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Sonríe
Abrazame
Toma mí mano
Di esto
Di aquello
La misma estúpida rutina de siempre, ser el caballero irken que todos esperan, o mas bien el caballero humano.
Las personas al parecer se doblegaban ante un romance así, un romance que se dicta como de odio a amor vuelve loca a la gente, sin duda algo muy extraño.
-¡Zim! Donde diablos dejaste mi comunicador-
-¡Zim nunca tomó tu estúpido comunicador!-
-Si no lo encuentro te encontraras en serios problemas ca-ri-ñi-to-
-Deja de decirle así a Zim-
-No es como si quisiera hacerlo, si el plan fracasa solo por tu ridícula negación todo se ira a la basura incluido nosotros-
-Zim no arruina planes, el los mejora ¡Yo soy Zim!-
Tak suspiro frustrada, era casi ya una costumbre pelear de esa forma con la lagartija verde, pero vamos, todo valdría la pena después de todo, eso si Zim no se ponía nena.
No había algo que no la hiciera sonreír frente a ese plan, era simplemente extasiante pensar en ello, el problema era que para llevarlo acabo necesitaba de Zim y su tecnología, y no podía estar con el siempre, sospecharían algo y todo se vendría abajo, así que por que no ser su "Pareja", eso a los humanos les gustaría, todos felices y contentos mientras ella se regocijaba en su retorcida risa.
- ¡Si¡ Ahahahahahahahaha-
-¿Ahora de que te ríes retrasada?-
-¡VUELVE A DECIR ESO OTRA VEZ Y TE ARRANCO LAS EXTREMIDADES UNA A UNA MIENTRAS HAGO QUE TE LAS TRAGUES MALDITA LAGARTIJA!-
-..... se prendió esta mierda-
-¡ZIM!-
-Si, si ya bueno, Zim se calla-
No le quedaba de otra mas que suspirar y aguantar
-¿Qué quieres zim?-
-Zim requiere de tu ayuda-
-No tengo tiempo-
-¡Zim te lo ordena!-
-¡¿Quién crees que soy para obedecerte idiota?!-
-Deberías estar agradecida, pues el magnifico Zim acepto tu solicitud de cortejo, y tu sin embargo reaccionas así-
No había por que intentar pelear, era inútil, no entendería y terminaría hablando de cerdos o algo así por el estilo.... Cerdos, esa palabra le recordaba a alguien.
-Y por eso Zim es el mejor-
-¡Ngh! Solo dime que quieres-
-Veras, Zim a tenido retenida una sobrecarga de-
-¡Dije que me digas que quieres, no que me cuentes tus estúpidas fantasías-
-¡Zim quiere un beso!-
Y así es como todo se volvió pesado
-¿Por qué?-
-Por eso Zim quería explicártelo desde un principió -
-No lo haré -
-Pero...-
-¡Dije que no!-
-¡A sí, entonces Zim se larga!-
-¿De que hablas?-
-¡El gran Zim se larga y no regresara jamas!-
Salio azotando la puerta del laboratorio donde se encontraban, Tak se encontraba furica, ¿Por qué a ella? ahora tendría que hacer lo que la bola de masa verde quería, y eso ya era bastante desagradable.
