A Través De Mi Ventana ✔️[En...

By Ariana_Godoy

380M 19.5M 27.5M

¡'Hidalgos' la trilogía original de Wattpad que inspiró las películas de Netflix! La última película se estr... More

Prólogo
1. La clave del Wifi.
2. El odioso vecino
3. La practica de futbol
4. El Cementerio
5. El cementerio II
6. El mejor amigo
7. El consejo
8. El Club
9. El salón de las velas
10. El plan
11. La discusión
12. El sexy Dios griego
13. La conversacion
14. El hermano mayor
15. El incidente
16. El caballero
17. El regalo
18. El beso
19. El mensaje
20. La fiesta
21. La chica
22. El juego
23. El juego II
24. El despertar
25. El grupo
26. El partido de futbol
27. La confesiòn
28. La celebración
29. La historia
30. El segundo despertar
31. El cambio.
32. La pregunta
33. La decepción
34. El castigo
35. El Cuadripolar
36. La testosterona
37. La primera cita
38. La primera cita II
39. El amigo
40. La borracha
41. El examen
42. El hombre
44. El Sentimiento
45. El Nuevo Despertar
46. La verdadera cita
47. El Novio
48. La fiesta de Halloween
49. El Descontrol
50. The walk of Shame
51. Los usados
52. El perdón
53. Los Hidalgo
54. Los regalos
55. El Apoyo
56. El trabajo
57. El cumpleaños
58. El cumpleaños II
59. El conflicto
60. El baile
61. El Abuelo
62. El baile de graduación
63. La Última Fiesta
64. El Viaje
65. La Fogata
66. La Despedida
Capítulo Extra: Especial de Halloween
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Extra Raquel + Trailer de la película
Póster de la Película + Preguntas y respuestas conmigo.
UN MES DE ATRAVÉS DE MI VENTANA EN NETFLIX
A través del mar - Fecha de estreno.

43. Lo inesperado

5.1M 257K 548K
By Ariana_Godoy

- 43 -

Apolo Hidalgo

Yo debería ser el hermano mayor de esta familia.

Creo que mi madurez emocional sobrepasa la de mis hermanos por mucho.

Observo en silencio como Ares camina de un lado al otro, golpea la pared y se sienta sobre su cama sosteniendo su cara en frustración. Siempre me ha parecido tan curioso como Ares y Artemis son tan malos lidiando con sus emociones. Son chicos extremadamente inteligentes pero en el momento que tienen que lidiar con algún tipo de sentimiento se vuelven un ocho.

Ironias de la vida.

Supongo que nadie puede ser perfecto.

—¿Ya te calmaste?— le pregunto, sentando en el pequeño mini sofá en una esquina del cuarto. Ares no dice nada, solo aprieta sus labios, mirando hacia otro lado.

Dejo salir un suspiro, Carlos siempre me ha caído bien desde que lo conocí en la escuela gracias a Dani y a Raquel. He notado que no es mala persona aunque no puedo negar que estoy molesto con él. Ares podrá ser lo que sea pero sigue siendo mi hermano y cuando alguien le hace daño o se mete con él, no puedo evitar molestarme. Especialmente porque hemos tenido una mala semana.

Ares se deja caer hacia atrás en la cama, sus ojos en el techo, —No debiste caer en sus provocaciones.

Su voz esta llena de seguridad, —No me arrepiento de golpearlo.

—La violencia nunca es la respuesta, Ares.

—No empieces con tus discursos morales.

Otro suspiro, —No son discursos, tienes que aprender a manejar tus emociones.

—Emociones...— suelta una risa sarcástica, —Ese es el puto problema, las cosas eran tan simples cuando no sentía nada.

—Pero no eras feliz.

Silencio.

Alguien toca la puerta, —Adelante.

Claudia entra, su uniforme le queda muy bien aunque no me gusta que Artemis la obligue a usar uno. Su cabello flamantemente rojo esta en una cola desordenada, una expresión de incomodad en su rostro, probablemente presiente el mal humor de Ares, —Llevé las bebidas como ordenaste pero tus invitados se han ido.

Eso consigue la atención de mi hermano quien se sienta, y habla, —¿Todos se fueron?

Se lo que su pregunta significa, quería saber si Raquel se había ido. Claudia asiente, —Si, todos.

Un destello de tristeza cruza los ojos de Ares y aunque se esfuerza en ocultarlo rápidamente, Claudia y yo lo notamos. Claudia me da una ultima sonrisa de boca cerrada y se va.

—Es normal que se hayan ido, los dejamos solos.— explico, tratando de aplacar la decepción en su rostro.

—No la entiendo.— susurra tan bajo que apenas lo oigo.

—¿A Raquel?

