Narra Caitlin.
Me dolia la cabeza, y mucho, si ordenaba las piezas, segun mi intuicion todo quedaba de la siguiente manera:
-Habia sufrido un accidente que me habia dejado con amnesia y no recordaba a mis padres, ademas de que luego seguian las pesadillas, y de pronto, revelan que Mason es mi hermano, luego llego al instituto, donde conosco a Jayden, me vuelvo niñera de sus hermanos, y practicamente de el, ya que no se sabe cuidar asi mismo y la que terminaba resolviendo sus problemas era yo, para luego enterarme que fui producto de una apuesta, donde el decia que me queria (vaya basura, querer), luego si no me equivoco, Lilian sube aquel video, ya que comparten perfiles, y ahora me entero de que quizas mi familia habia negociado desde hace mucho con la de Anderson para asi casarnos y luego agrandar el dinero-
Vaya, es dificil de creer.
Dos lagrimas resbalaron por mi mejilla y se secaron inmediatamente por una fresca brisa que paso por el patio, abri los ojos intentando creer que todo lo que estaba ocurriendo en mi vida no era real, sino una terrible pesadilla, pero con cada respiracion, me daba cuenta que era verdad, todo esto era la realidad, una realidad en la cual yo no quiero vivir.
-Vaya vaya a quien tenemos aqui.- rio mi hermanastra entrando al patio.
-Pues, tenemos una secadora, una plancha de cabello y una mesa en la piscina, supongo que vienes por ellas no es asi?.- dije mirando los objetos flotar en la gran piscina.
Ella me fulmino con la mirada y se acerco peligrosamente a mi.
-Coronaste con ese tal Anderson.- dijo mirando en direccion a su habitacion en el segundo piso de la casa donde este se encontraba sin camisa alzando unas pesas frente a la ventana.
-Pues, no veo la corona.- sonrei ironicamente.
-Sigues siendo igual de estupida de antes.- dijo cogiendo un mechon de su cabello y girandolo en su dedo indice mientras sus labios salian aun mas. -Coge rico, sabias?.- me lanzo una mirada de suficiencia.
No se porque ese comentario dolio.
Quizas, es tanto el dolor que llevo dentro, que cualquier palabra por muy absurda que sea me dolera, por ejemplo, helado.
-Pues, si tan rico te lo follas, porque tu mamá no decidio casarte con el, en vez de a mi, que ni siquiera soy su hija de sangre.- solte una sonora carcajada.- hay que ver que raros son en esta casa.- cruce mis brazos sobre mi pecho y me recoste en el espaldar de la silla.
-Mamá toma decisiones absurdas.- gruño, y me miro de tal manera que, si las miradas mataran, ya estaria tres metros bajo tierra.
Una sonrisa maliciosa se formo en mi rostro.
-Quizás tu madre, decidio casarme con un chico como Anderson en forma de disculpa por todas las agresiones que hizo hacia mi.- sonrei.- Y quien como el, para hacerme feliz en la cama, a fin de cuentas, tiene derecho a acostarse con quien quiera, ya que despues que nos casemos, me sera fiel, y tu, tan solo seras un estorbo en su mente luego de que lo haga tan feliz en la cama.- senti ganas de vomitar en ese momento ante mis palabras, jamas de los jamases me acostaria con tal repugnante chico, era tanta mi furia hacia todas estas personas, que si fuera por mi, las arrojaria al mar!.
-Eres una zorra!.- grito y se levanto de ahi y salio del patio.
-Con orgullo querida!.- le grite devuelta tomando la hoja que estaba sobre la mesa acerca de mi conclusion emocional.
Decidi salir a dar un paseo, Texas habia cambiado durante estos años, habian mas personas, mas autos, mas contaminacion... si tan solo las personas tomaran conciencia acerca del ruido, y la basura, esto, no estuviera asi.
Di varias vueltas por todo el lugar y de pronto me encontre con aquella señora del bus. Ok, para ser sinceros esto ya me estaba dando miedo y al verla¡, una sonrisa se dibujo en su rostro.
