Narra Caitlin.
Raro. Todo era raro en realidad.
Suposiciones, intuiciones, flashes acompañados de recuerdos... mi vida era una locura.
Solo falta que auqella señora que asegura conocerme sea mi bisabuela!.
Camine un buen rato por todas las calles hasta que comenzo a caer la noche y mi estomago ya comenzaba a rugir, tome un poco de dinero de mi bolsillo y compre una tartaleta de fresas pequeña, con eso bastarias, mas un refresco, claro.
Luego de comer, veia que ya estaba anocheciendo asi que decidir entrar al manicomio, perdon, casa, si es que asi se le puede llamar.
Abri la puerta y el primero que me recibio fue mi hermanastro con su mascara de "scary movie".
-Mierda!.- grite ya que me habia abrazado.- Me asustaste!.- rei despeinando sus rizos negros.
-Donde estuviste?.- se quito la mascara.
-Fui a dar unas vueltas.- dije caminando por el pasillo y un olor asqueroso inundo mis fosas nasales.- Que mierdas huele aqui?.- dije.
-Pues, estan limpiando el contenedor de basura del patio.- contesto.
-Ah, con razon.
De pronto choque con Adeline...
-Lo... deberia disculparme?.- dije al ver la mancha sobre su vestido de jugo de naranja.
Ella cerro los ojos y respiro profundamente y ya me estaba preparando para esquivar las bofetadas uqe me dio cuando era pequeña. Sin embargo, abrio los ojos y dijo:
-Fue mi culpa.- dijo.
Frunci el ceño confundida.
-Te sientes bien? No tienes fiebre?.- cuestione cruzandome de brazos reprimiendo una risa ante su cara de frustracion-relajacion, que veia.- Oh, ya lo se, por fin te dejaste de ser una vieja amargada y estas tomando clases de autocontrol!.- dije con mas razon.
-Ninguna clase de autocontrol Caitlin.- dijo dejando el vaso sobre la mesa que habia en el pasillo.-Tu padre, los de Anderson y yo necesitamos hablar seriamente contigo, no puedes escapar asi como asi cuando tienes un compromiso enfrente!.- dijo limpiando su vestido rosa claro con una servilleta.
-Sabes, existe el agua y el jabon.- ironice con una gran sonrisa y me miro fijamente.
-Hablo en serio, Caitlin.
-Yo tambien hablo en serio, Adeline, sabes que hay descuento en detergentes en el supermercado doblando la esquina?.- dije recostandome de la pared.
Luego de tantos años, esta era la conversacion mas civilizada que habia tenido con esta mujer.
-No estoy para tus bromas pesadas.- dijo cruzando sus brazos desafiandome con la mirada.-Necesitamos hablar.
-Acerca de las flores, los arcoiris, mis sueños... y como me maltrataste todos esos años mientras estaba bajo tu poder?! olvidalo querida, mientras menos toque el pasado, mejor.- cada palabra, la dije con una pizca de veneno, de eso estaba segura.
Su mirada bajo a sus zapatos caros y luego me miro a los ojos.
-Eso lo hablariamos en privado.- dijo.- Tu y yo a solas.
-No, prefiero que este un policia en el lugar a que quedarme sola contuigo!.- ironice.
-Quiero que me perdones.
-Como quieres algo que no puedes tener?.- me incorpore levantando la voz mientras el niño nos veia a su madre y a mi viendo quien lanzaba mas palabras.-Como quieres mi perdon, cuando jamas te ganaste mi cariño en realidad.
-Hija, no digas eso...
-Hija? y desde cuando la bruja de hanzel y grettel paso a ser su madre?.- sonrei.-Quita esa palabra de tu vocabulario, no mereces decirmela.
-Caitlin basta!.- exclamo golpeando la mesa.
-Como quieres que me quede callada? Como quieres que haga como si nada hubiera pasado, te perdone, y me obliges a casarme con alguien que no amo!.- explote.- Duele no es asi?.- entrecerre los ojos mirando su expresion seria, pero a la vez llena de dolor ante mis palabras.- Duele que te digan toda la verdad a la cara sin miedo, que te hagan ver lo hipocrita y cinica que eres, duele no es asi? pues siente lo mismo que yo senti cuando vivi bajo tus garras.- finalice para luego terminar de cruzar el pasillo y subir a mi habitacion.
Algun dia acabaria con todo esto?.
Me deje caer en mi cama, encendiendo el ventilador rosado de mi mesita de noche, dejando que la brisa acariciara mi rostro seguido del zumbido de un mosquito. Iugh.