—Estoy intentando hacer las cosas bien y solo siento que la estoy alejando cada vez más.— eso me sorprende, Ares nunca me ha hablado de lo que siente o su vida personal.

Se que tengo que ser cuidadoso con mis palabras, no quiero que se cierre antes de que pueda ayudarlo, —Las mujeres son complicadas, a veces lo que es obvio para ellas, no esta claro para nosotros.

—Creo que esta enojada porque no la contacté en toda la semana.

—¿Le dijiste lo que pasó con el abuelo?

El menea la cabeza, —No quiero su lastima.

—No se trata de lastima, solo explicarle porque no pudiste hablarle.— me sostengo el puente de la nariz, —No entiendo porque sientes que contarle cuando estas pasando por algo difícil es mostrarte débil ante ella.

—Porque lo es.

—No, no lo es.— le aseguro, —Estoy seguro que ella entendería y te apoyaría, pero ella no es adivina, Ares. Si quieres que este ahí para ti, tienes que hablar con ella, decirle lo que sientes, lo que te pasa.

—¿Crees que no lo he intentado?— responde en un tono de frustración, —Cada vez que estoy frente a ella, todo se vuelve tan confuso, lo que me hace sentir...— pausa por un segundo, —No me salen las palabras.

—Eso es normal, nadie habla de lo que siente a otra persona de la nada, lleva tiempo abrir tu corazón a alguien. Mírame a mi, me tomo 15 años en tu vida para que por fin me contaras algo de tu vida personal.

Ares se ríe, —Ahora es tu turno.

Me señalo a mi mismo, —¿Mi turno?

—¿Te tiraste a Dani?

Puedo sentir el calor en mis mejillas, —Olvidaba lo crudo que eres.

El se echa a reír de nuevo, —Por lo rojo de tu cara, veo que no, ¿Te la quieres tirar?

—¿Podrías dejar de usar esa palabra?

Ares sigue sonriendo, —Esta bien, ¿Quieres introducir tu pe—

Lo interrumpo, —¡Calláte!

—Es tan fácil meterse contigo.

—Vine aquí de buen hermano y así me pagas.

Ares se pasa la mano por el cabello, levantándose, —Es mi deber meterme contigo solo porque eres menor que yo. De todas bromas, ¿Quieres algunos consejos para ganarte a Dani?

—No gracias, ya me imagino tus consejos.

—Solo decía, Dani es mayor que tu así que probablemente tiene experiencia, cosa que que te falta por mucho.

—La experiencia no lo es todo, solo seré honesto con ella y le demostraré mis sentimientos.

Ares tose en su mano, —Hembrita.

Le doy una mirada de pocos amigos, —No hay nada de malo con demostrar lo que sientes.

—Solo bromeaba.— levanta sus manos en el aire, —Haz lo que tengas que hacer pero si necesitas consejos en el área del... ya sabes, estaré aquí.

—Por supuesto.

Me dirijo a la puerta, —Espero que arregles las cosas con Raquel.

Me da una sonrisa de boca cerrada, —Yo también espero lo mismo.

Bajo a la sala para ir dirigirme a la cocina, me dio hambre ya que no almorcé en la escuela por andar mirando a Dani en la cafeteria.

Soy un idiota.

Pero ella es tan hermosa, dulce, amable, sarcástica...

¿Por qué tienen que existir tantos prejuicios con la edad para enamorarse? Ella solo me lleva dos años, no es mucho y ademas yo veo chicos saliendo con chicas menores todo el tiempo y nadie les dice nada.

Navego la cocina, buscando a Claudia, se me antoja mi sandwich favorito de jamón de pavo y ella lo prepara muy bien. Cualquier pensaría que un sandwich no tiene mucha ciencia pero si la tiene, los sabores, la cantidad de relleno, las salsas, todo tiene que tener una combinación perfecta.

¿Dónde esta Claudia?

La busco por todos lados y no la encuentro, echo un vistazo en el pasillo que lleva al cuarto de la lavandería y decido revisar porque tal vez esta ahí lavando ropa. El pasillo esta oscuro porque no tiene ninguna ventana y la luz esta apagada. Pero la puerta del cuarto de lavandería esta abierta ligeramente dejando escapar un poco de luz desde adentro.

Te encontré.

A medida que me acerco a la puerta, escucho unos quejidos suaves que vienen desde adentro mezclándose con el sonido de la lavadora. Eso me hace arrugar mis cejas, ¿Qué es ese sonido?

Abro la puerta lo suficiente para asomar mi cabeza dentro del pequeño cuarto y lo que veo me deja paralizado.

Claudia...

Esta en el suelo, sentada sobre un montón de ropa, su espalda contra la pared frente a mi, la falda de su informe levantada hasta la cintura, sus piernas abiertas y su mano dentro de las mismas, su ropa interior a un lado, sus dedos moviéndose rápidamente sobre su intimidad. Sus ojos están cerrados, su rostro sonrojado, mientras muerde su labio inferior, soltando pequeños gemidos.