Subió del laboratorio a la base y se dirigió a la sala buscando a Zim, después de unos segundos lo vio entrando por la puerta principal
-¿Qué no ya te ibas?-
-¡Esta es la casa de Zim!-
-Entonces ¿por qué te saliste?-
-Todo era plan de Zim... ¡Ya no cuestiones a Zim!-
-Bien, no lo hare-
-Zim lo aprueba-
Era ahora o nunca
-Lo hare-
-¿Qué?-
-Te besaré idiota-
Ahora Zim era el asqueado, no lo había pensado desde ese punto, compartir fluidos con Tak seria asqueroso, pero los malestares no cesaban a pesar de que ya llevaban días de pareja, tal vez eso era lo que faltaba, un asqueroso beso y ya, no pasaría a mas, después el plan saldría bien, ¡no! el plan saldría perfecto, gobernaría aquella bola de tierra como ningún otro dictador y aniquilaría a todas las pestes humanas... bueno no a todas, pero antes, tenía que besar a Tak
-Bien, pero no creas que Zim la hace porque quiere-
-¿Y crees que yo sí?-
-¡Hug! Solo hagamos esto de una vez-
Zim se aproximo a aquel sofá viejo donde se encontraba Tak, y con lentitud se acerco a ella, haría algo tan repugnante que realmente deseaba desaparecer, pero no le quedaba de otra, miró el ceño fruncido que se mantenía en su rostro y luego miro sus labios, cerro los ojos con fuerza y se aproximo a ella dispuesto a hacerlo, relajo los ojos sintiendo el frío aliento de Tak sobre sus labios y...
De repente se escucho el molesto y chillón sonido de una puerta abriéndose...
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Gir había entrado con taco en mano y se quedo estático mirando la escena, ambos miraron a Gir, Gir los miro a ambos, y ahora todos se miraban, dejo caer su taco al suelo y volvió a cerrar la puerta en silenció, Zim y Tak se miraron por un momento y luego se escucho el estruendo de la puerta siendo azotada con fuerza y Gir entrando al momento
-¡¿Que haces besando a la lisiada?!-
-Espera ¿qué?-
Gir se acercó amenazadoramente a Tak
-Con que esta es con la que me engañabas, con esta, esta lisiada-
-¡Gir!-
-Nadie me quitará a mi hombre-
Y de un momento a otro Gir se encontraba sacudiendo a Tak de un lado a otro
-¡Te mataré lisiada!-
Repetía una y otra vez, hasta que la unidad "Mimi" lo quito de encima de su ama, pero al momento de hacerlo Tak callo al suelo, Zim sólo reía fuertemente, Gir forcejeaba con Mimi y Tak tocaba el lugar donde provenía el dolor de la caída
-¡Deberías prohibirle ver novelas a esa cosa!-
-Su vida, no la de Zim -
-¡Hug! olvidalo-
Se levanto del suelo conteniendo sus ganas de golpear a Zim, y se dirigió a la salida sin dirigirle la mirada, y salio azotando la puerta, activó su traje y prosiguió, tenía que distraerse si no quería tener un ataque de irá, pero que haría, ese planeta era aburrido... Y de repente un frío intenso la invadió, había olvidado por completo que aquellos días el invierno había azotado, ¡Genial! Ahora necesitaba refugió sí no quería morir congelada... Pero donde, una idea cruzó por su cabeza, una persona podía ayudarla en ese caso, además de que le haría bien verla, ya extrañaba verla.
Camino por la acera un rato observando la gente que pasaba y bajó la mirada, como es que acabó así, como no estaba conquistando planetas uno tras otro, como no pudo completar todo lo que se propuso....a si, Zim.
Apretó los puños con fuerza y caminó aun mas deprisa hasta llegar a su destino, se dirigió asta la puerta esperando entrar a algún lugar cálido y tocó...
