5 años después.
- ¡¡Corre Adam!! - grita Theo
Él hace lo que dice Theo y ganan el juego.
- ¡¡Ganamos!! - gritan los seis en la cara de Alexander y Elijah
Los dos mayores empiezan a quejarse y los niños continúan burlándose de ellos.
- Siempre gritando. - se queja Sophia
- Pensé que ya te habías acostumbrado. - respondo a mi hija y ella respira profundamente
- Mami, no puedo jugar con mis primas si ellos. - los apunta enojada. - Están gritando como cavernícolas. - dice y yo solo río
- Y ¿no te gustaría jugar con esos cavernícolas? - pregunto y ella medita la respuesta.
- Ellas quieren jugar al té. - responde
- ¿Y tu que quieres?
- Me gustaría pero ellos son muy violentos y puedo romper mi vestido.
- Te tengo una solución, cambiaré el vestido y pídele a las chicas que bajen a jugar todos juntos. Yo hablo con ellos y les pido un poco más de cuidado ¿si?
- Bueno.
Sale corriendo a la casa y yo me dirijo a Alexander, solo tenia un pantalón corto y estaba jugando con los chicos en el jardín.
Al verme se acerca para darme un abrazo y yo me alejo un poco.
- Estas sucio, cuando te limpies. - digo y el se encoje de hombros
- Eres mala, pero eso luego lo pagarás. - me amenaza y yo solo le sonrió
- Las chicas quieren jugar, pero te pido por favor que no sean tan violentos, jueguen con más cuidado. - digo y el asiente
- Te amo. - digo y el en un movimiento rápido me pega a su cuerpo.
- Yo también cariño pero sabes que odio el rechazo. - me sigue abrazando y toda mi ropa se ensucia
- Mi ropa. - me quejo
- Te la puedes quitar... - mete la mano debajo de mi camiseta y toca mi piel desnuda
- ¡¡Los ojos!! - grita Elijah a los niños y todos cubren su vista con las manos
Alexander y yo soltamos una carcajada y luego de que me dé un beso nos separamos. Subo a nuestra habitación para tomar una ducha y cambiarme de ropa.
Hoy cumplíamos cinco años desde que nos casamos, en estos cinco años nuestro amor había crecido cada vez más, como bien me dijo mi madre, siempre había personas que trataban de separarnos pero logramos que nuestro amor era más fuerte, ¿discusiónes? Claro siempre habrá uno que otro inconveniente pero todo lo hemos sabido llevar bien por el momento. Alexander luego del nacimiento de los mellizos se volvió una completa ternura, ante cualquier cosa que le pida cualquiera de nuestros hijos el corre a hacerlo.
Theo, cada día estaba más grande y era un niño muy inteligente, es el primer puesto en su grado debido a su conocimiento y ha sido el gran orgullo de Alexander, luego de un pequeño problema en el colegio Theo descubrió que no era realmente nuestro hijo y eso lo hizo sentir mal pero luego de dialogar con el por mucho tiempo pudo entender que para nosotros no es importante si llevamos la misma sangre.
Adam y Sophia, los pequeños mellizos, apunto de cumplir cinco años y al igual que Theo son muy inteligentes, eso ha hecho que agradezca la insistencia de Alexander por el aprendizaje temprano. Son unos niños muy activos, ambos se parecen más a mi en su forma de ser, traviesos como sólo ellos sólos. Adam es un poco más abierto con las personas y por otro lado Sophia es más tímida.
Elijah y Alexa, ya casados tienen una familia de dos hijos, uno de seis y una de cuatro años. Bastian y Anna tienen dos hijas, una de tres y la otra de dos. Nikolaus y Anette tienen un niño de tres y otro de dos años. Lukas y Cora tienen un hijo de dos años. Max y Lissie por el momento sólo tienen una niña de dos años.
Bajo las escaleras y encuentro a Alexander limpio y con su típico traje negro.