La sangre se apresura a mis mejillas y a otro lugar que no me atrevo a mencionar. No es mi culpa, se ve demasiado sexy haciendo eso, es la primera vez que veo a una chica casi desnuda así frente a mi.

Se que debo irme, es lo correcto, estoy invadiendo su privacidad, un momento intimo para ella pero no puedo dejar de mirarla. Me lamo los labios, apretando el marco de la puerta para contenerme. Sus gemidos se vuelven mas fuertes, sus dedos moviéndose ágilmente sobre si misma.

Esta tan mojada y yo estoy tan duro que duele.

Y entonces pasa, Claudia abre sus ojos y nuestras miradas se encuentran. Se levanta de un brinco, bajando su falda con piernas temblorosas, —¡Dios, lo siento tanto, señor!

Baja su mirada al suelo, la vergüenza clara en su rostro pero mi mente esta estancada en esas imágenes de ella tocandose, gimiendo. Entro al pequeño lugar, cerrando la puerta detrás de mi. Claudia no dice nada, solo me mira, su respiración aun acelerada, sus labios rojos de tanto morderlos.

Me acerco a ella lentamente, dandole tiempo suficiente para preguntar que estoy haciendo o decirme que me aleje, y cuando no lo hace continuo. Levanto mi mano para sostener su rostro, paso mi pulgar por sus labios mojados, ella abre la boca temblando.

—¿Que... estas haciendo?— susurra, su voz suave, y tentadora.

Como respuesta, bajo mi mano y la deslizo dentro de su falda, ella agarra mi muñeca deteniendo mi avance, —No.— no suena muy convencida.

—Solo quiero ayudarte a terminar.— le digo, inclinándome para besarla. Sus labios se sienten suaves y deliciosamente dulces contra los míos. Ella libera mi muñeca y mi mano sube entre sus piernas. La acaricio por encima de su ropa interior sintiendo lo mojada que esta, su boca se despega de la mía para soltar un gemido.

Ella se aferra a mi, sus manos agarrándose de mi camisa con fuerza, puedo sentir como sus piernas tiemblan. Muevo su ropa interior a un lado para tocarla directamente, mis dedos encuentra la suave piel de su intimidad, esta tan caliente y mojada que mis dedos fácilmente resbalan sobre ella.

No estoy seguro de si lo estoy haciendo bien pero ella gime una y otra vez, enterrando su rostro en mi pecho, —Más rápido, por favor.

Su suplica manda una corriente de deseo a través de mi, gruño, obedeciéndola, acelerando mis dedos, moviéndolos en círculos. Una de sus manos suelta mi camisa y baja para acariciarme sobre los pantalones, aunque el contacto no es directo es suficiente para ponerme al borde.

Introduzco uno de mis dedos en el húmedo túnel de su intimidad y ella echa la cabeza hacia atrás, gimiendo desesperada. La penetro con mi dedo una y otra vez y eso es todo lo que necesita para llegar al orgasmo, gimiendo, retorciéndose y apretándome contra ella, mientras me toca, y eso es suficiente para hacerme terminar dentro de mis pantalones.

Nuestras aceleradas respiraciones hacen eco por todo el pequeño cuarto, Claudia no me mira, y da un paso atrás para luego pasarme por un lado y salir disparada del lugar.

Yo me quedo ahí, asimilando lo que acaba de pasar.

Raquel

Lluvia...

La lluvia siempre me pone de un humor tan melancólico. Mi cuarto esta semi-oscuro, solo mi pequeña lampara ilumina mi habitación dandole un tono amarillo a todo. Estoy acostada en mi cama, mis ojos en la ventana viendo las gotas caer, Rocky esta a mi lado en el suelo con su hocico sobre sus patas frontales.

Desde que llegué de la casa de Ares, no me he movido de la cama, ya han pasado unas cuantas horas, la noche cayó, oscureciendo todo. Una parte de mi se siente culpable y no se porque. Hicimos lo correcto al irnos, ellos nos dejaron solos ademas no queríamos que otra pelea tomara lugar entre Carlos y Ares.

Estoy pensando demasiado.

La lluvia se vuelve mas fuerte así que me levantó a cerrar mi ventana, lo menos que quiero es que se moje todo mi cuarto. Cada vez que me acerco a esas cortinas, recuerdo las primeras veces que interactué con Ares.

Cuando por fin, llego a la ventana, mi corazón se detiene.

Ares esta sentado en aquella silla donde lo vi la primera vez, esta inclinando hacia delante, sus manos sosteniendo la parte de atrás de su cabeza, sus ojos fijos en el suelo.