-Caitlin!.- dijo saliendo de una pequeña casa.
-Hola.- me limite a decir y a arrugar aun mas la hoja de papel en mi mano hasta guardarla en mi bolsillo.- ven, quiero presentarte a mi hermana, Thalia.
Sentia verguenza al entrar en una casa que no conocia, con una señora que apenas onoci en el bus, sin embargo, aunque desconfiaba de todas las personas, luego de lo de Anderson, aun sentia esa calidez en su cuerpo que me decia, seras feliz...
Al entrar, mire el lugar, un pequeño pasillo con unas escaleras, caminamos por el pasillo lleno de fotografias que me dieron escalofrios ya que se parecia a lo que veia en mis pesadillas, eran de un par de niños, un niño y una niña para ser exactos, jugando en una casa de playa, otras, en un parque, era una clase de secuencia, que de pronto se detenia.
-Quienes son?.- dije.
-Oh, mis nietos.- sonrio mirando la foto.
Me tomo de la mano y una especie de electricidad estatica recorrio mi cuerpo cuando de pronto vi a aquella señora de cabello rubio sentada en su mecedora en el patio leyendo "100 años de soledad".
Me acerque y la detalle bien, era pequeña, de cabello rubio largo trenzado hasta la cintura, ojos cafes y una tierna sonrisa, de pronto sus ojos se iluminaron de tal forma que pense que estaria alucinando ya que no habia comido en todo el dia por tal noticia tan asquerosa que me habian dado. Casarme. Con Anderson. Wakala.
-Hola, soy Lola.- dijo dandome la mano y su mirada no se apartaba de mis ojos.- Te conosco de algun lugar?.
-Eh...- hicwe una pausa y un flash lego a mi mente seguido de otro fuerte dolor de cabeza, y jure haber visto en ese microsegundo de dolor a aquella mujer, un poco mas joven, jugando con los niños.- No lo creo.- dije finalmente.
-Te pareces mucho a ella.- dijo sacando del libro una foto, esta, me paralizo el corazon al ver l niño que aparecia en mi mente, junto a la niña, la cual se parecia mucho a mi, solo que sin los aretes y los tatuajes.
Me quede en silencio un momento.
-Estoy segura que eres tu.- su voz se torno seria.- Has hablado con tu hermano?.- solto de pronto.
-Que? a que se refiere?.- dije con nerviosismo, ni siquiera habia confirmado si Mason era en verdad mi hermano, tan solo era una intuicion.
-Perdiste la memoria.- dijo como si adivinara mis pensamientos. Acaso esta señora es bruja?. Si eso es asi, unicornios pegaso, saquenme de aqui!.
-Señora, no se a que se refiere.- dije. No queria dar detalles acerca de mi vida, ya que, apenas la estaba conociendo y esta señorta juraba que me conocia de años, segun las fotos.
-Lola, no la alteres, sufre de dolores de cabeza.- dijo la saeñora.
-Solo abra una forma de averiguarlo.- dijo.
-A que se refiere?.- dije, esta vez, con esceptisismo en mi voz.
-Mi nieto vendra, dentro de unos dias a visitar a su bisabuela, Lola, me informo que tiene una gran noticia que darme.- dijo.
-Espero que seas su hermana.- dijo Lola con los ojos bien abiertos.- porque creeme que siempre he querido volverte a abrazar.- dijo dejando el libro de lado.
Okey, la situacion se puso rara.
-Pues, huy, miren la hora, me tengo que ir!.- disimule mirando el reloj de pared que habia en la cocina pintada de verde manzana.
-A donde?.- dijo Lola.
-A... mi... clase de... danza?.- dije dudando de mi misma.
-Oh, pues que te vaya bien, espero volverte a ver, y cuando te vea, mis dudas se conviertan en respuestas.- dijo la señora.
Respuestas... eso es lo que quiero.