Mi familia y nuestros amigos más cercanos estaban presentes, Alexander insistió en que debíamos celebrarlo a lo grande pero logré convencerlo de que sólo fueran pocas personas. Había una mesa de postres que lucían deliciosos y a la cual no dude ni un segundo en acercarme para tomar uno de ellos.
- Mamá. - escucho la voz de mis tres hijos y me giro hacia ellos
- Dulce no. - habla Theo y yo lo veo mal
Luego del embarazo tome una pequeña fascinación por los dulces y la comida chatarra.
- Te doy el postre que desees. - digo con la idea de sobornarlo
Los tres se miran y luego Theo se ubica delante de ellos.
- Es un honor hacer tratos contigo, ahora Sophia quiere uno de fresa, Adam uno de chocolate y yo uno de café. - habla y yo les entregó lo que pidieron
Era simplemente increíble como con solo siete y cuatro años ya debía sobornarlos, lo único es que se que para ellos su palabra vale más que nada y no le dirán a Alexander.
Tomo un postre de chocolate con cuidado de no ser vista y en un par de minutos ya no tengo nada, limpio mis manos y me pongo en búsqueda de Alexander, de seguro se encuentra con los niños o con Bastian.
Lo veo hablando con Elijah y luego este se retira dejandome sola con mi amado esposo, le veo de pies a cabeza y tiene su típico traje perfecto la única diferencia es que este es de un color gris que nunca le había visto.
Le doy un beso y al separarnos el me da una vuelta y me acerca a él.
- Estas hermosa. - dice Alexander
- Tu no estas mal. - le digo en broma
- Estoy perfecto, lo sé. - dice y yo solo ruedo los ojos
- Ególatra.
- El ególatra al que más amas.
- Al único que amo.
Le doy un beso que no dudo en responderme.
- El trato. - dicen los tres al unísono y Alex bufa molesto
Un trato que habían hecho entre ellos que consistía en que no podíamos besarnos delante de ellos y lo más gracioso es que no es por asco sino por celos.
Alexander.
Los chicos gritan felices por que ganaron y se burlan de Elijah y yo.
Emma se acerca ha decirme que las niñas también jugarán y que seamos más cuidadosos. Luego de darle un beso y ensuciarla se retira para cambiarse y mis hijos sólo me fulminán con la mirada.
- No hay reglas, sólo deben ser más cuidadosos con las niñas ¿entendido? - les habla Elijah y todos asienten
- Dos equipos, las niñas estarán con nosotros. - les sigue explicando y cada uno toma sus pistolas, una de agua y otra de dardos de goma
El juego termina con las niñas ganando, y todos los chicos suben a darse un baño.
- Quien diría que serían más violentas las niñas. - dice Elijah y concuerdo con él
- Como tiraron a tu hijo, Alexa te matará por el moretón. - digo y el asiente personándose
Todos subimos a cambiarnos y en unos minutos ya tenía puesto mi traje gris claro, bajo y me encuentro con mi amada esposa, lucía un hermoso vestido blanco y el cabello suelto.
(...)
- El trato. - dicen mis tres adorables hijos y me separo de Emma
Los chicos se alejan felices por habernos separado y corren a jugar con los demás niños.
Son tan celosos que a a veces eso me enoja, no niego que los tres son mi mayor orgullo, todos tan inteligentes y tan parecidos a Emma, son su viva imagen.
Hace ya cinco años que me casé con Emma y todo ha sido de maravilla, luego del nacimiento de los gemelos me volví más sociable, la alegría de estar con ellos en los momentos más importantes, verlos crecer, caminar e incluso escuchar sus primeras palabras me habían terminado de cambiar definitivamente.
Los tres juntos podrían ser un completo peligro, a veces me asustaba todo lo que les había enseñado y todo lo que eran capaces de hacer con eso.
Quería hacer algo grande para Emma pero terminó siendo algo sencillo cuando ella se opuso rotundamente a que hiciera una gran gala en su honor, ella simplemente no entiende todo lo que la amo y que para mi nunca terminaré de pagarle toda la alegría que a traído a mi vida.
