso con el Príncipe Gabriel.
Rey Flavus: -¿Desde cuando has querido casarte?
Siempre has huido del compromiso así que ¿por que ahora es diferente?
Puedes tomar esto como una oportunidad que te doy para que te cases con quien quieras, no importa si es un noble o no lo es.
La Princesa Nora lo miro fijamente a los ojos.
Y le hablo como nunca antes lo había hecho.
- Rey Padre, en el pasado creí haberme enamorado pero no fue así
y fue el Príncipe Gabriel quien me lo hizo ver.
Hoy puedo decir con toda seguridad y por la memoria de mi madre que mi corazón le pertenece al Príncipe Gabriel y que el es la raíz de mi felicidad.
Al escuchar esas palabras el Rey Flavus no pudo evitar decirle la verdad.
-Querida Nora no digas mas yo lo se, lo he visto en tus ojos y se que lo amas. Pero ha sido el quien me ha pedido cancelar el compromiso y me ha sugerido al Príncipe Leonardo como tu futuro esposo.
Lo siento mucho hija mia.
La Príncesa Nora por primera vez no podía creer las palabras de su padre.
Insistia en ir al Reino de Versalles y aclarar las cosas pero el orgullo del Rey Flavus no lo permitia.
Esa misma noche la Príncesa empredio en secreto un viaje al Reino de Versalles su corazón le exigia ver al Príncipe Gabriel.
Y fue en la mañana siguiente que llego al Castillo de Versalles alli encontro al Príncipe Gabriel.
Quien al mirarla sus ojos empezaron a teñirse de rojo e intento evitarla pero fue inevitable, la Princesa Nora se había aferrado a el con todas sus fuerzas.
El Caballero Antonio quien vio toda la escena lo persuadio de tener una conversación con la Princesa.
Ahí se encontraban frente a frente.
Príncipe Gabriel:
-Nora, no me ames.
Yo solo existo para vengar la muerte de mi hermano Julian.
Yo no soy lo que tu crees merezco morir en esta guerra y eso solo te causara dolor.
A lo lejos eran observados por el Caballero Antonio, quien temia por el hecho de que Gabriel revelara su identidad.
Entonces La Princesa Nora lo miro a los ojos con una mirada calida y llena de amor.
Le tomo su mano y la puso en su pecho.
-Es muy tarde, este corazón te pertenece.
Despues coloco su mano en el pecho del Principe Gabriel pero con un poco de sorpresa la aparto rapidamente.
Unos segundos pasaron y su cara volvio a expresar la mirada calida.
-Solo contestame una pregunta Gabriel ¿Tu corazón me pertenece?
Junto con su respuesta lagrimas empezaron a salir de los ojos del Príncipe Gabriel.
-Te pertenece y pertenecera.