Me di la vuelta y apague la lampara dejandome caer en brazos de Morfeo.
A la mañana siguiente me levante al sentir la mirada de una persona sobre mi. Darcy.
Rode los ojos.
-Y ahora que?.- bufe.- acosas a las personas mientras duermen? sabes que eso es enfermizo no?.
-Solo veia lo fea que eres.- dijo con asco.- no se como puedes someter a tu cuerpo a hacerte semejantes cochinadas.- miro mis tatuajes.
-Tu lo dijiste, es mi cuerpo, por lo tanto, yo decido que hacer con el y que no.- le sonrei sarcasticamente mientras ella caminaba de un lado a otro en mi habitacion.
-Que? acaso se te perdio una de tus valiosisimas joyas en mi cuarto?.- bufe.-Volveras a meterme en problemas como aquella vez cuando escondiste tu pulsera de oro bajo mi cama, diciendole a Adeline que yo te la robe?.- rei.- Si querias eso de nuevo, me avisas, y asi me culpas con razon no?.- ironice.
-Veo aun tu rostro de dolor mientras mamá te regañaba diciendote a gritos que tan solo eres una recogida de la calle.- apago el ventilador.
-Pues, recogida o no, tengo buen corazon, y no como ciertas personas, que creen tener corazon mientras este esta marchito en un oscuro veneno llamado envidia.- solte.
-Envidiarte, a ti?.- dejo escapar una carcajada y me estudio con la mirada.
-Envidias a todos, Darcy.- entrecerre los ojos.-Jamas has estado conforme con lo que has tenido, jamasa tuviste que pasar por un accidente y perder a tus padres para que luego una familia de locos te recogiera para tratarte peor de lo que te imaginas, y si vine aqui, no fue porque queria, fue por la abuela, ya que ella es la unica persona capaz de quererme realmente en esta casa, y vine para perdonar interiormente a estas personas, y nno porque se lo merescan, Darcy, sino porque yo meresco estar en paz conmigo misma.- dije en un susurro.
Ella guardo silencio unos minutos y camino hasta la puerta de mi habitacion.
-Al final, siempre seras una recogida de la calle.- dijo cerrando las puerta de un golpe.
Perra.
Me levante y estire mi cama, me di una ducha con agua fria, deje que mi cabello se secara al natural, aun no estaba acostumbrada a verlo de color cafe, asi que deidi hacer unas ondas, luego, me puse un vestido color crema de encaje por encima de las rodillas con un lazo en la cintura y me coloque unas zapatllas rosas con un pequeño lazo blanco en la punta, queria sdalir a cfaminar hoy y seguir disfrutando de las calles mientras pensaba, hasta que al abrir la puerta se atraveso Anderson en mi campo de vision.
-Anderson.- solte rodando los ojos.
-Caitlin.- dijo y se quedo en silencio.
-Pues... si no lo ves, intento salir de mi habitacion si? y creo que tu presencia me esta estorbando.- dije apartandolo de golpe y me tomo de la muñeca fuertemente.-Sueltame!.- me queje.-Me estas lastimando.
-No te soltare hasta que me escuches.- gruño.
-Yo no necesito escuchar nada de ti, con oirte respirar, es suficiente.- dije entrecerrando los ojos mientras sentia que en cualquier momento mi muñeca se partiria.- No te lo vuelvo a repetir, sueltame.- esta vez, hasta el tono de mi voz me asusto, era como una clase de voz ronca, gruesa, espectral y llena de furia sacada de las peliculas de terror, mas mi mirada fria, querido, te estas metiendo con la chica equivocada.
De pronto sono el timbre, su agarre fue mas fuerte, como si leyera mimente, sabiendo que quien quiera que abriera aquella puerta alta y gruesa de madera, sabria que saldria corriendo a mi libertad, quien mierdas me mando a meterme aqui? Oh cierto, mi decision de poner fin a las cosas.
-Caitlin!.- me llamo mi primo Hamster.
-QUE?!.- grite frustrada mientras Anderson aflojaba su agarre.
-Creo que tienes visitas!.- exclamo.
Visitas?. Mi mente se nublo y me solte rapidamente del agarre de Anderson y al bajar la mitad de las escaleras quede totalmente confundida.
Acaso el que estaba parado en la puerta era...?
-Hola, Caitlin.- su sonrisa provoco un leve sentimiento de alegria y dolor en mi corazon.
-Jayden....- murmure mas para mis adentros, que para el...