- Son tan celosos. - me quejo con Emma y ella sólo ríe
- A quien habrán podido salir. -
- Yo no soy celoso...
- Incluso celas a tus hijos cuando juegan con cualquiera de los otros chicos. - continúa
- Sólo me gusta cuidar lo que más amo, no quiero perderlos. - digo en defensa
- Nunca nos perderás. - dice segura
Suena una canción y la invitó a bailar, pongo mis manos en su cintura y ella las pone en mi cuello, arrecuesta su cabeza en mi hombro y así bailamos por unos minutos.
Theo pide bailar con Emma y se la entregó, los gemelos bailando juntos y todos con su pareja.
- Papá. - dice Adam. - Te gustaría bailar con Sophia y yo con... - lo corto sabiendo que desea ir con la hija de Elijah
- Claro. - le digo y el se aleja hasta donde se encuentra la niña
Bailó con mi hija entre risas y terminó cargándola como una pequeña bebé.
- La amas mucho. - dice. - A mamá, estas siempre al tanto de lo que ella hace y eres muy cariñoso con ella. - continúa y le sonrió
- La amo mucho, más que a mi vida. Tu, tus hermanos y ella son mi vida. - digo y ella sonríe
- Yo quiero casarme contigo. - dice feliz
- ¿Y mamá? Yo estoy casado con ella.
- Podemos compartirte hasta que yo encuentre alguien como tú. - dice segura
- Cuando tengas cuarenta años te podrás casar cariño, por ahora eres muy chica. - le digo y ella frunce el ceño
Me hace bajarla y me ve molesta.
- ¿Cuantos años tienes mamá? Menos de treinta cierto, entonces ¿por que yo me tengo que casar a los cuarenta? Eres injusto. - dice molesta
Me agachó hasta su altura.
- Tu eres mi bebé, entiendeme ¿si?. Te amo mucho. - le doy un abrazo
- Yo también te quiero, pero se te olvidó que yo no funcionó con "te amo mucho", sólo por esta vez te la pasó. - dice correspondiendo mi abrazo y luego se aleja hasta donde se encuentra Theo y Adam
Ella es de todos la que más se parece a Emma.
(...)
Emma esta de espaldas en la habitación y me acerco a ella, le doy mi regalo de aniversario que consistía en un brazalete.
- Gracias Emma, por todo. Por llegar a mi vida y cambiarla rotundamente, por hacerme reír con tus locuras, por darme tres maravillosos hijos y por hacer mis días aún más felices. Gracias ti soy mejor y te aseguro que nunca tendré la manera de pagartelo. - digo y ella me abraza
- Dios Alexander, yo soy la que te debe agradecer todo esto es gracias a ti. - me dice
- Ambos nos cambiamos, ambos nos ayudamos, pero todo esto enserio es gracias a ti. - digo
- Gracias a los dos. - dice y yo la beso
- Gracias a los dos. - le contestó
- Te tengo una sorpresa. - me dice alejándose y regresa con un caja
- ¿Que es? - pregunto
- Debes abrirlo. - responde, sacudo la caja y casi no se escucha nada
Le quito al moño a la caja y al abrirla hay muchos papeles que dicen te amo.
- Se que me amas, con decirlo hubiera bastado Emma. - digo y ella ríe
- Sigue buscando. - dice y terminó botando todos los papeles de la caja
- Emma... - digo en un estado de shock y me acerco a ella para darle un beso
- Seremos padres. - le digo aún impactado y ella asiente. - Te amo. - le digo volviendo a besar
- Te amo. - responde
- Te amo, más que a mi vida Emma Miller, eres tan perfecta que nunca me cansaré de decírtelo. - le digo y ella comienza a llorar
- A veces me pregunto ¿como pudiste escogerme a mi?
- Quien en su sano juicio no se hubiera enamorado de ti, con solo una mirada me enamoraste Emma.
La tomo de la cintura y le doy otro beso, nunca me cansaría de hacerlo porque ella era tan adictiva.
- Te amo Alexander Baermann.
- Te amo Emma Miller.
13/01/17