De un momento a otro se escucho el sonido de unos pasos dirigiéndose hasta ella para abrir, pasos pequeños y poco sonoros de zapatillas grises, ya conocía aquel sonido a la perfección
Y de repente la puerta se abrió, dejando ver a la chica pelimorada la cual tenia la mirada fija en su videojuego
-¿Qué?-
-Como siempre dejando entrar a desconocidos-
La voz de Tak la estremeció obligándola a dirigir la mirada hacía la puerta, pero ella no estaba ahí, sintió las frías manos de Tak tocando su cintura por lo cual volteó de inmediato encontrándose con ella, sus miradas se encontraron y Tak sonrió
-¿Qué quieres?-
-Por irk, que frialdad-
-Vete de mi casa-
-¿Qué? Pero ¿Por qué?-
-No quiero ver a nadie hoy-
-Pero Gazlene hace demasiado frío afuera-
-No me interesa-
La empujo fuera de la casa y azoto la puerta en sus narices
-Gazlene, por favor solo quiero pasar un rato contigo.... Gaz-
La puerta se abrió de golpe y la pelimorada tomó a Tak de la muñeca halándole hacía adentro
-Solo sera un rato-
-¡Gracias Gaz!-
Se abalanzo a abrazarla, y realmente estaba helada, Gaz de inmediato se sintió extraña, el aroma que Tak emanaba era una sensación deliciosa, y sentir su cuerpo rodeándola era bastante estimulante, lamentablemente Zim estaba con ella, otra vez quería desahogarse, golpearla y reclamarle, pero no, no lo haría, una vez mas se convertía en la pequeña señorita indefensa que tanto odiaba ser
-Si como sea- la alejó - ¿Quiéres un chocolate? eso ayuda al calor del cuerpo-
-hu... Si claro-
Al poco rato se encontraban en el salón principal de la casa, Gaz con una taza de chocolate caliente y Tak con una barra en mano, no hablaban simplemente se encontraban ahí lanzándose miradas furtivas y sonriendo de vez en cuando
*Es anormal Gazlene*
*No puedes*
*Hombre con mujer, mujer con hombre*
Recordó algunas cuantas frases que le habían dicho en la clase de educación sexual al haber preguntado sobre el lesbianismo y luego una vez mas recordó a Zim, ¿por qué se supone que ella debía de pasar por todo eso?
-Entonces... ¿Cómo has estado?- hablo Tak
-Aa bastante bien, en lo absoluto- sorbió de su taza
-Hum, me alegro-
-Bien-
-Bien-
Y de repente Tak comenzó a juguetear, con sus tres dedos comenzó a toquetear repetidas veces la mejilla de Gaz y esta sólo volteaba los ojos, bastaron unas cuantas veces mas para que Gaz hiciera lo mismo y así comenzaron a juguetear con sus mejillas, riendo y jugando como Gaz nunca había hecho.
Tak se levanto de repente y estiro la mano a Gaz
-Bailemos-
Propuso
-No-
Negó Gaz
-¡Porfavor! En irk no podemos bailar, solo esta vez-
*Reproducir multimedia -u-*
No le quedo de otra y aceptó, votaron los zapatos y las medias a otro lado y ahora completamente descalzas reproducieron una canción, la favorita de ambas, y ahora bailaban sobre la alfombra, repitiendo los pasos uno a uno y riendo por la torpeza de cada una, sin duda era un momento tan emocionante, tan solido, tan vivido, las dos chicas mas temidas de la eskuela bailando como dos par de infantes, disfrutando de cada roce de la alfombra contra sus pies descalzos y imitando torpemente movimientos profesionales.
Nuevamente eran las de antes, nuevamente Gaz se sintió segura... y flechada horriblemente flechada.
Al poco tiempo quedaron tumbadas en la alfombra riendo, y cansadas volvieron a verse, Tak sonrió mirando a Gaz y estudiando sus rasgos faciales, recorriendo desde su frente hasta su cuello y luego regresando hasta detenerse en sus labios y los miró largo rato, cómo si estuviese esperando que se fueran, como si desaparecieran si no los veía como si se fuesen a escapar de ella, Gaz también miro sus labios y ahora ambas se encontraban deseando algo que querían evitar... si, querían.
Aquí entrenos a Tak le fascinaba Gaz, no era como un humano promedio, era la hembra humana mas inteligente que había conocido, despiadada, cruel y encantadora, la hipnotizaban aquellas largas pestañas y aquel cabello purpureo, pero ella le representaba un riesgo enorme, las guerreras irken no podían enamorarse es mas ni siquiera debían enamorase porque eso no estaba en sus registros y mucho menos en su pack, así que esperaba seguir todo lo que su unidad Mimi le había dicho, no enamorase aun mas de la humana, aunque esto fuese difícil.