Parpadeo en caso de que me lo este imaginando, sin embargo, no importa cuando rectifique mis ojos, Ares esta ahí, sentado, la lluvia cayendo sobre él. Esta empapado, su camisa blanca se pega a su cuerpo como una segunda piel, ¿Qué mierda esta haciendo? Estamos en Otoño por Dios, puede pescar un resfriado.

Me aclaro la garganta, —¿Que estas haciendo?

Tengo que alzar mi voz porque el ruido de la lluvia la ahoga, Ares levanta su cabeza para mirarme. La tristeza en sus ojos me deja sin aliento por un segundo, una sonrisa tierna se forma en sus labios, —Bruja.

Trago grueso, cada vez que me llama así causa estragos en mi ser, —¿Qué estas haciendo ahí? Te vas a enfermar.

—¿Te estas preocupando por mi?

¿Por qué luce tan sorprendido de que lo este?

—Por supuesto.— ni siquiera pienso para responder. De alguna me ofende que el crea que no me importa en lo absoluto.

El no dice nada, solo aparta la mirada, ¿Se va a quedar ahí?

—¿Quieres subir?— independientemente de nuestra situación actual no puedo dejarlo ahí, luciendo tan triste. Se que algo le pasa.

—No quiero molestarte.

—No me estas molestando, solo portarte bien mientras estés aquí y estaremos bien.

El levanta una ceja, —¿Qué me porte bien? ¿A qué te refieres?

—Nada de seducirme y esas cosas.

Ares sonríe, —Esta bien.— levanta su mano, —Palabra de Dios griego.

Sube y tan pronto como pone sus pies en mi habitación, me doy cuenta de que tal vez no fue una buena idea decirle que viniera, uno, porque se ve jodidamente sexy todo empapado y dos porque esta mojando toda mi alfombra.

—Tienes que quitarte esa ropa.

Él me da una mirada de sorpresa, —Pensé que nada de seducción.

Volteo los ojos, —Esta empapada, no te hagas ideas, quítatela en el baño, veré que puedo encontrar que te quede.

Obviamente, no encontré nada que le quedará a Ares, solo una bata de baño que le regalaron a mi madre hace tiempo y que nunca la usó. Me paro frente a la puerta del baño, —Solo encontré una bata.

Ares abre la puerta y esperaba que estuviera tapándose con la misma o algo así pero no, la abre y sale en bóxers como si fuera la cosa mas normal del mundo. Dios santo, pero que bueno esta.

Yo me sonrojo, y miro hacia otro lado, extendiéndole mi mano con la bata hacia él hasta que la agarra, —¿Te estas sonrojando?

—No.— digo actuando casual.

—Si lo estas, aunque no entiendo porque, si ya me has visto desnudo.

¡No me lo recuerdes!

—Ya vuelvo.

El toma mi mano, la desesperación clara en su voz, —¿A dónde vas?

—Puse a hervir agua para hacer chocolate caliente.

De mala gana, suelta mi mano.

Cuando vuelvo, esta sentando en el suelo frente a la cama con su espalda contra la misma, jugando con Rocky.

Ni siquiera mi perro se puede resistir a él.

Se ve tierno con esa bata blanca de baño, le paso su taza de chocolate caliente y me siento a su lado, Rocky viene a mi a lamerme el brazo.

Nos quedamos en silencio, tomando sorbos de nuestras tazas, observando la lluvia golpear el cristal de la ventana. A pesar de que tenemos suficiente distancia en nuestros cuerpos como para que Rocky pase entre nosotros aún siento esos nervios que me dan cuando él esta cerca.

Me atrevo a mirarlo y sus ojos están ausentes, perdidos, observando la ventana, —¿Estas bien?

Él baja la mirada a la taza de chocolate en sus manos, —No lo se.

—¿Qué pasó?

—Algunas cosas,— pasa el dedo por la orilla de la taza, —Estaré bien, no te preocupes.

Dejo salir un suspiro, —¿Sabes que puedes confiar en mí?

Él me mira y sonríe, —Lo se.

No quiero presionarlo, se que cuando él se sienta listo para contarme lo que le esta pasando lo hará.

Ahí, admirando la lluvia y una taza de chocolate nos quedamos en silencio, simplemente disfrutando estar juntos.

xx

Nota de la autora: Buenas, buenas, ¡Feliz Sábado! Estoy orgullosa de mi misma actualizando todos los sábados, que responsable. Por otro lado, 8 millones de leídas, ¿Pueden creerlo?

Claudia y Apolo, say whaaaaat????!

Dicho de la semana: Más intermitente que los comentarios de la semana al final de capitulo.

¡Esta semana no hay porque me dio pereza buscar y ya quería subir el capitulo!

Muakatela,

Ariana.

(Arix05 en Twitter)

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