Se levanto del suelo y se recargo en el sillón sonriendo, y al poco rato Gaz la siguió
-Me agrada hacer esto sabes-
-Si, no niego que sea agradable-
-Extraño este tipo de momentos-
-¿Qué? No me digas que no haces este tipo de cosas con Zim -
-Zim es un idiota-
-Nooo ¿en serio?-
-Ridícula-
-Tu-
Ambas callaron y Tak dirigió la mirada a la ventana, la noche ya había caído dejando ver la blanca nieve cayendo y brillando con la luz de la farolas.
Tomo la mano de Gaz y se aproximo con ella a la ventana, Gaz no se opuso, solo se dejó llevar y al poco rato ya se encontraban observando el hermoso paisaje que otorgaba la nieve... y las personas resbalándose.
Ambas reían con la desgracia de los demás , mientras aun se mantenían tomadas de la mano, tan cómodo, tan cálido, tan reconfortante aquel ambiente que Gaz no pudo evitar recargar su cabeza en el hombro de Tak, la cual no hizo nada por alejarla, simplemente disfruto de aquel momento.
Miro a Gaz por unos momentos, la cual mantenía sus ojos completamente abiertos observando con detenimiento la nieve, el hermoso color de sus ojos brillaba y sus mejillas se encontraban sonrojadas, pronto se dio cuenta de su observadora y la miro de igual manera, su rostro adornado por las sombras le daban un semblante misterioso, pero de aquellas sombras sobresalía el color purpura de sus labios, ya no podían evitarlo, es decir era algo que en absoluto no se podía evitar.
Sus respiraciones se volvieron agitadas, Tak miró a los ojos a Gaz, suplicante de poder besarla, Gaz la miro igualmente con un brillo especial, acercaron sus rostros poco a poco mientras escuchaban el palpitar de sus corazones al compás del otro cómo si de la mas hermosa tonada de música se tratase, sus respiraciones se encontraron, heladas pero completamente deseadas y de un momento a otro sus labios estaban unidos, de una forma torpe comenzaron a moverse en un vaivén poco experto que después se volvió equilibrado, para ellas era la sensación mas dulce que habían experimentado, Gaz tomo la mejilla de Tak y acomodó sus labios a la perfección mientras la blanca luz iluminaba aquel hermoso espectáculo de deseo, una explosión de lo que ya era añorado desde ya hace mucho.
Gaz deseaba a Tak
Tak deseaba a Gaz
Hací de simple, querían tenerse, querían amarse, comenzar a acariciarse con locura, lo cual hicieron, estremeciéndose por cada toque, pero todo lo que empieza debe acabar.
Tak se separo de golpe y miró a Gaz exaltada, su pack vibraba demasiado, y eso dolía, se levantó rápidamente y se dirigió a la puerta
-E-esto sólo fue un accidente okey-
Dijo cabreada, mientras abría la puerta, pero se detuvo un momento y de pronto se dirigió a Gaz para besarla nuevamente con desespero
-Y digamos que esto también -
Sonrió mientras que Gaz sólo asintió y de un momento a otro salio de aquella casa rápidamente.
Corrió en contra del frío viento, corrió y corrió sonriendo por lo que acababa de pasar, por que por fin la había besado, tomó una gran bocanada de aire y se dedicó a sonreír mientras aun corría.
Y Gaz, bueno ella se quedó pasmada a un lado de la ventana sonriendo torpemente y tocando sus labios los cuales temblaban, subió rápidamente a su habitación y se tumbó en su cama abrazando a su cerdito fuertemente, se sentía feliz, afortunada y realmente convencida de que lo que sentía por Tak era sin duda amor, ahora dormiría con una gran sonrisa en su rostro y un hermoso recuerdo que nunca olvidaría.
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Por su parte al otro lado de aquella habitación el chico de las gafas era interrumpido por pequeños toqueteos en su ventana, toqueteos que provenían de patas robóticas.